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Hola y bienvenidos a Detrás de la receta con Rob Riches, en Prozis TV.
Si os estáis preguntando qué estoy haciendo fuera de la cocina aquí, en el museo Page de Los Ángeles, California,
dejad que me explique. Veréis, todo empezó hace unos 2,5 millones de años cuando los humanos
se beneficiaban de alimentos que se encuentran en la naturaleza, a nuestro alrededor, como carne de caza, pescado, vegetales,
bayas silvestres, frutos secos y huevos, que suelen tener un alto contenido en proteína y grasas animales y bajo en carbohidratos.
Pero las cosas empezaron a cambiar cuando introducimos alimentos no naturales en nuestra dieta.
Y desde hace unos 10.000 años hasta el día de hoy, los humanos dejamos de contar con los mismos alimentos
que nos permitieron convertirnos en una especie muy desarrollada. Siempre ha habido muchas dietas pasajeras
que vienen y van. Pero hay una en particular que parece que se queda y a la que muchos se han apuntado.
Es la paleodieta, también conocida como dieta paleolítica o del hombre de las cavernas. Se basa en escoger
alimentos naturales para ayudarte a conseguir una buena salud y un físico perfecto. En pocas palabras, se le llama paleodieta
porque incluye tomar alimentos que estaban a nuestro alrededor durante la era del Paleolítico.
La idea es que nuestros genes y nuestra fisiología se han adaptado a través de la selección natural.
Y lo han hecho con la mejor nutrición gracias a los alimentos que nos rodeaban.
Esto incluye una gama completa de alimentos de origen animal, como carne de vaca, de cordero, de bisón, de venado y otras.
Lo que también implica comer sus grasas y órganos, ya que todos ellos contienen un abanico completo de aminoácidos
básicos para nuestra salud y evolución. Pero la paleodieta también implica consumir una gran cantidad
vegetales, huevos, frutos secos y fruta. Vamos a ver todo durante este programa.
Por ahora parece que hemos evolucionado a una especie bastante increíble. Pero hace poco que parece
que hemos ido un paso o dos hacia atrás. Desde los últimos 10.000 años, muchos de los alimentos
de la revolución agrícola son extraños para nuestros genes y metabolismo y a menudo provocan problemas en el organismo
que llevan a lo que conocemos como síndrome metabólico. Esto incluye problemas como obesidad,
diabetes tipo 2, hipertensión y enfermdades cardíacas. Patologías que nuestros ancestros no sufrían
y que hoy en día nos afectan como una plaga. Muchos de los que siguen el estilo de vida palelo afirman que debemos eliminar
algunos alimentos de nuestra dieta para recuperar una buena salud. Alimentos como semillas, azúcares en exceso,
aceites vegetales, legumbres y lácteos que forman parte de la base de la pirámide alimenticia. Así que, vosotros diréis:
¿Comida básica para una buena salud o un producto envasado por comodidad?
Pero sigamos con el programa. Hoy voy a compartir con vosotros cómo hacer un pastel de carne de vaca con champiñones
que siga el estilo de vida paleolítico. Así que, vamos a la tienda
a buscar los ingredientes que necesitamos y volvamos a la cocina. Ahora que estoy en el súper, puedeo compartir con vosotros
mis diez consejos para seguir y empezar un día paleo. Claro que sois vosotros los que tenéis que elegir si seguís
solo unos pocos consejos o todos, pero os aseguro que si lo hacéis estaréis yendo por buen camino para alimentar a
vuestro cuerpo con la mejor nutrición posible y estaréis invirtiendo en vuestra salud y bienestar. Vamos allá.
Mi primer consejo para la paleodieta es que puedes disfrutar de grandes cantidades de grasas, cantidades moderadas de proteína
y cantidades bastante bajas de carbohidratos. No hace falta que cuentes las calorías
ni que controles las raciones, no te preocupes. Esto nos lleva a mi segundo consejo,
que es que puedes disfrutar de grasas saturadas, como aceite de coco, de oliva, de aguacate y de macadamia,
aunque deberías eliminar todos los aceites vegetales y los aceites hidrogenados y parcialmente hidrogenados. Sigamos.
Mi tercer consejo es que te asegures de consumir la suficiente proteína animal.
Esto incluye alimentos como carne de vaca, de ave o de cerdo y sus órganos: corazón, riñones e hígado.
No te preocupes por consumir las grasas. Después de todo, un plato de proteína debería contener una gran cantidad de grasas.
El cuarto consejo se refiere a los vegetales, frescos o congelados. Asegúrate de comer muchos,
ya sea cocinados o crudos, pero servidos con grasas. El quinto consejo es tomar una cantidad moderada de frutas y frutos secos.
Para seleccionar las mejores frutas, elige las que son bajas en azúcares
y altas en antioxidantes, como las fresas, las moras y los arándanos. En cuanto a los frutos secos, opta por aquellos
con un alto contenido de omega 3 pero bajo de omega 6 y grasas poliinsaturadas totales, como las nueces de macadamia.
El sexto consejo es elegir frutas y vegetales orgánicos de temporada y de nuestra zona. Intenta usar
carnes pasteurizadas de animales de pasto provenientes de granjas respetuosas con el medio ambiente.
Así puedes asegurarte de que tomas los mejores alimentos para conseguir el mejor cuerpo. El séptimo consejo es
olvidarte de todos los cereales y legumbres, incluyendo trigo, centeno, cebada, avena y arroz integral.
También debes dejar las semillas de soja, las alubias y las alubias pintas.
El octavo consejo: elimina el azúcar, incluyendo zumos de frutas, refrescos y básicamente
cualquier producto envasado. Como regla general, si viene en una caja no lo comas y cuando vayas al súper,
no salgas de los pasillos de productos alimenticios, pescado y carne que están en los pasillos exteriores
del supermercado. El noveno consejo es que elimines todos los lácteos a excepción, quizás,
de la mantequilla y la nata. Pero lo importante es que no necesitamos los lácteos, lo que me lleva
al décimo y último consejo: Come cuando tengas hambre. Si te pierdes una comida
a lo largo del día, no te preocupes. Haz lo que te parezca mejor y más natural.
Una vez dicho esto, vamos a dar una vuelta por la tienda para coger los ingredientes y volvamos a la cocina
para preparar este delicioso pastel de carne con champiñones.
Ahora que tenemos los ingredientes en la bolsa, es hora de volver al estudio, donde os enseñaré
cómo hacer este pastel de carne y champiñones estilo paleo. Nos vemos allí.
Muy bien, ahora que estamos de vuelta en la cocina con todos los ingredientes que necesitamos, podemos empezar
con este pastel de carne y champiñones estilo paleo. Antes de nada, voy a usar estos champiñones.
Tengo dos tazas de champiñones orgánicos ya cortados que vamos a usar
como elemento de unión en lugar de harina, que es lo que normalmente usamos en la receta del pastel de carne.
Así que vamos a poner la sartén a fuego lento y, en lugar de emplear el spray antiadherente habitual,
voy a utilizar una mezcla de grasas. Cojo una cucharada de este aceite orgánico puro de coco
y una cucharadita de esta mantequilla mezclada con aceite de colza. Es una buena mezcla de diferentes grasas.
Una de las mejores cosas de la paleodieta es que no te tienes que preocupar por las cantidades de grasa
que consumes. Recuerda la regla principal: no pasa nada mientras tomes proteína con esas grasas, aunque tampoco
es que necesites unas cantidades infinitas de grasa en cada comida. Básicamente, te sentirás lleno antes de que
llegues al punto de que sean demasiadas calorías y el cuerpo las guarde como grasa en lugar de permitirte quemarla
como combustible principal, porque estás elevando tu índice metabólico solo con proteína y grasa.
Así que a fuego lento. Echamos los champiñones, dos tazas. Asegúrate de mantener
el fuego bajo para saltearlos. Después, cogemos 900 g de carne vacuna pasteurizada de pasto.
Vamos a abrirlo. Buena pinta. Lo echamos en el bol.
Primero tengo que deshacer la carne para que al añadir el resto de ingredientes no se quede todo
junto en la parte de arriba. Hay que asegurarse de mezclarlo todo con la carne
para que quede bien extendido en el pastel. Lo apartamos y nos centramos en
los ingredientes más pequeños. Voy a empezar con esta cebolla de tamaño medio. Este es uno de los ingredientes paleo.
Normalmente me la comería cruda, la cortaría y la añadiría a una ensalda o la saltearía ligeramente
en un poco de grasa, como estamos haciendo con los champiñones. Pero tendiendo en cuenta
que tenemos carne de vaca, hay que asegurarse de que todo se cocina en conjunto. Quito la capa exterior
de la cebolla y la corto en aros. Mientras, me aseguro de seguir removiendo
los champiñones para que no se hagan solo de un lado. Cogemos el cuchillo y no hace falta que quede
perfecto. Solo hay que cortar los aros para que haya más cebolla por toda la mezcla del pastel.
Así debería ser suficiente.
Me tenéis que perdonar si me emociono un poco, pero es por la cebolla, os lo prometo. Así que, vamos a seguir.
Podéis ver que vamos preparando todos los ingredientes para que estén casi listos al entrar en el horno,
que he puesto a 175 grados, en unos 5 o 7 minutos. Cogemos 3 dientes de ajo.
Si queréis comprarlos en tienda ya pelados y en un bote, no pasa nada, pero recordad que los hombres de las cavernas
no tenían tiendas para ir a comprar lo que necesitaban, básicamente obtenían todo a su alrededor.
Así que si estamos intentando seguir de verdad el estilo de la paleodieta, ¿no créeis que será mejor usar los ingredientes
en su forma completa y original? Lo que estoy haciendo es cortar las puntas de los dientes de ajo
y quitando la capa exterior. Es un poco complicado, pero se obtiene un sabor excelente de estos ajos.
Antes de seguir con el ajo, voy a quitar estos champiñones del fuego. Ya están casi hechos.
Y para ahorrar tiempo y ser más eficientes... Bueno, me voy a contradecir porque los hombres de las cavernas
no tenían herramientas como esta. Pero con esto solo vamos a ahorrar tiempo, porque seguimos usando los ingredientes
básicos y originales. Lo quito con el borde del cuchillo. El siguiente ingrediente que vamos a añadir
es el condimento, empezando por el orégano. Echamos una cucharadita, más o menos.
Debes recordar que hace unos 2 millones de años, los hombres de las cavernas, o los fabricantes,
que no existían, no tenían condimentos, colorantes, aditivos ni conservantes artificiales
para poner en la comida, tener en las estanterías o darle más sabor. Pero de lo que sí disponían era de una gran variedad
de diferentes hierbas, especies y grasas que le daban mucho más sabor, por eso estamos usando
este tipo de carne con mucha grasa. Seguimos con el tomillo: 3 cucharaditas, así que voy a usar una cucharada y media.