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Saludos en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Yo soy el Reverendo Barkley Thompson, y me siento
muy contento a aceptar la llamada de ser el Decano próximo de la Catedral Iglesia de Cristo.
En el proceso de su búsqueda, he oído mucho de los Decanos Reynolds,
Taylor y McGehee, y me siento muy honrado seguir en sus pasos.
Entre los principios rige la vida de la Catedral se menciona la tradición, que
habla del papel legendario del Catedral en la historia del Centro de Houston
tanto como en la Diócesis de Texas. Mi familia ha sido parte de esa tradición, como mi abuelo
paternal nació y fue criado aquí en los principios del siglo XX. Yo obtuve
mi licenciatura en divinidad en el Seminario del Suroeste en Austin. Mi esposa Jill, mis hijos,
Griffin y Eliza, y yo estamos emocionados de regresar a la diócesis, juntándonos con esta familia de la Catedral
y compartiendo en el ministerio del Evangelio entre ustedes.
En el ministerio mío y en la vida mía, he enfatizado lo que yo llamo “la comunidad
agradecida,” que es la edificación de la iglesia como el pueblo de Dios, entre el cual las alegrías se multiplican
y las tristezas se dividen. San Pablo habla de esta comunidad agradecida cuando dice en su carta
a los Colosenses, “Sobre todo, revístanse de amor, que es el perfecto lazo
de unión. Y que la paz de Cristo dirija sus corazones y sean agradecidos.”
Es mi oración que la Catedral continuará, como ustedes ya lo han hecho, a edificar esta comunidad
agradecida entre todos los que pasan por sus puertas. Además es mi esperanza que nosotros
juntos encontramos más maneras para extender una invitación a los que no tengan tal comunidad
y que busquen un lugar donde se puedan asegurar del amor de Dios. De nuevo, en San Pablo,
“Dios tiene el poder para hacer muchísimo más de lo que nosotros pedimos o pensamos.”
Anticipo con gran emoción el descubrimiento de lo que Dios tiene reservado y preparado para nosotros. Gracia y Paz a ustedes.