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Incubate Pictures presenta
en asociación con Post Carbon Institute
No Hay Mañana
Esta es la Tierra,
tal y como era hace 90 millones de años
Los geólogos denominan este período como el "Cretácico ***ío"
Eran tiempos de gran calentamiento global
Cuando los dinosaurios aún dominaban la Tierra
Daban por hecha sus vidas
seguros en la cima de la cadena alimenticia
ajenos a los cambios que sucedían a su alrededor.
Los continentes se alejaban unos de otros
abriendo enormes fallas en la corteza terrestre.
Éstas se inundaron, convirtiéndose en mares
Las algas prosperaron en un calor extremo
envenenando el agua
Murieron
y billones de ellas calleron al fondo de las fallas.
Los ríos arrastraron sedimentos a los mares,
hasta que los restos orgánicos de las algas fueron sepultados.
La presión creció con el calor,
hasta que una reaccion química transformó los restos
en hidrocarburos fósiles:
Petróleo y gas natural.
Un proceso similar ocurrió en tierra,
y produjo carbón.
La Tierra ***ó 5 millones de años
en producir los combustibles fósiles que consume el mundo en un año.
El estilo de vida moderno
depende de esta energía solar fosilizada,
aunque una sorprendente mayoría de gente lo da por sentado.
Desde 1860 los geólogos han descubierto más de 2 billones de barriles de petróleo (2 con 12 ceros)
Desde entonces hemos gastado alrededor de la mitad.
Antes de poder extraer petróleo, hay que descubrirlo.
Al principio era fácil de encontrar y extraerlo era barato.
El primer gran yacimiento americano fue Spindletop,
descubierto en 1900
Muchos más le siguieron.
Los geólogos rastrearon los EE.UU.
Encontraron enormes reservas de petróleo, gas natural y carbón.
EE.UU. producía más petróleo que ningún otro pais en el mundo
ésto le permitió convertirse en una superpotencia industrial.
Una vez que un pozo empieza a producir petróleo,
es sólo cuestión de tiempo que empiece su declive.
Cada pozo tiene una tasa de producción diferente.
Cuando se hace la media de varios pozos,
la gráfica resultante se muestra como una campana de Gauss
Lo habitual
es que pasen 40 años desde que un país alcanza el pico de descubrimiento
hasta que alcanza el pico de producción,
después del cual entra en declive permanente.
En los años 50,
El geólogo de la Shell, M. King Hubbert
predijo que el pico de producción de EE.UU. se daría en 1970,
40 años después del pico de descubrimientos en EEUU.
Pocos le creyeron.
Sin embargo, en 1970,
la producción de petróleo de EE.UU. llegó al máximo,
y entró en un declive permanente.
Hubber fue exonerado.
A partir de entonces,
EE.UU. dependería cada vez más de las importaciones de crudo
Lo que hizo que fuese vulnerable a cortes de suministro,
y contribuyó a los estragos de las crisis petroleras de 1973
y de 1979.
En la década de 1930 se vieron las tasas más altas de descubrimientos petroleros de la historia de EE.UU.
A pesar de la avanzada tecnología,
el declive de los nuevos yacimientos norteamericanos ha sido inexorable.
Hallazgos más recientes, como el de ANWAR (en Alaska),
en el mejor de los casos proveerían petróleo para 17 meses.
Incluso el nuevo yacimiento "Jack 2" del golfo de México
sólo suministraría unos pocos meses de consumo doméstico.
A pesar de ser grandes, ninguno de estos yacimientos está cerca de satisfacer
las necesidades energéticas de EE.UU.
Se acumulan las evidencias
de que la producción de petróleo ha llegado a su cenit o está cerca de hacerlo
Globalmente el ritmo de descubrimientos de nuevos yacimientos llegó a su cenit en los 60.
Más de 40 años después,
el declive en los descubrimientos de nuevos yacimientos
parece imparable.
54 de los 65 mayores países productores de petróleo
han llegado a su techo de producción.
La mayoría del resto esperan seguirlos igualmente en un futuro próximo.
El mundo necesitará el equivalente
a una nueva Arabia Saudí en producción
cada tres años
para cubrir el declive de producción de los pozos actuales.
En los años 60,
se descubrían seis barriles de petróleo por cada barril que se consumía.
Cuatro décadas después,
el mundo consume entre tres y seis barriles de petróleo
por cada barril que se descubre.
Una vez que se llegue al pico mundial de producción de petróleo,
la demanda de petróleo superará a la oferta,
y el precio de la gasolina fluctuará con fuerza,
afectando a mucho más que al coste de repostar un coche.
Las ciudades modernas son dependientes de los combustibles fósiles.
Incluso las carreteras están hechas de asfalto,
un producto derivado del petróleo,
así como los tejados de muchas casas.
Áreas inmensas serían inhabitables
sin calefacción en invierno, o sin aire acondicionado en verano.
La expansión de las ciudades obliga a la gente a conducir muchos kilómetros
al trabajo, escuela y comercios.
Las grandes ciudades han separado las zonas
residenciales y comerciales lejos,
obligando a la gente a utilizar el coche.
Los suburbios y muchos barrios,
fueron diseñadas asumiendo una abundancia de petróleo y energía.
Los productos químicos derivados del petróleo,
o petro-químicos,
son esenciales en la elaboracion de innumerables productos.
La agricultura moderna
depende enormemente de los combustibles fósiles,
como los hospitales,
los aviones,
la distribución de agua,
el ejército,
el de EE.UU. usa unos 140 millones de barriles de petróleo anualmente
Los combustibles fósiles son también esenciales para la fabricación de plásticos y polímeros,
ingredientes clave en ordenadores, dispositivos de ocio y ropa.
La economía global depende actualmente de un crecimiento infinito,
demandando un creciente suministro de energía barata.
Somos tan dependientes del petróleo y otros combustibles fósiles,
que una pequeña alteración en el suministro
puede tener efectos incalculables en todos los aspectos de nuestras vidas.
ENERGÍA
La energía es la capacidad de desarrollar un trabajo.
Un americano medio dispone hoy de la energía equivalente a 150 esclavos trabajando 24 horas al día.
Los materiales que almacenan energía para trabajar se denominan combustibles,
Algunos combustibles contienen más energía que otros.
Esto de denomina densidad energética.
De estos combustibles, el petróleo es el más crítico.
El mundo consume 30 mil millones de barriles al año,
que equivale a 1 milla cúbica de petróleo (4,17 km3)
lo que contiene tanta energía
como la que generarían 52 plantas nucleares
trabajando durante 50 años.
Aunque el petróleo sólo genera el 1,6% de la electricidad de EE.UU.
Mueve el 96% del transporte.
En 2008, EE.UU. importaba dos tercios del petróleo que consumía
La mayoría de Canadá,
México,
Arabia Saudí,
Venezuela,
Nigeria, Irak y Angola.
Varios factores hacen único al petróleo:
Es energéticamente denso,
Un barril de crudo contiene la energía equivalente
a la de tres años de trabajo de una persona.
Es líquido a temperatura ambiente,
fácil de transportar
y utilizable en pequeños motores.
Para conseguir energía, hay que usar energía.
El truco está en usar una cantidad pequeña para extraer una cantidad más grande.
Esto se denomina TRE (EROEI)
Tasa de Retorno Energético
El petróleo convencional es un buen ejemplo.
El fácil de extraer, crudo de alta calidad, se bombeó primero
Los petroleros gastaban una energía equivalente a un barril para poder extraer cien.
La TRE del petróleo era 100.
A medida que el petróleo fácil se extraía,
la exploración se llevó a aguas profundas,
o a países distantes,
usando cantidades mayores de energía para hacer lo mismo.
A menudo, el petrólero que se encuentra ahora es de baja calidad
y caro de refinar.
La TRE del petróleo actual es menor de 10.
Si se usa más energía para obtener el combustible que la energía que éste contiene,
no merece la pena obtenerlo.
Es posible convertir un combustible en otro.
Cada día hacemos algo similar,
parte de la energía contenida en el combustible original se pierde,
Por ejemplo, hay petrólero no-concencional:
Las arenas bituminoas y el esquisto
Las arenas bituminosas se encuentran principalmente en Canadá.
Dos tercios del esquisto mundial está en EE.UU.
Ambos combustibles pueden convertirse en crudo sintético.
Sin embargo, requiere grandes cantidades de agua y calor,
reduciendo su TRE,
que se reduce hasta cinco e, incluso, a un valor tan bajo como uno y medio.
El esquisto es un combustible extraordinariamente pobre,
un kilogramo contiene aproximadamente dos tercios de la energía
de una caja de cereales de desayuno.
El carbón existe en enormes cantidades,
y genera casi la mitad de la electricidad del planeta.
El mundo usa casi 2 millas cúbicas de carbón al año. (8,34km³)
Sin embargo, la producción global de carbón tocará techo antes de 2040.
La afirmación de que EE.UU. tiene siglos de carbón es discutible,
ya que no tiene en cuenta una demanda creciente y una calidad decreciente del carbón.
La mayoría del carbón antracita de alta calidad ya se ha consumido,
dejando carbón de baja calidad que tiene menor densidad energética.
La producción sube, a la vez que el carbón se agota,
y los mineros tienen que cavar más profundo y en áreas menos accesibles.
Muchos usan métodos destructivos para llegar a los depósitos de carbón,
causando destrozos medioambientales.
El gas natural se encuentra a menudo junto con el petróleo y el carbón.
Los hallazgos de gas convencional en EE.UU. tocaron techo en los años 50,
y la producción llegó a su máximo al principio de la década de 1970.
Si desplazamos la curva de hallazgos 23 años hacia adelante,
el futuro de la procución de gas convencional de EE.UU.
se revela.
Recientes avances han permitido la extracción de gas natural no-convencional (fracking)
como el gas pizarra, lo que ayudará a compensar la caída de los próximos años.
Hay controversia en cuanto al gas no convencional
ya que necesita unos precios altos de energía para ser rentable.
Aún con gas no convencional,
podríamos ver un pico en la producción mundial de gas hacia 2030.
Aún existen grandes reservas de uranio fisible.
Para reemplazar los 10 terawatios (TW) que se generan en el mundo a partir de combustibles fósiles
se necesitarían 10.000 centrales nucleares.
A ese ritmo las reservas conocidas de uranio durarían de 10 a 20 años.
Los experimentos con los reactores reproductores rápidos basados en plutonio
en Francia y ***ón
han sido caros fracasos.
La fusión nuclear se enfrenta a obstáculos técnicos enormes.
Luego están las renovables.
La eólica tiene una TRE alta pero es intermitente.
La hidroeléctrica es fiable,
pero la mayoría de los ríos en el mundo desarrollado ya tienen presas.
Las plantas de energía geotérmica convencionales
utilizan los puntos calientes existentes cerca de la superficie de la Tierra.
Están limitadas a esas áreas.
En el sistema experimental SGA (EGS),
se perforarían dos canalizaciones a 10 km de profundidad.
Se bombea agua hacia abajo por una tubería para que se caliente en unas fisuras del subsuelo
subiendo por otra, generando electricidad.
De acuerdo a un estudio reciente del MIT,
esta tecnología podría suministrar un 10% de la electricidad de EE.UU. en 2050.
La energía de las olas está restringida a zonas costeras.
La densidad energética de las olas varia de una región a otra.
Transportar la energía generada por las olas a zonas interiores del continente sería un reto.
Además, la sal del medio marino es corrosiva para las turbinas.
Los biocombustibles son combustibles que se cultivan.
La madera tiene una baja densidad energética y crece lentamente.
El mundo utiliza 3.7 millas cúbicas (15.4km³) de madera al año.
El biodiesel y el etanol
se producen a partir de cosechas cultivadas mediante agricultura impulsada por petróleo.
El beneficio energético de estos combustibles es muy bajo.
Algunos políticos quieren convertir el maíz en etanol
Usar etanol para suplir un 10% del consumo de petróleo previsto para 2020
necesitaría emplear el 3% de la superficie de EE.UU.
Para suplir un tercio del petróleo se necesitaría el triple de superficie de la que se utiliza hoy para cultivar comida.
Para suplir todo el consumo estadounidense de petróleo en 2020
se necesitaría el doble de la tierra que se utiliza usa para cultivar alimentos.
El hidrógeno tiene que ser extraído del gas natural, carbón o agua,
lo que utiliza más energía que la que obtenemos del hidrógeno.
Esto convierte la economía del hidrógeno en algo improbable.
Todos los paneles fotovoltacios del mundo generan tanta electricidad
como dos centrales eléctricas de carbón.
Se utiliza el equivalente a entre una y cuatro toneladas de carbón
para fabricar un único panel solar.
Deberíamos cubrir unos 360.000 km² con paneles
para suplir la demanda mundial.
En 2007 había sólo unos 10 km²
La energía solar concentrada o solar térmica tiene un gran potencial,
pero por ahora solo hay un pequeño número de plantas operativas.
También están limitadas a climas soleados,
necesitando transmitir grandes cantidades de electricidad
a través de largas distancias.
Todas las alternativas al petróleo dependen de máquinas propulsadas por petróleo,
o requieren materiales como los plásticos que se producen del petróleo.
Al oir futuros anuncios de nuevas y asombrosas fuentes de energía o inventos
deberíamos preguntarnos:
¿Tiene el postulante un modelo operativo, comercial del invento?
¿Cuál es su densidad energética?
¿Se puede almacenar y distribuir fácilmente?
¿Es constante o intermitente?
¿Se puede escalar a nivel nacional?
¿Hay problemas ocultos de ingeniería sin resolver?
¿Cuál es su Tasa de Retorno Energético (TRE)?
¿Cuál un impacto medioambiental?
Considerando que las grandes cifras pueden ser engañosas.
Por ejemplo: 1000 millones de barriles de petróleo
satisfarían la demanda mundial sólo durante 12 días.
Una transición desde los combustibles fósiles sería un desafío enorme.
En 2007, el 48,5% de la electricidad de EE.UU. provenía del carbón.
21,6% del gas natural,
1,6% del petróleo,
19,4% de centrales nucleares,
5,8% de hidroeléctricas.
Otras renovables suponían sólo un 2,5%
¿Es posible remplazar un sistema basado en combustibles fósiles
con un mix de alternativas?
Se requieren grandes avances tecnológicos,
así como de voluntad política y cooperación,
enormes inversiones,
consenso internacional,
la reconversión de la economía global de 45 billones de dólares,
incluído el transporte,
industrias manufactureras,
y producción agrícola,
así como personal competente para gestionar el cambio.
Si se consigue todo esto,
¿podría continuar el modo de vida actual?
CRECIMIENTO
Estas bacterias viven en una botella.
Su población se dobla cada minuto.
A las 11:00 hay una sóla bacteria.
A las 12:00 la botella está llena.
Está medio llena a las 11:59
dejando espacio suficiente para una duplicación más
Las bacterias ven el peligro.
Buscan nuevas botellas y encuentran tres.
Creen que su problema se ha resuelto.
A las 12:00 del mediodía la primera botella está llena.
A las 12:01 la segunda botella está llena.
A las 12:02 todas las botellas están llenas.
Éste es el problema al que nos enfrentamos
debido a la duplicación provocada por el Crecimiento Exponencial.
Cuando la humanidad empezó a utilizar carbón y petróleo como fuentes de combustible,
experimentó un crecimiento sin precedentes.
Incluso tasas de crecimiento bajas producen grandes incrementos a lo largo del tiempo.
A una tasa de crecimiento del 1%
una economía duplicaría su tamaño en 70 años.
Al 2% se duplicaría en 35 años.
A una tasa de crecimiento del 10%
una economía se duplicaría en solo 7 años.
Si una economía crece al 3% medio anual actual
se duplicará cada 23 años.
Con cada duplicación la demanda de energía y recursos
excederá a la demanda de todas las duplicaciones previas conjuntamente.
El sistema financiero se basa en la asunción del crecimiento
el cual requiere de un suministro creciente de energía para soportarlo.
Los bancos prestan dinero que no tienen,
en efecto, creándolo.
Los prestatarios utilizan el dinero recién creado para construir sus negocios
y devuelven la deuda
junto con el pago de un interés que requiere más crecimiento.
Debido a esta forma de crear dinero a partir de la deuda,
la mayoría del dinero del mundo representa una deuda con un interés que ha de ser repagado.
Sin la continua aparición de nuevas y mayores generaciones
de prestatarios para producir crecimiento
y así saldar estas deudas,
la economía mundial colapsaría.
Al igual que en un esquema piramidal o Ponzi,
el sistema debe expandirse o morir.
Debido en parte a este sistema de deuda
los efectos del crecimiento económico han sido espectaculares:
en PIB,
embalses en ríos,
utilización de agua,
consumo de fertilizantes,
población urbana,
consumo de papel,
vehículos motorizados,
comunicaciones
y turismo.
La población mundial ha crecido hasta 7000 millones de personas
y se espera que supere los 9000 millones para 2050.
En un planeta plano e infinito esto no sería un problema.
Sin embargo, dado que la Tierra es redonda y finita
en algún momento nos enfrentaremos a los límites del crecimiento.
La expansión económica
ha dado lugar a incrementos en el óxido nitroso atmosférico
y metano,
reducción de ozono,
incremento de grandes inundaciones,
daños a los ecosistemas oceánicos,
incluyendo escapes de nitrógeno,
pérdida de selvas y bosques,
incremento de tierra domesticada
y extinción de especies.
Si pusiéramos un único grano de arroz
en el primer cuadro de un tablero de ajedrez,
duplicásemos esta cantidad y pusiésemos dos granos en el segundo,
duplicásemos otra vez para poner cuatro en el tercero,
ocho en el cuarto
y continuásemos de esta manera
poniendo en cada cuadro el doble
de granos de arroz que en el anterior,
en el momento que llegásemos al último cuadro
necesitaríamos la astronómica cifra de granos de
9 quintillones,
223 cuadrillones,
372 trillones,
36 billones,
854 millones,
776.000 granos (N. del T. : cifras en quintillones ingleses equivalente a trillones españoles)
más granos de los que la humanidad ha cultivado
en los últimos 10.000 años
Las economías modernas,
al igual que los granos del tablero de ajedrez,
se duplican cada pocas décadas.
¿En qué cuadro del tablero estamos?
Además de la energía,
la civilización requiere otros muchos recursos esenciales:
agua dulce,
suelo fértil,
alimentos,
bosques
y muchos tipos de minerales y metales.
El crecimiento está limitado
por el recurso esencial con menor disponibilidad.
Como en un barril hecho con tablas
que llenásemos de agua,
el crecimiento no puede ir más allá de lo que permita la tabla más baja
o el recurso esencial más limitado.
Los seres humanos aprovechamos
el 40% de toda la actividad fotosintética de la Tierra.
Aunque sería posible llegar a aprovechar el 80%,
es poco probable que lleguemos a utilizar alguna vez el 160%.
ALIMENTOS
El suministro global de alimentos
depende en gran medida de los combustibles fósiles.
Antes de la Primera Guerra Mundial,
toda la agricultura era orgánica.
Tras la invención de los fertilizantes y pesticidas derivados de los combustibles fósiles
se produjeron mejoras a gran escala en la producción de alimentos,
permitiendo incrementos en la población humana.
El uso de fertilizantes aritficiales
a alimentado a mucha más gente de lo que hubiera sido posible
con agricultura ecológica solamente.
Los combustibles fósiles son necesarios para los equipos de producción agrícola,
transporte,
refrigeración,
empaquetado en plástico,
y cocinado.
La agricultura moderna utiliza la tierra para transformar los combustibles fósiles en comida
y la comida en personas.
Se utilizan alrededor de siete calorías de energía de combustibles fósiles
para producir una caloría de comida.
En Estados Unidos la comida viaja aproximadamente 2400 km desde la granja hasta el consumidor.
Además de la disminución de los combustibles fósiles,
existen varias amenazas al sistema actual de producción de alimentos:
la energía barata,
las mejoras tecnológicas
y los subsidios han permitido capturas masivas de pescado.
Las pesca global alcanzó su cénit a finales de la década de 1980,
obligando a los pescadores a desplazarse a aguas más profundas.
El nitrógeno liberado por los fertilizantes basados en combustibles fósiles
envenena los ríos y los mares creando enormes zonas muertas.
A este ritmo,
se prevé que todas las poblaciones de peces colapsen
para 2048.
La lluvia ácida procedente de las ciudades e industrias elimina del suelo nutrientes vitales
como el potasio,
el calcio
o el magnesio.
Otra amenaza es la escasez de agua.
Muchas granjas utilizan para el regadío agua subterránea bombeada desde los acuíferos.
Los acuíferos necesitan miles de años para llenarse
pero pueden agotarse en unas pocas décadas
igual que los pozos petrolíferos.
En Estados Unidos, el enorme acuífero de Ogallala se ha reducido a tal nivel
que muchos agricultores han tenido que volver a cultivos de secano menos productivos.
Adicionalmente, el uso de regadíos y fertilizantes puede llevar a la salinización:
la acumulación de sal en el suelo.
Ésta es una de las principales causas de desertificación.
Otra amenaza es la pérdida de suelo fértil.
Hace 200 años
la capa de suelo fértil de las praderas en EE.UU. tenía unos 6 pies (1,8m) de espesor.
Hoy, debido al arado y a las malas prácticas
se ha perdido aproximadamente la mitad.
El riego fomenta el crecimiento de los hongos de la roya como el UG-99
que tiene el potencial de destruir el 80% de la cosecha de grano mundial.
Según Norman Borlaug,
padre de la Revolución Verde,
la roya “tiene el inmenso potencial de la destrucción humana y social”.
El uso de biocombustibles significa que habrá menos tierra disponible
para la producción de alimentos.
Cualquier terreno tiene una capacidad de carga finita.
Esto es, el número de animales o personas
que pueden vivir en él indefinidamente.
Si una especie excede la capacidad de carga de ese terreno,
morirá hasta que la población retroceda hasta sus límites naturales.
El mundo ha evitado esta mortandad
mediante la localización de nuevas tierras para cultivar
o mediante el incremento de la productividad
que ha sido posible en gran medida al petróleo.
Para continuar con el crecimiento,
se necesitan más recursos de los que la Tierra puede proporcionar
pero no tenemos a nuestra disposición nuevos planetas.
Ante estos desafíos,
la producción global de alimentos debe duplicarse para 2050
para alimentar a la creciente población mundial.
Actualmente mil millones de personas padecen hambre o malnutrición.
Será todo un desafío alimentar más de 9.000 millones de personas en los próximos años,
cuando la producción de petróleo y de gas natural esté en decadencia.
FINAL FELIZ
La economía global crece exponencialmente,
a un ritmo aproximado de un 3% anual,
consumiendo cantidades crecientes de combustibles no renovables,
minerales y metales
así como recursos renovables
como agua, madera, suelo fértil y pescado
más rápido de lo que pueden reponerse.
Incluso a una tasa de crecimiento del 1%,
una economía se doblará en 70 años.
El problema se agrava por otros factores:
la globalización permite a la gente de un continente
comprar productos y alimentos producidos en otro continente.
Las cadenas de suministro son largas
e imponen tensiones sobre los limitados recursos petrolíferos.
Actualmente dependemos de países remotos para nuestras necesidades básicas.
Las ciudades modernas dependen de los combustibles fósiles.
La mayoría de los sistemas bancarios están basados en deuda,
obligando a las personas a integrarse en una espiral de créditos o devoluciones
– generando crecimiento.
¿Qué puede hacerse para encarar estos problemas?
Muchos creen que la crisis puede evitarse
mediante la conservación,
la tecnología,
el crecimiento inteligente,
el reciclado,
los coches eléctricos e híbridos,
la sustitución
o votando.
Podemos ahorrar dinero mediante la conservación
pero por sí sola no salvará el planeta.
Si algunas personas reducen su consumo de petróleo,
la demanda eliminada reducirá el precio permitiendo
a los demás comprar más barato.
De la misma forma,
un motor más eficiente que utilice menos energía conducirá,
paradójicamente, a un mayor uso de energía.
En el siglo XIX
el economista inglés William Stanley Jevons
cayó en la cuenta de que las máquinas de vapor más eficientes
convirtieron al carbón en una fuente de energía más rentable
lo que impulsó el uso de más máquinas de vapor que,
a su vez, llevó a un incremento del consumo total de carbón.
El incremento del uso consumirá toda la energía o recursos
ahorrados mediante conservación.
Muchos creen que los científicos
resolverán estos problemas con nuevas tecnologías.
Sin embargo, la tecnología no es energía.
La tecnología puede canalizar la energía en trabajo
pero no puede reemplazarla.
La tecnología también consume recursos:
por ejemplo,
la fabricación de un ordenador consume la décima parte
de la energía necesaria para fabricar un coche.
Las tecnologías más avanzadas
pueden empeorar esta situación
pues requieren de minerales raros
que también están acercándose a sus límites.
Por ejemplo,
el 97% de las Tierras Raras del mundo las produce China,
la mayoría de una única mina en el interior de Mongolia.
Estos minerales se usan en convertidores catalíticos,
motores de aviación,
imanes de alta eficiencia y discos duros,
baterías de coches híbridos,
lasers,
Rayos-X portátiles,
aislamiento de reactores nucleares,
compact discs,
motores de vehículos híbridos,
bombillas de bajo consumo,
fibra óptica
y pantallas planas.
China empieza a considerar la restricción de la exportación de estos minerales
a medida que la demanda se dispara.
El llamado crecimiento sostenible o crecimiento inteligente no servirá de ayuda
pues también requiere de minerales y metales no renovables
en cantidades crecientes,
incluyendo Tierras Raras.
El reciclaje no resolverá el problema
pues requiere energía
y el proceso no es eficiente al 100%.
Sólo es posible recuperar una fracción del material reciclado
mientras que una gran parte se pierde para siempre en forma de residuos.
Los coches eléctricos funcionan con electricidad.
Dado que la mayoría de la electricidad se genera a partir de combustibles fósiles
esto no es una solución.
Adicionalmente, la fabricación de todo tipo de vehículos consume petróleo.
Un único neumático requiere de unos siete galones (26,5 litros) de petróleo.
En 2010, había aproximadamente 800 millones de coches en el mundo.
Al ritmo actual de crecimiento
esta cifra alcanzaría los 2000 millones para 2025.
Es poco probable que el planeta pueda soportar esta cantidad de vehículos por mucho tiempo,
independientemente de su tipo de combustible o energía.
Muchos economistas creen
que el libre mercado sustituirá una fuente de energía
por otra gracias a la innovación tecnológica.
Sin embargo, los principales sustitutos del petróleo
se enfrentan a sus propias tasas de decaimiento.
La sustitución también falla al no tener en cuenta el tiempo necesario para preparar una transición.
El informe Hirsch del Departamento de Energía de EE.UU.
estima que se necesitarían al menos dos décadas para prepararse
para los efectos del pico del petróleo.
Los problemas de la escasez de energía,
el agotamiento de los recursos,
la pérdida de suelo fértil
y la polución son todos síntomas de un único problema mayor:
El Crecimiento.
Mientras nuestro sistema financiero exija el crecimiento perpetuo,
es poco probable que las reformas tengan éxito.
Entonces, ¿qué aspecto tendrá el futuro?
Los optimistas creen que el crecimiento continuará para siempre
sin límite.
Los pesimistas creen que nos dirigimos a una nueva Edad de Piedra
o a la extinción.
La realidad puede estar entre estos dos extremos.
Es posible que la sociedad retroceda a un estado más sencillo
en el cual se utilice una cantidad de energía muy inferior.
Esto significaría una vida más dura para la mayoría.
Más trabajo físico,
más trabajo agrícola
y producción local de bienes, alimentos y servicios.
¿Qué debería hacer una persona para prepararse de cara a este posible futuro?
Contar con un descenso en el suministro de productos y alimentos desde lugares remotos.
Empezar a andar o a montar en bicicleta.
Acostumbrarse a utilizar menos electricidad.
Liberarse de sus deudas.
Intentar evitar a los bancos.
En lugar de comprar en grandes superficies
apoyar a los comercios y negocios locales.
Comprar comida cultivada localmente en mercados de agricultores y granjeros.
Considerar cultivar su propia comida en lugar de mantener césped.
Aprender a conservarla.
Considerar el uso de monedas locales
en caso de que las monedas mayores dejen de cumplir su función.
Y desarrollar una mayor autosuficiencia.
Ninguno de estos pasos evitará el Colapso
pero podrían mejorar las posibilidades en un futuro de baja energía,
uno en el que tendremos que ser más autosuficientes
tal y como nuestros ancestros lo fueron una vez.