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ATEAK (LAS PUERTAS)
Seguro que nos ha pasado a todos.
Estar en clase y estar a cualquier cosa menos a lo que hay que estar.
No sé, pensando en las bobadas más sinsorgas que tu imaginación puede ofrecerte.
En tu mundo.
Y de repente, alguién llama a la puerta.
En ese momento todos los presentes dejan de prestar atención
y dirigen sus miradas en dirección al intruso.
Entonces, ves asomar una cabeza de detrás de la puerta.
Ves en sus ojos inseguridad, quizás miedo.
Con un rápido movimiento ocular hace un barrido de toda la clase
y se da cuenta de que ese no es el aula que buscaba, no es su aula.
Un breve "uy perdón"
se escapa de entre sus labios.
Se escuchará en ese momento, seguramente, una sueave risa en clase.
Puede que hasta la profesora se anime a hacer un comentario
"Yo tampoco me aclaro con estos horarios"
o algo así. La verdad es que no sé cómo hablan los profesores.
No he estudiado Magisterio
y tampoco presto mucha atención a los mios...
En fin, a lo que iba...
Por un instante, una sensación de alegría se apodera de la clase.
En ese momento no existe ni la deontología periodística
ni las teorías de Schopenhauer, ni el gato de Schrödinger.
Por eso me gusta pensar que,
esa persona no es un simple alumno
que se ha equivocado de aula
Si no una persona que se dedica a ello concienzudamente
con el propósito de conceder un momento de evasión a los aburridos estudiantes.
Me gusta pensar que es así.
Me parece bonito.
Alguno me tachará de loco,
pero, si yo fuese propietario de un universo,
en el crearía personas así.