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Muchísimas gracias por estar aquí.
Me siento muy honrado y feliz de compartir con ustedes algunas historias.
Quise comenzar compartiendo un pequeño pedazo de pan
que no creo haya alguien que aún
no se lo haya comido todo ¿o, sí?
(Risas) ¿De veras? ¿Ya ese es el tercero, no?
(Risas) Aquí pasa algo raro.
Quise comenzar con este pequeño pedazo de pan que se conoce como manakish,
que es el desayuno típico en las montañas libanesas,
y es un pan recubierto con tomillo silvestre,
que hombres y mujeres recolectan de las montañas libanesas.
Pienso que nada habla mejor
de las tradiciones y de la gente de un lugar que un pedazo de pan.
Nada nos habla mejor de una gente
que su propia comida.
La comida es el mejor reflejo de las tradiciones.
Es el mejor, el más auténtico y sincero reflejo de quiénes somos
y de dónde venimos.
Ayer, al llegar a Londres, una ciudad que me encanta,
fui directamente a comer a la Rochelle Canteen de Margot Henderson,
y nos sirvieron pollo de la campiña inglesa,
papas de Jersey y ajos silvestres recién salidos.
La gente expresa sus tradiciones de muchas maneras...
a través de sus costumbres, su arquitectura, su música, su poesía...
pero aún así, la comida es el mejor reflejo de nuestras tradiciones.
Hay 5 millones de libaneses en el Líbano y 15 millones alrededor del mundo,
mas ellos solo se llevaron consigo el tabule y el kipe.
Los italianos nos trajeron las pizzas y las pastas,
los chinos los fideos, los japoneses el sushi,
y los indios llegaron a este país trajeron consigo su curry,
que, hoy en día, es ya un plato típico británico.
Gracias por pasar nuevamente el manakish,
esta es una forma muy libanesa de servir... ya tenemos la solución.
Esto es lo que tratamos de celebrar en un pequeño país como el Líbano,
--si bien no conozco mucho acerca del tamaño de las regiones en Inglaterra--
no es más grande que... es como del tamaño de una pequeña región inglesa.
Con 200 km de largo y 50 km de ancho, situada en la costa oriental del Mediterráneo.
Y con una tremenda diversidad geográfica
desde las planicies costeras hasta las altas montañas del interior...
Con una gran diversidad de gente, etnias, religiones y visiones políticas,
conglomerándose todo en un lugar muy pequeño.
En ese sentido, el Líbano es un verdadero caso de estudio
donde el concepto del "otro" no existe.
¿Quién es "el otro"? Es una minoría en comparación con una mayoría.
Pero en el Líbano no hay ni minorías ni mayorías.
Es un país 50/50, mitad y mitad.
Mitad cristiana y mitad musulmana.
Una mitad mirando hacia el oriente y la otra hacia el occidente.
Una mitad vive en la costa y la otra en las montañas.
Nadie es "el uno" y nadie es "el otro".
En ocasiones, este frágil equilbrio puede resultar catastrófico y con frecuencia
escuchamos hablar de todas estas guerras en el Líbano...
aunque con frecuencia también celebramos, hasta donde podemos...
no resolvemos conflictos, olvidamos las diferencias
y, simplemente, celebramos la diversidad que tenemos.
¿Será posible mostrar algunas fotos en las diapositivas, por favor? Aleatoriamente...
¡Guau! ¡Sí, así, gracias! (Risas)
(Música) ¡Sin música! (Risas)
Bien, lo que hemos intentado hacer...
Este es Ushef, el panadero de mi vecindario en Batrún,
una pequeña aldea en la costa libanesa.
Lo que hemos intentado hacer desde el 2004...
vengo de una familia de agricultores y productores agrícolas,
estudié diseño gráfico
y me hice escritor culinario y de viajes,
descubriendo así un país del que oí hablar pero nunca visité.
Nací en 1969, y la guerra --una de las tantas-- comenzó en 1975,
por lo que nunca viajé por el país,
porque en esa época, este pequeñísimo país,
las regiones estaban total y completamente divididas
y no podíamos... es decir, era muy difícil y casi nunca
podíamos viajar de una región a otra.
La guerra terminó en 1991...
nunca supimos por qué comenzó o por qué terminó...
y así mismo nos dijeron: "Bien, ahora el país es todo suyo". Pero, ¿qué íbamos a hacer con eso?
Comencé a viajar por todo el país,
a conocer todos los sitios que nunca visité,
a descubrir quiénes eran "los otros" que consideraba mis enemigos,
que querían matar y eliminar a mi familia y a mí.
Con frecuencia la gente me pregunta qué sitios maravillosos conocí,
quizás algún paisaje o sitio arqueológico o histórico,
mas lo que descubrí fue gente maravillosa.
Descubrí que "el otro" era igual que yo.
Si llegaba con los brazos abiertos, me recibían con los brazos más abiertos;
pero si llegaba con un arma, me dispararían incluso antes de llegar.
Así que somos totalmente iguales. El "otro" no existe, somos todos iguales.
Así que dije, por qué en vez de pensar en la resolución de conflictos,
no pensamos mejor sobre un proyecto común, con unas bases,
una visión y un sueño comunes que todos juntos podamos construir.
Así, en el 2004 comencé un sueño.
El proyecto se llamó "Souk el-Tayeb".
"Souk" que, como saben, significa mercado,
tal como los souks orientales que conocemos
y que nos trae el recuerdo de todos esos olores y sabores de nuestra memoria.
Y "tayeb" que significa bueno, que en árabe se refiere
a lo bueno del sabor, de las personas, así como a lo bueno de la vida...
y así, intentamos traer todas estas definiciones al proyecto.
El proyecto comenzó el 10 de julio de 2004,
como un mercado semanal de granjeros
--similar a un mercado diario-- todos los sábados por la mañana.
Hoy en día, viene gente de de todas partes del país,
pequeños productores, gente que tiene tiendas maravillosas en sus aldeas,
porque, ¿qué puede hacer una aldea de tomates con todos sus tomates?
o, ¿quién va a querer más tomates si su aldea produce tomates?,
¿o más cerezas si su aldea produce cerezas?
Se trata de traer a estos productores agrícolas rurales a las áreas urbanas
donde hay más demanda y mayor poder de compra.
Se trata de conectar a los productores con los consumidores,
estableciendo una relación y un contacto directo entre ellos.
Así, los consumidores entienden que los alimentos no son solo artículos que se consiguen
en los anaqueles de los supermercados y que se compran con dinero,
sino que son productos llenos de vida, que alguien sembró, cosechó o cocinó.
Entonces, ¿cómo establecemos nuevamente esta relación entre productores y consumidores?
¿Cómo reconocemos directamente el trabajo de los productores?
Y, ¿cómo eliminamos a los intermediarios
y que los productores reciban todo las ganancias de su trabajo?
El proyecto comenzó en el 2004 como un mercado de granjeros
donde se apoya a la agricultura ecológica, sustentable y todas las buenas formas...
Ya desde el 2004 nos preguntamos, ¿por qué solo conectamos lo rural con lo urbano?
¿Por qué no visitamos las aldeas de vez en cuando
y celebramos las especialidades locales de cada una de ellas?
Así podemos visitar Hammana, una aldea famosa por sus cerezas,
y, una vez al año, celebramos el "Día de la Cereza".
Es una celebración, donde los que viven en ciudades visitan las zonas rurales,
y así, la gente de las aldeas
entienden que ellas son tan importantes como todos.
Para que los responsables de impulsar el desarrollo
entiendan que no solo es para una parte del país.
No solo se trata de construir puentes, carreteras y edificios en la ciudad.
Se trata de mantener un equilibrio...
un desarrollo equitatitivo para las zonas rurales y urbanas
y de ambas partes a la vez.
Es entender que lo rural y lo urbano no son partes antagónicas,
sino que una complementa y se alimenta de la otra.
Así que, ¿cómo regresamos de vez en cuando a las zonas rurales
para celebrar lo que estas tienen de valioso?
No tenemos ni diamantes ni oro,
pero en Hammana hay cerezas, en Ehden, kipe y, en Batrún, pescado.
Y cada pueblo tiene sus pequeños tesoros.
Entonces, ¿cómo celebramos los tesoros que tenemos?
De allí comenzamos a educar a la gente en escuelas y diferentes universidades,
para luego desarrollar muchos otros proyectos diferentes.
El último proyecto, llamado "Tawlet", comenzó en noviembre de 2009
y se trata de... bueno, el mercado de granjeros fue maravilloso,
así como todos los diferentes proyectos,
pero no queríamos que los productores solo vendieran
sus productos frescos o enlatados a individuos para cocinar en casa
o, a chefs reconocidos para cocinar en sus restaurantes.
Se trata de cómo estos productores, en su mayoría mujeres,
cocinan y convierten sus productos en platillos.
Así que creamos "Tawlet" y aquí verán muchas de ellas...
Esta es Mona, que viene de una aldea pequeñita en la frontera del sur del Líbano,
y aquí vemos que prepara un platillo típico, el kipe,
que está hecho con carne cruda, y lo que ven aquí es la primera ronda.
Mona prepara su kipe como lo hacen en el sur,
el cual es diferente a como lo preparamos en el norte.
Como pueden ver, cada región tiene su propia identidad,
y así la expresamos a través de los productos de la tierra, la agricultura,
la producción de alimentos y la cocina misma
Desde noviembre de 2009... esta es Suzanne que prepara kipe como en el norte...
de modo que Suzanne y Mona --Oum Ali-- que vienen de dos culturas totalmente distintas,
los maronitas del norte y los chiítas del sur,
cada una con su propia identidad,
pero aun así y bajo todas estas diferencias,
podemos juntarnos alrededor de un tema de interés común
y superar nuestras diferencias religiosas y políticas con un proyecto común.
Estas mujeres maravillosas estuvieron en "Tawlet" hace una semana.
Los palestinos en el Líbano viven en diferentes campos,
que más bien parecen guetos o prisiones,
así que creamos un proyecto en dos campos palestinos en el Líbano,
que llamamos "Atayeb Palestine" --lo rico o lo bueno de Palestina--
donde ayudamos a estas mujeres maravillosas
a crear una línea de productos típicos palestinos
y, de la cocina típica palestina.
Cuando comenzamos a trabajar con ellas, notamos que nada les llega más al corazón
que la comida y el recuerdo de estas.
"Tawlet" existe desde noviembre de 2009 y es una cocina abierta,
donde todos los días, una mujer distinta, de una región distinta,
viene y prepara todo un bufete con platillos típicos de su región,
tal como si fuésemos invitados a su casa.
En todos estos diferentes proyectos no se trata de la comida,
no se trata del kibbeh o del tabule,
sino de apoyar a toda la gente maravillosa,
a esos hombres y mujeres maravillosos que están haciendo un tremendo trabajo.
Es como creamos proyectos de desarrollo humano.
Cómo mejorar lo que hacemos.
El islam nos dice: "Toda acción es un acto de adoración".
No tenemos que ir a la mezquita o a la iglesia a rezar,
solo con hacer perfectamente bien lo que hacemos
daremos nuestra mejor contribución a la vida.
Con este pequeño proyecto, en este pequeño país,
fue como pusimos a los productores y a los consumidores en contacto directo,
como perpetuamos la historia y las tradiciones con algo tan sencillo como la comida,
como rompimos con los esquemas existentes que dice,
"solo estoy por la ganancia y por hacer dinero y no tengo responsabilidades"
o, "no tengo fines de lucro y, aunque tengo responsabilidades, el dinero me asusta"
y, como logramos proyectos con todos los beneficios.
Se trata de traer a la mesa todas estas ideas
y de recordar siempre lo que Gandhi decía:
"Sé el cambio que quieras ver".
No te quejes, haz algo.
Gracias [Poli] por hacerlo y por decirlo.
(Aplausos)