Tip:
Highlight text to annotate it
X
Cada ser humano comienza de la misma manera:
dos células,
una de cada progenitor,
que se encuentran mutuamente y se convierten en una.
Y aquella única célula reproducida en sí misma,
se divide
y se divide,
y vuelve a dividirse
hasta convertirse en 10 billones de ellas.
¿Sabías que hay más células en el cuerpo de una persona
que estrellas en la Vía Láctea?
Pero aquellos 10 billones de células no están simplemente allí apiladas.
¡Eso generaría a un ser humano bastante aburrido!
Entonces, ¿Qué es lo que demuestra que una nariz es una nariz,
y que los dedos del pie son dedos del pie?
¿Qué es lo que demuestra que esto es un hueso,
y esto es el cerebro,
y esto es el corazón,
y esto esa cosa pequeñita en la parte de atrás de su garganta
cuyo nombre jamás puedes recordar?
Todo lo que eres o de lo que estarás hecho para siempre
comienza con diminutas conexiones de instrucciones
establecidas en una y en cada una de las células.
Cada vez que tu cuerpo quiere hacer algo,
regresa al libro de instrucciones,
las busca y las agrupa.
Entonces, ¿cómo una célula contiene toda esa información?
Volvámonos pequeños.
Quiero decir, realmente pequeños,
más pequeños que la punta de una aguja de coser.
Entonces, podemos tomar un viaje al interior de una sola célula
para descubrir qué es lo que constituye el libro sobre tí,
tu genoma.
Lo primero que vemos es que el genoma completo,
todo tu ADN,
está contenido dentro de su propio y diminuto compartimiento
denominado el núcleo.
Si extendemos todo el ADN en esta única célula
dentro de un solo hilo,
¡tendría casi un metro de largo!
Tenemos que hacerlo caber en un diminuto compartimiento
que es un millón de veces más pequeño.
Podríamos simplemente agruparlo como luces de Navidad,
pero aquello podría ser un desorden.
Necesitamos algo de orden.
Primero, el largo hilo de ADN envuelve a las proteínas en derredor
agrupándolas dentro de pequeñas cuentas denominadas nucleosomas,
las cuales terminan luciendo como un largo collar de cuentas.
Y este collar está envuelto en su propio espiral
como un cordón de teléfono antiguo.
Y aquellos espirales se disponen en capas unos sobre otros
hasta que obtenemos una pequeña e impecable forma que cabe dentro del núcleo.
¡Vaya! 91 cm de ADN apretujados en un pequeñísimo compartimiento.
¡Si solo pudiésemos contratar al ADN para empacar nuestras maletas!
Cada diminuto grupo de ADN es denominado cromosoma.
El libro sobre ti tendría 46 capítulos,
uno por cada cromosoma.
23 capítulos de tu libro provienen de tu mamá,
y 23 capítulos provienen de tu papá.
Dos de aquellos capítulos, denominados "X" y "Y",
determinan si eres varón, "XY",
o mujer, "XX".
Los juntamos y tendremos dos casi idénticas
pero ligeramente diferentes colecciones de 23 capítulos.
Las minúsculas variaciones es lo que hace diferente a cada persona.
Se estima que todos los capítulos juntos
contienen cerca de 20 mil instrucciones individuales, denominadas genes.
Escritas, todas esas 20 mil instrucciones
¡equivalen a una extensión de 30 millones de letras!
Si alguien escribiese una letra por segundo,
le tomaría casi un año entero escribirlas de una vez.
Resulta ser que nuestro libro de genoma es mucho, mucho más extenso
que solo esas 30 millones de letras,
¡es casi 100 veces más extenso!
¿Para qué son aquellas páginas adicionales?
Bien, cada página de instrucciones tiene unas pocas páginas de incoherencias insertadas
que tienen que ser retiradas antes de acabar en algo inútil.
A las partes que echamos fuera, las denominamos intrones.
Las instrucciones que conservamos, las denominamos exones.
Podemos además tener cientos de páginas en medio de cada gen.
Algunas de estas páginas excedentes fueron insertadas
por pequeñas y desagradables infecciones de nuestros antepasados;
sin embargo, algunas de ellas son realmente provechosas.
Protegen a los finales de cada capítulo de sufrir daño
o algunas ayudan a nuestras células a encontrar aquello que buscan en particular,
o les dan a la célula la señal de detenerse en hacer algo.
En términos generales, por cada página de instrucciones
hay casi 100 páginas de relleno.
Finalmente, cada uno de los 46 capítulos de nuestros libros
tiene una extensión de entre 48 y 250 millones de letras.
¡Aquello equivale a 3.2 mil millones de letras en total!
Para transcribirla toda en una copia, te tardarías casi 100 años,
y el libro tendría una extensión de más de 600 mil páginas.
Cada tipo de célula porta el mismo libro,
pero cada uno tiene un conjunto de marcadores que indican exactamente
cuáles páginas se necesitan consultar.
Así, la célula ósea, lee sólo el conjunto de instrucciones que requiere para convertirse en hueso,
Las células cerebrales,
leen el conjunto que les indica cómo convertirse en cerebro.
Si algunas células repentinamente deciden comenzar a leer otras instrucciones,
pueden de hecho, cambiar de un tipo a otro.
Por lo tanto, cada celulita en nuestro cuerpo está sosteniendo a un asombroso libro,
lleno de instrucciones para la vida.
Tu nariz lee páginas de narices,
los dedos de tus pies leen páginas de dedos del pie
y esa cosita en la parte de atrás de tu garganta,
también tiene sus propias páginas.
bajo el nombre de úvula.