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Ésta
es la historia
de una de nosotras
"MI ELECCIÓN VA PRIMERO"
Un día tuve la necesidad de tomar la píldora del día después
para evitar un embarazo no deseado
La píldora del día después es un contraceptivo de emergencia
usado excepcionalmente tras una relación *** sin protección.
Tiene la misión de evitar el embarazo, bloqueando la ovulación o impidiendo la fecundación
Me dirigí a un puesto de socorro del que me echaron
Me dijeron que no hacían este tipo de recetas
y que me debía dirigir al médico de cabecera
Cualquier médico puede prescribir la receta:
desde el médico de cabecera hasta el ginecólgo, en la consulta,
en el puesto de socorro o en un servicio médico de urgencias.
No estaba en mi ciudad natal, por lo que no tenía acceso a mi médico de cabecera
con lo cual intenté, sin receta, conseguirla en las farmacias
explicando mi situación,
y pedir, que me dieran la píldora aunque no tuviera la receta
me rechazaron en todas las farmacias
precisamente, porque no tenía receta
Mientras tanto el tiempo pasaba... y yo estaba cada vez más ansiosa...
sabiendo que cuantas más horas pasaban, mayores eran las posibilidades de quedarme embarazada.
El porcentaje de eficacia máximo de la misma se da durante las 12 horas tras la relación ***,
del 95% tras las 24 horas,
del 88% tras las 72 horas (última posibilidad para que sea efectiva)
Al final me aconsejaron que me dirigiera a un servicio médico de urgencias
allí encontré a alguien que, por fin, me prescribió el fármaco
evidentemente con mala gana,
tratándome con arrogancia y hostilidad.
Era de noche
tuve que buscar la única farmacia abierta en una ciudad bastante grande
que pudiera darme esta píldora, y al final la tomé.
El fármaco no fue eficaz
probablemente porque lo tomé demasiado tarde
y como consecuencia me quedé embarazada.
La píldora del día después no es un fármaco abortivo, por eso
no puede ser motivo de objeción de conciencia por parte de los trabajadores sanitarios
incluyendo los farmaceúticos.
Un ginecólogo confirmó mi embarazo
y me mandó a otro hospital
a la atención de una enfermera,
que debía darme todas las indicaciones relativas a la interrupción del embarazo
y proporcionarme toda la información relativa necesaria
Quien decide interrumpir el embarazo puede dirigirse
a una consulta pública, a cualquier organismo socio-sanitario habilitado,
o a un médico de su confianza.
Esta enfermera no me dio ninguna información de ningún tipo sobre la interrupción del embarazo
su objetivo era el de evitar que yo eligiera esa opción.
Me dijo muy claramente:
"Yo estoy contenta cada vez que consigo salvar un niño"
A mi pregunta sobre cómo se realizaría la interrupción me contestó:
"Yo ante todo hago nacer niños, y de todas formas hay poco que explicar..."
"Torturarás al niño hasta la muerte, lo expulsas fuera y lo matas"
"cuanto más tiempo dejes pasar antes de la intervención más aumentarás el dolor y el mal que harás a este niño"
El médico o el personal sanitario valoran con la mujer
las circunstancias que le llevan a pedir la interrupción del embarazo.
Le informan sobre los derechos que le asisten y sobre las intervenciones de carácter social a las que puede recurrir.
La paciente tiene el derecho a ser informada por el médico
sobre el diagnóstico, sobre el ***óstico
y sobre las posibles alternativas a la intervención.
Aparte de otros agravios gratuitos,
esta enfermera me ha "explicó" las consecuencias psicológicas terribles
que habría tenido una posible interrupción del embarazo.
que "habría sido infeliz para el resto de mi vida"
que "no hay ninguna mujer que haya hecho esta elección sin arrepentirse amargamente"
que "no habría sido capaz de concebir otros hijos tranquilamente"
y que "me habría echado a llorar cada vez que hubiera visto un carrito de niño".
Tras ésta, llamémosle, "consulta" mi decisión era firme.
Habiendo pasado siete días desde la consulta médica,
la mujer puede presentarse, con la documentación que le entregan,
en una de las sedes autorizadas a fin de interrumpir el embarazo.
Desgraciadamente he tenido que esperar casi tres semanas, antes de la intervención
porque en la comunidad autónoma en la que me ocurrió todo
no había ginecólogos que no fueran objetores
tenía que venir un médico de fuera, de otra comunidad autónoma
y este médico estaba disponible solamente una vez al mes.
En Italia los ginecólogos objetores constituyen el 70%
por eso el tiempo de espera entre la certificación y la intervención
es de más de dos semanas en el 40% de los casos.
La objeción va en constante aumento:
en cinco años podría ser imposible recurrir al I.V.G. (Interrupción Voluntaria del Embarazo)
Éramos muchas mujeres
todas en fila, todas allí, esperando la intervención
el médico me explicó, muy brevemente
que me iba a introducir una cápsula en la ***
con el propósito de que el útero se dilatase para hacer la intervención más fácil.
Una vez introducida la cápsula, la interrupción comienza.
Estaba en la habitación con otras tres mujeres
los enfermeros las llevaron a la sala para la intervención, que dura pocos minutos.
En media hora, cuarenta minutos, se había realizado la intervención en estas mujeres
yo, en cambio, he tenido que esperar horas en la cama del hospital
sin nadie que viniera a buscarme o me informara de nada.
Con toda probabilidad, esto se ha debido a la ausencia de médicos no objetores
y de otros colaboradores sanitarios.
La objeción de conciencia no exime de la asistencia anterior ni posterior a la intervención.
El médico debe tratar a cada paciente con la misma dedicación y esfuerzo,
eliminando cada forma de discriminación en su actividad.
Tras horas allí, en la cama del hospital
he empezado a tener pérdidas
que con el paso del tiempo eran más fuertes y dolorosas
sentía que no tenía ningún derecho a llamar a la enfermera
porque pensaba que estaba haciendo algo atroz
que sentir dolor era algo que me merecía
lo mínimo que debía soportar por hacer lo que estaba haciendo.
Como consecuencia de todo esto se generó un aborto espontáneo
Llamé a la enfermera sólo cuando me asusté
por las abundantes pérdidas y cuando el dolor era insoportable
Tuve miedo de perder el conocimiento
y de que la intervención no se hubiera podido llevar a cabo.
En realidad ya había ocurrido todo.
La intervención se había llevado a cabo
para evitar que los restos permanecieran dentro de mi cuerpo.
Sufrí mucho más que las otras mujeres,
tuve que permanecer en el hospital muchas más horas, hasta la madrugada
y con analgésicos muy potentes
sufrí también en los días sucesivos.
En la situación que me ha tocado vivir
habría esperado encontrar personal profesional, competente
sin prejuicios y abierto a la libre elección de las mujeres.
En cambio no encontré ningún tipo de apoyo
pero sí ofensas, condenas y juicios.
Esta experiencia ha llevado consigo la imposibilidad
de asimilar esta interrupción
porque admitir que pudiera sentirme mal
sería como dar razón a la enfermera.
Las actitudes tradicionales, religiosas, históricas, culturales no deben ser utilizadas
para justificar las violaciones del derecho de las mujeres a la autodeterminación.
La cosa más difícil para mí referente a mi aborto no es la opción que elegí
aún hoy en día estoy contenta y feliz
no tengo la sensación de haber hecho algo inconfensable
La mujer tiene el derecho de controlar cada aspecto
de su salud y de decidir libre y responsablemente
sobre su sexualidad sin la coacción, discriminación ni violencia.
Los derechos sexuales reproductivos son derechos humanos fundamentales.
COLECTIVO FEMINISTA Y LÉSBICO "VENGO PRIMA" EN DEFENSA DE LA LEY 194
Me gustaría que me informaran también en la escuela sobre cuáles son los lugares
a los que puedo acudir en ciertas situaciones
Quiero vivir en una sociedad en la que exista
una información para una sexualidad consciente.
Quiero que me informen sobre las obligaciones del personal médico
en relación a las mujeres que deciden abortar.
Quiero más médico no objetores
que no antepongan la presunta moralidad a mis derechos.
No quiero vivir en un estado que condena el aborto
en un estado donde se atacan y enjuician los derechos de las mujeres.
Quiero que no me obstaculicen de mil maneras cuando necesito la píldora del día después.
No quiero sufrir la violencia de quien cree saber qué es lo mejor para mí.
Yo decido sola.
Quiero que la ley 194 que ha impedido a tantas mujeres sufrir y morir en abortos clandestinos
sea aplicada en su totalidad.
Quiero que nadie pueda impedirme tener en cada momento
el control pleno de mi sexualidad,
incluida mi salud *** y reproductiva.
Quiero una consulta pública, laica y gratuita en cada barrio.
Quiero que los organismos sanitarios públicos den información científica, sin juicios morales.
Cuando me dirijo a un organismo público no quiero que me traten como a una niña
sino como a una persona con la capacidad de elegir conscientemente.
Queremos elegir
Punto.
VIDEO REALIZADO POR EL COLECTIVO FEMINISTA Y LÉSBICO "VENGOPRIMA"
Han partecipado: Annalisa, Annamaria, Annapaola, Cinzia, Claudia, Eugenia, Francesca, Giulia, Ilaria, Martina, Patrizia, Rachel, Serena, Silvia, Tatiana, Verena
Frases informativas sacadas de: Ley 194/78, página web World Health Organization, folio ilustrativo Norlevo(c),...
...Comisión de Gobierno Salud de las Mujeres, Plataforma de Pekín (1995), Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948).