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Mick: Creo que el mundo cambió para mí en 1963,
básicamente cuando aparecieron los Beatles.
Además, crecí durante la época de Carnaby Street.
Estaba creciendo en una época muy interesante
y fui a ver a los Rolling Stones en Hyde Park.
No la semana pasada, sino en 1969.
Prácticamente me pasé todo el día abriéndome paso entre la gente diciendo "perdón,
perdón, perdón" y, finalmente, llegué ahí antes de que salieran a escena.
El primer disco que compré debe haber sido "I Wanna Hold Your Hand"
y los primeros discos de los Rolling Stones. Recuerdo que la música llamó a mi puerta por primera
vez estando en el internado, un lugar
bastante duro donde reinaba la ley del más fuerte.
Paul: Creo que ir a la escuela fue un poco traumático. Ese fue el verdadero cambio para mí,
y el hecho de ser consciente de que tienes que vivir bajo un régimen
en el que se te dice lo que tienes que hacer, cuándo te tienes que levantar y cuándo debes sentarte.
Joe: Recuerdo oir "Not Fade Away" de los Rolling Stones
saliendo de una gran radio de madera en la sala común, que sonaba a
todo volumen. Siempre ponían la radio muy alta.
Recuerdo entrar en la sala cuando sonó...
Ching cha cha ching a ching ching
Después descubrí que fue Gene Pitney
quien dio el swing a ese disco con las maracas.
Y ese fue el momento en el que pensé que eso era otra cosa,
que no tenía nada que ver con todas las cosas que tenía que sufrir allí.
Era una situación brutal.
Y creo que ese fue el momento en el que pensé que
aquí al menos había un halo de esperanza o un rayo de luz en la oscuridad. Y ese fue el momento
en el que creo que me enamoré de la música. Creo que mi subconsciente tomó la decisión
de dedicarme de forma exclusiva a la música. Esa sería mi forma de vida.
Para mí, uno de los momentos en los que la música cambió mi vida
fue ver a los Beatles tocar en el Palladium,
ya sabes, en The Royal Variety Performance, cuando John Lennon dijo
eso de "...los de los asientos caros agiten sus joyas".
Recuerdo perfectamente ese momento y también recuerdo ver a The Who
en Top of the Pops por primera vez con Keith Moon,
pero la música cambió por completo para mí cuando conocí a estos tíos.
Si tengo que definirlo de alguna forma, pasé
de ir de ensayo en ensayo a encontrarme con estos dos tíos y con Joe.
Cuando Terry Chimes dejó el grupo tan pronto,
tuvimos que buscar a otro batería, y creo que probamos a todos
los bateristas que entonces tenían una batería, es decir, a todos los baterías de Londres.
Creo que contamos 205 baterías
y bueno cualquier batería que formara parte de un grupo en los próximos
10 años sin duda se probó con nosotros.
Por ejemplo, todos los New Romantics y todos esos grupos,
Rusty Egan, John Moss, todos los baterías que llegaron a ser alguien,
en sus comienzos probaron con nosotros.
Paul: La gente traía una gran cantidad de tom-toms,
bombos, cajas y platillos, y cuando lo habían montado todo,
después de una hora o así, yo decía: "Bueno, esta canción se llama
'London's Burning' y es muy fácil, solo necesita un ritmo básico.
Por cierto, ¿cuáles son vuestras influencias?". Y solían contestar: "Billy Cobham o Ginger Baker".
"Vale, vale", decía yo.
Simplemente un ritmo básico y ningún batería era capaz de marcar
un ritmo básico a pesar de tener todo ese equipo,
mientras que Topper en realidad podía hacer las dos cosas.
Joe: Una regla del rock 'n' roll dice que eres tan bueno como tu batería y
eso es totalmente cierto, porque si te imaginas un grupo
en el que el batería falla, da igual lo que hagas,
porque al final el grupo se derrumbará como una casa sin cimientos.
Encontrar a Topper Headon fue fantástico porque
tenía experiencia en las giras de pequeños conciertos en las que
grupos de soul de Estados Unidos venían y escogían a un grupo británico,
así que, desde los 15 o 16 años había estado de gira de pequeños conciertos
con leyendas del soul.
Topper: Salí de gira con I.G.s
e hice algunas otras cosas hasta que nos volvimos a encontrar
viendo a The Kinks, y él había cambiado por completo.
Se había cortado el pelo y llevaba corbata negra
y camisa blanca, mientras que yo seguía prácticamente igual.
Pero él parecía mucho más interesante
y me dijo: "Ven a la audición para el nuevo grupo".
Dije que sí, pero al día siguiente me desperté
y pensé que mejor no, ya que no me había gustado realmente el último grupo.
Pero me llamó al día siguiente y le dije que me pasaría esa tarde, aunque yo seguía indeciso.
Y luego fui a comprar la New Musical Express
y me encontré con Mick, Paul y Joe
con ese importante contrato discográfico, así que, lo pensé mejor y allá fui.
Podía tocar funk, soul, reggae, todo.
Ese es el verdadero motivo por el que The Clash se convirtió en una
unidad musical interesante en el futuro, porque teníamos a Topper Headon en la batería.
Además, tenía una fuerza y un aguante increíbles.
Si no tenías aguante, caías rendido, y
encontrar a alguien que no solo tenía el talento, sino también
la fuerza y el aguante necesarios, marcó un paso más en nuestra carrera.
Si no hubiésemos encontrado a Topper Headon, nunca habríamos llegado a ser lo que fuimos.
Topper: Los tres tenían muchísimo carisma,
y era algo que nunca antes me había pasado, porque
estaban intentando convencerme de que me uniera al grupo o esperaban
que fuese lo bastante bueno para estar en la banda, pero al mismo tiempo
me asustaba la idea del corte de pelo y del cambio de ropa, y
tener que abandonar a mi mujer, y... Mick: Eso no lo dijimos.
Topper: No, no dijisteis eso, pero lo hice de todas formas.
Ojalá lo hubieseis dicho.
Topper: Me dieron el álbum para estudiarlo y me sorprendió mucho "Police & Thieves"
porque no había escuchado mucho reggae antes.
Paul: Crecí en zonas en las que el reggae era
bastante habitual y su sonido salía de la mayoría de las casas de la zona y
con respecto al bajo, la gente solía decir en aquel tiempo:
"Lo que pasa con el reggae es que el bajo
siempre toca lo mismo, una y otra vez". Pero eso no es del todo cierto.
Si vas a una sala de baile en condiciones y oyes el bajo, y cómo debería sonar
en comparación con esos discos, te das cuenta de que en realidad está
coreografiando tus pasos de baile. Así que, en mi caso, cuando
practicaba para tocar el bajo, escuchaba el reggae
y era mucho más fácil oír el bajo ahí que en
un disco normal de rock 'n' roll porque
se suele ocultar un poco. Así aprendí.
Mick: La idea de ese tipo de arreglo era en realidad
la idea de los grupos anteriores a nosotros, como The Beatles y otros.
Al principio, solían hacer versiones de canciones R&B contemporáneas
como "Money" o "Twist & Shout", es decir, las canciones que sonaban en aquel tiempo.
Y se parecía mucho a "Police & Thieves", que fue un gran éxito en el 76,
así que era la misma idea de versionar grabaciones, pero en forma de reggae.
Era como hacer la canción a tu manera.
Joe: No intentamos tocar reggae como si fuésemos de Jamaica,
sino que más bien adaptamos la música a nuestro propio estilo punk rock, lo cual funcionó,
es decir, la canción se adaptó perfectamente a nuestra forma de movernos y tocar,
y eso nos trajo cosas muy buenas en el futuro.
Lee Perry y Bob Marley la escucharon y fueron lo suficientemente respetuosos para no criticarla,
ya que tenían todo el derecho de haber dicho:
"Tío, has destrozado las obras de Jah". Ya sabes a lo que me refiero.
Joe: Tiempo después, muchos grupos me han dicho
que cuando escucharon "White Man in Hammersmith Palais",
no podían creerse lo que estaban escuchando porque
no se esperaba que sacásemos una canción así en ese momento. Éramos
un gran grupo de riffs. Teníamos un ritmo de rock sólido y sacar
una canción como "White Man in Hammersmith Palais" fue toda una sorpresa,
y esos son los mejores momentos de una carrera, cuando sacas
un tema que la gente no espera. Es una de nuestras mejores grabaciones.
Topper: Tiene ese sonido extraño de hi hat que en realidad es un hi hat roto.
Cuando soltabas el hi hat, el embrague emitía un sonido cuando tocaba la parte superior.
Y lo dejábamos ahí y sonaba bastante bien. O eso es lo que creo.
Paul: Ese primer álbum fue la declaración
de nuestra postura y de lo que pensábamos sobre nuestras circunstancias.
Y, de alguna forma, era una buena representación de nuestra postura como individuos o como banda, en realidad.