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Si hubiese podido conocerte cuando tenía 16
creo que lo primero que te habría dicho
que es muy tentador hacer algo
para caerle bien a los demás.
No lo hagas.
En verdad ten presente que estás tan en lo correcto ahora
dadas todas las cosas que no sabes.
Por eso, en verdad, antes de que alguien
te pida hacer algo
en verdad tómate el tiempo para pensarlo
si eso va ser bueno o no para ti,
si, después de hacerlo, te dirás:
"¡Me gustó hacerlo!"
Eso fue bueno para mí,
eso fue tan maravilloso".
Ya sabes, eso, lo que sea,
sea comer algo,
beber algo,
estar con alguien,
aceptar un empleo,
lo que sea,
compáralo simplemente con la sabiduría
que ya tienes
para ver cómo te sentirás después de hacerlo.
Eso es lo primero.
Y, lo segundo,
creo que hay cantidad de cosas
pero lo segundo son los celos.
Los celos son un motor maravilloso.
Cuando los tienes,
con toda sinceridad acéptalos
y pregúntate:
"Ah, tengo celos de esto y lo otro.
¿Por qué siento celos?
¿Qué es lo que tienen que yo quiero?"
Luego confía en que ya lo tienes
y actúa como si lo tuvieras
y, si no,
si en verdad sientes:
"Ah, no tengo esa cosa o ese atributo",
entonces confía en que en algún lugar tienes cierta cualidad
que se asemeja a eso y déjalo que crezca en ti.
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