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RIDLEY SCOTT ACERCA DE “LA VIDA EN UN DÍA”
Debería ser personal. Debe ser personal. Es lo que buscamos.
Sin duda, la clave está en encontrar lo que motiva como autor.
La primera película que rodé fue sobre un día de mi vida.
Pensé, ¿qué voy a enseñar? Y se me ocurrió, ah, pues escribiré sobre un día de mi vida
y, como había decidido no ir a la escuela, porque la odiaba, me tomé el día libre.
Puesto que tenía todo el tiempo para mí, me tuve que ocultar la mayor parte del tiempo con mi bicicleta
y, en consecuencia, se convirtió en un día perfecto para interiorizar la narrativa, sobre cómo pensar en esto y en aquello.
Y así es cómo conseguí mi primer trabajo.
Agarrad vuestras cámaras de vídeo y pensad en lo que he dicho y salid a grabar vuestro día o lo que sea, el amanecer o la puesta del sol.
Ahora cuando miro un amanecer o una puesta de sol, lo que significa para mí, me digo, vale, aquí está la clave.
Para mí un amanecer representa un nuevo principio, o sea que siempre es optimista.
Las puestas de sol son un poco tristes y siento que tanbién me pongo triste por dentro, es algo deprimente, hasta que el crepúsculo se convierte en oscuridad total y entonces me tomo un martini con *** y empiezo a sentirme mejor.
Piensa a partir de aquí. Piensa en el motivo por el cual ese amanecer te alegra o ese atardecer te entristece.
No hay excusa. Tienes una cámara digital, sal y rueda tu película. De verdad, no hay excusa posible.
Si quieres hacer lo que yo hago, agarra la cámara y unos cuantos amigos, es así cómo se hace.
Si quieres ser cineasta, nada debería disuadirte o convencerte de lo contrario.
Tú hazlo.
En realidad, esto se puede aplicar a casi todo. Tú hazlo.