Tip:
Highlight text to annotate it
X
Cómo convertirse en el Monarca Británico:
Históricamente, la corona se posaría sobre la persona que tuviese el mayor ejército. Cuando
muriese, normalmente su hijo mayor obtendría el control de ese ejército y por tanto la corona volvería
a su cabeza, aunque, por supuesto, alguien cuyo ejército fuese mayor cambiaría el panorama político
de manera abrupta.
Con el paso del tiempo, el mundo se volvió menos violento finalmente en 1701 el Parlamento estableció
un conjunto de reglas para transmitir la corona de una cabeza a la otra, por suerte con menos
confusiones que antes.
Así funcionan las reglas de 1701:
Primero: no ser católico.
El Monarca Británico es también el jefe de la iglesia anglicana a la que el monarca deberá
convertirse si no es un miembro actualmente. Exceptuando que si se es católico, no hay corona.
La historia de la familia real y cómo esta regla llegó a implantarse la reservo para otra ocasión,
pero es suficiente decir que estuvo involucrada una diplomacia de un ejército más grande.
Y ya de paso, no. No puedes saltarte esta norma convirtiéndote desde el catolicismo
a otra cosa y después a la iglesia anglicana. En ojos de la corona, el catolicismo es transitivo.
Segundo: no ser un bastardo.
A veces está bien ser el rey, pero nunca está bien ser un hijo ilegítimo del rey,
quienes están fuera de la línea de sucesión literalmente desde el momento de su concepción.
Si se es pariente del monarca pero también un católico, un bastardo o ambos, la corona recoge
el delicioso término "Naturalmente Muerto" para referirse a él y a su imposibilidad de ser monarca.
Tercero: las esposas no cuentan.
Mientras normalmente se piensa de los reyes y reinas como un par: así no es como funciona aquí.
Las esposas de los monarcas se llaman consortes reales. Se les puede llamar "reina" o "príncipe", pero
en lo que le concierne a la corona, no están en la línea del trono, ellos tan solo son los
23 cromosomas necesarios para la creación del nuevo sucesor.
Cuarto y último: Primogenitura (o como sea) masculina.
Este es el algoritmo de herencia. Cuando el monarca muere (o abdica) (pero normalmente
muere) la corona se la lleva el mayor hijo que no está "naturalmente muerto". Si ocurre que
hay una hija mayor, mala suerte para ella: el pequeño se lleva la corona.
Es bastante simple, pero hay casos no tan obvios: Imagina un rey con 2 hijos. Si el mayor
muere antes que el rey, obviamente la corona recae sobre el hermano pequeño (ahora mayor).
¿Pero y si el hijo mayor legó al rey un nieto antes de su muerte? ¿A dónde va la corona entonces?
Bueno, la corona pretende básicamente que todos (excepto los naturalmente muertos) están vivos:
así que tras la muerte del rey la corona va a su hijo mayor (que es el tipo de rey que
en realidad está bastante muerto) así que la regla se aplica de nuevo, y la corona va a
*su* hijo, no como se pensaba, a su hermano
Pero si la regla 1701 significa que el mayor consigue la corona, ¿cómo llegaron a haber reinas?
Básicamente, las hijas eran la última opción de la corona, es por ello que ha habido tan pocas.
Para ser reina, una hija debe ser o la única descendencia del monarca o la mayor sin ningún
hermano varón de por medio.
Por eso las madres embarazadas han hecho que sus hijas aspirantes a ser reina estuvieran nerviosas.
A veces ocurre que la rama de la familia entera muere: ya sea por una guerra, una plaga o lo que sea.
Así que el plan de la corona si se llega a un punto muerto es subir un nivel, y posteriormente
aplicar de nuevo las reglas hasta encontrar una cabeza viva para posarse. Si no hay suerte,
se asciende de nuevo y se repite hasta encontrar un heredero vivo.
Y siempre habrá un heredero. El primer rey de Inglaterra ocurrió hace unos mil años
y las matemáticas de la reproducción humana han encontrado por evidencia genética que
casi cualquier europeo vivo está remotamente relacionado con él. Así que finalmente la corona
encontrará un camino.
Así desde el primer rey hasta el nuevo milenio, las distintas reglas marcharon, resultando en un
reparto bastante injusto en cuanto a género, al que nadie parecía importarle hasta que de repente,
en 2013 por ninguna razón en particular, todo el mundo decidió que se debían de cambiar las reglas
*justo ahora*.
Así que el Parlamento y la Monarquía se juntaron e hicieron algunos cambios: los más notables
en la parte masculina de la regla nº 4.
A partir del 2013 la corona contempla a todos los hijos e hijas con total igualdad. El único problema que
importa es el orden de nacimiento.
Así que antes del 2013 el niño de un set de gemelos de distinto sexo en desarrollo podría relajarse
asegurándose de que la corona sería suya sin importar qué ocurriese el día de la concepción, pero a partir
de 2013, el mundo igualitario es ahora una carrera hacia la victoria para ganar la corona.