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Aunque tu aparato reproductor es asombrosamente complejo, te da señales bastante simples
que te pueden ayudar a identificar las etapas de fertilidad e infertilidad de tu ciclo. Seguro has notado
diferentes tipos de flujo a lo largo de tu ciclo menstrual. La sensación que estos
flujos producen en la abertura vaginal, llamada ***, también cambia. Esto se debe a que
el cuello cervical- cérvix - produce diferentes tipos de moco en respuesta a los niveles cambiantes de las hormonas.
Tu ciclo comienza con el sangrado menstrual, cuando se desprende el revestimiento interno
del útero, llamado endometrio. Después de la menstruación tu cérvix queda cerrado
por un tapón mucoso denso que impide el paso de las células espermáticas hacia el útero. Esto significa
que eres infértil en este tiempo. Muchas mujeres se sienten secas en la *** durante estos días. Otras perciben
un patrón de flujo que tiene el mismo aspecto y produce la misma sensación vulvar día tras día.
El número de días en que esté presente este patrón sin cambios, determinará la duración de tu ciclo.
En un ciclo de duración promedio, este patrón de infertilidad dura unos pocos días. Si tu ciclo
es corto, puede no haber ninguno, y si tienes un ciclo largo, puede durar más días.
Al comenzar tu ciclo, la hipófisis en tu cerebro empieza a segregar una hormona llamada
Hormona Folículo-estimulante, ó FSH. La FSH estimula el crecimiento de un grupo de folículos
en tus ovarios. Cada folículo contiene un ovocito recubierto de un grupo de células que
secretan la hormona estrógeno. Los estrógenos activan al cérvix para que produzca
el moco esencial para la fertilidad. Este es el comienzo de la fase fértil. Esta fase
señalada aquí con un símbolo de bebé, comienza unos pocos días antes de la ovulación. Un tipo particular
de moco cervical disuelve el tapón mucoso, de modo que los espermatozoides ahora pueden entrar al útero.
Otro tipo de moco filtra y atrapa las células espermáticas de baja calidad. Y un tercer tipo de moco alimenta
los espermatozoides, que pueden vivir dentro de tu aparato reproductor hasta cinco días, también forma canales
que facilitan el pasaje de los espermatozoides a través de tu sistema reproductor para que alcancen y fertilicen al óvulo.
Tomas conciencia de tu fertilidad creciente a través de los cambios en la sensación y en la apariencia
del flujo mucoso en la ***. Percibirás una sensación mojada más intensa y después resbalosa,
y puede que veas un moco que se vuelve más fluido y transparente. El último día de la
sensación resbalosa se denomina la Cúspide de la fertilidad. Está muy próximo a la ovulación.
Cuando un folículo está por alcanzar su madurez, la hipófisis es estimulada para liberar una oleada
de otra hormona llamada Hormona Luteinizante, ó LH. La LH desencadena la ovulación, o sea
la liberación del ovocito de su folículo. El óvulo es conducido hacia las Trompas de Falopio, listo para comenzar
su viaje hacia el interior del útero. Si no es fertilizado, morirá antes del día siguiente.
Pero si el óvulo encuentra espermatozoides en su camino, puede producirse la fecundación.
Después de la ovulación, el folículo vacío se transforma en el cuerpo lúteo. El cuerpo lúteo
produce una hormona llamada progesterona. Esta hormona prepara el endometrio por si hubiera un
huevo fertilizado o cigoto, listo para implantarse. También hace que el moco se espese y comience
a formarse de nuevo un tapón en el cérvix. Al día siguiente del día Cúspide, ya no te sentirás más mojada
ni resbalosa en la ***. Al final del tercer día posterior al día Cúspide, se habrá terminado
la fertilidad en ese ciclo. Alrededor de dos semanas después de la ovulación, comienza un nuevo ciclo.
Ahora puedes entender que el moco cervical es esencial para la fertilidad. Una vez que te familiarices
con tus propios patrones, podrás identificar tus períodos de fertilidad e infertilidad. Este conocimiento
puede ayudarte a lograr o posponer un embarazo. También puede ayudarte a cuidar la salud de tu sistema
reproductor, ya que serás capaz de reconocer cambios que puedan requerir un chequeo médico.
Este es un conocimiento que toda mujer debería tener.