Tip:
Highlight text to annotate it
X
Bienvenidos al video de Carl Akeley: parte dos. Vamos a hablar de los Elefantes luchadores.
Si quieres aprender más de las Cuatro estaciones, haz click aquí.
En 1905 Marshall Field, el tocayo del Museo Field y el primer gran benefactor,
dio fondos para un viaje a África para Carl y su nueva esposa, Delia.
Después de ver el trabajo de Carl con el elefante de P.T. Barnum, Jumbo, unos años atrás,
Field quiso tener su propio par de mamíferos enormemente grandes.
Incluso al principio del siglo XX el elefante africano era considerada una especie en peligro de extinción,
por eso las personas que iban a estas expediciones solo se les permitía cazar dos elefantes por persona.
Aún así son muchos elefantes por persona.
Y para ser honestos, Carl lo arruinó. Los dos elefantes que acabó cazando fue por defensa propia.
Entonces dependió de su esposa, Delia, cazar el enorme elefante macho, y lo hizo.
Para preparar las pieles, trabajaron con un equipo de África poniéndole sal a las pieles.
Carl también inventó una nueva forma de usar un tipo de curtidor vegetal que ayudaría a preservar la piel pero dejándola flexible sin que se pudriera.
Una vez que regresaron a Estados Unidos, se hicieron gigantes soportes usando una combinación de barras de metal y los huesos de los animales,
después de eso se puso musculatura al soporte.
Estos armazones estaban basados en mediciones detalladas tomadas poco después de la muerte de los animales.
Las pieles eran demasiado grandes para trabajar con ellas completas por lo que se hicieron varias secciones
y cada sección fue esculpida meticulosamente
para capturar cada una de las pequeñas arrugas y matices de la piel. Después se usaron hilos teñidos para ocultar todas las costuras.
Los elefantes se pusieron en exhibición en 1909 y fueron conocidos como “Los elefantes luchadores”.
El elefante de Carl es el más pequeño, y obviamente el de Delia es el más grande.
Hoy en día, el elefante de Carl se está resquebrajando de los bordes, probablemente porque Carl trató de que se viera más grande de lo que era cuando estaba vivo.
Sabemos del trabajo de Carl y Delia en las Cuatro estaciones que su matrimonio estaba lleno de amor.
Pero las malas lenguas dicen que Carl puso los elefantes así para reflejar que quizá las cosas no iban tan bien.
En otro viaje a África, Delia se enamoró de otro!
Era un mono.
Inicialmente ella atrapó al mono para hacer observaciones de este, por el bien de la ciencia.
Finalmente Delia dejó vagar solo al mono, más o menos. El mono tenía una correa pero se movía con ellos entre campamentos.
Tenía su propio sirviente encargado de hacerle sombra con un parasol y su propio excusado. Delia le hizo un par de pequeños pantalones y lo llamó J.T. Jr.
No estoy inventando esto.
Cuando Carl consiguió un trabajo en el American Museum of Natural History, se mudaron a Nueva York,
y Delia insistió en llevar el mono con ellos desde África.
Pero, oh sorpresa: a los monos no les va bien en apartamentos en la ciudad más grande de Estados Unidos.
Delia se obsesionó con cuidar de J.T. Jr. Dejó de salir de su apartamento
y dejó de invitar personas a cenar porque su apartamento olía a *** de mono todo el tiempo.
Carl trabajaba hasta en las noches y se iba por días enteros.
Esto resultó ser un problema porque J.T. Jr. mordió a Delia en la pierna,
y la mordida se infectó tanto para cuando Carl regresó unos cuantos días después que casi tuvieron que amputarle la pierna.
Obviamente esta fue la gota que derramó el vaso y Carl insistió en que J. T. Jr. fuera llevado a un zoológico.
Delia quedó desconsolada y, sin avisar, se fue una noche para unirse al apoyo de la sociedad para la guerra. Finalmente mandó una solicitud de divorcio desde el extranjero.
Mucho de esto se puede ver reflejado en el trabajo de Carl.
Carl fue un hombre con el corazón roto, pero finalmente se volvió a casar.
Hoy en día su influencia se puede ver por todo el mundo. El premio Carl Akeley Award se da cada año en la Competencia Mundial de Taxidermia para honrar la innovación en el campo.
Si quieres ver más del trabajo de Carl Akeley, puedes visitar sus dioramas en el American Museum of Natural History,
y por supuesto siempre puedes venir a ver su legado en el Museo Field.
Esto todavía tiene sesos encima.