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El año pasado
tuve la oportunidad
de transportar la llama olímpica en Inglaterra.
Y empecé a pensar, ¿cómo llegué hasta aquí?
¿Qué me hizo merecedora de esta oportunidad?
Y tras mucha reflexión
decidí que seguía esta fórmula:
Uno: sé apasionada.
Dos: persigue tus sueños.
Tres: exprésate.
Cuatro: nunca digas nunca.
Y cinco: deja que te ocurran cosas buenas.
La gente siempre dice que seas apasionado en tu profesión,
con tu familia, tus aficiones,
pero también debe apasionarte la vida.
Explora el mundo.
Sé curioso.
Ábrete a cualquier cosa que te pueda interesar.
Y estas pasiones
te abrirán puertas que nunca supiste que existían.
Entre mis muchas pasiones
mi amor por el medio ambiente
era lo que más interés me suscitaba.
Dediqué mi vida a alimentar esta pasión.
Y este amor me hizo perseguir mis sueños.
La gente siempre dice
que se trata de una frase que se usa demasiado,
todo el mundo, incluso sus perros, les aconsejan que persigan tus sueños.
Pero solo porque sea un tópico, no significa que tenga menos importancia.
Si tienes una idea, hazla realidad.
Si quieres escribir un libro, escríbelo celebrando la vida.
Si quieres batir el récord Guiness,
entonces hazlo, y mejor para ti.
Y si eres como yo y quieres construir
un centro de aprendizaje para niños sobre educación medio ambiental,
entonces constrúyelo.
Lo único que te impide
perseguir tus sueños, eres tú.
Si tienes un gran sueño o pasión,
no significará nada a no ser que te expreses.
El libro "El Lorax" del Dr. Seuss, dice que
"A menos que alguien como tú se preocupe muchísimo,
nada mejorará". No lo hará.
La gente no va a creer en tus sueños y pasiones de inmediato.
Así que tendrás que persuadirlos.
Inspira a la gente a ver el mundo que tú ves.
Y al hacerlo tendrás que guiarlos.
El Lorax también dijo,
"Hablo en nombre de los árboles, ya que ellos no tienen boca".
Siempre dije que yo era el Lorax
porque hablaba en nombre de los árboles.
Convencía a la gente
de la importancia de la conservación medioambiental
y conseguía que me apoyaran.
Y una vez que has hecho esto,
tendrás que aprenderte la frase:
"Nunca digas nunca".
Si ahora mismo pudiera poner
la canción "Never say never" [Nunca digas nunca] de Justin Bieber, lo haría.
Pero como no puedo y nadie quiere oírla,
(Risas)
les voy a explicar lo que quiero decir.
La gente les dirá:
"No, no puedes hacerlo.
Eres demasiado joven
y no tienes ni idea de lo que estás hablando".
Y mi respuesta antes esto es
sé muy educado mientras les demuestras lo contrario.
Y entonces estréchales las manos mientras te miran con asombro.
Otra cosa a recordar es que
si a alguien no le gustan tus ideas:
las críticas son algo positivo.
Deja que la gente mejore tus sueños.
Yo no tenía ni idea de qué hacer en una obra,
pero el equipo de expertos que reuní sí lo sabía.
Otra cosa a recordar es que
la edad solo es un número.
Si la gente cree que no puedes hacer algo
porque eres un niño,
demuéstrales que tu pasión y tu madurez son suficientes para marcar la diferencia.
A veces, los jóvenes son los que más se hacen oír
y los que tienen la voz más importante.
Demuéstrale a la gente de lo que eres capaz,
pero más importante aún, demuéstrate a ti mismo
que estás luchando por un sueño
que merece cada esfuerzo de tu causa.
Tenía 14 años.
Me costó tres años y todos los fines de semana.
¿Pero saben qué?
Le demostré a la gente lo que los jóvenes pueden hacer,
y me demostré a mi misma lo que podía hacer.
Y cuando todo está dicho y hecho,
deja que te ocurran cosas buenas.
Yo no construí un centro medioambiental
para ser recompensada por ser proactiva,
lo construí porque quería que a la gente le importara.
Y a la gente le importó,
pero sobre todo le importó
lo que una estudiante de secundaria estaba haciendo.
Después de la dedicación, enfrentarse a las recompensas fue difícil.
Había invertido tanto tiempo
desde que era una adolescente hasta el desarrollo del proyecto,
que quería dejarlo en eso.
Me sentí consentida y avergonzada.
Hasta que pasé a ser miembro de la familia de Coca-Cola
cuando me convertí en una becaria de Coca-Cola.
Conocí a mucha gente de mi edad con talento
que solo querían marcar la diferencia en el mundo.
Y pensé,
quizás todas estas cosas maravillosas me estaban pasando
porque no estaba destinada solo
a inspirar a la gente para ser más respetuosa con el medioambiente.
Estaba inspirándolos a ser ciudadanos de EE.UU. proactivos y apasionados.
Y con esta mentalidad nueva,
se me concedió la oportunidad
de transportar la llama olímpica en Inglaterra.
Fui una de las 22 personas de EE.UU. que Coca-Cola eligió
para transportar la llama por toda Inglaterra
hasta su destino final: Londres.
Pude sostener esa llama
y decir que era la única persona
en el mundo entero que la sostenía.
Un símbolo que representa
amistad, paz, solidaridad, fortaleza y competición.
Un símbolo que unifica el mundo
lo que raramente pasa.
Corrí entre una multitud de miles de personas
que coreaban mi nombre.
Mi ubicación se había impreso en sus periódicos.
La gente había oído mi historia.
Nunca en toda mi vida
he sentido que haya tenido un impacto tan grande
como lo hice en ese momento.
Estaba mostrándole a la gente lo que es ser apasionado,
al mismo tiempo que representando a los Estados Unidos.
Estaba mostrándoles el resultado
de perseguir tus sueños, de usar tu voz
y de nunca olvidar aquello por lo que estás luchando.
Pero lo que digo no es que seguir estas pautas
al pie de la letra te llevará a los JJ.OO.
Lo que digo es que seguir estas pautas,
creando tus propias reglas,
te brindará las oportunidades más increíbles
que nunca habrías imaginado.
Es hora de liberar tu genialidad.
Gracias.
(Aplausos)