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Tomioka, situado dentro del radio de 20 kilómetros de la central nuclear de Fukushima Daiichi, fue declarado zona de evacuación.
Mientras que casi los 15.000 habitantes viven refugiados,
un hombre vive solo en el pueblo:
Naoto Matsumura, de 53 años.
Aquí hay mucha tranquilidad.
Por la noche hay un silencio sepulcral.
Hay edificios, pero no hay coches, ni gente.
Al principio era una locura.
No había luz, ni ruido.
La primera semana no fue fácil.
Todo estaba demasiado tranquilo.
Ahora ya estoy acostumbrado,
pero la sensación que sentí al darme cuenta de que estaba solo
es indescriptible.
La palabra "soledad" se queda corta.
Me costó mucho acostumbrarme.
Es posible montar estos bichos.
Podrías entrenarlos y montarlos.
¿Se consideraría abuso animal?
¿Podrías hacer una demostración?
Al principio, mi intención no era quedarme.
Nos fuimos cuando explotó el cuarto reactor.
Pensaba que todos los reactores explotarían.
Después de que el cuarto reactor explotara, supe que este lugar no sería seguro.
Cogí a mi familia y nos escapamos.
Me marché.
Fuimos hacia el sur porque era más seguro.
Mi padre sugirió
ir a casa de su hermana pequeña, que vivía en el sur.
Pero no nos dejó entrar.
Dijo que estábamos contaminados por la radiación.
Así que fuimos al refugio de los evacuados, pero estaba lleno, así que tampoco nos dejaron entrar.
No fue visto con buenos ojos que volviera.
Pero me di cuenta de que nuestros animales necesitaban ser alimentados.
No tenía otra opción. Tenía que quedarme.
No podía dejar aquí a los animales.
Necesitan comer.
Este es un albergue temporal. Llegué el 3 de agosto de 2011.
¿Qué representa un mayor riesgo,
la radiación o la evacuación?
Nos dijeron que evacuar supone un mayor riesgo que la radiación.
Éste es mi pueblo.
Estos son los arrozales.
Están secos.
Totalmente secos.
La radiación más elevada detectada en este lugar es de 8 o 9 microsieverts.
Esa es mi casa.
Ésta es mi casa.
El pueblo se llama Iitate.
Construí la casa, tenía ganado
y vivía aquí con mi familia. Éramos 8.
Siempre me pareció un pueblo magnífico.
Está a 45 kilómetros de la planta nuclear.
Nunca pensamos que la radiación llegaría hasta aquí.
Mirando atrás, creo que el alcalde cometió un gran error.
Como jefe del pueblo, tomó las decisiones equivocadas.
Incluso cuando los científicos le dijeron que Iitate era un lugar peligroso,
ignoró las advertencias.
El alcalde trajo expertos de todo el país, los cuales predicaron
lo seguro que era el lugar.
Dijeron que no debíamos preocuparnos por nada.
Lo repetían una y otra vez.
Al final, los habitantes se lo acabaron creyendo y se relajaron,
Por lo que el alcalde rechazó de forma más tajante llevar a cabo una evacuación.
Por eso nadie se fue, y eso que los niveles de radiación eran muy elevados.
Sustancias radioactivas vertidas por Tokyo Electric Power Company (Tepco)
han contaminado la tierra.
Sin embargo, Tepco afirma que la radiación
es "bona vacancia", que significa "sin dueño,"
por lo tanto, no se hacen responsables de limpiarlo.
Tepco nos avergüenza.
Tras la explosión, fui corriendo a casa.
Mi primo trabaja en Tepco.
Somos vecinos, así que vi que él también fue a casa.
Le pregunté qué hacía.
Me dijo que estaba recogiendo algo de ropa.
Me pregunté si me iba,
y le dije que no.
Entonces se inclinó y me pidió perdón.
Le pregunté si todo estaba bien.
Me dijo, "Todo estará bien en un par de días."
¡Qué mentiroso! ¡Hizo huir a toda su familia!
Es horrible, ¿verdad?
Mintió y mintió.
A los trabajadores de Tepco les lavan el cerebro.
Es como una secta.
Tienen el cerebro lavado.
Creen que las plantas nucleares
son completamente seguras y a prueba de accidentes.
Cuando ocurrió la explosión
los de Tepco fueron a la torre a prueba de terremotos.
Al rato
escucharon un fuerte "¡¡BOOOM!"
Les pregunté qué creían que era.
Creían que era un misil de Corea del Norte,
porque según ellos las centrales nucleares no pueden explotar.
Cuando entras en una zona controlada por la radiación,
no puedes beber agua, ni comer.
La idea de que alguien
viva en un lugar así
es inconcebible.
Las vacas murieron.
Eran más de mil.
También murieron cientos de miles de gallinas.
Ésta es mi granja.
Aquí hay altos niveles de celsio.
6 microsieverts.
Antes de que llegara, había vegetación.
Aquí están los arrozales del dueño. Nunca nadie volverá a comprar este arroz.
El propietario decidió no volver a cultivar arroz.
Me ha dejado los campos a mí.
Dejo las vacas sueltas para que se coman los hierbajos.
Coloqué unas vallas y dejé las vacas libres.
Mis sentimientos han cambiado en los dos años que llevo aquí.
Al principio dejaba que los animales se valieran por si mismos,
pero ahora quiero hacerme cargo de ellos.
De lo contrario, los matarían.
Me opongo a que maten a los animales de la zona.
Muchos animales murieron de dolor.
Éstos animales son felices y están sanos,
sin embargo el gobierno quiere acabar con ellos.
Si hubiera un fin,
si fuera para el consumo humano, no me importaría.
Así es la vida.
¿Pero sacrificarlos sin ningún motivo?
¿Por qué?
¿Simplemente porque están aquí?
Estoy totalmente en contra.
Para mía, los animales y la gente son iguales.
¿Matarían a la gente de la misma forma?
Al principio bebíamos este agua.
La recogíamos aquí. Está limpia.
Fui a la montaña,
hice un agujero, y metí una manguera.
Las setas están contaminadas,
pero las recojo de todas formas
y las escondo.
¿Y después qué?
Me las como.
Exponerse a la radiación causa daño celular.
Pero al final las células vuelven a su estado normal.
Es muy raro que las células no se recuperen y provoquen cáncer.
La dosis es irrelevante.
No importa si son 100 millisieverts o 1 millisievert.
Si el cesio entra en tu cuerpo, provocará daño celular.
Pedimos a nuestros pacientes que eviten cualquier alimento que pudiera estar contaminado.
Al principio me daba miedo contraer cáncer o leucemia en 5 o 10 años.
Ahora ya no me preocupo.
Me hice una revisión en la Universidad de Tokio.
Había una plataforma que parecía un incinerador.
Me tumbé.
Cerraron la puerta. Estuve ahí durante 18 minutos.
18 minutos más tarde abrieron la puerta y me dejaron salir.
El doctor se me quedó mirando,
así que le pregunté qué pasaba.
Me dijo que tengo el nivel de radiación
más elevado de ***ón,
pero que no enfermaría hasta dentro de 30 o 40 años.
Para entonces, ya estaré muerto de todas formas.
Mis nietos solían pasar por casa cuando iban de camino al colegio.
Miraban el ganado, paseaban, y después iban al colegio.
Cada día.
Amaban las vacas.
Ojalá pudiera olvidarlo todo.
Mi mujer y yo cuidamos el ganado durante años.
Si no ordeñamos las vacas, enferman.
Así que las ordeñamos y tiramos la leche.
Lo hicimos durante mucho tiempo.
Estos son los números que asignábamos al ganado.
Cada animal tenía su número.
Los que están marcados en rojo, son los animales que estuvieron hasta el final.
Los que están en *** son los que mi hijo decidió sacrificar.
Empezamos con los que estaban peor.
Al final no tuvimos otro remedio que sacrificar todos los animales.
La gente ve todo el ganado por igual
Pero eso no es cierto.
Para nada.
¿Mi recuerdo favorito?
Ya no tengo recuerdos.
[Zona de seguridad espacial No lanzar basura ilegal]
Todos murieron.
Todavía huele mal.
Era un auténtico infierno.
Algunos murieron
y otros siguen viviendo entre los muertos.
Murieron de hambre.
También teníamos perros.
Cuando daba de comer a los perros podía ve el ganado muerto.
Pero una vaca y su becerro seguían vivos.
Estaban en los huesos.
Hacía un mes que no comían ni bebían.
El becerro estaba tan hambriento que intentaba alimentarse de su madre.
Pero su madre sabía que no tenía leche,
así que lo apartaba.
Pero el becerro volvía,
y lo volvía a echar.
No se rendía.
Después de echarlo tres veces, entendió el mensaje.
Había una cuerda colgando del muro del corral.
La punta de la cuerda debía parecer una tetilla,
porque le becerro iba e intentaba chuparla.
No podía soportar verlo.
Ambos murieron unos días más tarde.
Es algo que ha sucedido en este lugar varias veces.
Era imposible salvarlos a todos.
Simplemente espero que no sufrieran mucho.
Era imposible salvarlos.
La naturaleza es algo que te impresiona cuando eres un niño.
Los ríos, los océanos, las montañas.
Hay peces en los ríos y los océanos, y plantas salvajes en las montañas.
Puedes encontrar alimentos en todas partes.
Así es como nos gusta la naturaleza.
Pero lo hemos perdido todo.
Es imposible cuánto tardará en recuperarse.
No tengo otra opción que morir en Tomioka.
Aún me quedan unos 30 años.
- Todavía tienes fuerzas. - Así es.
No moriré.
No tienes pinta de que vayas a caer fácilmente.