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Custodiados por el orden, ya lo dijo Orwell
. La máscara es el uniforme acorde al papel
que te absorbe
. Este mundo perdió el norte porqué
antepuso el abuso a mejorar la calidad del hombre.
Soldados reclusos bajo una careta,
tras esa verja no ven lo que a todos nos rodea;
autoengaño, estar dentro del rebaño,
yo la oveja negra que su propia identidad
se crea
. Tendencia a querer conocer la vida ajena,
el afán por competir como regla mediante
un espejismo, no ven su estela ni sus gestos
porqué critican antes al resto que a si mismos.
Al borde de un abismo seguimos, no comprendimos
que nuestro destino está en manos de unos
vendidos
que se esconden tras su horizonte, su ego
enorme
y su imperio
y sólo aprendimos a ser como ellos.
Somos copias defectuosas mal hechas aposta,
limpié la sal de mis heridas y curé costras
,
eliminé de mi vida el vicio de prejuicios del presente
y así no tuve miedo a ser diferente.
A que me acepten tal y como soy,
no ceder a la presión de la sociedad de hoy,
su opresión a la persona, su condición
de anteponer la imagen al lenguaje y lo que
eso condiciona
. La verdad es una encerrona;
la mentira la soga con la que el pueblo se ahoga
,
pero esto a veces no funciona:
la persona no perdona, su propia justicia
toma
. Unos acaban por la vía rápida
,
su única salida acaba siendo la lápida
; otros se dan cuenta que el reflejo del espejo
era mentira y se inventan y crean su propia vida.
Pero aún hay gente unida tras ese disfraz,
les transmite paz pero en realidad es falsedad.
La incomodidad saldrá, no imponemos, sólo animamos,
si queréis os dejamos con vuestra deidad
. Así que si quieres... ¡Quítate esa máscara!
Radiografía tu alma en busca de respuestas,
puertas abiertas transmitirán calma.
Nosotros lo hicimos, es nuestra verdad
, sean bienvenidos:
Baile de máscaras, elige tu coartada. De mentiras rodeada tu alma y nada vale nada.
Reafirmación, imposición, dudas de todos modos,
juguetes rotos que se revuelven en el lodo. Detrás va la verdad, a ciegas; no vemos más
allá de nuestras máscaras y tu lo niegas. No es falta de capacidad el tema,
sólo otra excusa más que nos aleja del problema.
Ya he aprendido a ver tras máscaras las caras, los ases en las
mangas, las más baratas trampas saldrán caras.
Tras miradas y carcajadas forzadas encerraran sus ánimas, hablando por detrás.
Vas, en guardia tras las gafas, ¡zas! Tropiezas con un jazz y te deslizas;
silbando sílabas nos verás entre sonrisas, lejos de las prisas; nada que esconder, tan
sólo paz.
Mente, alma, karma y corazón en paz, paz. Yo trato de ir de buenas, tu verás adónde
quieres dirigir tus pasos y tu mente, es más:
yo poseo un ideario abstracto y convincente. Si quieres ser consciente del presente no
digas más: ya estás en él, ¡vente!
Con mis rimas entretente y constantemente siente. Vence tus lágrimas urgente.
La clave es entender cada vez algo diferente, y aprender a aprender a apreciar cualquier
presente. Yo sólo recalco lo evidente, si quieres ser
feliz, entonces siente; si lo prefieres ten fe.
Nada importa pero encuéntrate, y abraza si te atreves a tu gente, es, es...
Es lo importante, entenderse y no esconderse, no parar de crecer en nuestras mentes, no
estancarse ni evadirse, ser valiente y aceptarse y no
venderse ante esa gente que sólo buscan poder, lo que hay que
ver... Y a poder ser transmite la alegría cada día,
sin miedo a que otras gentes perciban tu energía. Cuán falsa es esta urbe más me guardo siempre
un as en la sonrisa, hoy me he quitado el antifaz:
baile de máscaras. A ras de una mirada sincera, sentado en esta
acera, buscando primaveras a mi vera; a la espera de una musa que me quiera o del
latido en el que muera, no... Que más dará la espera, si
no muere la esperanza todo llega y mi mente es un velero
que navega en la libertad, mi mar, globo perdido
que se eleva, soy cachorro de león en esta inmensa
selva nueva, luz intensa que la oscuridad se lleva,
y evado el
Baile de máscaras, elige tu coartada. De mentiras rodeada tu alma y nada vale nada.
Reafirmación, imposición, dudas de todos modos,
juguetes rotos que se revuelven en el lodo. Detrás va la verdad, a ciegas; no vemos más
allá de nuestras máscaras, siempre son los demás los que no dan la cara, joder, son
los que fallan, te rallan, no dan la talla, no razonan
y no callan.