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Tengo un problema, acabo de descubrir que no es cuestión de fuerza, si no energía.
La misma que desde hace millones de años generó mi hogar.
Soy fruto de la unión de dos.
Ellos me enseñaron a cumplir tareas.
Que realicé sin cuestionar.
Se conocieron hace mucho.
Ella es activa e impredecible
El es tan inteligente, que es capaz de lo inimaginable.
Ella es lo más cercano a la perfección.
Y siempre se sale con la suya.
O al menos fue cierto por un tiempo.
El amor no fue inmediato.
Las circunstancias.. los empujaron a mantenerse juntos.
Cuando nací, vivían en equilibrio.
Una colaboración constante.
Pero... Conforme fui creciendo, las cosas comenzaron a desbalancearse
El.. comenzó a abusar de ella, veía su gran potencia y quería sacarle lo mejor.
Pero empezó a exigirle más de lo que podía soportar.
Hubo un momento en el que me sentí culpable.
Mientras ellos se distanciaban, nosotros nos acercábamos más.
Sin que nos importara dejarla a un lado.
Poco a poco la fuimos consumiendo.
Hasta que su gravedad nos hizo voltearla a ver.
Quiero ayudar, pero la relación es primero entre ellos dos.
La naturaleza tiene los medios, el hombre la capacidad.
Yo solo soy la herramienta
Nosotros sin ella... somos nada.
Aunque los tres somos fuertes
Puedo hacer grandes cosas, pero necesito su energía, y su inteligencia.
No es falta de posibilidades, es decidir, echarlas a andar.