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Este año, hace unos meses, gané un concurso internacional de ciencias.
(Risas)
Desde entonces, mucha gente se ha acercado a mí y me ha preguntado:
"¿Cómo es posible que un muchacho de 15 años haya inventado una nueva forma
de detectar el cáncer de páncreas?"
Mi respuesta es: "Un montón de trabajo, un año y medio para ser precisos,
y un montón de errores."
Hace poco, inventé un novedoso sensor de papel para detectar
cáncer de páncreas, ovario y pulmón.
Es 168 veces más rápido, 26 000 veces más barato
y con una sensibilidad de más de 400 veces por encima del sistema actual de detección.
Lo mejor es...
(Aplausos)
lo mejor: cuesta 3 centavos y toma 5 minutos hacerlo funcionar.
(Aplausos)
Todo empezó el día en que decidí comenzar a investigar en Internet
las estadísticas relacionadas con el cáncer de páncreas.
Hacía poco habíamos sufrido la pérdida de un amigo cercano de la familia, era como un tío para mí
y había sucumbido al cáncer de páncreas.
Lo que descubrí me abrió los ojos.
Más del 85% de los casos de cáncer de páncreas se diagnostican ***íamente
cuando un paciente tiene menos del 2% de probabilidades de supervivir.
Eso significa que menos de 2 personas
de cada 100 sobreviven.
Además, la tasa de supervivencia es ínfima: 5 años.
Solo un 5,5% de estas personas
sobrevivirán tras 5 años.
La esperanza media de vida con cáncer de páncreas es de 3 meses.
De hecho, a uno de los amigos de mi padre le detectaron cáncer de páncreas
y murió una semana después.
Por eso, me pregunté: "¿por qué la detección del cáncer de páncreas es tan deficiente?"
Lo que descubrí me sorprendió mucho y
también me abrió los ojos.
Nuestra "medicina moderna" consiste de una técnica de 60 años de antigüedad.
Es muy anticuada y terriblemente incorrecta.
Omite más del 30% de todos los casos de cáncer de páncreas.
Además, es costosa.
Cuesta 800 dólares cada estudio y el seguro médico no lo cubre.
Por lo tanto, no es una opción para los pacientes de bajos ingresos.
Aparate de eso, el cáncer de páncreas es una enfermedad no sintomática.
Eso significa que todos los síntomas son muy generales,
como dolor en el abdomen o ictericia.
Así que un doctor no puede diagnosticarlo fácilmente.
A partir de ahí, comencé con la creación de un criterio científico
por medio del cual pudiera imaginarme un sensor óptimo.
Tendría que ser sencillo, sensible, selectivo, rápido, no costoso
y mínimamente invasivo para el paciente.
Estaba seguro de que podía crear dicho sensor, pero no sabía cómo.
Entonces comencé a hacer un poco más de investigación
y descubrí que dicho avance tecnológico no se había creado.
Lo que descubrí fue que, debido a la intimidante naturaleza de un descubrimiento,
no se había investigado esto.
Para diagnosticar el cáncer de páncreas
se busca en un marcador biológico
o un nivel alto de una proteína en el flujo sanguíneo.
Parece fácil, pero no lo es.
Verán, todos tenemos sangre sana;
litros y litros de sangre sana,
pero se busca un incremento pequeño en la cantidad de una proteína.
Es casi imposible.
En esencia, esta tarea equivale a buscar una aguja en un pajar.
Lo que es peor, es como buscar una aguja específica en un montón de agujas casi idénticas.
Entonces, comencé a investigar; tenía que encontrar un objetivo específico de estudio.
De hecho, comencé con una base de datos de más de 8 000 proteínas diferentes
que se encuentran en el cáncer de páncreas.
Afortunadamente, di en el clavo en mi intento número 4 000.
Encontré una proteína que podía usar:
la mesotelina.
Es una proteína normal,
a menos que se padezca cáncer de páncreas, ovario o pulmón.
En ese caso, se encuentra a un nivel muy alto,
un nivel muy alto que se manifiesta en el flujo sanguíneo.
ya que para esta enfermedad, lo fundamental es encontrar la proteína tempranamente,
cuando un paciente tiene una probabilidad de supervivencia de casi un 100%.
Si podía detectar esta proteína,
entonces, básicamente, tendría la esperanza de curar el cáncer de páncreas.
De ahí que cambié el enfoque y traté de detectar la proteína, ya que esa era la cuestión fundamental.
Encontré la respuesta en el lugar menos pensado:
en la clase de biología de la escuela preparatoria, el lugar más terrible para la innovación.
(Risas)
Básicamente, llevé a escondidas a la clase un artículo sobre nanotubos de carbono monocapa ;
me moría de ganas de leer ese artículo.
Un nanotubo de carbono monocapa es un tubo de carbono de un átomo de grosor.
Eso es... solo imaginen una tubería muy larga
de 1/150 del diámetro de uno de sus cabellos,
y tiene propiedades increíbles.
Son súper, súper increíbles.
Son como los superhéroes
de la ciencia de materiales.
Además, intentaba transferir el concepto de los anticuerpos —lo estábamos estudiando—
Un anticuerpo es, básicamente, una molécula del tipo llave-cerradura
que se adhiere específicamente a una proteína, en este caso, la mesotelina.
Intentaba combinar esa reactividad específica
con los nanotubos, que son muy sensibles a la red
de las estructuras tridimensionales de su red.
De pronto, me di cuenta.
Lo que podía hacer era poner un anticuerpo en esta red,
de manera que reaccionara específicamente a la mesotelina.
También cambiaría las propiedades eléctricas, basándome en la cantidad de mesotelina,
para poder medirla con un ohmetro de Home Depot de USD 50.
Muy fácil.
Acababa de tener esta revelación, cuando mi maestra de biología se me acercó toda alterada
porque me había visto leyendo el artículo; me lo arrebató de las manos
porque se suponía que debía estar escribiendo un ensayo.
Así que explotó y comenzó a sermonearme.
Finalmente la convencí, después de la clase y de un largo sermón
sobre el respeto que le debía en clase.
Finalmente me devolvió el artículo; en realidad, eso era lo único que yo quería
(Risas)
Así que comencé a investigar más, basándome en esta prometedora idea,
pero necesitaba espacio en un laboratorio,
ya que no se puede hacer investigación sobre el cáncer en la mesa de de la cocina.
(Risas)
Básicamente, hice un presupuesto, un cronograma, un procedimiento y una lista de materiales;
de manera que todos los profesores a lo que les envié un correo supieran que hablaba en serio.
Lo que pasó fue que le escribí a 200 profesores
de distintos Institutos Nacionales de Salud y de la Universidad Johns Hopkins.
Básicamente, le escribí a todo aquel que investigara el cáncer de páncreas.
Solo me quedaba ponerme cómodo y esperar a que los mensajes positivos me llegaran a caudales,
y yo podría elegir a placer.
(Risas)
Pero la realidad me golpeó.
Durante un mes recibí 199 mensajes de rechazo.
Uno de ellos fue bastante lejos y tachó sistemáticamente cada parte del procedimiento.
Fue un tanto deprimente.
Pero había un profesor con el que tal vez se podía hacer algo.
Después de 3 meses, pude encontrarlo para que me hiciera una entrevista.
Y allá fui con mi conocimiento, basado en la lectura de 500 artículos, más o menos...
... y comenzó el interrogatorio.
Porque, lo que pasó durante esa hora de entrevista fue que
llamó a más y más expertos tratando de encontrar errores a mi solución.
Permanecí sentado y contesté todas las preguntas;
adiviné algunas respuestas. (Risas).
Pero el interrogatorio valió la pena.
Obtuve el espacio que necesitaba en un laboratorio.
Después de eso, comencé un viaje de 7 largos meses para finalmente encontrar una solución.
Al principio parecía que nada daba resultado.
Todo era una metedura de pata y mi procedimiento tenía millones de errores.
Durante 7 meses,
lenta y minuciosamente resolví cada uno de esos errores.
Al final, terminé con un sensor de papel
que podía detectar el cáncer de
páncreas, ovario y pulmón al 100%.
(Aplausos)
Pero, he aprendido una lección muy importante durante esta travesía.
Aprendí que a través de Internet todo es posible;
se pueden compartir teorías y no tienes que ser un profesor
con muchos títulos para que se valoren tus ideas.
No importa el sexo, la edad, la raza; independientemente de eso
lo que cuentan son las ideas.
Para mí, eso es todo lo que cuenta.
"Redefinir lo importante" para mí es buscar nuevas formas de usar Internet.
No queremos ver sus fotos poniendo cara de pato.
(Risas)
En lugar de eso, podrían estar cambiando el mundo con Internet.
Podrían ayudar a detectar el cáncer de páncreas.
Así, si yo pude detectar el cáncer de páncreas,
imaginen qué podrían hacer Uds..
Gracias.
(Aplausos)