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Este es un dibujo
de Degas
de una joven bailarina
practicando
en la barra.
Es una de las petits rats o pequeñas ratas, las niñas que entrenan con
la Opera Ballet de París. Es un dibujo en
tiza negra con
toques de luz en gouache blanco.
Originalmente estaba en un papel rosa muy brillante,
que ya perdió su brillo. Me recuerda a las zapatillas de ballet Capezio, le agrega cierto encanto.
Mucho vocabulario de la danza
tiene que ver con líneas,
líneas que el cuerpo dibuja en el aire. Hay un paralelo interesante con el dibujo.
También los dos tienen que ver con la dificultad de capturar el movimiento.
La manera en que la pierna se mueve desde una posición baja hasta una alta,
parece torpe y sin gracia.
Incluso escribió una nota que dice en francés: "resaltar / hueso del codo"
que significa que debía enfatizar más el codo.
El Ballet busca la perfección
y podemos ver a la niña esforzándose,
mirando su pie casi con ansia.
Pueden imaginar al instructor gritando a las alumnas que levanten más las piernas.
Muchas de ellas venían de clases obreras. Había mucha esperanza puesta en ellas.
Y es una vida agotadora. Es la imagen de un cuerpo en formación,
un cuerpo que está formándose y moldeándose.
Su pie girado hacia afuera es antinatural.
Degas quería retratar el trabajo duro
que hay detrás de los escenarios
por conseguir la belleza y la ilusión que después la audiencia observa.
Viendo a esta pequeña bailarina
en esta posición torpe, vemos el realismo de Degas, en el sentido de que no intenta idealizar nada.
Traza las línea con gracia,
pero la bailarina no lo es.
Eso es parte de lo que lo hace
tan maravilloso.