Tip:
Highlight text to annotate it
X
Hola a todos. He estado alejado por un tiempo, pero estoy feliz de volver.
Entre otras cosas, recientemente he pasado bastante tiempo al aire libre
cultivando verduras, disfrutando el clima primaveral y no creyendo en Dios,
pero no necesariamente en ese orden.
Algunas personas contemplan la variedad y abundancia de la naturaleza
y ven la prueba de la existencia de Dios.
Bien, yo le he echado una buena mirada hace poco, y he visto abundante prueba
de la variedad y abundancia de la naturaleza, pero no he visto a Dios en ninguna parte,
y realmente no me sorprende, porque no creo que el violento maniático del Antiguo Testamento
sería capaz de crear ni un rábano, ni hablar de un mundo entero.
Porque un dios que teme a las nuevas ideas ciertamente no es ningún creador.
Pero además, su ansiedad por ser objeto de adoración nos dice que es un individuo extremadamente superficial,
lo cual es un poco preocupante, ya que supuestamente hemos sido creados a su imagen,
y su rápido recurso a la violencia nos muestra que además es profundamente estúpido.
Lo cual también suena incómodamente parecido a nosotros.
De hecho, este dios es tan limitado y tan agresivamente falto de sutileza
tanto de palabra como de hechos, que se puede perdonar a quien lo confunda con
alguna clase de ser humano primitivo, tribal y habitante del desierto,
y concluya, como yo, que no somos para nada sus hijos,
sino que en realidad él es nuestro hijo, y es un chico muy malo.
Incluso si estoy equivocado con respecto a esto, y puedo estarlo
(no soy infalible, como ciertas personas que podría mencionar)
y si Dios realmente sí creó el mundo, entonces todo lo que puedo decir es:
bien hecho, Dios, una ronda de aplausos para Dios.
Pero si encima de eso espera ser adorado,
entonces me temo que puede irse directo al infierno,
que es donde sospecho que se originó, si tal lugar existe,
porque el dios del Antiguo Testamento parece como si estuviera audicionando para el rol de Satanás.
Es difícil imaginarse una entidad más malévola sin ayuda
de un par de cuernos postizos y un tridente.
Observemos su trayectoria: sale del desierto hace unos miles de años,
matando y repartiendo golpes con abandono justiciero;
da a luz a tres religiones que se aborrecen unas a otras;
nos provee de escrituras sagradas que nos ponen a unos contra otros como a perros peleándose por despojos,
dividiéndonos entre "nosotros" y "ellos", entre creyentes e infieles,
asegurándose de que cada uno de nosotros nacerá con millones de enemigos instantáneos.
Gracias a este monstruo, vivimos en un mundo dividido contra sí mismo,
donde cada uno de nosotros es un infiel para alguien,
incluyéndote a ti, no importa lo que creas, e incluso aunque no creas en nada;
puedes tener la garantía de que alguien en alguna parte te odia a muerte por ello.
Bienvenido al planeta Tierra, el centro del universo. Disfruta tu estadía.
Aunque aparentemente no disfrutarla te llevará al cielo un poco más rápido.
Dada esta humillante y (seamos francos) vergonzosa situación en la que nos encontramos,
donde, gracias a este dios ridículo, el mundo entero parece estar en una órbita decreciente
en torno al agujero *** del Medio Oriente, de donde ni siquiera la luz puede escapar
(oh, ¿te diste cuenta de eso también?)
quizá la civilización es un poco demasiado pedir para esta etapa temprana de nuestro desarrollo
pero ¿no sería lindo si pudiéramos encontrar al menos alguna forma de resolver los conflictos artificiales
que este dios nos ha impuesto, sin recurrir a la violencia?
Lo siento, no quise decir eso. Lo retiro.
No sé qué me pasó. Estaba siendo tonto. Pido disculpas.
Por supuesto que la violencia es la única respuesta.
Después de todo, es el lenguaje de Dios. Ése será nuestro dios, el estúpido, el dios de la muerte.
"Cree en mí o arde en el infierno."
"Adórame o enviaré una plaga."
"Cerditos, cerditos, déjenme entrar, o quemaré sus ciudades hasta que no quede nada."
Y si es el lenguaje de Dios, y si fuimos creados en su imagen
(lo cual presumiblemente significa que él es también un tonto crédulo y supersticioso, pero ése es otro tema...)
entonces ése debe ser nuestro lenguaje también, y en verdad es casi el único lenguaje
en el que sabemos hablar cuando la situación llega a un punto crítico,
porque todo el mundo sabe que la amenaza de violencia es lo que hay detrás de la diplomacia
sin importar cuán cálido sea el apretón de manos o cuán encantadora la sonrisa.
De hecho, sin ella apenas podríamos relacionarnos unos con otros
por la razón perfectamente entendible de que somos demasiado primitivos y estúpidos.
Obviamente, no pretendo hablar por todos, sólo por la gente de este planeta en particular.
¿Qué tan estúpidos somos? Bien, mirémonos. Somos una raza de seres naturalmente curiosos.
Si no lo fuéramos, no estaríamos aquí.
La búsqueda de conocimiento es lo que nos ha impulsado hacia adelante desde el primer día.
Y sin embargo adherimos por millones a estos sistemas de creencias
que intencionalmente limitan el conocimiento, desalientan la curiosidad y santifican la ignorancia.
¿Por qué nos hacemos esto a nosotros mismos?
¿A qué le tememos? ¿A estar solos en un universo frío y vacío, es eso?
Así que preferimos estar sujetos a un dios cruel y estúpido y fascista antes que a ningún dios,
y temblar bajo la amenaza vacía de la perdición eterna como un montón de títeres cobardes.
Preferimos arrastrarnos a través de la historia, centímetro a centímetro de camino tortuoso y sangriento
porque tenemos este peso muerto adherido a nosotros,
esta inútil masa de pensamiento fosilizado que llamamos religión,
esta bola con cadena psicológica que parecemos incapaces de dejar atrás,
porque este dios nuestro puede ser estúpido,
puede ser tonto como un saco de cáscaras de nuez,
pero sólo puede reflejar la inteligencia que lo creó, el pobre bruto.
Hace dos mil años desde que Jesús vivió, si vivió.
Asumamos que sí lo hizo, sólo para enojar a algunos ateos.
Pero no digan que dije eso, o estaré en todo tipo de problemas.
Y Jesús puede haber sido un buen tipo de muchas maneras, pero no era ningún santo.
Tenía su lado oscuro. No era todo panes y pescado y lirios del campo, ¿sí?
Él fue quien inventó la idea de la perdición eterna, no Dios, sorprendentemente.
No hay nada en el Antiguo Testamento sobre gente cocinándose en un lago de fuego.
Eso fue idea de Jesús. Quizá Dios estaba tan ocupado matando y mutilando gente en ese momento y lugar
que se le pasó, y uno realmente puede entender eso
porque estaba muy ocupado después de todo,
pero uno tiene que preguntarse por qué Jesús asumiría ese costo
cuando parecía irle tan bien con sus milagros y sus parábolas
y su mensaje de dulzura y luz.
¿Por qué habrá sentido la necesidad de introducir la coerción y las amenazas?
Bien, porque claramente Jesús no era un tonto,
y rápidamente se dio cuenta de que estaba hablando con bárbaros estúpidos e ignorantes
quienes, a pesar de su mensaje iluminador y vital,
todavía necesitaban ser amenazados con violencia explícita para que se comportaran civilizadamente,
y dos mil años después nada ha cambiado.
¿Quién no se sentiría avergonzado?
Estoy más que avergonzado, si quieren que les diga la verdad. Estoy muy avergonzado.
Siento ganas de pedirle disculpas al universo por perder su tiempo.
Debe ser el católico que hay en mí.
Nos creemos tan avanzados, ¿verdad?, especialmente ahora que la ciencia está
cortando a través de once dimensiones,
haciendo el trabajo de la religión, de hecho,
tratando de iluminar el misterio de la vida en vez de suprimirlo,
pero aquí abajo daría lo mismo si no estuviera ocurriendo.
Las cosas son iguales que siempre.
Gente todavía adorando ídolos bobos, aún temiendo a los malos espíritus,
todavía acobardados bajo los cielos enfadados como una banda de cavernícolas asustados.
El único misterio para mí es cómo logramos mirarnos en el espejo sin reírnos.
Paz y días felices.