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La Jefatura Científica del Ministerio de Sanidad Israelí
en el marco de ERA-Net NEURON
un proyecto financiado por La Comisión Europea
Cannabis en el cerebro
Investigación sobre los efectos de marihuana y hachís
La planta de cannabis prácticamente en todas partes.
Se encuentra en Asia, China, Malasia,
en Oriente Medio, en África y,
por supuesto, también crece en Europa y Estados Unidos.
Millones de personas la usan
por los cambios que produce en nuestros pensamientos,
en nuestro comportamiento, en nuestros sentimientos.
Por desgracia es una, sin duda, droga peligrosa.
puede producir la tolerancia, puede producir adicción, en algunos casos.
Con suerte, la adicción causada por el cannabis
no es tan potente como la que produce la cocaína o la heroína
y puede tratarse con relativa facilidad.
Hasta hace relativamente poco, a mediados de los 60,
el constituyente activo del cannabis no se conocía.
Hemos identificado el componente: Tetrahidrocannabinol, THC
que es el único que causa estos cambios.
Durante muchos años no se sabía si estos cambios
eran debidos a alguna acción específica del THC,
pero a mediados de los 80,
se descubrió que hay un receptor en el cerebro
que se activa bajo el efecto del THC y desencadena una cascada de reacciones
que causan los cambios que identificamos como "estar drogado".
Pero ¿cómo es posible que el cerebro tenga un receptor
para el componente de una planta?
Nuestro cerebro no tiene receptores para los componentes de todas las plantas,
de hecho, no lo tiene para ninguno.
Así que empezamos a trabajar sobre la presunción
de que quizá haya en nuestro cerebro componentes
que actúan sobre este receptor en particular,
y que el THC mimetiza la acción de esos componentes en el cerebro.
Más tarde, hará unos 10 o 15 años, pudimos aislar dos componentes.
Uno lo nombramos Anandamida y el otro es conocido como 2HG,
que estimulan este receptor en particular y desencadenan esta cascada de reacciones
que identificamos como "estar colocado".
¿Por qué tenemos este sistema de receptores y los cannabinoides endógenos?
¿Sólo para provocar el “colocón”? No. Es un sistema fisiológico muy importante
que se ve involucrado en un enorme número de reacciones fisiológicas
y en un gran número de reacciones terapéuticas.
Por ejemplo, la Anandamida y el 2HG
forman parte del proceso de protección neuronal.
Cuando nos encontramos ante un trauma cerebral, por ejemplo,
el cerebro trata de reducir el daño
produciendo un exceso de estos componentes para minimizar el daño.
También intervienen en la ansiedad, en el sueño, y está involucrado
esencialmente en todas las reacciones fisiológicas que han sido investigadas.
Nuestra oportunidad está en que este sistema particular sea la base
sobre la que se desarrolle un gran cantidad de medicamentos.
En este momento hay un gran medicamento que se ha introducido en Europa;
una empresa ha fabricado un antagonista del sistema canabinoide
y lo utilizan para reducir el apetito
y para favorecer el metabolismo de las grasas, de forma que al final
podamos ver un efecto en la obesidad y las enfermedades asociadas a la ella.
Muchas otras empresas están trabajando en varios aspectos distintos;
por ejemplo, la inflamación, las enfermedades neurológicas,
tal vez incluso el Alzheimer.
Yo creo que en los próximos 10 años
podremos tener un amplio abanico de nuevos medicamentos,
igual que otras empresas ya están trabajando en todos estos aspectos.