Tip:
Highlight text to annotate it
X
Él pertenecía a la clase alta.
Pero nunca lo mencionó.
Sabía que yo iba a montaña después de estar con él.
Soy adicto. ¿Comprende eso?
Sí, lo comprende.
Pero no acepta la idea.
Si aceptara comprenderlo no podría seguir con su trabajo.
Yo también puedo comprender.
lr a montaña a veces o estar enamorado no es igual.
La gente piensa que todavía es más fácil.
El sexo es como la cabeza.
Algunos ganan más con él que una estrella de cine.
Sale por si solo...
...es muy bonito y no es para reírse.
El sexo es parecido. Es un don.
O eres capaz o no.
A mi me gusta... en cualquiera de sus versiones.
Prostituirse no es más que un trabajo.
Muchos no quiero que me toquen. Y otros sí que quiero.
No sé porqué razón. No me lo he planteado.
No son los más guapos, ni los finos ni los más ricos.
Algunos harían lo que quisieran por el mínimo precio.
Pero son clientes. Lo primero son los billetes.
Aunque estén buenísimos.
En montaña es otra cosa. Yo elijo.
Si me harto, se acabó.
Es al aire libre. Al amanecer, los pájaros cantan.
Es maravilloso. Tanta tranquilidad...
Casi todo el mundo ha ido a acostarse.
Y los que quedan se van deprisa, antes de que se haga de día.
Cuando ya no queda casi nadie...
...echo a andar sin pensar que puede pasar algo.
Sólo porque buscan lo mismo que yo.
Pasar un rato. Alguien con quien divertirse.
lncluso sentir placer. Sin pedir nada a cambio.
Pero después de varios clientes, si no has hecho mucho dinero...
...y aún estás a tiempo...
...sin ni siquiera estar drogado...
...paso allí la noche entera, imaginando aventuras.
Películas del oeste, Robin Hood..
También de guerra.
Estoy en territorio enemigo. Soy el último de un comando.
Camino agachado sin hacer ruido.
Y que nadie me vea ni me oiga.
O películas de terror.
Me siento al pie de un árbol...
...y dejo desfilar las imágenes hasta que llega lo peor.
Siempre la imagen...
A él no le sentaba mal que yo hiciera la carrera.
Lo comprendía... no le importaba.
Las noches que pasamos juntos, antes de dormirme...
...cuando me desanimaba y le pedía que me matara...
...me cogía entre sus brazos...
...y me apretaba hasta que me crujía la espalda.
Yo intentaba decirle la cosas, aunque fueran verdad.
Y le hacía gritar conmigo.
Gozar de esa forma.
Con cualquiera, aunque sea feísimo.
Es la cosa más bella que he visto en mi vida.
pero él... aún era más que eso.
Era la primera vez que veíamos el amanecer.
Odio a un tipo de grita. Es algo que odio.
Él lo hacía por mi culpa y... era el fin del mundo.
Habría preferido evaporarme.
Me contaba cuentos infantiles. Cualquier cosa.
Caperucita Roja, Hansel y Gretel...
Ponía una voz... como si gozara.
Con gusto.
Con esa voz podía decirme su receta de tarta de manzana.
Una vez me leyó un libro... ''Claudel''.
Estábamos en la cama.
Me dijo, ''espera, te leeré algo''.
Alargó el brazo y cogió el libro.
Yo estaba encima suyo.
Me puso boca arriba y apoyó el libro en mi pecho.
Busco una página. Se inclinó a besarme y dijo...
''Buenas noches''.
Volvió a abrir el libro, me besó y dijo...
''Amor mío''.
Entonces por fin empezó a leer.
No me acuerdo de que hablaba, pero...
Es la única vez que he dormido boca arriba.
Como si estuviera en un colchón en medio de un lago.
Me prestó el libro.
Nunca he podido llegar más allá de donde él me leyó.
En un momento dado sonó el teléfono.
Sus amigos querían ver los fuegos artificiales.
Cuando iba a su casa volvía muy tarde y excitado.
Estaba caliente. ¡Caliente!
Como si tuviera fiebre.
Me costaba un rato calmarlo.
Me explicaba de qué discutían pero no era él quien hablaba.
No era la misma persona con la que yo me acostaba.
Yo sólo venía coger pero al hablar discutíamos.
Cuando echó a su compañero de piso todo cambió.
lba a reuniones pero ya no hablábamos de ello.
Cuando esté harto o se acaben las cintas, dígalo.
Me callaré.
Aquella tarde, cuando colgó fue diferente.
Lo contrario de lo que solía pasar.
Duró algunos segundos... unos minutos.
Por primera vez, sus amigos no eran lo más importante.
Sentía que estaba conmigo mientras hablaba por teléfono.
No digo en la cocina. Porque allí estaba el teléfono.
Conmigo en su cabeza.
No volvió como un extraño para acostumbrarse a mí.
Sucedió lo contrario.
Dijo que tenía algo que hacer, mirándome fijamente a la cara.
Yo sudaba. No sabía donde meterme.
Les dijo que volvería a llamarles.
Creo que tenían concertada la reunión.
Supusieron que había cenado. pero él había cambiado de idea.
La chica del teléfono parecía muy colgada con él.
Me dijo que si le presentaría a mis amigos.
Le dije, ''no sé''. Pero mentí. Y lo notó.
Nunca pensé en hacerlo. Lo nuestro no iba a durar.
Lo pensé mientras hablaba por teléfono.
Por su voz... sus manos...
...su piel... sus ojos...
Hacía un mes que salíamos.
Lo comprendió.
Me dijo que sentía lo mismo. Que no quería mezclar las cosas.
Había que tomar una decisión.
Y acababa de tomarla.
No sé cómo explicárselo. No busco que me crea...
...sino que me comprenda.
Me estaba diciendo que yo hiciera lo mismo.
No me pedía nada.
Volvimos a besarnos...
...y a hacer el amor.
La única vez que lo he hecho de verdad.
Esos cuentos de él es yo y yo soy él.
Es verdad, eso existe.
´ No sé explicárselo. Eramos como una sola persona.
No me parecía que fuéramos diferentes.
No puedo hablar de eso sin que parezca cursi.
Las palabras están agotadas
Parece que la palabras no quieren combinarse.
Ni siquiera sé si él... habría podido.
No recuerdo los detalles. Todo marchaba solo.
Ya no estábamos en la cocina. Estábamos fuera de la Tierra.
¿ Lo ve usted? No hay manera.
¿Cómo es posible que las palabras sean así?
Pensamos lo que nos enseñan en la escuela.
Una palabra para cada cosa y cada cosa con su palabra.
Aprende a conjugar los verbos y a usar el complemento.
Cuando lo dices todo el mundo lo comprende.
No escuches a los que escriben. Están enfermos.
Se pasan, se complican.
Lo que tengas que decir, dilo.
¿Por qué estoy bloqueado si es tan sencillo?
Parece que esté contando una historia imaginaria.
Pero no estaba borracho.
Ni siquiera habíamos abierto la botella de vino.
Yo no había fumado. Es verdad.