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Buenas tardes y muchas gracias.
Muchas gracias por invitarme a este gran evento TEDxCórdoba 2012.
Me siento muy honrado de estar aquí para compartir una idea.
Una idea que, desafortunadamente, no es mía.
Una idea concebida hace dos o tres décadas
en este pequeño reino himalaya de Bután.
Esta idea de Felicidad Interna Bruta y de perseguir
una filosofía de desarrollo basada en la felicidad del pueblo.
Algo muy poco convencional
cuando empezamos.
Esta es la idea que he venido a compartir en el espíritu
del tema del evento: "Ideas que mueven ideas".
Damas y caballeros, el arquitecto de la filosofía
de la Felicidad Interna Bruta no es otro que
Su Majestad, el cuarto rey de Bután, Jigme Singye Wangchuck.
La imagen que verán es la del cuarto rey.
Y su tesis fue que la FIB es más importante que el PIB.
Y entender que los seres humanos
necesitan la felicidad es vital para la sociedad.
Esta era la convicción
cuando él concibió la idea.
El tema de mi charla, bueno, se centrará principalmente
en la Felicidad Interna Bruta.
Voy a tratar de darle un matiz internacional para ver cómo podría
aplicarse la felicidad en otras partes del mundo.
Y para redefinir y ver el significado
del desarrollo y si podemos perseguir
un desarrollo con una visión y una política diferente.
Cuando se habla de desarrollo
¿qué nos viene a la mente?
La economía, ¿sí?
Esencialmente, que el desarrollo, en realidad, significa crecimiento.
Pero lo que ha ocurrido por lo general
es que no se ha perseguido el crecimiento en su verdadero sentido.
En esencia, se ha asociado el desarrollo
al crecimiento económico.
Y, en mi leal saber y entender, el crecimiento
no necesariamente significa sólo crecimiento económico,
hay otros parámetros y otros requisitos.
El crecimiento material por sí solo no representa
el crecimiento verdadero.
Y hay evidencia que dice que hay una correlación mínima
o no hay correlación entre la prosperidad económica
y la felicidad o el bienestar del pueblo.
Al perseguir el desarrollo con la visión
de la visión meramente material, basada en el PIB,
el mundo que enfrenta una serie de problemas y, ¿cuáles son las consecuencias?
El mundo, según creo, está en una búsqueda loca de beneficios económicos.
Y esto ha ocasionado una serie de conflictos.
Hoy, estarán de acuerdo conmigo,
el mundo entero está en conflicto.
Enfrentamos conflictos de crisis.
Crisis sociales, crisis culturales, crisis económicas, crisis financieras.
Y, sobre todo, el tema que más define a la crisis
que enfrentamos como humanidad, como dijera una vez la Sra. Marina Silva:
la crisis de la ética y los valores.
El patrón actual de la tasa alarmante
de crecimiento del consumo y la producción
no es sustentable.
Tenemos que buscar una solución.
Tenemos que buscar una alternativa.
Es fácil decir que tenemos que buscar,
es fácil decir que estamos inmersos en un problema.
Entonces, ¿cuál es la solución?
Esta es la pregunta que tenemos que hacernos.
Para eso volvemos a la pizarra y nos preguntamos:
¿cuál debería ser la relación entre un Estado y su pueblo?
Para mí, en mi opinión, un Estado sin su pueblo no es un Estado.
Por lo tanto, hay un adagio que dice:
"Como soy yo, así es mi Nación", que define claramente
que el factor o la cuestión más importante
de un Estado es su pueblo.
Por ende, son los ciudadanos quienes, en forma colectiva,
definen el carácter de un Estado,
entonces, lo que importa es el pueblo.
¿Cuál es el deber del Estado? Debería ser únicamente servir a su pueblo.
Ahora, veamos.
Si el pueblo es el centro del desarrollo
y el eje de nuestras acciones,
¿qué debería hacer el Estado?
¿Están haciendo lo que deberían?
En mi opinión, la responsabilidad principal del Estado
debería ser perseguir los objetivos de desarrollo
que sea de interés para el pueblo.
Y el interés del pueblo, en mi leal saber y entender,
no es sólo el crecimiento material.
Como humanos, tenemos otros requisitos.
El Estado también debería adoptar las políticas correctas
que promuevan la felicidad y el bienestar.
Y la felicidad y el bienestar es algo universal
que gusta tanto a individuos
de América Latina,
o de América del Norte,
o de Asia.
Por eso los factores más importantes que promueven la felicidad individual
escapa al control de los individuos.
De allí la importancia del papel del Estado.
Las decisiones políticas tomadas por el Estado
tienen una influencia tremenda
en la forma en que los individuos pueden desarrollar su felicidad.
Por eso el Estado tiene
un papel importante que cumplir.
Y la mejor manera de hacerlo es poniendo al pueblo
en el centro de las políticas de desarrollo.
Veamos los típicos objetivos de desarrollo
que, como dije, se han perseguido:
ya sea aumentar el PIB, —estamos hablando de ahorros—
o incrementar o reducir el déficit financiero.
Estas maneras o enfoques, son los enfoques convencionales
que se han empleado.
En mi opinión, son sólo medios hacia un fin mayor.
Y ese fin, damas y caballeros, creo es la Felicidad.
Ahora, habiendo dicho que la felicidad es el tema central
o el factor más importante para el individuo
y, por ende, el deber de los Estados promover dichas condiciones
que promuevan la felicidad en los individuos,
¿podemos basar la visión y la política
de desarrollo en la felicidad?
¿Es posible?
Muchas personas no estarán de acuerdo conmigo y dirán que la felicidad
es algo muy subjetivo y relativo
que no se puede verificar de manera objetiva o medible.
Y, por ende, que no es posible.
Pero, damas y caballeros, la experiencia que he venido a compartir con Uds.
es algo que debiera decirme, o decirles, que es posible.
Veamos lo que ha estado ocurriendo en los pocos meses y años
desde que el mundo enfrenta esta serie de problemas.
Si saben, y si están de acuerdo
—creo que muchos de Uds. habrán oído—
que el expresidente francés Sarkozy encargó,
lo que se llamó la Comisión Sarkozy, o el Informe Sarkozy
que buscaba maneras alternativas
de medir el bienestar del país.
En principio buscaba la felicidad como un aspecto de ello.
También hay ONGs y organizaciones independientes
que tratan de medir la felicidad
de los países y de clasificarlos.
Y el Índice Planeta Feliz es una forma de hacerlo.
Y el último fue el Informe de David Cameron de la Felicidad
que trata de ver si Gran Bretaña, como país,
y los ciudadanos británicos, están en la métrica de la felicidad.
Y, claro, en Bután
hemos tenido esta filosofía de Felicidad Interna Bruta
en las últimas cuatro, cinco, décadas
y nos pareció que era nuestro humilde deber tratar de compartir
las experiencias que hemos tenido, una vasta experiencia.
Y, por lo tanto, presentamos a la ONU una resolución
que declara a la felicidad y el bienestar
como objetivos o derechos humanos fundamentales.
Luego, creo que hay algo llamado "El club de la felicidad",
en algún lugar de Brasil, que también es alentador.
Así que, damas y caballeros, veamos si las experiencias de Bután
serían un paso adelante en busca
de un paradigma de desarrollo alternativo.
He hablado de la evolución del concepto.
Luego me referiré al desarrollo de los indicadores de felicidad,
y después trataré de convencer a los escépticos
que piensan que la felicidad es algo que no se puede medir.
También miraremos la puesta en marcha de la FIB.
Damas y caballeros, tómense un minuto
y acompáñenme en un viaje por Bután.
No tengo sonido.
Como sea, este es el mapa de Bután.
Un pequeño país en el Himalaya.
Estamos entre China e India,
lo verán, y la mayor parte de los desafíos que enfrentamos,
como pequeño país del Himalaya,
intercalado entre los dos gigantes de India.
Verán las fotos del lugar.
Esto es para darles una vista a vuelo de pájaro de Bután.
La arquitectura está intacta.
El perfil del país, 43 038 km2,
con 650 000 personas, muy pequeño,
la mitad de la población de Córdoba, creo.
Veamos la evolución.
Como mencioné, el concepto de Felicidad Interna Bruta
fue concebido por un gran líder con una visión sin par,
y un estadista sin igual,
el cuarto rey de Bután.
Y ya en 1970 propuso
siendo un adolescente de 17 años
que tuvo que tomar el reinado del país y convertirse en rey,
al morir su padre de forma prematura.
Él siempre persiguió esta política que puso al pueblo
en el centro del desarrollo.
Y, tanto es así, que aún hoy en día mientras estamos construyendo
una monarquía democrática,
todavía tenemos el requisito de buscar la felicidad
como objetivo de desarrollo.
La razón de ser, como he dicho, los seres humanos
tenemos necesidades más complejas que las materiales.
El crecimiento del PIB no necesariamente conduce a mayores
bienestar y felicidad.
La evidencia también sugiere eso.
Para darles una explicación gráfica,
si uno persigue el desarrollo meramente basado en el PIB
o en el crecimiento financiero, rompe el equilibrio.
Por otro lado, con sólo lo no material, también se rompe el equilibrio.
Por eso buscamos un equilibrio entre
lo material y lo no material para lograr la felicidad.
¿Qué es entonces, la Felicidad Interna Bruta?
Para nosotros, la Felicidad Interna Bruta es un enfoque de desarrollo
que busca alcanzar un equilibrio armonioso entre
el bienestar material y las necesidades
espirituales, emocionales y culturales de una sociedad.
Y se basa en la creencia de que la felicidad "es" el deseo último
de todos los ciudadanos y es un objetivo de desarrollo
que permitan crear condiciones favorables para el pueblo.
¿Cómo definimos la felicidad?
¿Cómo hemos buscado la felicidad?
¿Cuáles han sido los pilares que nos han guidado
en estos treinta o cuarenta años
del proceso de desarrollo del reino?
Tenemos cuatro pilares: desarrollar el aspecto socio-económico,
preservar y promover la cultura, conservar el medio ambiente
y luego, claro, el buen gobierno.
Creemos que conforme tengamos estos cuatro pilares en mente
deberíamos poder lograr FIB en cualquier actividad emprendida.
¿Qué hemos hecho para poner en práctica este concepto?
Tenemos un sistema de planificación quinquenal.
Y la agencia de planificación central
es la principal responsable de desarrollar los planes.
Ahora tenemos lo que llamamos
la Comisión de Felicidad Interna Bruta,
que mantiene y da prioridad a la FIB en las políticas de desarrollo.
Tenemos todo tipo de indicadores que ayudan a medir la FIB.
Entonces, ¿qué es el Índice FIB?
Es una estadística compuesta que mide
el progreso butanés en las mejoras en la felicidad.
Está formada por 9 dominios, 33 indicadores y 124 variables.
Disculpen, voy rápido porque me estoy quedando sin tiempo.
¿Cuáles son estos 9 dominios?
Tenemos formas convencionales de medir
el progreso del país
y son las resaltadas en rojo.
Estos son los enfoques convencionales.
Y tenemos maneras no convencionales que son las siguientes:
bienestar psicológico, uso del tiempo, vitalidad de la comunidad
y luego, claro, la diversidad cultural y la resiliencia.
Así, tenemos 9 dominios, dentro de los cuales tenemos
83 indicadores y 124 variables.
Llevamos a cabo una encuesta anual —una encuesta bianual—
para evaluar hacia dónde vamos, y en base a los resultados de la encuesta
hacemos intervenciones políticas para corregir en áreas
donde sentimos que no nos va tan bien.
Para darles un ejemplo de uso de los indicadores.
Por ejemplo, tomemos el bienestar psicológico, la educación
y la vitalidad de la comunidad... En la encuesta los resultados muestran
que esos indicadores caen, entonces, ¿qué hacer
como política de estado, como intervenciones estatales?
Tenemos que diseñar y pensar políticas y medidas
para ayudar a elevar el bienestar psicológico.
Del mismo modo, en la educación, hacemos intervenciones
para mejorar en el campo educativo.
Luego tenemos las intervenciones en la vitalidad de la comunidad
como decisiones de política estatal a diseñar y promover.
Y, como ejemplo, está el sector educativo.
Al mirar el campo educativo sin los lentes de la FIB,
desde una perspectiva convencional estaba perfecto.
Tenemos un sistema educativo al que le va muy bien,
el crecimiento de la tasa de matriculación fue del 120 %, etc. etc.
Pero al ponernos los lentes de la FIB advertimos:
"Oye, espera, no nos va tan bien".
Así, el Índice FIB nos ayuda a tener un enfoque más saludable
y le permite al gobierno hacer intervenciones políticas.
También tenemos lo que llamamos la herramienta de Monitoreo de Políticas de FIB.
No estoy seguro de si otros países tienen esta herramienta de monitoreo
en la que las grandes decisiones políticas tomadas por el país
en el contexto de cualquier intervención de desarrollo,
está sujeta a esta herramienta de monitoreo.
Así, siempre que el monitoreo de las medidas pase el umbral mínimo,
la política se aprueba.
Pero si la política no cumple los requisitos mínimos
entonces la política se rechaza y se devuelve a la agencia
que propone esa política con unas recomendaciones
de cambio necesarios para ayudar a lograr o promover
la felicidad en el país.
Así que, en conclusión, damas y caballeros
—no me está yendo tan mal con el tiempo, pensé que me estaba yendo muy mal—
la felicidad, como dije, es una aspiración humana universal.
Y, por ende, creo que debería perseguirse
como política estatal de desarrollo.
Y no basta con entrar en esa loca carrera económica
de la prosperidad material.
Y, para lograrlo y aplicar lo hecho en Bután
en materia de perseguir la FIB, tenemos que mirar distintos contextos
en función de las sensibilidades culturales y religiosas que intervienen,
y preguntarnos qué significa ser feliz en la sociedad
o cuáles son los parámetros que definen la felicidad para nosotros.
En Bután, como dije, hemos visto 4 pilares,
9 dominios y 83 indicadores,
que en esencia reflejan la felicidad de la sociedad butanesa.
Pero para que sea aplicable o replicable a escala internacional,
en otras partes del mundo, los estados que deseen hacerlo
tendrán que verse a sí mismos
y determinar los parámetros que definan su felicidad.
(Aplausos)
¿Cuántos de Uds. están felices hoy?
Diría que el 90 % está feliz porque son los 100 afortunados ganadores de esta lotería, ¿no?
Buena suerte. gracias.
Muchas gracias.
(Aplausos)