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Camino a la Ascensión: Una clase de Maestría
con Almine
Episodio 2
Veremos por qué la muerte nos roba energía y por qué, de hecho, la Ascensión nos da poder.
Para entender esto, tenemos que ver profundamente dentro de la Física Cuántica.
Hay un tipo de partícula que, por falta de otra palabra mejor, las llamo ‘partículas de presencia,’ y contienen los patrones de existencia.
Estas son partículas que sueltan y absorben poder.
Estos bloques básicos de la vida, si se pueden describir así, son aquellos que trabajan específicamente con poder.
Para poder entender porqué la Ascensión nos da poder y la muerte nos da lo contrario, hay que entender como trabajan.
Si toman un vaso y ponen un círculo de cartón encima y encima del cartón ponen partículas de metal y,
usando un diapasón hacen el ‘ting’ contra el vaso, se forman unos diseños muy bellos producidos por el sonido actuando en las partículas de metal.
Si toman el siguiente diapasón de tono más alto, y lo usan igualmente,
las partículas se van a reacomodar dando una formación más intricada porque la nota del diapasón es más alta.
La vida es igual.
Las frecuencias de nuestra vida, adentro de esta partícula tan particular – mantenidas adentro de ella- determinan la forma de existencia.
Si la forma cambia de un orden bajo a un orden más alto, necesita menos cantidad de poder para mantener la unidad de nueva forma.
Por esto, cuando la forma cambia, el poder se dispersa hacia el medio ambiente en la misma medida.
Revisemos esto dado que es un poco complejo.
Si tenemos una forma que tiene una nota baja de existencia y la cambiamos a una forma más alta,
- en otras palabras, la elevamos a algo más evolucionado, o más refinado o más consciente –
entonces esa forma superior no necesita tanta energía y la deja salir al medio ambiente;
dado que ese poder o energía puede escaparse o, igualmente, puede ser contenido; debido a esto, es posible que ese poder este a nuestra disposición.
Esto es exactamente la diferencia entre muerte y Ascensión.
Por ejemplo, cuando alguien asciende, de hecho se mueven de un patrón inferior de existencia hacia un patrón superior.
Igualmente, la nueva forma de vida - el arreglo de esas pequeñas partículas bloques de vida que forman todos nuestros cuerpos – no necesita tanto poder.
Y lo dejan ir.
Pero el cuerpo de esa persona en particular, ese maestro, contiene ese poder todavía y es por eso que el cuerpo lo recibe como un regalo.
Pero si el cuerpo muere, ese poder se escapa.
Tenemos alrededor de nuestro cuerpo a todos los otros cuerpos sutiles formando un capullo.
Los videntes Toltecas lo llamaban ‘el capullo luminoso del hombre’.
Contiene el cuerpo etérico y los otros cuerpos más sutiles que están encimados uno adentro del otro como las Muñecas Rusas.
Cuando la muerte viene, ese capullo luminoso que contiene mucho de nuestro poder, se dobla y se rompe
y se arruga como un globo al cual se le ha salido el aire y ahí queda hecho pedazos.
Se dobla y, de hecho, se queda alrededor de los pies de la persona como si fuera un saco embriónico.
Todo el poder que contenía se escapa cuando el rito de purificación que es la muerte sucede. Simplemente se escapa al medio ambiente.
Luego el alma se va hacia el mundo del espíritu y no intenta eso…
Podemos ver claramente que hay un ligero paso hacia arriba pero hay mucha perdida de energía. Energía y consciencia van de mano en mano.
Necesitamos energía, necesitamos poder.
Ese poder se pierde inclusive también para nuestro viaje de evolución, ya que siempre vamos más y más adelante porque no hay destino.
Esta es la razón por la cual durante la muerte, la energía se escapa.
Con la Maestría Ascendida, el poder y la energía se nos hacen disponibles, pero en forma contenida
porque si nos mudamos a los mundos superiores, nos llevamos a nuestros cuerpos con nosotros;
y si escogemos quedarnos en el cuerpo físico nos lo traemos y lo usamos como Maestro Ascendido en carne y hueso.
Hay que empezar desde el principio y ver claramente las etapas por las que pasamos al ir evolucionando en este viaje mas allá de lo magnifico – que es el viaje de Ascensión.
Tenemos tres etapas principales a través de las cuales evolucionamos, manteniéndonos como seres humanos hasta llegar a la cima de la Maestría Ascendida.
Hay tres etapas principales.
Veremos a la primera etapa y a sus tres fases –porque cada una de estas tres etapas tiene tres fases incluidas,
haciendo un total de nueve fases por las cuales vamos a evolucionar hasta llegar a la cima de la evolución humana.
La categoría más baja y también mas grande de estas tres fases, la sección más grande y baja, se llama ‘identificación del ego’.
Ya hemos hablado de esto un poco.
En este estado hay un diálogo en la mente.
De donde viene el diálogo? Hay que ver con mucho cuidado todo esto.
Pero así es….Las tres fases están en esta etapa
El diálogo, ocasionado por la identificación del ego, viene de resistir a la vida.
Los pensamientos, o el diálogo, ocurren como resultado de resistir a la vida.
Esta resistencia puede venir de muchas maneras.
Primero, esta resistencia es el resultado de no vivir una vida en la cual la experiencia produce nuevo entendimiento y puntos de vista.
En otras palabras, cuando ha habido un trauma, o simplemente no hemos aprendido las lecciones de la vida,
estas se quedan suspendidas por medio de este diálogo.
En la medida que sigamos viviendo en nuestra cabeza, no sentimos el dolor en el corazón.
El resistir ver a partes de nuestra vida que nos darían nuevos puntos de vista y nos ayudarían a desechar cargas que no tenemos por que tener
– cualquier demanda que se exija de nosotros, tiene como resultado el diálogo interno.
Otro tipo de resistencia a la vida es cuando la gente dice que están buscando la Verdad,
pero generalmente solo buscan lo que va de acuerdo con sus creencias.
Y esas creencias constituyen la esclavitud más grande de la humanidad.
Desde la infancia, somos indoctrinados por adultos con buenas intenciones, padres y maestros
que nos dice ‘así es la vida’ o ‘la vida no es así’.
‘El fuego quema’, ‘el agua moja’.
Bueno, no necesariamente.
Varias veces he demostrado en mis clases cuando me lavo las manos en fuego al igual que me las puedo lavar en agua.
Solo quema cuando nos han dicho que quema.
Si nos dijeran que el fuego es solo luz, no nos quemaría.
Condicionamiento social: Con éste, nos oponemos a cualquier cosa que no esta de acuerdo con nuestras creencias.
La cárcel de nuestras creencias se hace cada vez más y más densa; las creencias son mantenidas en su lugar por el diálogo de la mente.
Hay otro lugar, entre otros muchos, en el cual la resistencia a la vida se manifiesta a si misma.
Y es en donde nos limitamos a nosotros mismos - porque de Verdad, cada uno de nosotros es un Ser tan vasto como el Cosmos que esta teniendo una experiencia humana;
una consciencia, una perspectiva única sobrepuesta sobre todo lo que existe, que es el punto focal interno de nuestra humanidad.
Si empezamos a limitarnos con etiquetas, también nos oponemos al verdadero Ser que realmente somos.
Nos estamos dando a nosotros mismos más cadenas y más etiquetas, lo que los Videntes Toltecas llaman ‘la historia personal del ser humano’.
Podemos pensar que no somos buenos para las matemáticas, o para ser atletas, o con la tendencia de estar de mal humor - en las mañanas, o ser muy útiles -
que nuestro valor esta en servir a los otros, en ser muy organizados;
repetimos estos rasgos de carácter que son etiquetas que nos dieron desde nuestra infancia y lo que hacemos con ellos es vivirlos.
Y al vivir de esta manera, al vivir de nuestra etiqueta, se crea un diálogo en la mente.
También, por supuesto, está la resistencia que conocemos muy bien:
no nos entregamos con confianza a nuestros ser superior en el proceso de nuestra vida,
con fe en la perfección de la visión más grande del Infinito y en su lugar,
nos oponemos a la vida y tratamos de controlarla.
Cuando la controlamos, la vida es vivida en la forma que los Toltecas llaman: ‘la locura dentro del sueño”
Hemos diseñado nuestras experiencias con mucho cuidado.
Cada experiencia nos da exactamente lo que tenemos que aprender para subir a niveles más superiores.
Pero después de haberlas diseñado con todo cuidado, antes de encarnar, nos oponemos con furia a todo aquello que creemos es incómodo.
Y, desafortunadamente, cuando hacemos esto,
el diálogo interno se ocupa de crear experiencias en nuestra vida cada mas incomodas porque la mente egóica no fue creada para dirigirnos.
Cuales son las fases en esta gran etapa de identificación del ego?
Bueno, la primera fase es la Fase del Iniciado.
La segunda fase es la fase del Adepto
y la tercera fase es la llamada Maestría,
Pero queridos hermanos y hermanas, la verdadera Maestría tiene la opción de silenciar la mente.
Quizá se le puede dar otro término como el de ‘místico’.
Sin embargo, no todos los que son místicos entran en esta fase.
Si alguno de ustedes quisiera darle un nombre, ciertamente lo pueden hacer.
Se necesita bastante maestría para silenciar la mente, por eso la he llamado ligeramente ‘la fase de Maestría’.
En ella, todavía no hay la opción vivir con la mente en silencio. fases: el Iniciado, el Adepto y el Maestro.
En el nivel del Iniciado, nos ocupamos de las mismas cosas que existen en las primeras fases de cada una de tres estas etapas grandes.
La primera fase de cada una de estas tres etapas, tiene que ver con desechar todo aquello que ya no nos sirve.
Tiene que ver con dejar morir lo que es viejo.
Perderemos amigos, sentiremos que nuestro trabajo es muy aburrido para continuar haciéndolo,
quizá nos queramos mudar, quizá queramos comprar el coche que siempre hemos querido y finalmente vamos a gastarnos el dinero y lo compramos.
O sea, de una forma u otra, la vida se vive en forma más elevada, más llena, más completamente. Esto es parte de desechar lo viejo.
Aun más, la primera fase de cada una de estas tres etapas, tiene un reto muy específico.
Y ese reto consiste en dejar de ir a todo lo que sabemos, o todo aquello que creemos saber y por eso, de repente todo se vuelve en algo que da miedo.
Al iniciar cada clase, lo primero que hago es desmantelar las creencias,
porque como maestra, mi tarea es liberar a los otros de sus prisiones.
Y esas prisiones están formadas por las creencias y el diálogo del ego de la mente.
Sin embargo, si el maestro o la maestra tienen un nivel bajo, lo único que hacen es en guiarnos a dar vueltas alrededor de la pecera.
No hay salida hasta que la mente entre en silencio.
En esta primera fase – desechar lo viejo y encontrar que todo esto da un poco de miedo –
lo que sucede es que hay una purificación en nuestro sistema de chackras.
La purificación en el sistema de chackras empieza a liberar algunos de sus desechos, sacándolos hacia afuera.
Debido a esto, los chackras se vuelven esféricos en lugar de ser como cónicos, con la punta del cono hacia adentro
– abriéndose en la parte delantera y en la parte de atrás y con una parte delgada hacia la mitad por donde corre el tubo pránico
así se ven si se cortase el cuerpo de atrás hacia adelante.
Lo que sucede en esta fase es que el tapón del centro del chakra se sale y entonces uno empieza a obtener una transfiguración
en esta primera y grande etapa, del sistema de chakras. Este es el paso del Iniciado al Adepto.
Se gradúan cuando dejan de ver la vida según aparece.
No dejan llevarse por las apariencias. Ven más allá de la superficie.
Este es el requisito para graduarse del Iniciado al Adepto.
El Adepto ve a las cosas simbólicamente, ve más allá de lo que se muestra y no toma la vida como aparece.
Por ejemplo, si alguien le da una cachetada al Adepto,
sabe que él ha co-creado, en parte, esa situación,
y que hay algo que necesita aprender de esta experiencia desagradable.
Pone atención y se da cuenta que esa mañana fue gritón y cortante hacia su pareja;
y el ‘niño interno’ de la pareja sintió como si lo cacheteasen y que se marchitó debido a esa falta de bondad.
Así, esa persona entiende que es igual de doloroso el infligir una cachetada verbal con su lengua.
Y así Aprende la lección.
Como lo ven, el Adepto aprende a controlar su vida.
Deja de pensar que es la víctima.
Empieza a ver que es el co-creador de sus circunstancias.
Y cuando se empieza a ver esto, hay una descarga endocrina, un ‘impulso,’ si se puede decir.
Se empieza a sentir un surgimiento de poder o energía a través del cuerpo.
En la medida en que se van cambiando las cosas de la visión inmediata, como cambiar los problemas a entendimientos
- como cambiar lo desconocido a lo conocido a través de la experiencia- uno se da cuenta que ocurren surgimientos de poder, de energía.
Y en la medida que esto sucede, uno se gradúa al nivel de Maestría, pero solamente cuando se han superado las pruebas de la etapa del Adepto.
Y como se lo imaginan, esta segunda fase de esta etapa grande - ocurre en cada una de las segundas fases de las tres etapas grandes.
Así es, si lo vemos.
La prueba de la segunda fase es la adicción.
Tomos conocemos a alguien que se comporta como la reina del drama;
todos hemos visto a aquellos que tienen una buena causa para pelear
– brincan de una cosa a la otra, como los cruceros que pelean defendiendo una causa a toda costa, dando sermones de como ver al mundo.
Esta es una persona adicta al desafío, porque el adepto prospera con los retos, y el reto les da más y más poder o energía.
Sin embargo, si pelean las luchas que ya no le dan entendimiento
– que de hecho es la única lucha que vale la pena porque cada pelea se hace para ganar una percepción más comprensible y por lo tanto mayor consciencia –
si pelean en una lucha que no es de ellos porque ya no les da más entendimiento,
se han vuelto adictos a este tipo de desafío porque obtienen a través de ello un surgimiento de energía.
Si no sucumben a esta adicción, siguen adelante.
Llegan a un lugar en el cual la vida responde bastante a sus intenciones;
empiezan a tener una cantidad de poder.
La mayoría de los maestros chamánicos, la mayoría de los místicos que demuestran milagros están en esta segunda fase
de identificación del ego. Hacen un trabajo valioso, como todos los maestros lo hacen
– pero a cierto punto, van a tener que dejarlo atrás, ellos mismos van a tener que cambiar.
Esta fase presenta alternativas a escoger muy grandes.
Cada elección en esta tercera fase involucra poder.
Es muy grande. Se necesita superar algo grandísimo dado que hay un brinco inmenso entre cada una de estas tres etapas.
En esta cima de la identificación del ego, a la que le llamamos el nivel de Maestría,
donde los milagros empiezan a suceder comúnmente y los eventos sincronizados son tan maravillosos,
podemos sucumbir al encanto de ‘este camino de la gran aventura’,
como lo llaman los Toltecas, o, mantener nuestra visión firmemente fija en ganar percepción
- no poder, no milagros y por lo tanto no elogios de los seres humanos.
De hecho, el Maestro decide esconder sus milagros,
para no quedar atrapados en la adoración de aquellos que ven algo en ellos, pero que en realidad deberían desarrollar ese algo
en sí mismos. Empiezan a esconder los milagros.
Y ahí es cuando ya están listos para dar el gran salto,
porque no han sucumbido al ego que los invita al camino del exhibicionismo que es poderoso
- lo que los yoguis llaman siddhis – que son los grandes poderes pero que no tienen nada que ver con consciencia.
Entonces, hermanos y hermanas cuando están en esta fase, si no buscan poder pero fijan sus ojos en buscar percepción,
hacen la maravillosa transición a la siguiente grande etapa que es la etapa de la Consciencia de Dios.
Si observamos la Consciencia de Dios, vemos por supuesto que tiene tres fases y también vemos que tiene pruebas:
la primera es miedo, la segunda adicción y la tercera y última fase de esta etapa tan grande tiene que ver, de alguna manera, con poder.
Da mucho miedo, a menos que uno sepa - por eso ustedes están tomando esta clase –
a menos que uno sepa los signos de que lo que esta pasando es la entrada a la primera fase de la Consciencia de Dios
Recuerden que hemos dicho que era como un vaciarse , de la muerte de lo viejo.
Esta forma de vaciarse tiene que ver con el silencio de la mente.
Es como llenar una cubeta con bolas de golf y darle la vuelta a la cubeta para que se vacíe completamente.
Uno se siente vacío. Y lo que da más miedo es el no poder ni siquiera, sentir ninguna emoción.
Cuando yo entre en esta etapa, al principio de Noviembre del ano 2000, estaba preocupada.
No tenía a nadie que me dé indicaciones. Nadie que me dijera:
‘Felicidades, has perdido tu mente! Muy bien, ya llegaste! Estas en la Consciencia de Dios donde no necesitas mas la mente del ego.’
Porque me sentía tan disociada de la vida - siempre había sido guiada por mis emociones con respecto a las opciones que elegir y de repente ya no sentía nada.
Estaba en el Aeropuerto de Toronto y me fue dicho que fuera a la Capilla. Ahí oí muy claramente las palabras:
“Estas preocupada porque ya no sientes emociones. Pero te has vuelto todo lo que existe.
Y las emociones que estas sintiendo son tan grandes que tu mente no las puede interpretar.
También, tu mente ha sido silenciada.
Por cinco segundos permite el amor que puedes ahora sentir en el silencio de tu mente, que fluya a través tuyo.”
Durante cinco segundos el amor fluyo dentro de mí.
Desde esa perspectiva que ya se había hecho mía,
lo podía ver ir a través de toda la tierra y a través de cada ser.
Vi que varias personas lo reconocían.
Vi a un pastor de cabras en el Medio Oriente mirar hacia arriba preguntándose qué es lo que veía.
Vi a alguien en la cuenca del Amazonas también preguntarse qué es lo que acababa de suceder.
El amor que corría a través de mi era tan intenso que creí que me iba a desbaratar.
Luego entendí que no era que no sintiese ninguna emoción
- debería tranquilizarme – simplemente quería decir que lo que yo sentía era tan grande que no lo podía interpretar.
Hubiese sido buenísimo si alguien me hubiese dicho que después de esto, lo que seguía era ‘El Éxtasis’
Hermanos y hermanas, en la Consciencia de Dios, el Éxtasis es tan profundo que, de hecho, es muy difícil lograr hacer algo.
En estas dos fases, la energía disminuye.
Y la razón de esto es que la energía está ligada mucho con las emociones.
Y cuando las emociones no fluyen y no pulsan a través de nuestra vida, tenemos muy poca energía.
Esta segunda fase, es conocida por muchos como “La Consciencia del Yo Soy” y es un lugar maravilloso en el cual estar.
Es como una droga – no nos importa lo que suceda, de hecho no nos importa hacer nada.
Nada parece tener sentido - se tiene una perspectiva mas grande y en ella se sabe que todo es Perfecto.
Fue durante esos dos años que los signos de edad se presentaron en mi cuerpo, muchos más que en los años pasados.
Después tuve que regresar de nuevo. Lo que oi en las profundidades de mi éxtasis fue:
“No hay punto de llegada. Estas accediendo a la vida a través del eje horizontal que tiene una visión muy vasta.
Pero es necesario que tengas el eje vertical también, porque el eje vertical combinado con el eje horizontal ayuda a vivir en el sitio de poder,
que es el lugar donde el eje vertical y el horizontal se cruzan.
Si vives ahí, vives en el lugar de poder.”
Con una gran dificultad me forcé a mi misma de nuevo a entrar a la condición humana
- para poder intercambiar comunicación con otros.
Porque como ven, queridos hermanos y hermanas, durante esta gran etapa de la Consciencia de Dios,
uno solo puede permanecer en el silencio de la mente cuando uno no se relaciona con los demás.
El silencio total no se logra hasta la fase final.
Por eso, es muy incomodo hablar con otras personas.
Es mucho más preferible quedarse en el estado de éxtasis o, uno tiene que mantenerse en forma muy distante durante la comunicación.
Con la mayor dificultad entré de nuevo a la condición humana
- de nuevo, actuando mi papel, pero sabiendo ya, desde una perspectiva más vasta, que no era la obra de teatro, ni tampoco el personaje que estaba actuando.
Sin embargo sabía que la obra de teatro tenía valor.
Y así, una vez más, ya no podía permitirles
- una forma de amor duro – por su beneficio, no permitirles a otros que atraviesen mis límites.
Entonces entramos al Nivel de la Maestría Ascendida.
Y la Maestría Ascendida tiene, a su vez, tres fases.
Y de nuevo, en la fase de en medio esta el estado de éxtasis profundo.
Al igual que en la fase anterior tiene el éxtasis profundo.
Pero el éxtasis profundo es un lugar en donde uno puede volverse adicto.
Cuando uno entra en este reino de Maestría Ascendida, uno entra en un silencio total.
Uno escribe automáticamente, uno habla automáticamente
- de hecho uno tiene que aprender a hablar de nuevo - para sonar bien,
porque cada palabra sale sin estar precedida por un pensamiento.
Si uno pasa por esta fase de Maestría Ascendida sin temor,
uno pasa a la segunda fase en la cual el cuerpo llega a un estado de inmortalidad.
Un éxtasis profundo, y sin embargo, la seducción de volverse completamente adicto a el.
Pero uno puede ir más allá.
Y en la medida que uno avanza más allá, uno llega a la mera cima de la Maestría Ascendida
en lugar donde toda la visión es tuya, todo poder es tuyo.
Y la cosa es que en este lugar, uno no quiere usar ese poder
porque uno esta en cooperación completa con la vida.
Es este el fin? No, de hecho no es el fin.
Solamente es el final de la evolución humana y el derecho del ser humano es continuar con lo que sigue adelante.
Eso ya es otra discusión.