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Center for a New American Dream presenta
El Alto Precio del Materialismo, por Tim Kasser
Todos los días, los norteamericanos son bombardeados con cientos de mensajes
sugiriendo que una "buena vida" puede ser alcanzada con una "vida de bienes",
ganando mucho dinero,
y gastándolo en productos que claman hacernos felices, amados, y queridos.
En los noticieros, escuchamos un discurso constante de economistas y políticos
acerca de la importancia del consumo y del crecimiento económico.
Y alrededor de 150 billones de dólares son gastados cada año
para enclavar mensajes a los consumidores en todos los espacios posibles
desde shows televisivos y sitios web
hasta baños públicos y pasamanos de escaleras.
Últimamente, los publicistas han contratado actores para colocar mensajes de venta
en conversaciones en bares y parques públicos.
Pero la comercialización y el consumismo han llegado aún más lejos,
introduciéndose en la mente de las personas e incentivándolas a organizar sus vidas
en torno a conseguir salarios cada vez más elevados y a poseer más y más bienes.
Desafortunadamente, esto puede tener un alto precio
para el bienestar tanto de las personas como del planeta.
Las investigaciones muestran consistentemente que
cuanto más las personas valoran objetivos y aspiraciones materialistas,
más baja es su felicidad y su satisfacción con la vida,
y tienen menos sentimientos de placer en el día a día.
La depresión, ansiedad y el abuso de drogas también tienden a ser más altos
entre las personas que valoran estos objetivos fomentados por la sociedad de consumo.
Poseer fuertes valores materialistas también influencia nuestras relaciones sociales,
y por tanto afecta el bienestar de otras personas.
Los científicos han encontrado que los valores materialistas y los valores pro-sociales funcionan como un balancín:
cuando los valores materialistas suben, los valores pro-sociales tienden a bajar.
Esto ayuda a explicar porqué las personas actúan de manera menos empática, generosa y cooperativa
cuando están pensando en dinero.
Cuando las personas están bajo la influencia del materialismo,
ellas también se preocupan menos de cuidar de la Tierra.
El mismo tipo de balancín opera aquí:
cuando los valores materialistas suben, la preocupación hacia la naturaleza tiende a bajar.
Estudios muestran que cuando las personas defienden fuertemente el dinero, la imagen y el estatus,
tienen menos probabilidades de participar de actividades ecológicamente benéficas,
como andar en bicicleta, reciclar y reutilizar las cosas de manera original
Claramente, si esperamos tener un mundo más feliz, más socialmente justo,
y más ecológicamente sostenible,
necesitamos desarrollar maneras de disminuir el poder los valores materialistas
en nuestras vidas personales y en la sociedad.
Dos principios básicos para cambio pueden ayudar a construir este camino.
Primero, necesitamos entender qué hace que las personas den prioridad a los valores materialistas.
Por ejemplo, estudios han demostrado que las personas se enfocan más en valores materiales
cuando se sienten inseguras.
Por lo tanto, en vez de comprar una nueva cartera o una herramienta eléctrica
la próxima vez que tengas problema de autoestima,
piensa en una estrategia diferente para lidear con la situación,
como pasar tiempo con amigos o hacer una caminata al aire libre.
Los científicos también saben que cuanto más las personas son expuestas a los medios,
más priorizan los valores materialistas.
Un par de maneras de disminuir los ataques de los mensajes consumistas es usar un filtro
para bloquear los anuncios en internet,
o simplemente poner en "silencio" la TV cuando aparezcan los comerciales.
Pero esos pasos tienen un efecto limitado.
También necesitamos ser activos y comenzar a remover anuncios de espacios públicos,
y de las escuelas de nuestros hijos,
para que las personas no sean expuestas tan frecuentemente a mensajes materialistas.
El segundo principio para el cambio implica promover valores intrínsecos
para crecer como personas, estar cerca de la familia y amigos,
y mejorar el mundo.
Las investigaciones muestran que los valores intrínsecos no solo promueven el bienestar personal,
social y ecológico, sino también pueden inmunizar a las personas contra el materialismo.
Es el balancín otra vez:
conforme suben los valores intrínsecos, más descienden los valores materialistas.
Entonces, parte del truco es construir una vida que refleje tus valores intrínsecos.
Esto puede involucrar el pasar más tiempo con las personas que te importan,
encontrar un trabajo significativo (aunque te pague menos),
y hacer voluntariado para causas que te sean importantes.
Pero, una vez más, cambiar nuestro estilo de vida no es suficiente.
También debemos promover políticas públicas que promuevan valores intrínsecos.
Por ejemplo, países como Francia y Bután han reconocido que no pueden
solamente centrarse en el PIB y otras medidas de crecimiento económico.
Ahora están empezando a medir regularmente el bienestar de sus ciudadanos
y el sentido de conexión de ellos con sus comunidades,
para desarrollar políticas que realmente promuevan esos valores intrínsecos.
Iniciativas similares están aplicándose en algunas partes de Estados Unidos,
pero necesitan más apoyo.
Las garras del consumismo y del mercantilismo en nuestro mundo parecen ineludibles,
y sin duda hay fuerzas poderosas impulsando los valores materialistas en nosotros.
Sin embargo, haciendo cambios en nuestras vidas personales y trabajando para cambiar la sociedad,
podemos romper la influencia del materialismo
y ser más libres para vivir nuestros valores intrínsecos.
Esto, a su vez, nos ayudará a dar pasos importantes
hacia un mayor bienestar personal,
una sociedad más humana,
y un mundo más sostenible.