Tip:
Highlight text to annotate it
X
Yo no había fumado. Desde hacía mucho rato.
Desde mediodía.
Nos... balanceábamos.
Hay partes donde había gemidos pero no recuerdo si era él o yo.
Yo era como un yo-yo. No sé, como...
Sentía como si me volvieran del revés.
Como si fuéramos a sentir un orgasmo juntos.
Nos abrazábamos con fuerza.
Nos echábamos a reír.
Nos retorcíamos. No hay nada que no hiciéramos.
Y de pronto...
En un momento dado no sé lo que pasó.
Quizá habíamos empujado la mesa. No lo sé.
Algunas cosas cayeron al suelo.
Me parece que se rompió un vaso o un plato...
...no, una copa.
Los platos se quedaron en la mesa.
Un cuchillo cayó ante mis ojos.
A unos centímetros de mi cabeza.
Ya llegábamos. Nos corríamos a la vez.
Me brotaba por los poros y desde dentro al mismo tiempo.
Sabía que él sentía lo mismo.
Al mismo tiempo, unas imágenes me pasaron delante de los ojos.
Tan reales como su piel... nuestros gritos.
Sus manos... el sonido del vaso al caer.
Al mismo tiempo. Ni encima ni debajo. Allí mismo.
Dicen que en el momento de morir uno ve su vida.
Era al contrario. Yo venía al mundo.
Era lo que había delante de mí. Como estar vivo en un terremoto.
Era tan bello... tan grandioso...
Estaba desnudo. Me sentía bello.
Tan bello como él. Él... él...
Se hundía en mí. No sabía exactamente qué pasaba.
Y un segundo después...
Con el cuchillo todo explota. Nos corremos juntos.
Él y yo, los dos. Y pude vernos.
Yo saliendo con mis clientes o decidiendo no ir más.
Él discutiendo con sus colegas.
¿Cuánto tiempo habríamos podido...?
¿Cuánto tiempo?
Hasta ahora me ha tratado de drogadicto.
¿Cree que me insulta?
¿Cree que no sé por qué me lo dice?
¿Cree que no sé el efecto que quería causarme?
¿Cree que no he visto otros?
¿Sabe qué es coger con uno que es tan alto como ancho?
Pelo grasiento... nariz colorada de borracho...
No sólo la edad lo ha convertido en eso.
El matrimonio, los hijos, el trabajo...
Tienes miedo que él va a tener un ataque cardíaco
Se abalanza como un tigre. Resopla, empuja, ruge, suda.
Es igual que un niño en Navidad. Quiere más, quiere otro.
Pero se corre en dos minutos.
Y después siente miedo.
El miedo de buscarse líos. La mujer, los hijos, el trabajo.
Que el mundo se entere de que es marica.
Mientras yo voy a mear él se recompone un poco.
Quiere ponerse los pantalones pero no encuentra los tirantes.
Su verdadera vida le cae encima.
Acaba de hacerlo. Un error que no repetirá más.
Considera que su trabajo, su esposa, sus hijos, las dos casas y la gran auto.
Se le ve venir antes que diga que te bajes los pantalones.
Pero se ha sentido...
...como si hubiera sufrido un ataque de epilepsia.
Se ha corrido, se ha pasado. No piensa que mañana repetirá.
Se enfada.
Amontona tu ropa en la puerta y tira los billetes encima.
Después se asoma a la puerta de los servicios y grita.
''¡Fuera, fuera, sal de ahí!''
''¡Gusano de mierda! ¡Fuera he dicho! ¡Sal de ahí!''
Además...
Si tienes la desgracia de contárselo a tus amigos.
Lo que pensabas mientras meabas.
Te decías que saldría bien porque mañana iba a volver.
Y sabes que él lo sabe.
Sabes que estarías dispuesto, si alguien se pone pesado...
...a darle un beso, a pasear con él, a ofrecerle...
...lo único que no puede permitirse.
Si eres tan tonto para contarle eso a alguien...
...te tratarán de ingenuo.
lngenuo.
¿Cómo puede estar la gente 10 minutos haciendo el amor...
...y no saber que el otro se está muriendo?
¿Cómo puedes hacerlo con 5 chicos por día y no tener ganas de mezclarse?
¿Cómo?
¡¿Cómo?!
Para mí, mezclarme es mi oficio.
¡Hasta que me haga viejo con esto!
Sólo tengo el sexo. ¡Y con el sexo me mezclo!
Y él... en sus ojos...
Claude...
Vi lo que le desgarró.
Lo comprendí de repente.
Por eso paramos antes de corrernos. 15 veces.
Cada vez subía de nivel. Y volvía a empezar.
Cuando la copa se rompió...
...supe que... me tocaba mover a mí.
No podríamos salir de su casa como antes.
Ni hacía falta que todo fuera como antes.
Lo cierto es que él gritaba.
Bramaba de alegría entre mis brazos.
Había estado cerca de ahogarme y respiraba como la primera vez.
Me ahogaba con él, dentro de él.
Y fuera estaba el mundo.
Lo contrario de lo que nos pasaba.
Sé que la vida también es mala. Que no sólo está la belleza.
También hay mierda.
Me ha costado caro aprenderlo.
Pero no lo pensaba. Era así. Nada más que eso.
No podíamos quedarnos allí a vivir de nuestro gran amor.
Sólo eran unos minutos al mes. Debíamos vivir en la realidad.
De repente, noto que tengo un cuchillo en la mano.
No sé como...
...me sentí salir hacia delante. Y al mismo tiempo hacia atrás.
Y explotar.
Nuestro grito era como... un punzón.
Nos taladraba... nos perforaba la garganta.
Y oía burbujas. Burbujas como en un batido.
Al mismo tiempo que explotaba y me ahogaba...
...no nos veía fuera de su casa. Su sexo era como una explosión.
El cuchillo no estaba en mi mano y yo gritaba.
Se corría y su sangre salpicaba las ventanas.
El refrigerador, la estufa, la mesa...
Besaba la herida de su garganta y bebía su sangre.
¡Entraba en mis entrañas!
¡Y él aún saltaba, se arqueaba, temblaba como yo!
Entonces le miré.
Era bello.
No se tapó la herida.
Me eché a temblar por haberle echo daño. Pero no...
No... sonreía...
Tenía los brazos en cruz.
No podía sujetarse la garganta. Me tenía a mí.
Espero que...
...no haya visto las imágenes que yo he visto.
Espero que en su paso por el mundo...