Tip:
Highlight text to annotate it
X
Trampa 22
¿ Y los demás? Les estaría
jugando una mala pasada.
Estarán mejor sin ti.
Tienen que ganar una guerra.
Bueno, ¡qué demonios!
Si no quieren volar más,
que sean ellos quienes Io digan.
- Justamente.
- Exactamente.
¡Socorro! ¡Auxilio!
¡Ayúdalo!
- ¿ Qué?
- Que Io ayudes. ¡Ayúdalo!
- ¿A quién?
- ¡AI bombardero!
- Soy el bombardero y estoy bien.
- Entonces, ayúdalo. ¡Ayúdalo!
- Snowden.
- ¿ Qué ha dicho?
- Ha dicho "Snowden".
- Snowden ha muerto.
- ¿Por qué le habla a un muerto?
- Es Yossarian. Está loco.
- ¿ Quién Io dice?
- Lo digo yo.
- ¿Porque odio a ese cabrón?
- ¿A quién?
- Al coronel Cathcart.
- No hablaba contigo, Orr.
- Cathcart no está aquí.
- ¿ Quién ha preguntado por éI?
- Korn tampoco está.
- ¿ Quién ha preguntado por éI?
- ¿A qué hijo de puta odias?
- ¿ CuáI está aquí?
- Hablas sin sentido.
- Tienes manía persecutoria.
- Y que Io digas.
- ¡Lo reconoces!
¡Reconozco que me persiguen!
¡EIIos me persiguen!
- ¿ Quiénes son "ellos"?
- ¡Todos! ¿Tú qué crees?
- ¡No tengo ni idea!
- ¿ Cómo sabes que no me persiguen?
- Es una absoluta... ¿ cómo se dice?
- Sofistería.
¡Claro que Io es!
¡Intentan matarme!
Nadie Io hace. Cómete
el postre como un niño bueno.
- Pues, ¿por qué me disparan?
- Disparan a todos.
- ¿ Y eso qué tiene que ver?
- ¿ Y si todos pensásemos así?
- Sería tonto si pensara otra cosa.
- Vete a que te examinen la cabeza.
No le pasa nada.
- Échele un vistazo, ¿ vale?
- Yossarian, tu cabeza está bien.
Por favor, ten cuidado.
- ¿Doctor?
- ¿ Qué pasa?
- Oblígueme a quedarme en tierra.
- No empieces de nuevo.
No quiero volar más.
Es peligroso.
Escucha, ya te he dicho...
Vámonos de aquí.
He cumplido 35 misiones.
Ese loco ha subido el número a 50.
Si estuviera en otra unidad, me
habría ido tras 25. Debe ayudarme.
Dentro de un par de meses
espero licenciarme,
si no causo problemas
ni infrinjo las normas.
Y éstas dicen que no puedo dar
de baja a alguien que me Io pida.
¿Puede dar de baja
a alguien que está loco?
Claro. Las normas dicen que debo dar
de baja a cualquiera que Io esté.
¡Yo Io estoy! Pregunte por ahí.
Pregúntele a Nately o a McWatt...
- Orr, ¡díselo!
- ¿El qué?
- ¿Estoy loco?
- Sí, no quiere volar conmigo.
Le cuidaría, pero no quiere.
Está loco de remate.
- ¿ Ve? Todos dicen que estoy loco.
- Los locos son ellos.
- Pues déles de baja.
- ¿Por qué no me Io piden?
- ¡Porque están locos!
- Claro que sí.
No puedes dejar que un loco
decida si tú Io estás o no.
- ¿ Orr está loco?
- Sí.
Debe estarlo, ya que sigue volando
a pesar de casi morir varias veces.
- ¿Por qué no le da de baja?
- Me la tiene que pedir éI.
- ¿Es Io único que debe hacer?
- Sí.
- Y entonces, ¿le dará de baja?
- No, no puedo dársela.
- Hay una trampa.
- ¿ Una trampa?
La norma 22. Cualquiera
que quiera dejar de volar
no está loco, así que no puedo
hacer que se quede en tierra.
A ver si Io he entendido bien.
Para que me den de baja,
tengo que estar loco
y debo de estar
loco para seguir volando.
Pero si pido que me dé de baja,
significa que ya no estoy loco
- y que debo seguir volando.
- ¡Sí! Ésa es la norma 22.
- ¡Menuda norma la 22!
- ¡Es la mejor que hay!
Buenas tardes, el comandante
Danby, su operador de vuelo,
les da la bienvenida
a la misión del día.
Esta mañana han recibido
las instrucciones de la misión,
así que no se las repetiré.
No nombraré el destino, pues es muy
probable que el enemigo nos escuche
y no se me ocurre ningún motivo
por el que decirle
dónde vamos a atacar.
Es la mayor estupidez
que le he oído decir.
El tiempo ha mejorado
muchísimo en la península,
así que no tendrán problemas
para divisar el objetivo.
Eso sí, no deben olvidar
que eso significa que el enemigo
también les verá con toda claridad.
El coronel Cathcart desea decirles
unas palabras antes de despegar.
- Así que sin más demora...
- ¡Déme el micro!
Soldados, no malgastaré
más tiempo del necesario.
Les deseo mucha suerte
en la misión de hoy.
A aquéIIos que no volverán,
quiero decirles
que nos esmeraremos en cuidar
a sus esposas e hijos.
Y no Io olviden,
el general Dreedle desea ver
un buen bombardeo
en las fotografías aéreas.
¿Listos para el despegue?
Coronel Korn, quiero que se
quede en la torre de control.
Quédese al mando. Infórmeme
cuando Ileguen al objetivo.
¡A la orden!
¿ Qué es eso, teniente Minderbinder?
- Un huevo, mi coronel.
- Eso ya Io sé, teniente.
- Un huevo fresco.
- ¿De dónde Io has sacado?
De Malta. Donde hay suficientes
gallinas ponedoras
para abastecer a cada oficial.
A cinco centavos la unidad
para la intendencia.
Con un beneficio neto
de dos centavos por huevo.
¿Para quién?
Para aquéI que venda
los huevos al ejército.
¿ Y quién podría ser, Milo?
- Naranjas de Marruecos, nueces...
- ¿Nueces?
Y en Palermo, 38.000 litros
del mejor aceite de oliva italiano.
Los sicilianos necesitan mantas.
Sería un trato justo.
Hay una parte interesada
en Cerdeña.
SóIo precisamos la cooperación
de los países con los que tratamos.
- ¿ Cuáles?
- Las naciones africanas
de la zona del Mediterráneo.
Necesitaremos personal
extra para esta misión,
un poco de tiempo y un avión.
- ¿ Qué avión?
- De los nuestros. Si tuviera uno,
podría Ilevar la gasolina a Malta
y traer los huevos a la vuelta.
De acuerdo.
Y si me releva de mis obligaciones
hasta que la operación...
Pero...
Sé que sóIo soy
un oficial de intendencia,
pero esto requiere toda mi atención.
Es por el bien de todos.
- Coge Io que necesites.
- Gracias.
Mi objetivo es que los soldados
coman la mejor comida del mundo.
- Vale la pena intentarlo, ¿ verdad?
- Sí, Milo, por supuesto.
Con su permiso, quisiera enseñarle
algo que he hecho que imprimieran.
- ¿ Qué es?
- SóIo una idea. Una participación.
- ¿ Una participación?
- En Empresas M&M.
Si ponemos mi idea en práctica,
debería dirigirse como un mercado.
- ¿ Un mercado?
- Como un sindicato.
Una empresa. Podremos sacar
grandes beneficios, mi coronel.
- ¿Nosotros?
- Todo el mundo.
Si es bueno para Empresas M&M,
será bueno para los EE UU.
- Tendrás toda nuestra colaboración.
- Gracias.
Si me Ilevo el avión esta tarde,
me Ilevaré el material a Alejandría.
Este año el algodón está en alza.
- Es una materia prima muy rentable.
- ¿ Cuánto?
- Lo cambiaremos por algo.
- ¿Por qué?
¡Por seda! 4.000 metros de seda.
¿De dónde has sacado
toda esa seda?
¿Dónde coño está mi paracaídas?
Vale, ¿ quién ha sido el cabrón
que me ha robado el paracaídas?
Atención, os habla el bombardero.
Tenemos que volver.
Nately, tenemos que dar la vuelta.
¡Nately! ¿Me oyes?
Debemos dar la vuelta.
Hay que volver enseguida.
Nately, da la vuelta.
¡Tenemos que volver!
- ¿ Qué te pasa esta vez, Yossarian?
- ¡Me han robado el paracaídas!
- ¿ Qué te ocurre?
- Mi paracaídas. ¡No está!
- No te preocupes.
- ¿ Qué quieres decir?
¿ Qué hago si tenemos que saltar?
¿ Utilizo el pañuelo?
Ese humor ante los problemas
es Io que hace fuerte a América.
Me caes bien.
Aardvark, quiero matarte,
pero ahora no tengo tiempo.
Te daría mi paracaídas,
pero se Io he dado a Milo.
- ¿ Se Io has dado a Milo?
- ÉI tiene todos los paracaídas.
Tiene un negocio de seda
entre manos en Alejandría.
Quizá tenga tiempo para matar...
- Parece que nos han visto Ilegar.
- ¡Nos han visto!
- ¡Dios, nos han visto!
- Prepárate para lanzar las bombas.
¡Me están disparando!
¿Dónde estamos?
Aardvark, ¿ dónde estamos?
- Creo que hemos Ilegado.
- ¿Hemos Ilegado?
¿Hemos Ilegado? ¡Hemos Ilegado!
¡Listos para girar!
¡Cuatro¡ ¡Tres!
¡Dos! ¡Uno!
¡Bombas fuera! ¡Vamos!
¡Gira a la derecha! ¡Gira!
¡Gira, hijo de puta! ¡A la derecha!
- ¡Gira a la derecha!
- Fíjate.
Creo que esta vez les hemos dado
donde más duele. No te oigo.
- ¡Vuelve a la cabina!
- ¿ Cómo dices?
¡Sube, hijo de puta! ¡Sube!
- ¡Fuego! ¡Fuego abordo!
- ¿Dónde hay fuego?
- ¡Fuera del morro!
- No estoy en el morro.
Habla más fuerte. Sigo sin oírte.
Intentan matarnos.
¡Vete de aquí!
- ¿A qué lado giro?
- ¡A la izquierda, hijo de puta!
Mira, ahí va Orr.
¡Cabrón descerebrado! ¡Salta!
Creo que has tenido
un pequeño accidente.
¿Es mi pierna?
¿Es mi pierna?
- ¿ Qué le pasa a mi pierna?
- Tranquilízate.
¡Mi pierna!
Le han dado a Yossarian.
- ¿ Qué dices? No te oigo.
- ¡Ayúdalo!
- ¿ Qué?
- ¡Que Io ayudes! ¡Ayúdalo!
- ¿A quién?
- ¡AI bombardero!
- Soy el bombardero y estoy bien.
- Entonces ayúdalo. ¡Ayúdalo!
Se Ilama...
- ¿ Cómo se Ilama el nuevo artillero?
- Snowden.
- Tengo frío.
- Tranquilo. Te pondrás bien.
Tengo frío... mucho frío.
¡Aquí! ¡Date prisa!
- ¿ Qué?
- Le he preguntado qué tal estaba.
Mejor, gracias. ¿ Y usted?
- ¿ Yo? Bastante bien, gracias.
- De nada.
Salvo por un pequeño resfriado.
Hace una semana que Io tengo.
No se me cura.
Ya sabe cómo son.
No, no Io sé.
Nunca he tenido un resfriado.
Lo he intentado, pero...
- No consigo resfriarme.
- Es muy afortunado.
Sí, imagino que Io soy.
Salvo por el trozo de metralla
que me ha acabado en la pierna.
Nunca he tenido
metralla en la pierna.
- ¡Usted es el capellán!
- Sí, ¿no Io sabía?
No. Nunca había visto
a un capellán.
No sabía que los capellanes
tuvieran ese aspecto.
Si puedo hacer cualquier cosa para
ayudarle, Io que sea, no dude en...
¿Lo que sea?
Hablo de libros o cigarrillos.
¿Juguetes?
No, tengo todo Io que necesito,
muchas gracias.
- Pero podría hacer una cosa.
- ¿ Qué?
- Hablar con Duluth.
- ¿El comandante de la escuadrilla?
Dígale que no quiero
volar nunca más.
¡Cathcart ha aumentado el número
de misiones! ¡Nos quiere matar!
- ¡No puedo volar, estoy desesperado!
- No es asunto mío...
- ¡Estoy desesperado!
- Veré Io que puedo hacer.
Lo haré Io mejor que pueda.
Se tardan 45 minutos
en prepararlo.
Primero salteo el pollo
y luego pongo las pasas
y las cebollas al fuego...
Ha gritado.
Lo siento muchísimo, mi coronel.
- ¿ Cómo se Ilama?
- Comandante, mi coronel.
Le he preguntado su nombre,
no su rango.
Soy capitán. Me apellido Comandante.
Soy el capitán Comandante.
Menudo galimatías.
Sí, eso es Io que es.
¿ Conoce al comandante Duluth,
el comandante de la escuadrilla?
- Es un gran soldado, mi coronel.
- Lo era. El comandante ha muerto.
Lo siento muchísimo.
Usted Io siente, pero éI ha muerto.
Lo han derribado sobre Perugia.
Eso le enseñará a no ir de misión
cuando debería estar en su despacho.
- No entiendo que...
- Necesitamos un nuevo comandante.
Usted es el único comandante
disponible del cuartel.
No, Comandante es mi apellido,
no mi rango.
Eso será suficiente, Sr. Comandante.
Ha sido ascendido a comandante.
No sé nada
sobre comandar la escuadrilla.
Todos debemos hacer
sacrificios, comandante.
¡Estoy al mando de la lavandería!
Lo sé, pero supongo que todos
debemos hacer nuestro papel.
A mí no me gusta el mío.
Sargento, me voy a tomar
libre el resto de la tarde,
acostarme en mi tienda
y meditar.
Mi comandante, hay alguien
esperando para que le reciba.
- ¿Ahora?
- Sí, mi comandante.
- ¿ Quién es?
- El capitán Tappman, el capellán.
¿ Qué quiere?
Tiene que ver
con el capitán Yossarian.
Escuche, sargento...
Mi trabajo ya es bastante difícil
sin tener que tratar
con gente que quiere algo.
- ¿Le ha quedado claro?
- Sí.
Se estará preguntando
el porqué del bigote.
No, mi comandante.
Ése no es mi trabajo.
- ¿ Sabía que la gente me mira?
- No, mi comandante.
Piensan: "¿ Quién es
ese comandante Comandante
"que ha ascendido a comandante
sin haber volado nunca?".
- Dudo que la gente piense eso.
- Pues sí que Io hacen.
Cuando me pongo el bigote,
no saben quién soy.
¿ Sabía que en la Edad Media
los príncipes y los reyes
se disfrazaban y paseaban
entre sus súbditos?
- No Io sabía.
- No Io sabe todo, ¿ verdad?
- No. ¿Por qué Io hacían?
- ¿Por qué hacían el qué?
¿Por qué paseaban disfrazados?
¿ Y yo qué diablos sé?
No soy historiador ni nada parecido.
SóIo intento hacer mi trabajo.
Buenas tardes, sargento.
- ¿ Qué ocurre ahora?
- ¿ Qué hago con el capellán?
No quiero recibir a nadie
mientras estoy en mi despacho.
¿ Qué le digo a la gente
que quiera verle?
- Dígale que espere.
- ¿ Cuánto tiempo?
- Hasta que me haya ido.
- Y luego, ¿ qué les digo?
- Me da igual.
- ¿Les hago pasar cuando se haya ido?
No estará aquí, ¿ verdad?
Tampoco quiero verle a usted
mientras estoy aquí,
ni que me pregunte
si deseo algo.
¿ Cuándo debo preguntarle
si desea algo?
¡Cuando no esté!
- Entonces, ¿ qué hago?
- Lo que sea que deba hacer.
Siento tener que hablarle así,
pero es necesario.
- Adiós.
- Adiós, mi comandante.
- Gracias por todo.
- A usted, mi comandante.
- Le recibirá ahora, padre.
- Gracias.
- No tiene que Ilamarme padre.
- Al habla el sargento Towser.
¿ Va a pasar?
Sí, señor. Está aquí.
- No hay nadie.
- ¿En dónde?
En el despacho del
comandante Comandante.
- ¿ Cuándo?
- Cuando vas a verle.
Quiero decir que no te recibirá
cuando está allí,
cuando está en su despacho.
Lo he intentado varias veces.
¿ Y te recibe alguna vez?
Sí, te recibe
cuando no está.
Es decir, te recibirá,
pero únicamente en su despacho
y sóIo cuando no esté allí.
El resto del tiempo, mientras está...
no está disponible
para recibir a nadie.
Menos cuando está ausente.
¿De qué demonios habla, padre?
Súbase al maldito coche, padre.
¿Está describiendo alguna
clase de experiencia mística?
Están ocurriendo
algunas cosas muy curiosas.
No habrá visto
una aparición, ¿ verdad?
No habrá visto la zarza ardiente
ni habrá oído voces, ¿ verdad?
- Nada tan raro como eso.
- Espero que no.
Debemos mantener los episodios
sobrenaturales al mínimo.
- Tenemos que ganar una guerra.
- En efecto, mi coronel.
- ¿Puedo preguntar adónde vamos?
- ¿ Que adónde vamos?
Usted va al despacho
del coronel Cathcart.
- ¿Ahora?
- Ésa es la idea, padre.
¿ Ocurre algo?
¿He hecho algo malo?
No Io sé. ¿Están usted
y Yossarian tramando algo?
- No sé a qué se refiere.
- ¿ Quién Io sabe?
- No Io sé, mi coronel.
- Usted no sabe mucho de nada.
- No, mi coronel. ¿Mi coronel?
- ¿ Qué ocurre?
No hace falta que me Ilame padre.
Soy anabaptista.
Gracias por la información.
Gracias por aclararme las cosas.
- Pensé que querría saberlo.
- Es capitán, ¿ verdad?
- Y yo teniente coronel, ¿ verdad?
- Sí, mi coronel, así es.
Pues puedo Ilamarle Io que quiera,
a menos que tenga alguna queja.
- ¡Bájese!
- Gracias, mi teniente coronel.
Coronel, ¿ cree que ahora...?
- Buenos días. ¿ Quiere algo?
- Hola, teniente. ¿ Qué?
- ¿Necesita pertrechos?
- No.
¿ Whisky, medias de seda, material
de construcción, fruta fresca?
Al coronel le encanta la fruta
fresca. ¿ Y pertrechos religiosos?
Puedo conseguir todo un cargamento
de reliquias religiosas.
Bendecidas por el mismísimo Papa.
El cargamento incluye restos
de varios de los santos más famosos.
- Es usted muy amable.
- Si desea algo, pregunte por Milo.
- No he Ilegado a recibir mi manta.
- ¡Sea Io que sea!
Creo que el coronel quiere verme.
- ¿En serio?
- Creo que sí. Soy...
- El capellán Tappman.
- ¿ Usted es el capellán Tappman?
Siéntese. Le diré al coronel
que ya ha Ilegado, padre.
No es...
Será mejor que se ponga ropa seca.
Lo haré tan pronto como acabe
de hablar con el coronel.
Acaban de rescatarme del mar.
- He estado tres días a la deriva.
- Debería ir al hospital.
- Podría coger una neumonía.
- Yo no.
- Es la cuarta vez.
- ¿ Qué quiere decir?
Una vez me estrellé en el
Mediterráneo, otra en el Adriático,
he hecho un aterrizaje forzoso
y también he saltado en paracaídas.
- Es usted muy afortunado.
- Eso dicen mis compañeros.
Yossarian dice que van a empezar
a descontármelo de mi sueldo.
Es amigo mío.
¿Lo conoce?
- De hecho...
- ¡Capitán Tappman!
- Quizá no debería volar más.
- Me sirve para practicar.
- Al coronel no le sobra el tiempo.
- Sí, claro.
ÚItimamente no le vemos
mucho por aquí.
Bueno, intento entorpecer
Io menos posible.
- No quiero incomodar a los hombres.
- ¡Tonterías!
Dudo que alguien
no disfrute de su compañía.
A menos que sea ateo.
- Lo cual es poco probable, ¿ verdad?
- No Io sé, mi coronel.
- ¿El ateísmo va contra la ley?
- No.
¿No? Pero es antiamericano,
¿ verdad?
- No estoy seguro.
- Yo sí.
Si encuentro algún ateo en la base,
le aseguro que le daré
algo en Io que creer.
No le he Ilamado
por eso, capellán.
Quiero que vea esto.
Página 48.
No hace falta que Io lea. Entenderá
Io que quiero viendo las fotos.
Hay una foto de una página entera
de un coronel inglés,
cuyo capellán reza oraciones
antes de cada misión.
No hay ningún motivo
por el que el Saturday Evening Post
no deba estar interesado
en la historia de mi escuadrilla.
Invéntese unas buenas oraciones
que hagan a los hombres felices.
¿Puede hacerlo?
- Lo intentaré.
- ¡Estupendo! ¡Manos a la obra!
¿Desea algo más?
Mi coronel,
quizá no sea asunto mío,
pero muchos hombres están
muy disgustados debido
al continuo incremento del número
de misiones que tienen que cumplir.
- Tiene razón, capellán.
- ¿De verdad, mi coronel?
No es asunto suyo.
Ni tampoco de ellos.
Su trabajo es cumplir las misiones.
Y el suyo es inventarse
varias oraciones pegadizas
que me hagan salir en el Saturday
Evening Post. ¡Buenas tardes!
- DiscúIpeme.
- Usted a mí, padre.
Dice que los hombres se quejan
de que subo las misiones.
Es el capitán Yossarian. No para
de quejarse y de causar problemas.
- ¿ Qué podemos hacer?
- ¿ Qué haría el general Dreedle?
- Lo aplastaría.
- ¡Lo despedazaría!
- ¡Lo abofetearía!
- ¡Le pincharía un riñón!
¡Le patearía los huevos!
Ponga la cabeza
entre las piernas.
Respire profunda y uniformemente.
Lo siento, capitán.
Imagino Io que debe de doler.
- Lo dudo.
- Intente no hablar.
Piense en cosas bellas.
En Io precioso que es este sitio,
y Io bonito que sería si alguien
no Io echase siempre a perder.
- ¿Por qué siempre Io estropea?
- Porque te amo.
Ya Io sé, capitán. Ya Io sé.
Pero estamos en época de guerra
y tenemos un trabajo que hacer.
No podemos ceder a nuestros
impulsos. Piense en mi situación.
Soy una de las pocas mujeres
en una isla con miles de hombres.
Hombres que dan la vida
por su país, por mí.
Piense en... ¡Capitán Yossarian!
- ¿ Qué está haciendo?
- Voy a morir.
¿ Qué ocurre?
¿ Qué pasa?
El pueblo se Ilama Ferrara
y está justo por aquí.
Es un pueblo precioso
en la costa.
- ¿Estás bien?
- ¡Es ella, es ella!
- ¿ Quién?
- ¡La ayudante de Dreedle!
Si cumplen con su misión,
no quedará nada que ver.
El informe de Inteligencia dice
que no habrá fuego antiaéreo.
Esperábamos recibir nuevas fotos
de reconocimiento de la zona.
Por desgracia, no han Ilegado, pero
que no haya noticias es buena señal.
Os preguntaréis por qué vais
a destruir un pueblo sin industria,
sin bases enemigas
ni valor estratégico para nadie.
Descansen.
Buenos días, señores.
El general Dreedle nos honrará con
su presencia en las órdenes de hoy.
No me preste atención.
Siga con su trabajo.
- No le preste atención a papá...
- ¡Cierra el pico!
No me Ilames papá.
- Siga con su informe, comandante.
- Sí, vale... Gracias, mi general.
Les estaba diciendo que...
- No me Io diga a mí. ¡Sino a ellos!
- Dígaselo a los hombres, Danby.
Sí. Os estaba explicando
por qué vamos a borrar del mapa...
- ¿ Qué pasa con la silla?
- ¿Disculpe?
- Una silla.
- ¿Disculpe, mi general?
¡Una silla!
¿AIguien sabe qué es una silla?
¿No ven que hay una señorita de pie?
¡Una silla para la amant...
la ayudante de papá!
Continúe.
Íbamos a sincronizar
nuestros relojes.
Ya Io hemos hecho antes, así
que dudo que haya algún problema.
Si sois tan amables de mirar
vuestros relojes, empezaremos.
Son las 11:15 horas menos 50...
49, 48, 47...
¡AIguien se la va a ganar!
¡Muy bien, descansen!
No habrá más Iloriqueos
en esta escuadrilla.
El próximo que Iloriquee,
Io lamentará el resto de su vida.
¿ Quién es ese soldado?
- El comandante Danby, mi general.
- Danby. D-A-N-B-Y.
- Llévenselo afuera y fusílenlo.
- ¿Disculpe?
- Que se Io Ileven y Io fusilen.
- Cojan al comandante y fusílenlo.
Será mejor que esperes un momento,
papá. Creo que no puedes fusilarlo.
¿Por qué diablos no?
¿Por qué no?
¿Dices que no puedo fusilar
a quien me dé la gana?
- ¿Es una norma?
- Me temo que sí, papá.
Te crees muy listo, ¿ verdad?
SóIo porque mi hija se casó contigo
por sabe Dios qué extraño motivo...
No, papá, es que...
Dejad al cabrón rebelde libre,
pero Ilévenselo de mi vista.
- Será mejor que haga algo.
- Muy bien, soldados. Creo que...
debemos agradecerle al general que
nos haya visitado y subido la moral.
En su honor, quiero anunciar algo
que puede que os interese.
Sé que tenéis afán
de cumplir con vuestro deber...
Lo va a decir.
A partir de ahora, el número
de misiones necesarias
antes de poder
licenciarse es de 75.
Sé que todos nos esmeraremos.
¿Por qué sonríes,
mamón del culo?
- Ya no tendré que ir a casa.
- ¿ Qué?
Puedo quedarme.
No tendré que dejarla.
- ¿ Qué estás diciendo?
- La amo.
De verdad. Nunca había sentido
algo así, ni siquiera por mi madre.
Los hombres no se enamoran
de chicas de esa calaña.
Los hombres siempre se enamoran
de chicas de esa calaña.
Son todas iguales.
Me la Ilevaré a Long Island
conmigo cuando vuelva.
No la amas.
Crees que la amas.
¿ Cómo notas la diferencia
entre amar a alguien
y pensar que le amas?
- Tienes que ser objetivo.
- ¿ Quién Io es?
- Yo, pues no me desvivo por ella.
- Quieres decir que crees que no.
- Eso es.
- ¿ Cómo notas la diferencia?
- Espera un momento...
- ¡Mirad!
- Mirad con quién viene Aarfy.
- Despídete, McWatt. ¡Vamos!
Querida...
Hemos tenido un gran día.
¿Has visto Io que ha hecho?
Dile que te cuente Io qué hizo.
- ¿ Qué has hecho, Aarfy?
- Nada. Es una chica muy buena.
Quería que la acompañáramos a casa.
Nos iba enseñar a divertirnos.
Nos divertimos. Vimos el Coliseo
y otros monumentos fantásticos.
- ¿Por qué no la has acompañado?
- No puedo aprovecharme de una niña.
- El viejo Aarfy tiene principios.
- Lo que tienes es una mente sucia.
Lo único que quería es darse
un revolcón con alguien.
Está confusa.
Le he hecho entrar en razón.
¡Es verdad!
La he puesto derecha
y la he mandado a su casa.
- ¡Cabrón majadero!
- Eres despreciable.
- Es un pervertido.
- A mí no me Io parece.
- Querían que las acompañáramos.
- ¿Por cuánto dinero?
- ¡30 dólares!
- ¿ Quién es la pequeña zorra?
La hermana pequeña puta de Nately.
Quiero pasar un rato
con mi chica. Os invito yo.
Dale los 30 pavos y dile
a las otras dos que se vayan.
Se enfadaría conmigo
por hacerla trabajar.
Dice que si la quisiera de verdad,
me acostaría con las otras dos.
¡Os Io juro, amigos...!
¡Venga, Yossarian, vamos!
Id vosotros.
- ¿ Qué problema tienes?
- Todo es un problema.
- Dos misiones más y para casa.
- Ya sabes Io que va a pasar.
No. Ayer Ilegó todo un reemplazo
de pilotos de Nápoles.
- ¿ Quién te Io ha dicho?
- Milo.
Acaba de Ilegar
con un cargamento de cocos.
Nunca veremos el reemplazo
ni los cocos.
Cathcart no se atreverá a volver
a subir el número de misiones.
¿ Quién va a impedírselo?
Alguien Io hará.
¡Vamos!
¡Esperadme!
Muy bien. A ver si me aclaro.
Tal como Io entiendo,
los condecoramos por hacer
un mal trabajo, ¿ verdad?
Eso no es del todo exacto.
Me hablarás sóIo cuando te pregunte,
que espero que sea casi nunca.
- Creo que puedo explicarlo.
- Será mejor que sí.
La misión de ayer era bombardear
un pueblo Ilamado Ferrara.
- ¿Por qué Ferrara?
- ¿ Qué quieres decir?
- ¿ Sabes Io que es Ferrara?
- Es un pueblo en una colina.
- ¿ Sabes Io que hay en ese pueblo?
- Cinco minutos para el objetivo.
- ¿ Qué hay?
- Nada.
No hay nada.
Ni alemanes, ni municiones,
ni vías de tren,
ni un puerto, nada.
- ¿Nada de nada?
- No. SóIo gente. Italianos.
Y un monasterio.
Yossarian, quizá se trate
de un lugar estratégico.
- ¿ Qué diablos hacemos?
- Nuestro trabajo no es preguntar.
- ¿De quién es?
- Cuatro minutos para el objetivo.
- ¿Estás listo para bombardear?
- Listos para lanzar las bombas.
- ¡Aún no hemos Ilegado!
- ¡Fuera de aquí, Aardvark!
¡Vas a fastidiar
toda la misión!
- ¡Listos para girar!
- ¿ Qué haces?
- ¡Déjalo ya, Yossarian!
- ¡Preparados para girar!
¿ Un impacto en el mar?
Sí, señor. Un gran bombardeo.
Tenemos fotografías aéreas
por si desea verlas.
¿Les condecoramos por lanzar
20 toneladas de bombas carísimas
- al Mediterráneo?
- Si se le ocurre otra opción...
La opción es coger a toda
la escuadrilla y fusilarlos.
- Eso traería problemas, mi general.
- Sí, ya, ya Io sé.
Si no podemos fusilarlos, podemos
hacerles un consejo de guerra
y hacer que se pudran en prisión.
Creemos que un consejo de guerra
supondría una publicidad inevitable.
Si sale a la luz que hemos empleado
una misión para bombardear el mar...
No hace falta
que siga, coronel.
"Por su gran valor
ante los abrumadores...", esto...
- Elementos.
- "...elementos,
"otorgo esta medalla
al capitán J. S...".
- McWatt.
- "...McWatt".
Venga, vamos.
Muy bien, McWatt.
¿Espera que le dé un beso o qué?
- Vuelva al pelotón.
- ¡A paso ligero!
"Por sus actos meritorios
"en medio del fuego
enemigo, capitán..."
- ¿ Qué pone ahí?
- Vamos, zoquete.
A menos que vea mal, capitán,
no Ileva puesto su uniforme.
¿ Qué estás mirando?
Vuelve al coche,
furcia bobalicona.
¿Por qué no Ileva ropa, capitán?
- Porque no quiero.
- ¿ Qué quiere decir?
No quiero Ilevarlas.
- ¿Por qué está desnudo?
- Se ha dirigido a usted.
- ¿Por qué está desnudo, comandante?
- ¿Por qué está desnudo, sargento?
Un hombre murió en su avión
y ensangrentó todo su uniforme.
Su uniforme aún está
en la lavandería.
- ¿ Y su uniforme de repuesto?
- En la lavandería, mi general.
- ¿ Y su ropa interior?
- En la lavandería, mi general.
- Me suena a cachondeo.
- Es un cachondeo, mi general.
General, castigaré
severamente a este soldado.
¿ Y a mí qué coño me importa?
Si quiere que le condecore
en pelota picada,
a usted, ¿ qué más le da?
- Estoy totalmente de acuerdo.
- Aquí tiene su medalla, capitán.
- Es una persona muy rara.
- Gracias, mi general.
- ¿Me la das?
- Sí.
- Perché?
- Porque eres preciosa
y te Ilamas Luciana.
Mi madre se Ilamaba así.
Pero mi nombre real es Eleonora
Rosanna. Me hago Ilamar Luciana.
Mi madre también
se hacía Ilamar Luciana.
Su nombre real
era Eleonora Rosanna.
- No te creo.
- Con toda la razón.
¿Por qué te la han dado?
¿Me creerías si
te dijese la verdad?
Me condecoraron
por matar peces.
- ¿Has matado muchos peces?
- Sí, soy uno de los mayores...
Soy el asesino de peces más famoso
de las Fuerzas Aéreas americanas.
Bailaré contigo, pero no
te dejaré acostarte conmigo.
- No te Io he pedido
- ¿No quieres acostarte conmigo?
- No quiero bailar contigo.
- ¿Estás loco?
- Cuidado con las manos, recluta.
- Me Ilamo Yossarian.
Cuidado con las manos,
Yossarian.
Es...
- ¿ Cómo se Ilama el nuevo artillero?
- Snowden.
- Tengo frío.
- Tranquilo. Te vas a poner bien.
Frío. Frío.
- Ahí tienes.
- Empieza a dolerme.
Espera, te daré un poco de morfina.
- ¡Imbécil!
- ¡Hola! ¿ Qué pasa?
Me alegro de verte.
¿ Cuándo te han dado de alta?
Tenemos que hablar
de un par de cosas.
¿ Cómo estás? Lamento no haberte
visitado, pero he estado en Nápoles.
- Explícame Io del paracaídas.
- ¿ Qué paracaídas?
El que utilizo si necesito
saltar del avión.
¡Ah, ese paracaídas! Debes
recordar que tu paracaídas
fue uno de los 50 ó 60
adquiridos por el Sindicato.
Al cuerno con el Sindicato.
¡AI cuerno con tus tomates!
No son míos, son los tomates
del Sindicato. Nuestros tomates.
Igual que estas estatuas.
De hecho, he cambiado
los paracaídas por ellas.
¿Has cambiado mi paracaídas
por las estatuas?
No, de hecho, he cambiado nuestros
motores diesel por las estatuas.
- ¡No tengo ningún motor!
- He dicho "nuestros", no "tus".
Los cambié por dos aviones
Ilenos de cachivaches,
100 pares de zapatos
y los paracaídas.
Los hombres no se alegrarán
cuando sepan Io que has hecho.
¿No Io entienden? Acabaremos
la guerra siendo hombres ricos.
Tú la acabarás siendo rico.
¡Y yo muerto!
- ¿ Qué quiere?
- ¿ Quién?
Joe el hambriento.
- ¿ Qué le ocurre?
- Tengo un presentimiento.
- Creo que sí.
- ¿ Qué?
- Vamos.
- ¿ Qué ocurre?
No Io sé, pero si estoy
en Io cierto...
Pero si es McWatt.
Hace meses que el cabrón me hace
Io mismo. Está celoso de ella.
- ¿Porque le gustas tú más?
- A ella le gusta éI más.
- ¿Por qué no sale con éI?
- ¡Porque no le soporta!
- El viejo McWatt.
- ¿Por qué?
Siempre me inscribe a bordo.
Cada vez que vuela,
me apunta como pasajero.
Cumplo mi número de misiones
sin tener que subir al avión.
- ¡Mirad!
- ¿ Qué dice?
¡Está volviendo!
- ¿ Quién era?
- Joe el hambriento.
Tendremos que pedir otro
fotógrafo a la intendencia.
¿Puedo ayudar
en algo?
McWatt aún sigue ahí arriba.
- El doctor Daneeka va con éI.
- Estoy aquí.
Baja, McWatt.
Seguramente tenga miedo de bajar.
Sabe que se ha metido en un lío.
Ha parado el motor.
¿Por qué Daneeka no salta?
ÉI sí que tiene paracaídas.
Estoy aquí, sargento.
No estoy en el avión.
¡Salte, doctor, salte!
Salte. Salte, doctor...
Por favor, salte.
Salta del avión. ¡Salta!
Pobre Joe el hambriento.
- Pobre McWatt.
- Pobre doctor.
Pobre doctor.
Redacte un informe completo,
capitán Yossarian.
Hacía tiempo que no te veía.
No desde...
el entierro de Snowden.
- ¿ Quiere decir algo, mi comandante?
- ¿ Qué?
Me preguntaba si deseaba
decir alguna cosa.
No, Io cierto es que
no conocía al joven.
Era su primera misión.
¿ Usted le conocía, Danby?
Nunca había oído su nombre.
¿ Cómo se Ilamaba?
Me parece que Snowden.
Leeré algo.
Sí, lea algo.
- ¿ Ocurre algo?
- No, me ha parecido ver algo.
- ¿ Un hombre desnudo en un árbol?
- Sí, exacto.
No es más que Yossarian.
Bueno, entonces...
"El Señor es mi pastor.
"No caeré en la tentación. Hace que
me acueste sobre pastos verdes...".
- Te he estado buscando.
- Deberías haberlo hecho aquí.
No quiero meterme en tu vida, pero,
¿por qué no Ilevas el uniforme?
Porque no quiero.
Quiero que me hagas un favor.
Quiero darles esto a los hombres.
Pruébalo y dime
qué te parece.
- ¿ Qué es?
- Algodón cubierto de chocolate.
- ¿Estás loco?
- ¿No te gusta?
- ¡Ni le has quitado las semillas!
- Es asqueroso, ¿ verdad?
- ¡Es algodón!
- Tienen que cogerle el gusto.
- ¿Por qué?
- Vi una oportunidad para
monopolizar el mercado del algodón.
No sabía que había en exceso.
Tengo varios almacenes Ilenos
de esto por toda Europa.
La gente come algodón de azúcar.
Esto es mejor, algodón de verdad.
- ¡La gente no puede comer algodón!
- Deben hacerlo, por el Sindicato.
Se pondrán enfermos. Si no
me crees, pruébalo tú mismo.
Ya Io he hecho y me puse enfermo.
Fíjate, parece un entierro.
Están enterrando al chico
que murió en mi avión.
- ¿ Qué le pasó?
- Lo mataron.
- ¿ Qué?
- He dicho que Io mataron.
Lo siento.
- ¿Era tu amigo?
- Quizá... No Io sé.
- Era muy viejo.
- Pero si era un chico.
Murió. No puedes envejecer más.
- ¿Dónde trabajas?
- No soy una puta.
No he dicho que Io fueras.
- En una gran compañía americana.
- ¡Igual que yo!
- ¿ Quieres volver a verme? ¿Por qué?
- ¿Por qué no?
¿ Crees que soy guapa?
- Creo que eres perfecta.
- No es cierto.
Es cierto.
¿ Ves esto?
- Dios, ¿ cómo te Io has...?
- Un ataque aéreo.
- ¿Alemán?
- Americano.
¿Ahora ya no me quieres?
¿De qué hablas?
Claro que te quiero.
- Quiero que te cases conmigo.
- Estás loco.
- ¿Por qué?
- No puedes casarte conmigo.
- ¿Por qué no?
- Porque no soy virgen.
- ¿ Y?
- Nadie se casaría conmigo.
- Yo sí. Quiero casarme conmigo.
- No es posible.
- ¿Por qué no?
- Porque estás loco.
- ¿Por qué estoy loco?
- Porque te quieres casar conmigo.
¿No te casas conmigo porque estoy
loco y Io estoy por querer casarme?
- Estás loca.
- ¿Por qué?
Porque te quiero.
¿ Cómo puedes querer
a una chica que no es virgen?
Porque no puedo casarme contigo.
¿Por qué no puedes casarte conmigo?
¿Porque no soy virgen?
- ¡No, porque estás loca!
- ¡El loco eres tú!
- ¡Estáis todos locos!
- ¿Por qué Io dice?
Porque no sabéis
cómo manteneros con vida
y ése es el secreto de la vida.
Tenemos que ganar una guerra.
América perderá la guerra.
Italia la va a ganar.
América es la nación
más poderosa del mundo.
El soldado americano
es el mejor adiestrado,
el mejor equipado,
el mejor...
Sin embargo, Italia es uno
de los países más débiles
y los soldados italianos
apenas están equipados.
Por eso a mi país le va
tan bien y al tuyo tan mal.
¡Qué idiotez! Primero los alemanes
os invadieron y ahora nosotros.
- ¿ Y a eso le Ilamas ir bien?
- Claro que sí.
Los alemanes se están marchando
y nosotros aún estamos aquí.
Dentro de poco, os habréis ido
y nosotros seguiremos aquí.
Italia es un país pobre y débil
y eso es Io que nos hace fuertes,
Io bastante como para aguantar
la guerra y seguir existiendo
mucho después de que tu país
haya sido destruido.
¿De qué habla?
Nadie va a destruir a EE UU.
- ¿Nunca?
- Bueno...
Destruyeron Roma.
Destruyeron Grecia.
Destruyeron Persia
y también España.
Todas las grandes potencias fueron
destruidas. ¿Por qué la tuya no?
¿ Cuánto tiempo más crees que va
a durar tu país? ¿Para siempre?
- Siempre es mucho tiempo.
- Muchísimo.
- Espera, estamos hablando.
- ¿ Vamos a la cama?
¿ Quieres vestirte un poco?
Prácticamente estás desnuda.
Ojalá no anduviera
así por ahí.
Su trabajo es andar
así por ahí.
- Pero no está bien.
- Sí que Io está.
Es agradable a la vista.
Esta vida no está bien.
No quiero que Io haga.
- ¿ Cuándo vamos a América, Nately?
- ¿ Cuándo vamos, Nately?
¿Te la vas a Ilevar a América?
¿Lejos de esta vida de prosperidad?
¿Lejos de la oportunidad de hacer
buenos negocios y de sus amigos?
- ¿No tiene principios?
- Claro que no.
- ¿Ni moral?
- Soy un hombre de mucha moral.
E Italia es un país muy moral.
Por eso volveremos
a estar en la cima,
si conseguimos que nos venzan.
- Habla como un hombre loco.
- Pero vivo como uno cuerdo.
Cuando Mussolini estaba
en el poder, era fascista.
Ahora que Io han derrocado,
soy antifascista.
Cuando nos invadieron los alemanes,
apoyaba a los nazis.
¡Ahora apoyo a los americanos!
No encontrarás a nadie
más leal en Italia que yo.
¡Oportunista sinvergüenza!
Es mejor morir de pie
que vivir de rodillas.
Lo has dicho al revés.
Es mejor vivir de pie
que morir de rodillas. Lo sé.
- ¿ Cómo Io sabe?
- Porque tengo 107 años.
¿ Cuántos años tienes tú?
En enero cumpliré 20 años.
Si vives para contarlo.
¿ Cómo estás? ¿ Cómo estás?
Debemos volver.
Han cancelado todos los permisos.
Hola, cariño.
¿Me das un dólar? Te Io devolveré
cuando Ileguemos a América.
Uno sóIo... Uno.
¡He dicho uno! Dámelo.
Vamos, Dobbs.
Milo nos Ilevará de vuelta.
- ¿Por qué cancelaron los permisos?
- No Io sé.
Milo dice que la base
está en una especie de alerta.
Cathcart ha aumentado
el número de misiones a 80.
Está enfadado porque el capitán Orr
ha estrellado otro avión.
- ¿En dónde?
- Volviendo de Bolonia.
- Cayó al Mediterráneo.
- ¿Había rescate marítimo?
Rescataron a todos menos a Orr.
Será mejor que esta noche no os
acerquéis a la pista de aterrizaje.
- ¿Por qué?
- Hacedme caso.
- Quedaos en los barracones.
- ¿Por qué?
- Ahí está.
- ¿El qué?
¡El avión de Orr!
Encontrará la forma de volver.
Siempre Io hace.
Volverá
con su risilla de ratoncillo.
Aarfy, si me pasara algo,
¿te ocuparías de mi chica?
- ¿Le habéis oído? ¡"Su chica"!
- No te preocupes.
No te pasará nada
que no nos pase al resto.
- Acabaré dentro de un segundo.
- No, siempre dices Io mismo
y luego tengo que verte arreglar
un trocito de esa basura tuya.
- Imagino que no la has visto.
- ¿ Que no he visto el qué?
Una pequeña junta cuadrada,
así de grande. ¿La has visto?
- Tendré que empezar de nuevo.
- No, por favor.
- ¿Por qué?
- Me da dolor de cabeza.
- ¿Por qué?
- ¿Por qué qué?
¿Por qué no vuelas conmigo?
¿Eso qué tiene que ver con la
jaqueca que tú y tus juntas me dais?
Tiene que ver absolutamente todo.
¿Tratas de decirme algo?
Que si fueras listo,
volarías conmigo.
- Has estrellado tres aviones.
- Cuatro. Soy un buen piloto.
- No quiero acabar en el mar.
- Ya me Io agradecerás.
- ¿ Que consigas que me ahogue?
- Que acabe la estufa.
Se acerca el invierno. Tendrás
calefacción, agua caliente...
Serás capaz de cocer
huevos y más cosas.
- ¿ Yo? ¿ Y tú dónde estarás?
- No sé. Aquí y allá.
Nadie quiere volar contigo.
Eres un kamikaze.
- Están locos.
- Yo comparto su opinión.
Tú también estás loco.
- ¿ Orr?
- Está muerto.
- ¿ Quién?
- Un chico de mi ciudad natal.
Acaba de morir. Han venido
desde EE UU para verlo.
- Métete en la cama, ¿ vale?
- ¿ Qué?
Su hermano y sus padres han venido
hasta aquí. Saben que está muriendo.
- ¿ Qué quieres que haga?
- Hazte pasar por éI.
SóIo durante un rato,
luego se marcharán.
Han recorrido 8.000 km
para verte antes de morir.
- ¡No me estoy muriendo!
- Claro que sí. Todos Io hacemos.
Se darán cuenta.
Han venido a ver a su hijo.
Verán Io que haya.
Un hijo moribundo es tan bueno
como otro. ¡O incluso peor!
- No saldrá bien.
- Han hecho un largo viaje.
No quiero defraudarlos.
La gente mayor me importa.
- ¿ Y si se ponen a Ilorar?
- Es muy probable que Io hagan.
Esperaré fuera y si se pone muy
dramático, vendré y Io detendré.
No va a funcionar.
Hazme este favor
y yo te haré uno.
- ¿Me dará de baja?
- No puedo.
Puede decir que estoy al borde
de tener un colapso nervioso.
Claro que sí.
Pero hay una trampa.
- La norma 22.
- El mando denegará mi orden.
Te volverán a enviar al frente
y a mí a pudrirme en el Pacífico.
- Dios mío, ya están aquí.
- Empieza a morirte.
Hazme el favor y te enviaré a Roma
de permiso durante cinco días.
Tiene muy mal aspecto.
- Está enfermo, papá.
- Harvey.
- Me Ilamo Yossarian.
- Se Ilama Yossarian, mamá.
Yossarian, ¿no me reconoces?
Soy tu hermano John.
¿ Sabes quién soy?
- Sí, eres mi hermano John.
- Papá, se acuerda de mí.
Yossarian, mira, es papá.
Saluda a papá.
- Hola, papá.
- Hola, Harvey.
- Se Ilama Yossarian, papá.
- Tiene muy mala cara.
Está muy grave. El médico
dice que va a morir.
Mamá, se Ilama Yossarian.
No tiene muy buena memoria.
No pasa nada. Puede Ilamarme
Harvey si quiere.
No te preocupes.
Todo saldrá bien.
Lo sé.
Hemos venido desde Nueva York.
Temíamos no Ilegar a tiempo.
- ¿A tiempo para qué?
- Para verte antes de morir.
¿ Y eso qué más da?
No queríamos que estuvieras
solo en tu lecho de muerte.
¿ Y eso qué más da?
Empieza a delirar. No para
de repetir la misma pregunta.
No es Harvey, es Yossarian.
¿ Y eso qué más da?
Se está muriendo.
Escucha, no es grave.
Te voy a hacer un torniquete.
Ya está. Está bien.
Es una buena venda.
Frío.
Tengo frío. ¡Dios mío!
No pasa nada, chico.
Pronto estaremos en casa.
¿Aún te duele la pierna?
¿Estás ahí?
- ¿ Orr? ¿Eres tú, cabronazo?
- Soy yo, Nately.
Nately. ¿ Qué ocurre?
Son las tres y media de la mañana.
Es Dobbs, hay que detenerle.
Quiere matar al coronel.
¿A Cathcart? ¿Dobbs quiere
matar al coronel Cathcart?
¿ Qué te pasa?
Nada. Es la primera cosa
cuerda que voy a hacer.
- ¡Te fusilarán por asesinato!
- ¡El asesino es Cathcart!
- ¡Vamos, dame el arma!
- Tranquilízate.
- SóIo te faltan un par de misiones.
- ¡Estás loco!
¡Volverá a aumentar
el número y tú Io sabes!
Nos mandará misiones
hasta que hayamos muerto todos.
¿ Y qué más te da?
No quieres irte a casa,
estás enamorado de la puta.
Estás hablando de mi prometida.
La prometida de cualquiera
con diez pavos,
que no le importe
contraer una enfermedad
a cambio de 15 minutos de gemidos
en un colchón mugriento.
Creo que le he hecho daño.
Se pondrá bien.
¡Ahí viene!
- ¡Dame la pistola!
- ¡No, escúchame!
Si vuelve a aumentar el número,
te prometo que te ayudaré a matarlo.
- ¿De verdad?
- Te Io prometo.
Me parece muy razonable.
- Está pasando algo.
- ¿A qué te refieres?
Milo y el coronel
están tramando algo.
Han estado planeando
algo ahí arriba.
- ¿ Qué hace?
- Algo, no Io sé.
¿Por qué no han encendido
las luces? ¡Qué coño...!
Yossarian, ¡escucha!
- ¿ Qué es eso?
- ¡Mira!
¡Dios mío!
¡Corre, corre!
Muy bien, número 1 y 2,
ha sido un blanco perfecto.
Gracias. ¿ Qué hago ahora?
Dé la vuelta y espere mis órdenes.
Muy bien, número 3.
Procure no darle a los almacenes
al final del campo.
Impacto directo en el barracón
de intendencia. Y número 3...
Espere un momento, número 3.
Yossarian, fuera del campo.
Cúbrete, Yossarian. Y tú también,
Dobbs. Bien, número 3, láncelas.
¡Cabrones! ¡Fuera de aquí!
Detente. Estás disparando
a nuestros hombres. Cúbrete.
Es una operación
de Empresas M&M.
Números 4 y 5, número 3 no le ha
dado a los almacenes de víveres.
Os he dicho que afinarais.
Esta vez, dadle al objetivo.
Una chapuza no valdrá de nada.
¿ Qué hace, Yossarian?
¡Fuera del campo!
Le veré más tarde. Queda confinado
a la base. No me olvidaré de esto.
Las Fuerzas Armadas
no Io olvidarán.
¡No sea ridículo! Lo que es bueno
para M&M es bueno para nosotros.
- ¡Ahí va el depósito de bombas!
- Debemos deshacernos del algodón.
Los alemanes han prometido
comprárnoslo,
si cumplimos
esta misión por ellos.
- Es parte del acuerdo.
- ¡Adiós al club de oficiales!
¿Ha hecho un trato
para bombardear nuestra base?
Un trato es un trato.
Por eso estamos en guerra.
Al habla el teniente Minderbinder.
Salgan del campo, por favor.
- Empezaremos el bombardeo masivo.
- ¿Masivo?
- Es parte del trato.
- ¡Adiós al cuartel general!
- ¿ Qué dice?
- Ha dicho: "Nately".
- Nately está muerto.
- Lo sé.
- ¿ Quién está muerto?
- Tú no.
Lo estarás si no operamos
esa puñalada.
- ¿ Qué pasa?
- Te estamos operando.
Te vamos a mirar por dentro.
Te limpiaremos y te coseremos.
Tenemos a tu amigo.
Ya me has oído.
Tenemos a tu amigo.
¿ Qué amigo?
- ¿ Qué dice?
- Algo sobre su amigo.
- ¿ Quién es su amigo?
- No Io sé, quizá sea Nately.
Nately está muerto.
Yo que tú no entraría.
Creo que ha pasado algo.
Debo ver a la fulana de Nately
y decirle que ha muerto.
¿ Quieres acompañarme?
No puedo, le he prometido
medias de seda y cigarrillos.
Para su familia. Les conozco.
Gente de altas esferas.
- Nos vemos luego.
- Sí.
Sí, ya vamos.
A mi habitación.
Será mejor que no estés en la calle.
Es hora del toque de queda
y no tienes permiso.
- ¿ Qué ha pasado?
- Se han ido. Todas.
- ¿ Quiénes?
- Todas las chicas.
Se han ido.
Se las han Ilevado.
- ¿ Quién se las ha Ilevado?
- Los del casco blanco.
- ¿La policía militar?
- Sí, ellos.
- ¿Adónde se las han Ilevado?
- ¿ Y yo qué sé? Se han ido.
- ¿ Y el viejo?
- Se ha ido.
- ¿Adónde?
- Está muerto.
¿ Qué?
Un momento estaba vivo
y luego se murió.
- No puede ser.
- ¿Por qué no?
¿ Qué han hecho con las chicas?
¿Las han arrestado?
No Io sé.
Vinieron y se las Ilevaron.
Debe de haber una razón.
No han podido Ilevárselas sin más.
Sin razón.
- ¿ Qué derecho tenían?
- Norma 22.
¿ Qué? ¿ Qué ha dicho?
Norma 22.
¿ Cómo sabe qué es eso?
Las chicas preguntaron:
"¿Por qué nos Ilevan?".
Contestaron: "Norma 22".
Las chicas preguntaron:
"¿ Qué os da el derecho?".
Los soldados dijeron:
"Norma 22".
SóIo decían:
"Norma 22, norma 22".
¿ Qué significa?
¿No se la han leído?
- No tienen por qué hacerlo.
- ¿ Quién Io dice?
- La ley.
- ¿ Qué ley?
La ley de la norma 22.
Milo, te voy a matar,
¡asesino hijo de puta!
No le hagáis daño. Sé cómo
te sientes, pero no es culpa mía.
- ¿De quién es?
- De nadie.
Nately fue una víctima
de ciertas presiones económicas,
- de las leyes del mercado.
- ¡Cabronazo de mierda!
- ¿ Quieres que te Ileve a verla?
- ¿A quién?
A la fulana de Nately.
¿No la estabas buscando?
- ¿ Sabes dónde está?
- Claro que sí.
Estás ausente sin permiso.
Creí que eras más listo.
- Nately no sería tan estúpido.
- Pero éI está muerto.
- Lástima. Era un gran tipo.
- Tus chicos le dieron de Ileno.
Pero ha muerto un hombre rico. Tenía
60 participaciones en el Sindicato.
- Y qué más da, está muerto.
- Las heredarán sus hijos.
- No tenía ninguno.
- Entonces, sus padres.
- No Io necesitan, son ricos.
- Entonces, Io entenderán.
Pregunta por la número 33.
- No Io sabía.
- ¿ Que trabajaba para Milo?
Todos trabajamos para Milo.
Me ha dicho
que preguntara por la número 33.
Diez dólares, por favor.
¿No quieres una toalla?
- Hola, Yossarian.
- Hola, pequeña.
- ¿ Y tu hermana?
- Está dentro.
- ¿Me das un dólar?
- Sí.
- ¿ Vamos pronto a América?
- Sí, pequeña.
- ¿ Quieres hacer el amor ahora?
- No, no. Escucha...
- Debo decirte algo.
- ¿De Nately?
- ¿ Va a venir?
- No.
- ¿ Vamos pronto a América?
- Sí, escucha...
- ¿ Cuándo vamos?
- Mira...
Nately ha muerto.
¡Yo no Io he matado!
¡No ha sido culpa mía!
¡Era mi amigo, zorra cateta!
Fuerzas Armadas de EE UU
Alojamiento para oficiales
- SóIo la violé una vez.
- La has matado.
Tuve que hacerlo
después de violarla.
No podía ir por ahí
difamando mi nombre.
Subnormal, ¿por qué no escogiste
una chica de la calle?
Yo no. Nunca
he pagado en mi vida.
- ¡Venga, atrás!
- Retírense.
Aarfy, ¿has perdido el juicio?
Te meterán en la cárcel.
Has matado a una niña.
¡Está tirada en la calle!
No tiene derecho a estar ahí.
Ha infringido el toque de queda.
¿No entiendes Io que has hecho?
¡Has asesinado a una persona!
¡Pueden colgarte por ello!
Dudo que Io hagan,
no al viejo Aarfy.
Esa chica les traerá sin cuidado
cuando mueren miles cada día.
Vienen a por ti.
Vienen a detenerte.
¡No puedes matar a otra persona
y salirte con la tuya!
¡Vienen a por ti!
- Está detenido.
- Pero yo no he hecho...
Está ausente sin permiso.
- Le enviamos a casa.
- ¿ Qué?
He dicho que le enviamos a casa.
Le ha estado dificultando mucho
las cosas al coronel Cathcart.
Los hombres están tristes y la moral
por los suelos. Es todo culpa suya.
Es suya, por aumentar
el número de misiones.
- Es porque usted se niega a volar.
- ¿ Sabe qué es el patriotismo?
¿No daría la vida por su país?
¿Por la mía y la del coronel Korn?
¿ Qué tienen usted y el coronel
que ver con mi país?
¡Es una desgracia para su país!
¿ Cómo ha Ilegado a ser capitán?
- Usted me ha ascendido.
- ¡Eso no tiene nada que ver!
Déjeme a mí.
Capitán, quisiera apelar
a su sensatez una vez más.
Hay una misión a punto de salir.
Puede subirse al avión
y fingiremos que todo
esto nunca ha ocurrido.
¿No se enorgullece de haber
servido en una escuadrilla
que ha cumplido más misiones
de combate que cualquier otra?
¿No quiere subir de rango
y tener más distinciones
en sus medallas?
¿No quiere aumentar el récord
volando en más misiones?
En ese caso, tendremos
que enviarle a casa.
Por supuesto, hay una trampa.
¿ Sí? ¿ CuáI?
Daremos órdenes
de que le manden de vuelta a EE UU,
pero a cambio deberá
hacer algo por nosotros.
¿El qué?
Sea nuestro amigo.
¿ Que sea su amigo?
Sí.
Le sorprenderá Io fácil
que es una vez que empiece.
Ve, vamos a hacer
que se forre de dinero.
- Le ascenderemos a comandante.
- Le condecoraremos de nuevo.
- Volverá a casa como un héroe.
- Harán desfiles en su honor.
Podrá dar discursos
y recaudar fondos.
- SóIo tiene que ser nuestro amigo.
- Hablar bien de nosotros.
Decirle a la gente de casa
el gran trabajo que hacemos.
Acepte nuestra propuesta.
Es eso o un consejo
de guerra por deserción.
¿ Y los demás? Les estaría
jugando una mala pasada.
Estarán mejor sin usted.
Ni siquiera pensarán en usted.
Tienen que ganar una guerra.
Si no quieren volar más,
que sean ellos quienes Io digan.
- Precisamente.
- Justamente.
Trato hecho.
¡Socorro! ¡Auxilio!
¡Ayúdalo!
- ¿ Qué?
- ¡Que Io ayudes! ¡Ayúdalo!
- ¿A quién?
- ¡AI bombardero!
- Soy el bombardero y estoy bien.
- Entonces ayúdalo. ¡Ayúdalo!
Tengo frío.
Tengo mucho frío.
Todo saldrá bien, chico.
Pronto estaremos en casa.
- ¿Aún te duele la pierna?
- Ya no.
Ya están aquí.
Ya están aquí.
Ya están aquí.
- ¿Podemos pasar?
- Sí.
Veo que estás solo.
Bueno, te vas a casa.
- No sé si creérmelo.
- Aquí tengo las órdenes.
El desfile que están ensayando
es para ti. Eres un héroe.
Te condecorarán por impedir
que ese nazi matara a Cathcart.
¿De qué nazi hablas?
Era la fulana de Nately.
Intentó matarme, porque le dije
que Nately había muerto.
- Pero el coronel ha dicho que...
- He hecho un trato con ellos.
Me envían a casa como un héroe
y yo tengo que hablar bien
de ellos en EE UU.
Es un trato rastrero, ¿ verdad?
- ¿No?
- Bueno...
¿Lo es?
No Io sé, no estoy
aquí para juzgarte.
¿Para qué estás aquí?
Tampoco estoy seguro de eso.
¿ Qué haríais en mi lugar?
No Io sé. No soy tú.
Imagina que Io eres.
Es difícil. A veces hasta
me cuesta imaginarme a mí mismo,
si sabes a Io que me refiero.
Voy a cancelar el trato.
Si me envían a casa, que sea
porque he cumplido 50 misiones.
Entonces, tendrían
que enviarnos a todos.
- Ése es su problema.
- Es el tuyo.
- Te harán un consejo de guerra.
- Confórmate con Io que tienes.
- No.
- No, ¿ qué?
Llevo tres semanas
en esta cama dándole vueltas
y sóIo sé que no quiero
ir a la cárcel
ni seguirle el juego a Cathcart.
- ¿ Qué otra opción tienes?
- Puedo escaparme.
¿Desertar? ¿ Cómo dejarías
la base? Eso es una locura.
Por eso es la única
opción sensata que hay.
Te Ilamarán cobarde.
Es tu país.
He cumplido 55 misiones
y he luchado durante tres años,
es hora de luchar por mí mismo.
- ¿ Y si todos pensaran igual?
- Sería tonto si pensara otra cosa.
¿ Qué van a decir tus amigos?
Ya no tengo ninguno.
Nately ha volado en pedazos,
McWatt se ha suicidado,
a Joe el hambriento Io han rebanado
en dos, Dobbs ha desaparecido,
Aardvark es un asesino
y el doctor Daneeka es un zombi.
Ya no me queda ninguno.
El único que tenía era Snowden
y ni siquiera Io conocía.
¿ Qué pasa con Orr?
- Orr está en el fondo del mar.
- No es verdad. ¿No te has enterado?
- ¿De qué?
- Orr está en Suecia.
¿ Qué?
Tras 16 semanas a la deriva, tres
campistas suecas Io encontraron.
- Milagro.
- Fue a remo todo el trayecto.
- ¿A remo?
- En la balsita de plástico.
¡Vaya tío, de aquí hasta Suecia!
- Se va a quedar allí.
- ¡Es un milagro!
No es un milagro.
Lo tenía planeado.
- ¿Fue a Suecia a propósito?
- ¡Está a más de 5.000 km de aquí!
Por eso decía que los aterrizajes
forzosos eran buenos para practicar.
- Para así ir a la deriva.
- ¡En cada misión que hacía!
Eso sí que es un milagro.
¡Practicaba que le derribasen
para ir a la deriva!
¿ Y Io ha conseguido?
¿Lo ha logrado?
¡Lo ha conseguido!
¡El muy cabrón Io ha logrado!
- ¿Estás loco? ¿Está loco?
- ¡Si éI ha podido, yo también!
- Debemos detenerlo.
- ¡Puedo hacerlo, Danby!
- ¡Te atraparán!
- Lo lograré.
- ¡Es una locura!
- ¿ Qué pasa con tu uniforme?
No me reconocerán sin éI.
Siempre estarás escapando,
arriesgándote a que te delaten.
Ahora ya vivo así.
- Por el amor de Dios, ¡deprisa!
- Adiós, capellán.
- ¿ Cómo estás, Yossarian?
- Bien, aunque muerto de miedo.
- Deberás mantenerte alerta.
- Lo haré.
- Tendrás que saltar.
- Lo haré.
¡Salta!