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Basta, Curly. No puedes comerte
las persianas, acabo de ponerlas.
Bebe esto.
-No es buena.
-¿Qué quieres que te diga?
Cuando tienes razón, tienes razón
y tienes razón.
La semana próxima le pago el resto.
Ayer pescamos sólo 60 toneladas.
Pagan menos que cuando es albacora.
Te lo digo como ejemplo,
no quiero quitarte hasta el último dólar.
-Gracias, Sr. Gittes.
-Llámame Jake. Conduce con cuidado.
La Sra. Mulwray le espera
con el Sr. Walsh y el Sr. Duffy.
Sra. Mulwray, le presento al Sr. Gittes.
-Sra. Mulwray, ¿cómo está?
-Sr. Gittes...
¿Qué problema tiene?
Es mi marido...
Creo que está saliendo con otra mujer.
No... ¿De veras? Lo siento.
Sr. Gittes, ¿podríamos hablar a solas?
Me temo que no.
Estos son mis ayudantes...
...y en algún momento
tendrán que ayudarme.
-No puedo hacerlo todo solo.
-Claro que no.
¿Por qué cree que su marido
está saliendo con otra mujer?
Una esposa se da cuenta.
-¿Ama a su marido?
-Claro que sí.
Entonces olvídelo.
Sé que él la ama. ¿Conoce el refrán:
"No levantes la perdiz"?
-Es mejor que no se entere.
-Tengo que saberlo.
Bueno.
-¿Cómo se llama su marido?
-Hollis. Hollis Mulwray.
-¿Agua y Energía?
-Es ingeniero jefe.
¿Ingeniero jefe?
Este tipo de investigación
le puede costar mucho dinero.
-Lleva mucho tiempo...
-El dinero no me importa.
Veremos qué podemos hacer.
Hoy en día uno sube al tranvía y en
25 minutos llega al Océano Pacífico.
Se puede nadar y pescar,
pero no beber el agua.
No se puede irrigar un naranjal
con agua salada.
Vivimos al lado del océano,
pero también al borde de un desierto.
Los Ángeles es un desierto.
Debajo de este edificio hay un desierto.
Sin agua el polvo nos cubriría
como si nunca hubiésemos existido.
El Dique Alto Vallejo
nos puede salvar.
Creo que ocho millones de dólares
es un precio justo...
...para que el desierto
no cubra nuestras calles.
Alcalde Bagby...
Escuchemos a las compañías.
Primero vamos a Agua y Energía.
¿Sr. Mulwray?
Más de 500 personas murieron cuando
el dique Van Der Lip se desmoronó.
Este esquisto se parece
al esquisto permeable del desastre ese.
No soportaría tanta presión.
Ustedes proponen otro dique
apoyado sobre fango...
...con pendientes de 2,5 a 1, de 33
metros de altura con esta superficie.
No se puede sostener.
No lo construiré, eso es todo.
No cometeré el mismo error dos veces.
¿Qué demonios hacen?
¡Saquen a esos animales de aquí!
¡Dígame dónde llevarlas!
¡No tiene una respuesta que darme!
¡Roban agua del valle, arruinan
el pastoreo, matan a las ovejas!
¿Quién le paga por eso, Sr. Mulwray?
¡Eso quiero saber!
SALVE LA CIUDAD. LOS ÁNGELES
SE MUERE DE SED. VOTE SÍ
-¡Pasó toda la noche ahí!
-Así es.
Tuve que volver tres veces
a recoger los relojes.
Anoche fue a tres embalses, un baño
de hombres y al Pig & Whistle.
El tío tiene agua en el cerebro.
¿Qué conseguiste?
-¿Y?
-Tuvieron una discusión terrible.
-¿Sobre qué?
-No sé. Los coches hacían ruido.
Escuché una sola cosa:
"Corazón de manzana".
-¿Corazón de manzana?
-Sí.
-¿Te pasaste el día haciendo eso?
-Me dijiste que saque fotografías.
Déjame explicarte algo, Walsh.
Este negocio requiere
cierta delicadeza.
-¿Qué pasa, Sophie?
-Te llama Duffy.
-Duff, ¿dónde estás?
-El buitre tiene una niñita...
-Más despacio, ¿dónde estás?
-Están en Echo Park, en un bote.
Bueno...
Echo Park. Agua otra vez.
Bueno, amigo, sonríe.
Te encantará.
EL JEFE DE AGUA Y ENERGÍA
USA FONDOS PARA NIDO DE AMOR
Cuando uno recibe tanta publicidad
se harta. Ya eres como una estrella.
-Mira eso, Barn.
-Sí, el calor te mata.
Nombres y caras de idiotas...
-¿Qué ha dicho, amigo?
-¡Vaya forma de ganarse la vida!
-¿Y usted a qué se dedica?
-Hipotecas en First National Bank.
¿Ha desalojado a muchas familias
esta semana?
-No lo publicamos en los periódicos.
-Yo tampoco.
-No, su agente de prensa lo hace.
-¿Este idiota es cliente tuyo?
Hago un trabajo honesto. Ayudo
a la gente cuando está desesperada.
No desalojo a familias
como hacéis vosotros en el banco.
Quizás quieras hablar
de esto afuera. ¿Qué te parece?
-Le contaré una anécdota...
-¡No sé quién lo publicó!
-Hago un trabajo honesto.
-Claro...
Era un tío que se cansó
de tirarse a su esposa.
Su amigo le aconsejó
que hiciese como los chinos...
Duffy... ¡Oye, Walsh!
Sophie, vete al tocador un minuto.
Pero, Sr. Gittes...
Sí, Sr. Gittes.
Tengo una historia. Hay un tío
que se hartó de tirarse a su mujer...
-Jake, hay un problema.
-¡Espera un momento!
Su amigo le dice que haga como los
chinos. "¿Cómo hacen los chinos?"
"Primero follan un poco,
luego leen un poco de Confucio...
...vuelven, follan un poco más,
vuelven a parar..."
-¡Jake!
-Walsh, escucha, esto te encantará.
"Vuelven y follan un poquito más...
...y luego contemplan la luna.
Eso hace que se exciten más."
El tío se va a casa
y empieza a follar con su mujer.
Folla un poco
y luego se va a leer la revista Life.
Vuelve y folla otro poco
y luego se va a fumar un cigarro.
Su esposa se enfada.
Cuando sale a mirar la luna le dice:
"¿Qué te pasa?
¡Follas como un chino!"
¡Dios, ese Barney...!
-¿Sr. Gittes?
-Sí.
¿Usted me conoce?
Bueno, creo que lo hubiese recordado.
¿Nunca me ha visto?
No.
-¿Nunca?
-Nunca.
Lo sabía. Soy Evelyn Mulwray.
La esposa del Sr. Mulwray.
¿Este Mulwray?
Sí, Sr. Gittes. Ese Mulwray.
Ya sabe que nunca me había visto...
...y debe admitir que nunca lo contraté
para que espíe a mi esposo.
Veo que le gusta la publicidad,
Sr. Gittes.
Pues recibirá publicidad.
Ha habido un malentendido.
No tiene por qué enfadarse conmigo...
No me enfado con nadie.
Mi abogado se enfada.
Esto es para usted, Sr. Gittes.
Supongo que su abogado nos llamará.
AGUA Y ENERGÍA.
INGENIERO JEFE. H. MULWRAY
-¿El Sr. Mulwray?
-No está, ¿Sr...?
-¿Qué desea?
-Es privado. ¿Hace mucho que salió?
-Desde la hora del almuerzo.
-Dios, he llegado tarde.
-¿Le esperaba?
-Hace 15 minutos, lo esperaré.
¡Señor!
MARTES A LA NOCHE. EMBALSE
OAK PARK. SE USAN 7 CANALES
¿Puedo ayudarle?
Soy Russ Yelburton, subjefe.
Soy J.J. Gittes,
no es un asunto de la compañía.
-¿Podría esperar en mi oficina?
-Claro.
Estamos nerviosos
porque el Sr. Mulwray...
...ha salido en los periódicos. Por aquí.
Cuando uno lleva mucho tiempo
trabajando con una persona...
...conoce sus costumbres
y sus principios.
Los hombres son del tipo
que persiguen a las mujeres o no.
-Mulwray ni bromea al respecto.
-Quizá se lo toma muy en serio.
-Tome asiento.
-No, gracias.
-¿Sabe dónde ha ido a comer?
-Lo siento, no lo sé.
-Dígale que volveré.
-Se lo diré.
¿Le molesta si me llevo su tarjeta
por si tengo que contactarle?
-Mulvihill, ¿qué haces aquí?
-Me cortaron el agua. ¿Y qué?
¿Cómo te diste cuenta?
Tú no bebes agua, no te bañas...
Ya sé, te escribieron una carta,
pero para leerla debías saber leer.
Calma, me alegro de verte.
-¿Lo conoce?
-Eso espero, trabaja para nosotros.
-¿Haciendo qué?
-Han amenazado los embalses.
-¿Por algo en particular?
-La sequía, granjeros desesperados...
-La ciudad necesita agua potable.
-Es muy afortunado.
Cuando era jefe de policía los
contrabandistas trajeron mucho licor...
...y él nunca perdió una gota.
Él podrá custodiar el agua.
J.J. Gittes para el Sr. Mulwray.
Adelante.
Espere.
-Mala para el césped...
-Sí, claro.
"Mala para el césped."
-Sr. Gittes...
-En realidad vine a ver a su marido.
-¿Desea beber algo?
-¿Qué bebe usted?
-Té helado.
-Lo mismo, gracias.
Mi marido está en la oficina.
No está ahí y se ha marchado
de su piso en El Macondo.
Ese no es su piso.
No me dedico a este negocio
para caerle bien a la gente...
...pero es lo mío. Quien incriminó
a su marido me incriminó a mí.
Los Ángeles es una ciudad pequeña.
No quiero convertirme en un payaso.
Me ha convencido. No lo demandaré.
-¿Qué?
-Olvidemos todo este penoso asunto.
-¿Azúcar, limón o las dos cosas?
-Las dos cosas. No quiero olvidarlo.
Prefiero hablar con su marido.
¿Por qué? Hollis cree que usted
es un hombre inocente.
Nunca me han acusado
de ser inocente.
Alguien se ha esforzado mucho
y quiero averiguar quién es.
Generalmente no soy el damnificado
en estas cosas.
A menos que sea un problema,
quisiera hablar con su marido.
-¿Puedo hablarle sinceramente?
-Si es capaz...
Esa novia... Era bonita,
aunque tuviese un aspecto común...
Ha desaparecido.
Quizás desaparecieron juntos.
-¿Y eso en qué le afecta?
-No es algo personal.
Es muy personal.
No podría ser más personal.
-¿Es una obsesión que tiene?
-Vamos a pensar un poco...
Una fulana mentirosa
se hace pasar por usted y me contrata.
Quien la envió no quiere
perjudicarme a mí sino a su marido.
Si lo veo, podré ayudarlo.
-¿Habló con él esta mañana?
-No.
Me fui a montar a caballo.
-Parece que fue bastante lejos.
-Iba a pelo.
Puede buscarlo en el embalse
Oak Pass o Stone Canyon.
Sale a caminar.
Si no volverá a casa a las 6:30.
-Pasaré por aquí.
-Llame primero.
Lo siento, está cerrado.
No hay problema...
Soy Ross Yelburton,
Subjefe del Departamento.
Perdón, Sr. Yelburton. Adelante.
-¡Márchate antes de que te vea!
-Loach, ¿qué pasa?
-Hola, Jake.
-Hola, Lou. ¿Cómo estás?
Tengo un resfriado que me tiene mal,
pero aparte de eso estoy bien.
-En verano eso es lo peor.
-Tienes razón.
-No se puede fumar.
-Esta vez haremos una excepción.
Le diré que tenga cuidado
con las cerillas para que no se queme.
¿Cómo hiciste para entrar?
Te diré la verdad,
tuve que mentir un poco.
-Parece que te va bien.
-Sobrevivo.
A veces lleva tiempo encontrarse
a sí mismo. Quizás lo has logrado.
Sí, revisando
los trapos sucios de la gente.
¿Sigues apresando chinos
por escupir en las lavanderías?
Estás un poco atrasado.
Ahora usan planchas de vapor.
Ya no trabajo en Chinatown.
-¿Desde cuándo?
-Desde que llegué a teniente.
Enhorabuena.
-¿Qué estás haciendo aquí?
-Estoy buscando a alguien.
-Hollis Mulwray. ¿Lo has visto?
-Sí.
-Quisiera hablar con él.
-Quieres hablar con él...
Puedes intentarlo. Está ahí.
Parece que cayó
por el canal de escorrentía.
-¿Sabía nadar?
-Por supuesto.
Es evidente que la caída
lo dejó inconsciente.
Sra. Mulwray, el presunto romance
que tenía su marido...
¿La publicidad no lo angustió?
No lo alegró.
-¿Podría haberse suicidado?
-No.
¿Sra. Mulwray,
sabe el nombre de la señorita?
-No.
-¿Sabe dónde puede estar?
¿Usted y su marido
nunca hablaron de ella?
Hablamos de ella.
Él se negó a decirme su nombre.
Nos peleamos por ella, claro.
Para mí fue una sorpresa.
¿Una sorpresa? Creí que había
contratado a un detective privado.
¿Un detective privado?
Al Sr. Gittes.
Sí, pero lo hice para acabar con un
rumor absurdo que no era verdadero.
¿Cuándo le dijo que los rumores
tenían cierto fundamento?
Antes que saliese
el artículo en la prensa.
¿No sabe cómo podríamos
encontrarla... ni su nombre?
-No.
-Claro que no.
-¿Me necesita para otra cosa?
-No, creo que no.
Si necesitamos más información
la llamaremos.
Le doy mi más sentido pésame.
La llevaré al coche, Lou. Ya vuelvo.
-Jake, ¿qué pasa?
-Calma.
Será mejor que se dé prisa...
¡Déjennos pasar!
¿Quieren una fotografía?
Gittes se escribe con dos T.
Gracias por seguirme la corriente.
No quería explicarles nada.
Le enviaré un cheque.
-¿Un cheque?
-Para confirmar que lo contraté.
Lo entregaré esta tarde...
Jake, ¿qué estás haciendo aquí?
Es hora de comer, Morty.
Quería ver quién se había muerto.
Estamos en época de sequía y el jefe
de la compañía de agua se ahoga.
-Sólo sucede en Los Ángeles.
-Está maltrecho.
Es una caída importante...
¿Cómo estás, Morty?
Muy bien, excepto por esta tos.
-Ya me conoces.
-Sí.
-¿Quién es ese?
-Leroy Shuhardt. Un borracho.
Siempre estaba en Ferguson's Alley.
Era un personaje. Últimamente vivía
en un colector de aguas pluviales.
Hasta tenía una mesa ahí.
Él también se ahogó.
-¿Cómo?
-Se desmayó en el cauce del río.
-¿Del río Los Ángeles?
-Sí, ¿qué tiene de curioso?
-Está seco como un hueso.
-No está totalmente seco.
No puede ahogarse en un cauce
húmedo aunque esté muy borracho.
Tenía agua adentro. Se ahogó.
Hola.
Hola. El otro día estabas
cabalgando por aquí, ¿no?
-¿Hablas inglés? ¿Habla inglés?
-Sí.
Hace unos días estabas hablando
con un hombre que llevaba gafas...
-¿De qué hablábais?
-Del agua.
-¿Qué?
-De cuando viene...
-¿Qué le dijiste?
-Llega a distintas partes del río.
Todas las noches a un lugar distinto.
¡Mierda! ¡Son zapatos de Florsheim!
Detente, gatito.
Hola, Claude.
¿Dónde conseguiste al enano?
Siempre metes las narices en todo.
¿Sabes lo que te sucederá?
¿No? ¿Quieres imaginártelo?
¿No? Bueno. Perderás las narices.
La próxima vez te la cortaré.
Te la cortaré y se la daré
a mis peces. ¿Entendido?
-¿Entendido?
-Entiendo.
Un contratista quiere construir
un dique y soborna a algunos. ¿Y qué?
No podrás acusar a Mulvihill.
No quiero a Mulvihill.
Quiero a los que pagan los sobornos.
-¿Y luego qué harás?
-Los demandaré.
-¿Qué pasa, Sophie?
-Llama la Srta. Sessions.
-¿Quién?
-Ida Sessions.
No la conozco, pídele el número.
Esa gente sale a comer con el juez
que se ocupará de la demanda.
Lo siento. La Srta. Sessions insiste.
-Dice que la conoce.
-Bueno.
Hola, Srta. Sessions.
No creo conocerla.
-Nos conocemos. ¿Está solo?
-¿No lo estamos todos?
¿Qué necesita?
Soy una prostituta.
No fui a verlo por mi cuenta.
-¿Cuándo vino a verme?
-Me hice pasar por la Sra. Mulwray.
¡Silencio...!
Sí, lo recuerdo.
-¿Pasa algo?
-Hablaba con uno de mis socios.
-Continúe.
-Nunca pensé que pasaría algo así.
Quiero que alguien sepa que yo no
sabía que iba a suceder algo así.
Comprendo. ¿Quién la contrató?
Esa información nos ayudaría mucho.
¡No, no!
¿Dónde vive?
Quizás podamos hablar personalmente.
Mire la sección necrológica
del periódico L.A. Post-Record.
Encontrará a una de esas personas.
Claro... ¿Qué opináis ahora?
EL CONCEJO APRUEBA
EL PRÉSTAMO DEL DIQUE
Gracias por venir.
-¿Sí, señor?
-¿Qué desea?
Tom Collins con lima, sin limón.
Recibí su cheque.
-Ya le dije que estaba agradecida.
-Me temo que eso no es suficiente.
-¿Cuánto dinero quiere?
-Basta. El dinero es suficiente.
Pero creo
que me ha ocultado la verdad.
A usted le molestaba algo más
que la muerte de su esposo.
-Estaba angustiada, pero no tanto.
-No me diga lo que siento.
Lo siento.
Me demanda, su marido fallece
y decide no entablar la demanda.
Todo ha sucedido más rápido
que un *** de pato. Disculpe...
-Me pide que le mienta a la policía.
-No fue mentira...
Si lo mataron, sí. Ahora esto podría
ser un soborno para ocultar pruebas.
Pero no lo mataron.
Sra. Mulwray,
creo que me está ocultando algo.
Supongo que sí.
En realidad ya sabía lo del romance.
-¿Cómo se enteró?
-Por mi marido.
¿Se lo dijo?
¿Y no le ***ó en lo más mínimo?
Estaba agradecida.
-Tendrá que explicarme eso.
-¿Por qué?
Cuando una mujer me dice que está
contenta porque su marido la engaña...
...es lo contrario de lo que dicen todas.
-¿A menos que...?
-Que ella lo estuviese engañando.
¿Lo engañaba?
No me gusta la palabra "engañar".
¿Tenía relaciones? ¿Él lo sabía?
No corría a mi casa a contarle
cada vez que me acostaba con otro.
-¿Quiere saber algo más?
-¿Dónde estaba cuando murió Hollis?
-No puedo decírselo.
-¿No lo sabe?
-No puedo decírselo.
-Estaba con otro...
-¿Estuvo mucho tiempo con él?
-Nunca estoy mucho con nadie.
Es duro para mí.
Creo que ya sabe todo lo que necesita
saber acerca de mí.
No quería publicidad. No quería tener
que hablar de ello entonces ni ahora.
¿Es todo?
Oh, una cosa más...
¿Qué es esta "C"?
Cross.
-¿Es su apellido de soltera?
-Sí. ¿Por qué?
Por nada.
-Lo preguntó por algo.
-No, es que soy curioso.
No, tengo mi propio coche.
El Packard.
Un minuto, hijo.
Prefiero que venga conmigo.
No tengo nada más que decir.
Traiga el coche, por favor.
Váyase a casa pero, en caso de que
le interese, su marido fue asesinado.
Alguien desvía toneladas
de agua de los embalses...
...y estamos en plena sequía. Su marido
lo descubrió y por eso lo mataron.
Hay un borracho muerto. Es homicidio
involuntario si alguien lo investiga.
La mitad de la ciudad está tratando
de ocultarlo, lo cual no me afecta...
...pero casi perdí las narices.
Mi nariz me gusta. Me gusta respirar.
Sigo pensando
que usted me oculta algo.
¡Sr. Gittes...!
J.J. Gittes para el Sr. Yelburton.
El Sr. Yelburton está ocupado.
Es hora de comer. Puedo esperarlo.
Es probable que esté ocupado
mucho tiempo.
Tengo mucho tiempo para comer.
A veces me tomo todo el día.
-¿Noah Cross trabajaba aquí?
-Sí... No.
-¿Sí o no?
-Era el dueño.
-¿Dueño de la compañía de agua?
-Sí.
¿Era dueño del abastecimiento de agua
de toda la ciudad?
-¿Cómo se lo quitaron?
-Mulwray decidió dársela al público.
¿El Sr. Mulwray?
Me dijo que el dueño era Cross.
Junto con el Sr. Mulwray.
-¿Eran socios?
-¡Sí, eran socios!
El Sr. Yelburton lo recibirá ahora.
Sr. Gittes, lamento la demora. Las
reuniones de personal duran mucho.
Debe ser duro hacerse cargo
de la compañía en esta situación.
Sí, Hollis fue el mejor jefe
que ha tenido la ciudad.
-¿Qué le pasó en la nariz?
-Me corté afeitándome.
-Tenga más cuidado, eso debe doler.
-Solamente cuando respiro.
Solamente cuando respira... ¿Sigue
trabajando para la Sra. Mulwray?
-Nunca trabajé para ella.
-No comprendo.
Yo tampoco lo entiendo.
Usted me contrató.
O contrató a esa prostituta
para que me contratase.
-No entiendo lo que dice.
-Estudiemos la situación...
Mulwray no quería construir un dique.
Era difícil contrariarlo por su reputación.
Usted decidió arruinar su reputación.
Él descubrió que estaba tirando agua.
Y luego lo... ahogaron.
Esa es una acusación espantosa.
Ni siquiera sé a qué se refiere.
*** Mehrholtz
en el periódico Times lo sabrá.
El desperdiciar miles de litros de agua
en tiempo de sequía es una noticia.
Sr. Gittes...
No queremos que se sepa,
pero hemos estado desviando agua...
...para irrigar naranjales
en el Valle del Noroeste.
No tienen derecho legal al agua,
pero estamos tratando de ayudarles.
Siempre hay un poco de derrame.
Sí, un poco de derrame...
¿Dónde están esos naranjales?
-En el Valle del Noroeste.
-Es como decir que están en Arizona.
Mis expertos están ahí,
no puedo darle la ubicación exacta.
Usted está casado, ¿verdad?
¿Trabaja mucho? ¿Tiene familia?
-Sí.
-No quiero destruirlo.
Quiero saber quién le pidió que lo haga.
Le daré unos días para pensar.
Llámeme, puedo ayudarle.
Quién sabe, quizás podamos acusar...
...a los culpables y usted puede ser jefe
de la compañía durante 20 años.
-¿Una copa?
-No, gracias.
¿Cuánto cobra?
$35 por día, más $20 para mis socios.
Más gastos y una bonificación
si consigo resultados.
¿Por qué se han esforzado tanto
los asesinos de mi marido?
Dinero, pero no entiendo cómo
piensan ganarlo vaciando embalses.
Le pagaré su sueldo, más $5.000...
...si averigua lo que le pasó a Hollis
y quién lo hizo.
Sophie, redacta un contrato
para la Sra. Mulwray.
¿Se casó antes de que Mulwray
y su padre vendiesen la compañía?
Noah Cross es su padre, ¿no?
Por supuesto.
Fue después. Yo había terminado
la escuela cuando lo vendieron.
Entonces se casó
con el socio de su padre.
Ya tiene uno encendido.
¿Le molesta que hable de su padre?
No...
Sí, un poco. Hollis y mi pa...
...mi padre se pelearon.
-¿Por usted o por la compañía?
-¿Por qué iban a pelearse por mí?
Entonces fue por la compañía de agua.
Hollis creía que el agua debía ser
del público y mi padre no concordaba.
En realidad fue por lo del dique
Van der Lip. El dique que se rompió.
-Hollis nunca lo perdonó por eso.
-¿Por qué?
Por convencerlo de construirlo. Nunca
más volvieron a dirigirse la palabra.
¿Está segura?
Claro que sí.
Firme aquí.
La copia es suya.
¿Sr. Gittes?
¿Qué tal?
-Tiene mala fama, eso me gusta.
-Gracias.
No es presidente de un banco.
En su profesión la mala fama sirve.
-No me molesta.
-Así consigue clientes como mi hija.
-Es probable.
-Me sorprende que trabaje para ella.
A menos que de pronto
haya conseguido un nuevo marido.
Cree que asesinaron a su marido.
-¿Por qué cree eso?
-Fue una sugerencia mía.
Espero que no le moleste. Me parece
que hay que servirlos con la cabeza.
Mientras que no sirva el pollo así...
¿Qué opina la policía?
Dicen que fue un accidente.
-¿Quién está a cargo del asunto?
-El Teniente Lou Escobar.
-¿Lo conoce?
-Oh, sí.
-¿De dónde?
-Trabajamos juntos en Chinatown.
-¿Le parece que es capaz?
-Muy capaz.
-¿Honesto?
-En lo posible...
Nada en el mismo lugar que todos...
Pero no tiene por qué pensar
que ha descuidado este caso...
-¡Qué pena!
-¿Pena?
Creo que está tratando
de aprovecharse de mi hija...
...económicamente, claro.
¿Cuánto le cobra?
Mis honorarios normales y
una bonificación si consigo resultados.
¿Se está acostando con ella?
¿Tiene que pensarlo para recordar?
Si quiere una respuesta a esa pregunta,
unos de mis socios lo averiguará.
-Buenas tardes.
-Sr. Gittes...
Acaba de perder a su marido.
No quiero que se aprovechen de ella.
-Siéntese.
-¿Para qué?
Quizás crea que sabe en lo que
se está metiendo, pero no lo sabe.
-¿Por qué le hace gracia?
-El fiscal decía eso en Chinatown.
¿Y tenía razón?
¿Qué es lo que sabe
de mí exactamente? Siéntese.
Es rico y respetable y no quiere
que su nombre aparezca en la prensa.
Claro que soy respetable. Soy viejo.
Los políticos, los edificios feos
y las putas son respetables si duran.
Le duplico su sueldo y le pago $10.000
si encuentra a la novia de Hollis.
-¿La novia?
-Ha desaparecido, ¿no?
-¿No sería bueno hablar con ella?
-Tal vez...
Si lo asesinaron, tal vez ella
haya sido la última que lo vio vivo.
¿Cuándo fue la última vez
que usted lo vio?
El grupo de oro del Sheriff. ¡Imbéciles!
Pagaron $5.000 por cabeza
para la reeleción del Sheriff.
Les permito practicar aquí.
-¿Sabe cuándo lo vio por última vez?
-A mi edad uno olvida ciertas cosas.
Hace cinco días, en el Pig & Whistle.
Tuvieron una discusión feroz.
Tengo las fotografías en mi oficina,
si necesita refrescar la memoria.
-¿Por qué discutieron?
-Por mi hija.
-¿Por qué?
-Encuentre a la chica, Sr. Gittes.
Sé que Hollis la quería.
Quisiera ayudarla si es posible.
No sabía que usted y Hollis
se tenían tanto afecto.
Hollis Mulwray construyó esta ciudad
y me enriqueció.
Éramos mucho más amigos
de lo que creía Evelyn.
Si quiere contratarme debo saber
de qué se trataba la discusión.
Mi hija es muy celosa. No quería
que se enterase de lo de la chica.
-¿Cómo se enteró usted?
-Aún me quedan amigos aquí.
Bueno...
Le diré a mi secretaria
que le mande un contrato.
¿Teme por la chica o por lo que
Evelyn podría hacerle a la chica?
Encuentre a la chica.
Voy a investigarlo en cuanto
investigue unos naranjales.
-¿Naranjales?
-Lo llamaré, Sr. Cross.
¿Podría decirme dónde están los libros
parcelarios del Valle del Noroeste?
Parte está en el Condado de Ventura.
No están en nuestro Registro.
Entonces
déme el Condado de Los Ángeles.
Fila 23, sección C.
¡Desgraciado!
¿Por qué hay nombres pegados
en los libros parcelarios?
Las ventas sin escritura
se registran en la misma semana.
-¿Son todos propietarios nuevos?
-Correcto.
Eso significa que la mayor parte del
Valle se vendió en los últimos meses.
¿Puedo llevarme
uno de estos volúmenes?
Esto no es una biblioteca pública,
es el Registro.
-¿Me presta una regla?
-¿Una regla?
Son letras chicas
y he olvidado las gafas. Quiero leer.
Gracias.
TERRENO
VENDIDO
FUERA
NO PASAR
¡Deténgase!
¡Basta ya!
Registradlo, mirad si está armado.
No te dije que le registres los bolsillos.
-¡Regístralo!
-No está armado.
¿Lo manda la compañía de agua
o la oficina de bienes raíces?
¡Si vuelves a acercarte con esa muleta
necesitarás dos, no una!
-Elige a alguien de tu tamaño.
-Déjalo que diga algo.
Me llamo Gittes, soy detective privado.
No trabajo para ninguno de los dos.
¿Qué está haciendo aquí?
Me contrataron para ver si la compañía
de agua está irrigando sus tierras.
La compañía de agua ha mandado
gente para que destruya mis tanques.
Envenenaron mis pozos.
Es una forma curiosa de irrigar.
¿Quién lo contrató
para hacer algo así?
-La Sra. Evelyn Mulwray.
-Mulwray fue quien lo hizo.
Mulwray ha muerto.
No sabes lo que dices, imbécil.
Ya está.
¿Qué pasa?
No te creímos. Pensamos
que lo mejor era llamar a tu jefe.
Gracias por venir.
Ese dique al que su marido
se oponía es un fraude.
Le piden a L.A. que lo construya, pero
el agua vendrá aquí, no a Los Ángeles.
Todas estas tierras que nos rodean...
Hoy fui al Registro.
En los últimos tres meses
Knox compró 3.000 hectáreas.
Emma Dill: 5.000. C. Speer: 2.000.
Jasper Lamar Crabb: 10.000 hectáreas.
¿Jasper Lamar Crabb?
Creo que recordaría un nombre así.
Desalojan a los granjeros
y compran la tierra por unos centavos.
¿Sabe cuánto valdría la tierra con
un abastecimiento de agua continuo?
Unos 30 millones
más de lo que pagaron.
-¿Hollis lo sabía?
-Por eso lo mataron.
Jasper Lamar Crabb...
-Aquí está.
-¿Qué?
"Se ha hecho una misa en Mar Vista
Inn por Jasper Lamar Crabb."
-Falleció hace dos semanas.
-¿Qué tiene de curioso?
Falleció hace dos semanas
y compró la tierra hace una semana.
Eso es curioso.
CASA DE REPOSO MAR VISTA
Hola, soy el Sr. Palmer.
¿Puedo ayudarles en algo?
Espero que sí.
-Ya no puedo aguantar a papá.
-¡Dios mío!
-No es culpa de papá, sino mía.
-Papá es un ángel con todo el mundo.
-Pero cuando él y mi...
-No estoy seguro.
Claro que quiero que tenga lo mejor.
No me importa el dinero.
-Quizás podríamos conocerlo.
-Tengo una duda...
¿Acepta gente de la colectividad judía?
-Lo siento pero no.
-Papá tampoco, debía cerciorarme.
¿Podríamos ver una lista
de sus pacientes para asegurarnos?
Nunca revelamos
los nombres de los invitados.
-Si su padre viene aquí lo entenderá.
-Es lo que quería escuchar.
-¿Podemos ver el lugar?
-Déjeme que se los enseñe.
-¿Podemos visitarlo a solas?
-Sí, no salgan del edificio principal.
-Es hora de dormir.
-Entendemos.
Vamos, querida.
Charley, sabes que no debes
hacer eso.
LISTA DE ACTIVIDADES
Todos están ahí. Todos los nombres.
Estás mirando a los dueños
de un imperio de 20.000 hectáreas.
Quizás no lo sepan, pero lo son.
Hola, chicas.
¿Alguna es Emma Dill?
¿Usted es Emma?
-Hace mucho que quería conocerla.
-¿Por qué?
-¿Sabe que es muy rica?
-No lo soy.
-Tiene mucha tierra.
-Ya no.
Hace tiempo mi difunto marido
tenía muchas propiedades en la playa...
...pero las perdimos.
Eso es muy bonito.
¿De dónde sacó este retazo?
Del Club Albacora.
Albacora. Es un pez.
Mi nieto es miembro.
Se ocupan mucho de nosotros.
-¿Cómo?
-Nos dan cosas. No sólo banderas...
-¿Qué más?
-Nos tratan como entidad benéfica.
¿Podría acompañarme?
Alguien quiere hablar con usted.
Hasta luego, señoras.
Quiero presentarte a alguien, Gittes.
-No metamos a la señora en esto.
-Claro que no.
-Quiero llevarla al coche.
-Ella sabe dónde está.
-Me quedaré.
-Vaya al coche.
¿La criada no está?
-¿Por qué?
-Porque no hay nadie aquí, por eso.
Les di la noche libre a todos.
-Calma, era una pregunta inocente.
-Usted no hace preguntas inocentes.
Tiene razón.
Por usted, Sra. Mulwray.
Lo cierto es que esta noche... me salvó.
Dígame, Sr. Gittes,
¿esto le pasa a menudo?
¿Qué?
Lo juzgo por lo de hoy,
pero si usted normalmente trabaja así...
...tiene suerte de sobrevivir
un día entero.
-Hace mucho que no me pasa algo así.
-¿Desde cuándo?
-¿Por qué?
-Es una pregunta inocente.
-Desde Chinatown.
-¿Qué hacía ahí?
-Trabajaba para el fiscal.
-¿Haciendo qué?
-Lo menos posible.
-¿El fiscal le pedía eso?
Es lo que piden en Chinatown.
¿Por qué dejó la policía?
¿Tiene agua oxigenada o algo así?
Claro. Por aquí.
¡Dios!
Es una herida terrible.
No lo sabía.
¡Lo siento!
¿Le duele?
Tiene que dolerle.
-¿Qué pasa?
-Su ojo.
¿Qué tiene?
En el iris tiene una mancha negra.
Ah, eso. Es un defecto del iris.
-¿Un defecto?
-Sí, una marca de nacimiento.
-¿Llevabas uniforme?
-A veces.
El azul te debía sentar bien.
Déjame en paz, ¿sí?
Quiero conocerte más a fondo.
Ahora no.
No te gusta hablar del pasado,
¿verdad?
Estoy cansado.
-¿Por qué te molesta hablar de ello?
-Si has trabajado ahí te molesta.
-¿Dónde?
-En Chinatown. A todos.
-Para mí fue sólo mala suerte.
-¿Por qué?
Uno no siempre
sabe lo que está sucediendo.
Como contigo...
¿Por qué...? ¿Por qué fue mala suerte?
Estaba tratando
de que no lastimaran a alguien.
Finalmente hice que la lastimaran.
Cherchez la femme.
¿Se trataba de una mujer?
Claro.
¿Está muerta?
Sí... Hola...
¡Dios mío! No hagas nada.
No hagas nada hasta que llegue.
Tengo que irme.
-¿A dónde?
-Simplemente debo irme.
-Quiero saber dónde vas.
-No te enfades.
No tiene nada que ver contigo
ni con este asunto.
-¿A dónde vas?
-Por favor...
Confía en mí.
Volveré.
Hay algo que debo decirte...
...acerca del club de pesca
que mencionó esa señora.
-El Club Albacora.
-Tiene que ver con mi padre.
-Lo sé.
-Es el dueño... ¿Lo sabes?
Lo vi.
¿Has visto a... mi padre?
-¿Cuándo?
-Esta mañana.
-No me lo dijiste.
-No hemos tenido mucho tiempo.
¿Qué te dijo?
-¿Qué te dijo?
-Que estabas celosa.
-Que temía lo que le harías...
-¿A quién?
A la novia de Mulwray.
Quería saber dónde estaba.
Quiero que me prestes atención.
Mi padre es un hombre muy peligroso.
No sabes lo peligroso y loco que es.
¿Quieres decir
que él está detrás de todo esto?
Es posible.
-¿Hasta de la muerte de tu marido?
-Es posible.
Por favor, no me hagas más preguntas.
Espérame aquí.
Necesito que estés aquí.
-Dame las llaves.
-Tú...
Elige, haces esto
o te entregas a la policía.
Vamos, Sra. Mulwray. La amante
de su esposo está atada en esa casa.
-No está atada.
-Está ahí contra su voluntad.
¡No!
-Entonces vamos a hablar con ella.
-¡No!
Está demasiado angustiada.
-¿Por qué?
-Por la muerte de Hollis.
Traté de que no se enterase
hasta que pudiésemos marcharnos.
¿Ella acaba de enterarse?
-No me parece que sea así.
-¿Qué te parece entonces?
Que ella sabe más
de lo que tú quieres que diga.
-Estás loco.
-Dime la verdad. No soy policía.
No me importa lo que hayas hecho,
no quiero lastimarte.
-¿No irás a la policía si te lo digo?
-Iré sino me lo dices.
Es mi hermana.
Tranquila.
Si es tu hermana es tu hermana.
¿Por qué tanto misterio?
No puedo...
¿Es porque estaba saliendo
con tu marido? ¿Es eso?
Yo nunca hubiese lastimado a Hollis.
Era el hombre más bueno y decente.
Y me aguantó más
de lo que te puedes imaginar.
Yo quería que fuese feliz.
Me llevo el coche de tu marido.
Lo traeré a la mañana.
-¿No vienes conmigo?
-No, pero no se lo diré a nadie.
No me refería a eso.
Sí, bueno...
Estoy cansado, Sra. Mulwray.
Buenas noches.
¿Gittes? ¿Gittes?
-¿Sí?
-Ida Sessions quiere verle.
-¿Quién?
-Ida Sessions. Usted recuerda a Ida.
-¿La recuerdo?
-Claro que sí.
Te diré algo, amigo...
Si Ida quiere verme
puede llamarme a la oficina.
848 East Kensington, Echo Park.
Me rogó que lo llame.
Lo está esperando.
¿Has encontrado algo interesante?
-¿Qué haces aquí?
-¿No me llamaste?
-¿Cómo la conoces?
-No la conozco.
Quiero enseñarte algo.
-¿No es tu número telefónico?
-No sé, no me llamo a mí mismo.
Para asegurarme
le pedí a Loach que te llame.
¿Alguien te cerró la ventana
del dormitorio en las narices?
No. Tu mujer se excitó y
cerró las piernas demasiado rápido.
-¿Las reconoces?
-Sí, yo las saqué. ¿Y qué?
-¿Por qué las tenía ella?
-No sé, dímelo o lo adivinaré.
-¿Crees que soy un imbécil?
-Déjame pensarlo y te llamaré.
-Ahora quiero irme a casa.
-Quiero las otras fotografías.
Esta tía te contrató,
no Evelyn Mulwray.
Alguien quería arruinar a Mulwray.
Ella te contrató. Por eso descubriste
que lo habían asesinado.
-Me dijeron que era un accidente.
-¿Crees que somos imbéciles?
Mulwray tenía agua salada
en los pulmones.
Lo seguías día y noche. Viste quién
lo asesinó. Hasta sacaste fotografías.
Fue Evelyn Mulwray, que te ha estado
sobornando desde entonces.
¿Me acusas de extorsión? Eres más
imbécil de lo que piensas que creo.
No extorsionaría ni a mi peor enemigo.
Quiero las fotos; si no, serás cómplice
de asesinato y culpable de extorsión.
¿Crees que Evelyn
mató a su marido en el mar...
...y luego lo llevó al embalse
para que pareciese un accidente?
Lo trasladaron porque alguien no quería
que lo encontrásemos en el mar.
Mulwray había descubierto
que estaban desviando agua al mar.
-¿De qué diablos hablas?
-Ven, te lo enseñaré.
Vamos, Lou, eres el jefe.
Toma una decisión.
Es demasiado tarde.
Sólo desvían agua de noche.
-¿Con quién hablaste?
-Con Yelburton, el nuevo jefe.
-Lo sé. Continúa.
-Dice...
-Sé lo que dice.
-¡Cállate! Habla.
Están irrigando el valle
y siempre hay un poco de desperdicio.
Dice que Gittes lo sabe y que ha hecho
acusaciones irresponsables.
Consigamos una orden para arrestarla.
¿Qué esperamos?
Lo acaban de nombrar teniente.
No quiere perder el rango.
Tráela a mi oficina dentro de dos horas.
Recuerda que puedo arrestarte.
Ya he comprobado
que has ocultado pruebas.
¿Dónde está la Sra. Mulwray?
¿Son sus maletas?
¿Se va de viaje?
¿Qué está sucediendo?
¿Se va de vacaciones?
-La Sra. Mulwray no está en casa.
-Bueno, voy a mirar igual.
-Sí, mala para el césped.
-Sí, mala para el césped.
El agua salada
es mala para el césped.
¿El agua salada?
Muy mala. ¿Ve?
¿Qué es eso?
Ahí.
Eso.
-Espere.
-Espera tú.
¿Cómo estás? Te estuve llamando.
-¿Dormiste bien?
-Claro.
¿Has comido?
-¿Dónde está la chica?
-Arriba. ¿Por qué?
-Quiero verla.
-Se está bañando.
-¿Por qué quieres verla?
-¿Te vas de viaje?
Sí, el tren sale a las 5:30.
Jake...
J.J. Gittes para el Teniente Escobar.
-¿Qué pasa? El tren sale a las...
-Perderás el tren.
Lou, ven a 1972 Canyon Drive.
Sí, lo más pronto posible.
-¿Por qué hiciste eso?
-¿Conoces a un buen penalista?
-No.
-Bueno, te recomendaré a alguien.
Son costosos, pero tú podrás pagar.
¿Puedes decirme
de qué se trata todo esto?
Encontré estas gafas en tu jardín,
en el estanque.
Eran de tu marido, ¿no?
-No lo sé. Sí, probablemente.
-Seguro. Lo ahogaron ahí.
-¿Qué?
-No dejes que la verdad te sorprenda.
El forense probó que tenía agua
salada en los pulmones cuando murió.
Quiero saber cómo sucedió y por qué...
...antes de que Escobar llegue.
No quiero perder mi licencia.
No sé a qué te refieres.
Esto es una locura...
¡Basta! Te simplificaré las cosas.
Estabas celosa y tuvieron una pelea.
Él se golpeó la cabeza,
fue un accidente, pero la chica te vio.
Tuviste que hacerla callar
y tienes el dinero para lograrlo.
-¿Sí o no?
-¡No!
¿Quién es? No es tu hermana,
no tienes hermana.
Te diré... Te diré la verdad.
Excelente. ¿Cómo se llama?
-Katherine.
-¿Katherine qué?
Es mi hija.
-¡Dime la verdad!
-Es mi hermana.
Es mi hija.
Mi hermana, mi hija...
¡Quiero la verdad!
¡Es mi hermana y mi hija!
Khan, por favor, vete.
Por Dios, no permitas que ella baje.
Mi padre y yo...
¿Comprendes?
¿O es demasiado duro para ti?
¿Te violó?
-¿Y qué sucedió después?
-Me escapé.
¿A México?
Hollis vino y me cuidó.
No podía verla. Tenía 15 años.
Quería verla pero... No podía.
Luego...
Ahora quiero estar con ella.
Quiero ocuparme de ella.
-¿Dónde la llevarás?
-A México.
No puedes coger el tren.
Escobar te buscará por todas partes.
-¿Y un avión?
-Eso es peor.
Márchate. Deja tus cosas aquí.
¿Dónde vive Khan?
-Consigue la dirección exacta.
-Está bien.
Esas gafas no eran de Hollis.
-¿Cómo lo sabes?
-No usaba bifocales.
-Katherine, saluda al Sr. Gittes.
-Hola.
Hola.
Vive en 1712 Alameda.
¿Sabes dónde queda?
Claro.
Sophie, llama a Walsh.
Escucha, Escobar tratará
de arrestarme en unos cinco minutos.
-¿Qué ha sucedido?
-Relájate y te lo diré.
Si no te llamo en dos horas,
vosotros marchaos a 1712 Alameda.
-Jesús, eso es en Chinatown, ¿no?
-Sé donde es. Hazlo.
Adelante, Lou.
Parece que ambos llegamos tarde.
Ya se marchó.
¿Y no tienes idea adónde?
Lo sé. Fue a casa de su criada.
Sabe que algo está mal.
¿Cuál es la dirección?
-Vive en Pedro, lo anotaré.
-No, Gittes, vendrás con nosotros.
¿Para qué?
Porque si no está ahí, vendrás
a la comisaría hasta que aparezca.
Lou, estoy haciendo todo lo posible.
Cuéntanos todo camino
a San Pedro.
-Vamos a buscarla.
-¿Te puedo pedir un favor?
Me gustaría traerla solo.
No está armada,
no causará problemas.
Quiero estar a solas con ella.
Para los dos sería muy importante.
Nunca aprendes, ¿eh, Jake?
Supongo que no.
Bueno...
Te doy tres minutos.
Sólo tres minutos.
Muchas gracias, Lou.
Hola.
Sr. Gittes, adelante. ¡Qué sorpresa!
-Llámame Jake. ¿Cómo estás?
-¿Quiere sentarse?
-No, gracias.
-¿Un poco de vino? Este es...
-Lo sé.
-No, gracias.
Quiero un vaso de agua.
Ven a la cocina conmigo.
-¿Dónde está tu coche?
-En el garage.
¿Puedes llevarme a un lugar...?
Ahora mismo. Es urgente.
-Le avisaré a mi esposa.
-Díselo luego, Curl.
Conduce despacio
una o dos manzanas.
-¿Qué sucede?
-Te lo diré en dos manzanas.
-¿Cuánto me debes?
-Mañana vamos a pescar.
Usted ha sido comprensivo,
pero mi primo está enfermo.
¿Podrías pagarme llevando
a dos pasajeras a Encenada?
-Tendrías que salir esta noche.
-No lo sé.
Quizás hasta pueda conseguirte
75 dólares.
Quizás 100.
-¿Más lo que le debo?
-Eso también.
1712 Alameda. Espérame hasta las
8:30. Si no llego, llévalas a tu bote.
¿Está seguro que esto es legal?
¿Sabes cuánto tiempo llevo
en este negocio?
¿Tiene su chequera a mano,
Sr. Cross? Tengo a la chica.
-¿Dónde está?
-¿Recuerda el dinero?
-Sí. ¿Dónde está?
-En la casa de su hija.
-¿Cuánto tiempo tardará?
-Una hora.
¡Ahí está! Bueno, no se ve muy mal...
-¿Dónde está la chica? ¿Está bien?
-Está bien.
-¿Dónde está?
-Con su madre.
-Tengo que enseñarle algo.
-¿Qué?
La sección necrológica.
¿Ve bien con esta luz?
Me las arreglaré.
-¿Qué quiere decir?
-Que usted mató a Hollis Mulwray.
Aquí mismo. En ese estanque.
Lo ahogó y olvidó sus gafas.
El informe del forense dice que Hollis
tenía agua salada en los pulmones.
A Hollis siempre le fascinaron
las balsas de marea.
-¿Sabe lo que decía siempre?
-No tengo idea.
"¡La vida comienza
en las balsas de mareas!"
Sabía que si uno pone agua
sobre la arena del desierto...
...y deja que penetre hasta la roca...
...no se evaporaría como en los
embalses. Se pierde el 20%, no el 80%.
-¡Él construyó esta ciudad!
-¿Usted haría eso en el Valle?
Lo estoy haciendo.
Cuando aprueben el préstamo...
...tendremos 8 millones de dólares
para el dique.
La gente se enfadará cuando sepa que
ha pagado agua que no es para ellos.
Ya me he ocupado de eso. Verá...
Uno le trae el agua a Los Ángeles
o lleva Los Ángeles al agua.
-¿Cómo logrará eso?
-Incorporaré el Valle a la ciudad.
-¿Cuánto dinero tiene?
-¿Cuánto quiere?
-¿Tiene más de diez millones?
-Oh, sí.
¿Por qué lo hace?
¿Qué puede comprar que ya no tenga?
El futuro, Sr. Gittes. El futuro.
¿Dónde está la chica?
Quiero la única hija que me queda.
A Evelyn la perdí hace mucho tiempo.
-¿Y la culpa a ella por eso?
-No me culpo a mí mismo.
La mayoría de la gente
nunca se entera...
...de que en el momento y el lugar
justos son capaces de cualquier cosa.
Claude, quítale esas gafas.
No merece la pena, Sr. Gittes.
Realmente no merece la pena.
Vamos a buscarla.
¿Recordáis a Claude Mulvihill?
Sr. Cross, estos son mis socios...
-Estás arrestado, Jake.
-Buenas noticias.
Por ocultar pruebas, extorsión
y ser cómplice de asesinato.
No extorsioné a nadie. Este es
Noah Cross, el padre de Evelyn.
Es tu presa. Puedo explicártelo todo
en cinco minutos. ¡Es millonario!
-Cree que puede salirse con la suya.
-Cállate o te encerraré.
Soy rico, soy Noah Cross.
Evelyn Mulwray es mi hija.
¡Está loco, Lou! Mató a Mulwray
por lo del agua. ¡Escúchame!
-Espósalo a la rueda del coche.
-No entiendes lo que está pasando.
¡Katherine!
Soy tu abuelo, querida.
Soy tu abuelo.
No, marchaos. Yo os seguiré.
-Aléjate de ella. ¡Aléjate!
-Evelyn, te ruego que seas razonable.
-Ven conmigo...
-¡Aléjate de ella!
¿Cuántos años me quedan?
Ella también es mía.
Pero nunca lo sabrá.
Eres una mujer con problemas.
No podrás ocuparte...
-¡Deja que la policía se ocupe de eso!
-¡Él es dueño de la policía!
-Aléjate de ella.
-Tendrás que matarme primero.
Cierra la puerta.
¡Alto!
Llama al jefe. Llama a una ambulancia.
Suéltalos a todos.
¡Dios! Oh, Dios...
-Lo menos posible.
-¿Qué?
¿Qué?
¿Queréis hacerle un gran favor
a vuestro socio?
Llevadlo a su casa.
Llevadlo a su casa. ¡Sacadlo de aquí!
Vete, Jake.
Te estoy haciendo un favor.
Vamos, Jake.
Olvídalo, Jake. Es Chinatown.
¡Fuera de aquí! En la acera.
¡En la acera!
¡Fuera de aquí!
¡Fuera!