Tip:
Highlight text to annotate it
X
Señoras y señores, hemos comenzado
el descenso hacia Los Ángeles.
Acaban de escuchar
el ajuste del tren de aterrizaje.
En Los Ángeles está despejado,
la temperatura es de 22 grados.
Aterrizaremos puntualmente
tras 4 horas y 18 minutos de vuelo.
Ha sido un placer tenerlos a bordo
y esperamos volver a verlos pronto.
EL GRADUADO
¿Eh, qué pasa?
Todos los invitados están abajo, Ben.
Esperando para verte.
Papá, ¿podrías decirles
que necesito estar solo un momento?
Son todos buenos amigos.
La mayoría de ellos te conoce
desde que naciste.
¿Qué pasa, Ben?
Estoy...
¿Preocupado?
Bueno...
¿Por qué?
Supongo que por mfuturo.
¿Qué pasa con tu futuro?
No sé.
Me gustaría que fuera...
¿Qué?
Diferente.
¿Algún problema?
- No, no. Ya íbamos a bajar.
La familia Carlson ya llegó!
- ¿De veras? Vamos, entonces!
Han venido a propósito desde Tarzana!
Vamos, vamos! - A festejar.
Qué bien, tener tantos buenos amigos.
Eh, ahí está el mejor de la clase!
- Estamos orgullosos de ti, Ben.
Gracias, Sra. Carlson.
- ¿Es ése el coche nuevo?
Es su regalo de graduación. - Con eso
podrás conquistar a todas las chicas.
Ben ya no es ningún crío.
¿Verdad, Ben? - Sí, señora.
Disculpe,
tengo que ir a ver algo en el coche.
Bob le ha comprado un Alfa Romeo.
La estrella del deporte! ¿Qué tal?
- Muy bien, Sr. Loomis.
Voy a buscar una copa y después
me cuentas de tu premio Hopperman.
Helpingham.
- Helpingham, claro. No te muevas!
Todos estamos tan orgullosos de ti.
- Orgullosos!
¿Qué vas a hacer ahora?
- Voy arriba. - Con tu futuro!
Con tu vida!
- Eso es difícil de decir.
Disculpe. Sr. McGuire.
Ben, ven por favor, quiero hablarte.
Discúlpanos, Joanne. - Claro.
Quiero decirte una sola cosa.
Una sola cosa.
¿Sí, señor?
- ¿Me escuchas? - Sí, lo escucho.
Plástico.
¿Qué quiere decir? - Plástico,
ahí está el futuro. Piénsalo.
¿Lo vas a pensar?
- Lo voy a pensar.
Ya está todo dicho. Trato hecho.
Allá está! Allá está Ben.
Discúlpeme un momento.
Silencio, por favor!
Aquí tengo las calificaciones de Ben
y voy a leeros cosas estupendas.
Silencio, por favor!
"Capitán del equipo de esquí de fondo
presidente del club de debates,
editor del diario de la universidad".
Parece que aquí no es el baño.
- Está al final del pasillo.
¿Cómo estás, Benjamin?
- Muy bien, Sra. Robinson.
El baño está al final del pasillo.
Qué habitación tan bonita.
- Escuche, Sra. Robinson,
no quisiera ser descortés, pero...
- ¿No hay ningún cenicero por aquí?
No.
- Ah claro, el deportista no fuma.
¿Se trata de una chica?
¿Se trata de una chica, qué?
Por lo que estás tan alterado.
No, sólo me siento un poco inseguro.
- ¿En general? - Exacto.
Muy bien...
Te felicito.
- Gracias.
Benjamin, quiero pedirte algo.
¿Me podrías llevar a casa?
Mmarido se llevó el coche.
¿Me llevas a casa?
Aquí tiene.
¿Sabe usar cambios extranjeros?
¿No sabe?
- No.
Vamos.
Gracias.
- De nada.
¿Entras conmigo, por favor?
- ¿Qué?
Para que encienda la luz. - ¿Por qué?
- Porque tengo miedo a la oscuridad.
Pasa tú primero.
No quiero entrar en una casa oscura.
Pero ahí adentro hay luz.
- Por favor.
¿Qué bebes? ¿Bourbon?
Mire, Sra. Robinson,
la he traído hasta su casa.
Lo he hecho con gusto, pero ahora
estoy un poco preocupado, ¿entiende?
¿Qué quieres beber?
Lo siento, Ben, pero no quiero
quedarme aquí sola... - ¿Por qué no?
Espera a que regrese mmarido.
¿Cuándo regresa?
- No lo sé.
¿Una copa?
- No.
¿Siempre tiene tanto miedo
de estar sola? - Sí.
¿Por qué no echa el cerrojo
y se va a la cama?
Soy muy neurótica...
¿Puedo hacerte una pregunta?
¿Qué piensas de mí?
¿En qué sentido? - Me conoces desde
siempre. Alguna opinión debes tener.
Siempre la he encontrado muy amable.
¿Sabías que soy alcohólica?
¿Qué?
¿No lo sabías?
Es mejor que me vaya.
Siéntate! - Disculpe, pero la charla
se está poniendo un poco extraña.
El Sr. Robinson llegará muy pronto.
- No, él siempre llega muy tarde.
Se pasa horas afuera.
Ay, Dios mio!
¿Sí?
- No, Sra. Robinson, no!
¿Qué pasa?
- ¿No habrá esperado que yo...?
¿Qué?
Que yo haga semejante cosa.
- ¿Qué cosa? - ¿Qué piensa usted?
Pues... no sé.
- Por Dios, Sra. Robinson!
Me trae a su casa,
me ofrece una copa, pone música,
me cuenta sus secretos y me dice que
su marido regresa muy tarde. - ¿Y?
Sra. Robinson,
usted pretende seducirme!
¿No?
No lo había pensado, pero me halaga.
Sra. Robinson, perdóneme por favor.
Está bien. - No lo está. Es lo peor
que he dicho en mvida. - Siéntate.
Por favor perdone. Usted me cae bien.
Estoy confundido. - Está bien, bebe.
Me siento mal de tan sólo pensar en
lo que he dicho. - Olvídalo ahora!
¿Qué me está pasando?
- ¿Has visto el retrato de Elaine?
¿Su retrato?
- Sí. - No.
Lo mandamos hacer la Navidad pasada.
¿Quieres verlo? - Me encantaría.
Está aquí, en su habitación.
Oh, Elaine es una chica muy bonita.
No recordaba que tiene ojos castaños.
- Benjamin, ven aquí.
¿Allí?
Bueno.
¿Me bajas la cremallera del vestido?
Me voy a acostar. - Buenas noches!
¿No me la bajas?
- Mejor no, Sra. Robinson.
¿Aún piensas que te quiero seducir?
- No, pero me siento raro.
Benjamin, me conoces de toda la vida.
Anda! Que yo no llego.
Gracias.
¿De qué tienes miedo? - No es miedo.
- ¿Por qué quieres irte entonces?
Porque usted se va a acostar,
y no es correcto que yo me quede.
¿Nunca has visto una mujer
en ropa interior? - Sí, pero...
¿Y sentrara el Sr. Robinson?
- ¿Qué? - No quedaría bien.
¿No crees que confía en nosotros?
- Podría malinterpretar la situación.
No veo por qué. Te llevo veinte años.
- Cualquiera la malinterpretaría.
Benjamin, no te quiero seducir.
- Lo sé. Por favor, Sra. Robinson...
¿Quieres que te seduzca?
- ¿Qué?
¿Es eso lo que me quieres decir?
- Me marcho.
Siento mucho lo que he dicho,
pero ahora me voy a mcasa.
Benjamin, ¿me subes el bolso?
- Tengo que marcharme.
No quiero vestirme otra vez.
- ¿Dónde está?
Sobre la mesa, en el pasillo.
Estoy en el baño!
- El bolso. - ¿Me lo subes?
Ya se lo subo. Acérquese a la baranda.
Me estoy cansando de tu desconfianza.
Sólo te he pedido un pequeño favor.
Se lo dejo aquí en el primer escalón.
- Déjate de tonterías y dame el bolso.
Se lo dejo frente a la puerta.
- Tráemelo. - Mejor no.
Bien. Déjalo entonces
en la habitación de Elaine. - Vale.
Dios mio!
Déjeme salir!
- Cálmate.
Déjeme pasar! - Un momento.
Antes quiero decirte algo.
Ben, sno quieres irte a la cama
conmigo ahora, llámame cuando quieras.
¿Me has entendido?
- Déjeme salir!
¿Has entendido? Eres muy atractivo,
en el momento que tú...
Dios, es él!
¿Es ese el coche de Ben, ahí fuera?
- Sí, señor.
He acompañado a la Sra. Robinson
a casa. Me pidió que la acompañara.
Qué bien. Gracias.
Está arriba. Me pidió
que esperara hasta que Ud. Ilegara.
Vigilando el viejo castillo, ¿eh?
- Sí, señor.
Oh, te felicito!
- Muchas gracias.
Parece que necesitas un trago.
- Oh, no, tengo que marcharme.
¿Qué ha pasado?
Se te ve un poco alterado.
Estoy preocupado por mfuturo.
Me hace sentir inseguro.
Una copa nos tranquilizará. ¿Escocés?
- Bourbon.
Ben, ¿cuántos años tienes ahora?
20, cumplo 21 la semana próxima.
Estás en una edad maravillosa.
- Gracias.
Gracias, señor.
Me gustaría volver a tener tu edad,
Ben, porque... - ¿Señor?
Nunca se vuelve a ser joven.
- Lo sé.
Ben... ¿puedo decirte algo?
- ¿Qué?
¿Cuánto hace que nos conocemos?
¿Cuánto hace
que nosotros dos nos conocemos ya?
¿Cuánto hace que tu padre y yo
somos socios? - Mucho tiempo.
Te he visto crecer, Ben.
- Sí, señor.
De alguna manera eres para mi
como un hijo. - Muchas gracias.
No te enfades ste doy
un consejo entre amigos.
Me gustaría escucharlo.
Ben, yo creo que...
que deberías tomarte las cosas
con más calma, pareces preocupado.
Echa una cana al aire.
Tómate las cosas como vienen.
Diviértete con las muchachas.
- Quédate sentado.
Le estaba diciendo a...
- Ben... Ben,
que trate de echar una cana al aire,
y se divierta. ¿Es un buen consejo?
Encuentro que sí.
- Tengo que marcharme.
Este verano diviértete de veras.
Seguro que te persiguen las mujeres.
- Oh, no.
¿Qué? Estoy seguro de que
te las tienes que sacar de encima.
¿No tiene facha de que lo persigan
las mujeres? - Sí que la tiene.
Ah, Elaine llega el sábado
de Berkeley. - Ah, sí.
¿Por qué no la llamas por teléfono?
- Lo haré.
Gracias por haberme acompañado.
Espero que sea hasta pronto.
Señoras y señores, atención
para la gran atracción de hoy!
Eh, vosotros! A vosotros os digo!
Atención por favor!
¿Estás listo, gran atracción?
- ¿Puedo hablarte un momento, papá?
Un gran aplauso por favor,
para que salga este niño... No!
Un momento, me corrijo:
para que se salga este joven,
que hoy cumple 21 años!
Empezad de una vez!
Un momento, tengo algo que decir.
- Siempre tienes algo que decir!
Mira quién habla!
Papá, ¿podemos hablar un momento?
- Están impacientes, Ben, sal ahora.
Me gustaría que habláramos.
- Este muchacho... Lo siento,
este joven que ha ganado el premio
Frank Helpingham, seguirá estudiando
pero antes...
Ben, te están esperando, Ben!
Qué decepción! - Pero papá, escucha.
Te doy 10 segundos!
A continuación Ben nos hará
una demostración de algo que puede
decirse es un regalo de cumpleaños
bastante emocionante. Eso espero,
de otro modo habré malgastado más
de 200 dólares. Aplauso para Ben...
...Braddock!
Anda, vamos, Benji!
Un aplauso! Muy bien, niño!
Amigos, este joven os presentará
una maniobra espectacular,
para la que se requiere gran audacia
en una piscina
ide más de dos metros de profundidad!
¿Diga?
No sé cómo decirlo...
- ¿Benjamin?
Estuve pensando en aquella noche,
después de la fiesta. - ¿Dónde estás?
Me preguntaba spodría invitarla
a tomar una copa. - ¿Dónde estás?
En el Hotel Taft.
- ¿Ya tienes una habitación? - No.
Ya sé que es muy tarde, pero...
- Dame una hora. - ¿Qué?
En una hora estaré allí.
¿Le puedo ayudar?
¿Qué? No, yo...
¿Está aquí por una cita?
¿Qué?
¿La sociedad Singleman?
Ah, sí, la sociedad Singleman.
- En el salón de baile. - Gracias.
Hola. Seguro que usted es Porter.
- No, yo...
Mhermana, la Srta. DeWitte.
- ¿Cómo le va? - Srta. DeWitte.
Mesposo, el Sr. Singleman.
Y éste es Jeffrey.
¿Cómo se llama?
- Benjamin Braddock, pero...
Sí, pero me parece que...
- Ya le encontraré una mesa!
¿No es Braniff? Un Braniff sí hay.
No, busco a una persona.
- ¿Sí? No entiendo qué pasa.
Yo no soy de la sociedad.
- No entiendo nada.
Ha sido un placer
haberlo conocido, Sr. Braniff!
Hola, Benjamin.
- Oh, hola.
¿Puedo tomar asiento?
- Claro. - Gracias.
¿Cómo te encuentras?
- Muy bien, gracias.
¿Me ofreces una copa?
- Una copa, claro.
No me ha visto.
- Mesero.
Un Martini, por favor.
- Sí, señora.
No hace falta que estés nervioso.
- ¿Nervioso?
Estoy un poco nervioso, es difícil
mantener la calma cuando...
¿Ya tienes una habitación? - ¿Qué?
- ¿Ya tienes una habitación? - No.
¿Quieres? - No sé.
Podríamos simplemente conversar.
¿Quieres que yo pida una habitación?
- No, ya voy yo.
¿La pides ahora?
- ¿Ahora? - Sí.
Bueno, no sé.
Pide una habitación.
- Una habitación. Con su permiso.
Disculpe.
¿Señor?
Quisiera una habitación, por favor.
- ¿Individual o doble?
Una habitación individual, para mí.
- Anote sus datos, por favor.
¿Hay algún problema, señor?
- ¿Qué? No, nada...
¿Tiene equipaje, Sr. Gladstone?
- ¿Equipaje?
Sí, claro.
- ¿Dónde está?
¿Qué?
- ¿Dónde está su equipaje?
En el coche, afuera, en el coche.
- El conserje se lo trae. - No...
No quiero causar molestias,
tengo sólo un cepillo de dientes.
Yo mismo lo traigo. - Por supuesto.
El conserje le enseña la habitación.
Oh, sabe, en realidad...
prefiero ir yo mismo.
Tengo sólo el cepillo de dientes,
creo que podré ir solo.
Como prefiera, señor.
- Gracias.
¿Sra. Robinson?
Para usted.
- Gracias.
¿Diga?
- ¿Sra. Robinson?
Habla Benjamin.
- ¿Sí?
Benjamin Braddock.
- ¿Dónde estás?
Mire por la ventana.
¿Me ve ahora?
- Sí.
Tengo una habitación individual.
- Qué bien.
El encargado de la recepción
parecía ser algo desconfiado.
No sé cuáles son las normas aquí...
- ¿Quieres ir primero? - Sería mejor.
Yo subo dentro de cinco minutos.
- Hasta luego. - Benjamin!
¿No te olvidas de decirme algo?
Quisiera decirle que estoy
muy contento. - El número.
El número de la habitación.
Tiene toda la razón del mundo.
Habitación 568.
Gracias.
De nada.
Entonces...
hasta luego, Sra. Robinson.
La cuenta, por favor.
Ya lo tengo.
He dicho que ya lo tengo.
El cepillo de dientes. - Muy bien.
Buenas noches.
- Buenas noches, señor.
Hola, Benjamin.
Hola, Sra. Robinson.
Entonces...
Entonces...
Benjamin.
¿Sí?
Me voy a desvestir, ¿de acuerdo?
- Claro, pero...
¿Me quedo aquí?
No sé qué quiere que haga.
¿Por qué no miras? - Bueno! Gracias.
- ¿Me das una percha? - ¿Qué?
Una percha.
- Ah, claro.
¿De madera?
¿Qué?
- ¿De madera? También hay de metal.
Da lo mismo.
- Vale.
Gracias.
¿Me ayudas, por favor?
- Claro.
Gracias.
- No hay de qué.
Benjamin, ¿prefieres apagar la luz?
- Sra. Robinson, no puedo.
¿Qué?
- Esto no está nada bien.
¿No te parezco atractiva?
- Oh, no...
Usted es la más atractiva de todas
las amigas de mis padres. En serio.
Pero, por Dios ¿qué dirían mis padres
snos vieran en esta habitación?
¿Qué dirían? - No tengo nidea. Pero
mis padres me dieron una buena vida.
Mpadre no se merece que me vaya
a la cama con la mujer de su socio.
¿Me tienes miedo?
- No, no se trata de eso.
Podríamos hacer alguna otra cosa.
¿No quiere ir al cine?
¿Puedo hacerte una pregunta íntima?
- Claro. - ¿Es tu primera vez?
¿Que ses qué?
- Es eso! Es tu primera vez.
Me muero de risa, Sra. Robinson!
- Puedes decírmelo! ¿O no?
¿Está bromeando?
- No tienes de qué avergonzarte.
¿Quién dijo que es mprimera vez?
- Tienes miedo de no hacerlo bien.
¿De no hacerlo bien?
Bien, creo que sería mejor que...
- No se mueva!
Ben, ¿qué estás haciendo?
Yo diría que estoy simplemente
flotando en la piscina. - ¿Por qué?
Porque es muy agradable
flotar en la piscina.
¿Has estado pensando
sobre tus estudios? - No.
¿Para qué estudiaste cuatro años?
¿Qué sentido tuvo tanto esfuerzo?
Buena pregunta.
- Escucha, Ben...
Mira,
está muy bien que un joven
que ha estudiado tanto y tan bien
se relaje, se divierta,
descanse, beba cerveza y todo eso.
Pero después de algunas semanas
habría de hacerse
cargo de su situación
y agarrar el toro por los cuernos.
Han llegado los Robinson.
Hola, Ben ¿qué has hecho últimamente?
Oh, no demasiado.
Me estoy tomando las cosas con calma.
Eso es lo que yo haría, spudiera.
No tiene nada de malo. Ben,
Elaine llega pronto de Berkerley.
Llámala esta vez. - Lo haré.
Creo que vosotros os entenderíais.
Saluda a la Sra. Robinson.
Hola, Sra. Robinson.
Hola, Benjamin.
Ay, Dios!
¿Puedo hablar un momento contigo?
- Claro.
Benji, tesoro,
quiero hacerte una pregunta,
pero no tienes que responderme
sno quieres. - ¿Qué?
Quiero preguntarte qué haces
cuando sales de noche.
¿Cuando salgo?
No tienes que decírmelo sno quieres.
- No, te lo digo. Paseo en el coche.
¿Y que más?
- Nada más.
No creo que pasees desde medianoche
hasta mediodía del otro día. - No!
Entonces, ¿qué haces?
¿Te ves con alguien?
¿Por qué lo preguntas?
- Bien, es cosa tuya.
No tengo ganas de jueguitos.
- Espera!
No quedo con nadie, mamá.
- Benjamin, no quiero entrometerme.
Pero preferiría que no dijeras nada
a que mintieras. Buenas noches.
Espera!
¿Puede esperar un momento?
Sra. Robinson, ¿podríamos
hablar un poco antes esta vez?
No creo
que tengamos mucho que decirnos.
Lo único que hacemos desde hace
meses es meternos juntos en la cama.
¿Ya te has cansado?
- No, para nada.
Pero me gustaría que conversáramos,
para cambiar. - ¿Sobre qué?
Da igual. Cualquier cosa.
¿Quieres contarme de tu colegio?
- No, por Dios!
Busquemos otro tema.
¿Qué te parece el arte?
- Es un buen tema! Empiece usted.
Empieza tú. Yo no sé nada de arte.
¿Qué quiere saber? ¿Le gusta más
el arte moderno o el arte clásico?
Ninguno. - ¿No? Entonces, ¿por qué
quiere hablar de arte? - No quiero.
Pero lo haremos. Ahora hablaremos.
Dígame qué ha hecho hoy.
Me levanté.
Le preparé el desayuno a mmarido.
- Eso mismo. Hablemos de eso!
De su marido!
- Ah, ese.
Hablemos de todo. No tengo idea
de cómo se las arregla con esto.
¿Qué le dice cuando sale de noche?
- Nada, está durmiendo. - ¿Siempre?
¿No se despierta cuando usted llega?
- Tenemos habitaciones separadas.
Entiendo! O sea que no tienen...
No quiero ser indiscreto, pero
¿tiene relaciones con él? - No.
¿Hace cuánto? Un momento. Entonces,
¿por qué se casó con él?
A ver slo adivinas.
- No sé... - Piensa, piensa, Ben.
No tengo idea, a menos que...
¿Tuvo que casarse con él?
No se lo digas a Elaine.
- Tuvo que casarse, estaba embarazada.
¿Estás escandalizado?
No pensé que Usted y Mr. Robinson...
- Vamos, a la cama.
Espere!
¿Cómo ocurrió?
- ¿Qué?
Con Mr. Robinson. ¿No tiene ganas
de contarme cómo ocurrió?
No demasiadas.
¿Él ya era estudiante de derecho?
¿Usted también estudiaba?
¿En la universidad?
- Sí.
¿Qué carrera?
¿Benjamin, por qué preguntas tanto?
- Me interesa, Sra. Robinson.
¿Qué estudiaba entonces?
Arte.
- ¿Arte?
Pero yo creí que...
Entonces supongo
que luego perdió el interés.
Algo así.
¿Cómo ocurrió?
¿Qué?
- Con el Sr. Robinson.
¿Qué crees? - ¿La llevó
a una habitación, en un hotel?
Pero Benjamin, ¿qué importa?
- Me interesa.
Salíamos en su coche.
- Ay, no. ¿Lo hacían en el coche?
No creo que hayamos sido los únicos.
- ¿Qué coche era?
¿Qué?
- ¿Recuerda la marca del coche?
Ay, Dios mio!
- En serio. Quiero saber. - Un Ford.
Un Ford!
Un Ford. Es algo estupendo!
Basta.
O sea que la querida Elaine Robinson
fue concebida en un Ford.
No menciones a Elaine.
- ¿No quiere que mencione a Elaine?
No.
¿Por qué no?
Porque no quiero.
- ¿Por qué no? Dígamelo!
No hay nada que decir.
- ¿Por qué todo esto de pronto?
Voy a tener que salir con ella
para averiguar cuál es el problema.
No vas a salir nunca con ella.
¿Has entendido?
No tengo pensado salir con ella.
Bien.
Estaba bromeando.
Bien.
Pero ¿por qué no habría de hacerlo?
Tengo mis razones. - Soy todo oídos.
- No. - Creo saber cuáles son.
No estoy a su altura, ¿no?
Ni siquiera para hablar de ella!
Deja ya. - No. No estoy a la altura
de su hija, pero sí a la suya.
¿No es cierto?
Sí.
Váyase al demonio, Sra. Robinson!
¿Cree acaso que me siento orgulloso?
- Nidea. - Pues bien, no lo estoy.
Comparto mtiempo
con una alcohólica en decadencia!
Entiendo. - Lo único que me trae
aquí es el mero aburrimiento.
Sra. Robinson, esto es lo más enfermo
y lo más perverso que me ha ocurrido.
Haga lo que quiera, yo me largo!
- Ah, sí? - Eso mismo!
¿Así que me consideras enferma
y asquerosa? - No se haga la tonta.
¿Qué? - No haga como que está herida.
- ¿No esperas que lo esté un poco?
Ha dicho que no estoy a la altura
de su hija. - ¿He dicho eso?
En otras palabras.
Benjamin, te pido disculpas
sesa es la impresión que he dado.
Hace dos minutos dijo que no estaba
a la altura. Y ahora se arrepiente.
No quise decir eso.
Encuentro que no congeniáis.
Jamás diría que tú no eres
tan buena persona como ella.
¿No?
Por supuesto que no.
¿Qué está haciendo? - Está claro
que ya no quieres tener nada conmigo.
Estaba un poco alterado.
Lamento lo que he dicho.
- Ya ha pasado.
Creo que entiendo que me encuentres
asquerosa. - Ay, no...
Usted me gusta, de otro modo...
no vendría siempre aquí.
Pero shas dicho que te enferma.
- No,...
...me gusta. Lo disfruto.
Es lo único que tengo ganas de hacer.
No hace falta que lo digas.
- No lo diría sno fuera cierto.
¿Puedo quedarme entonces?
Sí, por favor, quiero que se quede.
Gracias.
- No me lo agradezca, es mdeseo.
Pero no vas a salir con Elaine.
Quiero que me lo prometas.
¿Otra vez eso? Yo no tenía pensado
salir con ella. - Entonces promételo.
Esto es ridículo.
Prométemelo, Benjamin.
De acuerdo! Juro por Dios
que nunca saldré con Elaine Robinson.
Gracias.
Que no se hable más del tema.
Que no se hable más de nada.
Elaine ha regresado a casa.
Sería amable de tu parte
invitarla a salir.
¿Te parece que no está a tu altura?
- Elaine y yo no nos entendemos.
¿Qué sabes? No la has visto
desde que terminó el colegio.
Tus noches son demasiado valiosas.
- No tiene nada que ver con eso.
Le diré al Sr. Robinson que de noche
estás muy ocupado en Dios-sabe-qué.
No sigas. SBenjamin no quiere
salir con ella de ningún modo...
Eso! - ... entonces invito
a toda la familia para el jueves!
Bien, Braddock,
ya era hora de que lo hicieras.
Su esposa pensó que diría...
"Katy Duvalle"...
Cero puntos!
La próxima pregunta: ¿cuál es
la costumbre más curiosa de su mujer?
Entra! Me temo que
la joven
todavía no está del todo lista.
¿Quieres una copa?
¿Todavía bebes escocés? - Bourbon...
...que no se depila las piernas.
Voy a ver sya está lista.
Yo no fui. Fue idea de mpadre.
- Ben, parece que no he sido clara.
Vamos a cenar, a beber algo,
y la traigo de vuelta a casa.
La alternativa era una cena en casa,
con todos, y no lo hubiera soportado.
No voy a salir con su queridísima hija
nunca más. Así que no se altere.
Sí que me altero.
Y muchísimo, Benjamin.
Hola.
Hola.
Mantente alerta esta noche.
Quién sabe qué trucos
habrá aprendido Ben allá en el este!
¿Estás viviendo en tu casa ahora, no?
- Sí.
¿Ya sabes lo que quieres hacer?
- No.
¿Sigues estudiando?
- No.
¿Siempre conduces así?
- Sí!
Siéntate.
¿Por qué no miras el espectáculo?
Benjamin, ¿tienes algo contra mi?
- No, ¿por qué habría de tenerlo?
No sé.
Te pierdes un número buenísimo.
¿Qué me dices?
¿Serías capaz de hacerlo tú?
Lo siento, Elaine.
¿Me llevas a casa ahora?
- Siento mucho haberte llevado ahí.
¿Dónde está el coche?
- Quiero decirte algo.
Quiero irme a casa!
- ¿Puedo decirte sólo una cosa?
¿Qué? - Mis padres me obligaron
a salir contigo esta noche.
Muy amable decírmelo. - Quiero decir
que por eso me comporté así.
No soy así. Detesto comportarme así.
¿No puedes dejar de llorar?
- No, no puedo!
¿Podrías intentarlo?
- No.
Desde que me he graduado siento
la continua necesidad de ser grosero.
Te entiendo.
Como sestuviera jugando un juego
cuyas reglas no comprendo.
Son reglas
hechas por la gente equivocada.
No... creo que nadie las hace,
parece que se hacen solas.
¿Serían tan amables
de bajar el volumen?
¿Quieres entrar? Te preparo un café.
- No.
No quiero despertar a nadie.
- No se despertarán.
Vamos, entremos.
Espera un momento.
- ¿Qué pasa?
Pensaba en que todavía es temprano.
Todavía podríamos hacer algo,
ir a alguna parte.
De acuerdo.
¿Adónde vamos?
- ¿Adónde podríamos ir a tomar algo?
¿No hay un bar en el Hotel Taft?
¿Qué pasa?
Nada. Estaba pensando
shay un bar o no. Vamos a ver.
Vamos a ver shay un bar o no.
Mira, Elaine, aquí no hay ningún bar.
- Claro, ahí está "El Palmar".
Buenas noches.
- ¿Cómo se encuentra, señor?
Buenas noches, Sr. Gladstone.
- ¿Otra vez por aquí?
Hola, Sr. Gladstone.
¿Cómo se encuentra hoy?
Vámonos a otra parte, Elaine.
- ¿Te conocen? - Claro que no!
Buenas noches, señor.
- Anda, Elaine, nos vamos.
Sr. Gladstone, ¿cómo le va?
¿Qué está pasando aquí?
- Parece que me toman por Gladstone.
Hola, Sr. Braniff!
Elaine, me gustas. Me gustas mucho.
¿Me crees?
¿Me crees?
- Sí.
Eres la primera...
Eres la primera que me gusta
en muchísimo tiempo.
La primera persona que soporto.
Mvida entera es un desperdicio.
No vale nada!
Lo siento. Te llevo a casa ahora.
¿Tienes una relación con alguien?
Lo siento. No me incumbe para nada.
Ocurrió simplemente.
Ocurrió y trajo consigo
todo lo que trajo.
¿Lo entiendes?
¿Era casada o algo así?
Sí.
¿Tenía familia?
- Sí. Un marido y un hijo.
¿Se llegaron a enterar?
- No.
¿Y ahora todo ha terminado?
Sí.
Me alegro.
¿Salimos juntos mañana?
- Vale.
¿De día? Entonces podríamos
ir a dar un paseo. - Vale.
¿Estás segura que quieres?
- Sí.
Sólo stienes ganas de veras.
- Tengo ganas. - ¿De veras?
Benjamin, de veras!
Vamos!
Elaine y yo tenemos una cita.
Vamos a pasear un poco.
Haz exactamente lo que te digo!
Me parece que...
- Escúchame muy bien!
No volverás a ver a Elaine!
Es una orden, ¿está claro?
Puedo hacerte la vida muy difícil!
- ¿Cómo?
Para que Elaine no se te acerque
estoy dispuesta a contarle todo!
No le creo.
Es mejor que me creas.
No creo que lo haga.
Prueba, a ver.
¿Benjamin? - Ya subo.
- Todavía no me he vestido. Ben!
Salta la cerca, nos encontramos
en la esquina. Ponte los zapatos.
¿Qué ocurre?
- Elaine, tengo que decirte algo.
La mujer.
La mujer sobre la que te hablé...
Ah, aquella! - La casada. No era
cualquier mujer. - ¿Es decir?
Benjamin, dime de qué se trata!
Ay, no.
Ay, Dios mío!
Fuera de aquí.
- No llores. - Fuera!
Adiós, Benjamin.
Repite eso.
Me voy a casar con Elaine Robinson.
¿Qué pasa?
Ben dice
que se va a casar con Elaine!
No te creo! - Es lo que dice!
- Hoy me voy a Berkeley.
Qué emocionante!
Llama a los Robinson para festejar!
- Mejor espera un poco.
¿Ah, todavía no lo saben? - No.
- ¿Cuándo lo habéis decidido?
Hace una hora. - Un momento.
¿Has hablado con Elaine esta mañana?
Ella todavía no lo sabe.
- ¿Ah, no sabe que vas a Berkeley?
No, no sabe que nos casamos.
- ¿Cuándo lo habéis hablado?
No lo hemos hablado.
- ¿No?
Ben, el asunto suena un poco alocado.
No, todo lo contrario. Se trata
de una decisión que yo he tomado.
¿Qué te hace pensar que ella quiere?
- No quiere. Nsiquiera le gusto.
¿Estudiante? - No exactamente.
- ¿Qué? - No exactamente.
¿Qué entonces?
- Digamos que estoy de viaje.
Quiero saber quién vive en mcasa,
qué es lo que hacen mis muchachos.
Ah, no hago mucho, en realidad.
Estoy de visita, nada más.
La verdad es que siempre
había querido conocer Berkeley.
No será usted un agitador, ¿no?
¿Uno de esos de afuera? Los odio.
No lo permitiría.
Qué casualidad!
Me estaba preguntando adónde ibas.
- He quedado con alguien.
¿Dónde?
¿Dónde has quedado con esa persona?
- En el zoológico. - El zoológico.
Hay uno bueno aquí, ¿no?
No sé. Nunca he estado.
- Yo tampoco.
Te acompaño hasta allá.
¿Es aquel?
- No.
¿Dónde quedaron?
- Frente a la jaula de los monos.
Ben, quiero saber qué haces aquí.
¿Aquí en Berkeley? Tengo una bonita
habitación, voy a clases...
Pero no estás matriculado.
- Voy a escuchar.
Benjamin, eres... ¿qué decirte?
- Podríamos hablar del asunto.
...increíble!
Ahí viene. - ¿Qué?
- Me parece que es él.
Seguro que es buen corredor.
¿Llego tarde? Lo siento.
- Era en la jaula de los monos.
Benjamin Braddock. Carl Smith.
Benjamin me acompañó en el autobús.
Encantado, Ben.
- Encantado, Carl. Qué bueno verte.
¿Quién es? - Una pregunta y me voy.
- Entra. - No.
¿Por qué has venido a Berkeley?
- Porque sí. - ¿Porque estoy yo?
¿Qué crees tú? - Creo que sí.
He dicho que creo que sí.
Bueno: sí! - Quiero que te vayas.
- Pues bien, te amo.
¿Cómo pudiste hacerlo? ¿Cómo pudiste
violar a mmadre? - ¿Qué?
¿Cómo se puede hacer algo así?
- Dime qué te ha dicho. - ¿Por qué?
Porque no es cierto. Dímelo.
Que estaba con una amiga en el hotel,
que la seguiste hasta el coche,
le dijiste que estaba demasiado ebria
y te la llevaste a una habitación.
¿Y entonces?
- Entonces la violaste.
No fue así. Después de una fiesta
donde mis padres la llevé a su casa.
No quiero que me cuentes.
- Me mostró tu retrato.
En tu cuarto se quitó la ropa.
- Es madre!
De pronto apareció toda desnuda.
- Cállate!
Hola, Sr. McCleery.
- ¿Quién estaba gritando?
Todo está bien.
- Gritar no está nada bien!
Fue una visita. Ahora está todo bien.
¿Qué le hiciste? - Se enfadó y gritó.
Pero ahora ya pasó todo.
¿Llamo a la policía?
Espere! Mire, ahí está,
está bebiendo un vaso de agua.
No necesitamos la policía.
Bueno, chicos, os podéis ir
a vuestras habitaciones, vamos.
Ya no habrá más molestias.
¿No, Braddock?
- No, señor.
Te largas. - ¿Qué quiere decir?
- Me has entendido. Fuera!
¿Por qué?
- Porque me caes mal.
Siento haber gritado, Benjamin...
¿Qué esperabas que ocurriera entre
nosotros cuando llegaste aquí?
Ahora no quiero hablar. Lo siento.
Ahora tengo que hacer la maleta.
¿Puedo quedarme aquí sentada
mientras la haces? - Squieres.
¿Qué vas a hacer ahora?
No sé.
¿Te vas otra vez para casa?
- No.
¿Adónde entonces?
Deja ya de preguntar, Elaine.
No quiero que te vayas mañana.
No entiendo.
No quiero que te vayas a ninguna parte
mientras no sepas qué hacer. Adiós.
¿Qué pasa?
- Benjamin. - ¿Qué?
¿Me das un beso?
¿Te casas conmigo?
¿No?
- No sé.
¿Pero quizá?
Quizá.
¿De veras? ¿Quizá te cases conmigo?
Sí.
¿Cuándo?
No sé.
¿Qué te parece mañana? No es que
quiera presionarte, pero... - No sé.
No sé. No sé qué está pasando.
¿Estás confundida?
No estés confundida.
Nos vamos a casar.
No sé cómo vamos a hacer.
Nos casamos, así de simple.
Tengo que marcharme.
Elaine, ¿hablas en serio?
Lo voy a pensar.
- ¿De veras? - Sí.
Dios mío!
Mañana nos hacemos el análisis
de sangre. Hoy también podríamos.
Todavía no he dicho que sí.
Casualmente tengo mpartida
de nacimiento aquí. ¿Y la tuya?
No creo que vaya a funcionar.
- ¿Por qué no?
¿Por qué no?
- Porque no creo que salga bien.
¿Vamos mañana a hacernos el análisis?
¿Por qué no me llevas a la fuerza,
stanto deseas casarte conmigo?
De acuerdo, después del análisis.
- Primero tengo que ver a Carl.
¿A qué Carl?
¿A qué Carl?
Carl Smith! Lo conocemos
desde hace años. - ¿El del zoológico?
¿Por qué tienes que verlo?
- He dicho que quizá me case con él.
¿Que qué?
¿Cómo hizo? ¿Se puso de rodillas?
¿Se puso de rodillas, verdad?
No.
- ¿Qué dijo? Me interesa.
Dijo que haríamos un buen equipo.
- Ay, no! ¿En serio dijo eso?
¿Dónde lo hizo?
Quiero saber dónde ocurrió.
No habrá sido en su coche, ¿no?
Buenas noches.
¿Nos casamos mañana?
No.
¿Pasado mañana?
No sé. Quizá sí, quizá no.
¿Quieres decirme por qué lo has hecho?
Sr. Robinson.
¿Tienes algo en mcontra?
¿Nutres un fuerte odio hacia mí? - No.
¿Es algo de lo que he dicho
o desprecias aquello que represento?
No tiene nada que ver con usted.
- Tiene mucho que ver conmigo, Ben!
Somos civilizados. ¿Es necesario que
nos amenacemos? - No lo amenazo.
Entonces abre los puños.
Gracias. Veo en la oscuridad, ¿sabes?
Hace rato que estoy aquí.
Quiero decirle que no tengo nada
contra usted, nada contra usted.
Tampoco me respetas mucho, ¿no?
No, señor.
- ¿Qué? - No, señor.
No me grites, Ben! No soy tan joven
como tú, pero todavía oigo muy bien.
Déjame terminar.
Tienes que saber lo que has causado.
Mmujer y yo vamos a divorciarnos.
Pero, ¿por qué?
- ¿Por qué?
Lo que ocurrió entre la Sra. Robinson
y yo no fue nada, nada de nada.
No tuvo ningún significado. Fue
como snos hubiésemos dado la mano.
Eso no habla muy bien de mmujer.
- Usted no entiende. - Sí entiendo.
Yo no estoy enamorado de su mujer,
sino de su hija, señor.
Escucha: no sé ste puedo denunciar,
pero es probable que sí.
Te hago encerrar ste atreves
a volver a ver a mhija.
Hablé con Elaine. No te le acerques.
Aléjate de mí, Ben.
No quiero hablar más del asunto.
En lo que a Elaine se refiere,
sácatela de tu sucia cabeza.
¿Has entendido?
Eso es todo.
Disculpa que no te dé la mano.
Para mí, tú eres
la última mugre. Una basura!
Eres un degenerado!
¿Tiene cambio para el teléfono?
- Lárgate de aquí!
Le doy diez dólares
a cambio de una moneda. Veinte!
Déjeme usar el teléfono, por Dios.
- Ahora voy a llamar a la policía.
¿Me deja llamar antes?
- Lárgate de aquí!
Elaine Robinson
ha abandonado el colegio.
Su compañera de habitación
tiene una carta para usted.
"Querido Benjamin. Perdona, pero
lo que hago es lo mejor para ti.
Mpadre está furioso. Entiéndelo.
Te amo pero lo nuestro es imposible".
Hola, Benjamin.
¿Dónde está?
- Sí, con la policía.
Espera, Benjamin. ¿Tiene una patrulla
cerca de Glenview Road al 1200?
Bien, aquí hay un ladrón.
Le pregunto. ¿Estás armado?
Creo que no. Gracias.
¿Qué le han hecho? - Todo está bajo
control. ¿Una copa antes de irte?
No puede impedirme verla.
La voy a encontrar.
No pudimos invitarte a la boda, pues
los preparativos fueron muy rápidos.
¿Qué diablos ha hecho?
Oh, creo que ya no tienes
tiempo para tomar tu copa.
La voy a encontrar.
- No creo.
Eh, muchachos,
¿sabéis dónde está Carl Smith?
- Se fue esta noche, para casarse.
Le pusieron la pistola en la nuca.
¿Dónde se casa?
Tengo que ir a la boda.
Pregúntale a Carter.
¿Dónde lo encuentro?
Eh, Carter.
¿Dónde se casa el Rey del Mambo?
- En Santa Bárbara!
¿No sabes exactamente dónde?
Tengo que ir a la boda.
¿Dónde en Santa Bárbara? - No sé.
En la casa de su padre, quizá.
O en la maternidad!
¿Vas a ir al matrimonio?
Diles que me dejen un pedazo...
...del pastel de bodas!
¿Puedo llamar por teléfono?
- Claro.
657-2026. - ¿Quién habla?
- La secretaria del Dr. Smith.
¿Me puede pasar con el doctor?
- No, pero puede dejar un mensaje...
¿Dónde está? - En la boda de su hijo.
Ya tiene que haberse terminado.
Vea, soy el hermano del Dr. Smith,
el padre Smith. Celebraré la boda.
Pero soy de Portland,
he olvidado el nombre de la iglesia.
Creo que es la iglesia presbiteriana
de la calle Allan. - Gracias.
¿Dónde es la calle Allan?
A seis manzanas de aquí,
la tercera calle a la izquierda.
¿Gasolina, padre?
Ay Dios, no!
¿Quién es ese tipo? ¿Qué hace?
Yo lo arreglo.
- Ha llegado tarde.
Tenemos que detenerlo.
Desgraciado!
Elaine, es demasiado tarde!
- No para mí!