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EL LIBRO DE ELI
Bien.
Bien, bien, bien, bien.
¿Tienes hambre?
Sabes que tienes que venir
por el, no te hagas el rudo.
Te gustará.
Es gato...
Ahí tienes.
Deja espacio para el desayuno.
¿Hola?
¿Hola?
Por favor... no me lastime.
Aquí, toma lo que quieras.
¿Quieres la comida?
Tómala.
- No voy a lastimarte.
- ¿Sí?
Eso fue lo que dijo el último tipo.
¿Puedes ayudarme?
Se me salió la rueda.
No puedo repararlo.
Quizás si... si pudiera...
pero no puedo.
Lo único bueno de no tener jabón...
es que puedes oler
a los asaltantes a una milla.
¡Estoy impresionado!
¡Este muchacho nos olió...
a treinta pies de distancia!
¿Qué dice eso acerca
de nuestra higiene?
¿Qué tienes en ese bolso?
¿Qué bolso?
Tiene un arma.
Bueno, mierda, espero
no esté cargada.
Nunca lo están.
¿No es así, anciano?
Abre el bolso y déjalo en
el camino, bien y despacio.
No puedo hacer eso.
Quítate el maldito bolso...
y ponlo en el suelo...
¡o muere!
¿Me estás escuchando?
- Lo hago ahora.
- Bien.
- ¿Me estás escuchando?
- Sí.
Bien.
Pon esa mano sobre mi otra vez,
y no la tendrás más.
¿Puedes creer a este *** tipo?
Muy bien, lo haremos a la manera difícil.
¿Por qué hiciste eso?
¿Me cortaste la mano?
¿Qué esperan?
¡Bésalo!
¿Qué dijo?
Está en trauma.
Creo que quiso decir "mátenlo".
Te dije que no recuperarías eso.
Sí, lo dijo.
¿Quién eres?
¿Dónde está su agua?
No tienen, iban a tomar la suya,
y luego comerlo.
Es verdad.
Está en la cesta.
¿No vas a tomar un poco?
- ¿A dónde vas?
- Oeste.
- ¿Puedo ir contigo?
- No.
¿A dónde vas?
Quédate en el camino.
¡No!
Quédate en el camino,
no es de tu incumbencia.
Quédate en el camino,
no es de tu incumbencia.
- No te conozco.
- No soy de por aquí.
- No me jodas. ¿Quién eres?
- No quiero problemas.
Bien.
- Sólo un cliente, ¿bien?
- Bien.
Lo siento, debo ver las manos.
No soy uno de ellos.
Bien.
Voy a tomar algo de mi bolso.
Quita el dedo del gatillo.
- Dulce. Es una Phantom 900, hombre.
- ¿Lo es?
No veía una de esas desde los '90.
Sí, lo conseguí al este.
- ¿Todavía funciona?
- Sí, solo necesito cargarla...
¿puedes hacer eso por mi?
Cargarla. Tengo los cables.
No necesito los cables,
puedo cargarla para ti...
si tienes para cambiar.
Sí, las tengo.
- Es americano.
- Sí. Tengo una pila de estos.
Que hay de Chapstick,
¿tienes alguna Chapstick?
No Chapstick.
Tengo aceite de gato.
- Aceite de gato fresco.
- No, no.
Es bueno, es bueno para...
Funciona de la misma manera.
¿Qué hay de juguetes, tienes alguno?
No, no juego. Tengo...
Sí. Sí, sí.
Bien, listo.
- Me quedaré con esto, y esto.
- Absolutamente, son suyos.
Bien, deme un par de horas.
- Se lo cargaré.
- Gracias.
Puedes esperar ahí,
cruzando la calle.
- No, estoy bien.
- El bar está por abrir.
- Esperaré aquí.
- No confías en mi, ¿no?
- Esperaré aquí.
- Muy bien.
Carnie, uno de los pandilleros
del camino se detuvo en el pueblo.
Tienen algo para ti.
- ¿Libros?
- Todo un paquete de ellos.
Diles que quiero verlos. Ahora mismo.
Nos fue bien.
El que quieres.
¿No está ahí?
No.
No lo entiendo.
Es una pila de libros.
No tienes que entender.
Yo lo hago. Déjame eso
a mi y seremos amigos.
Tengo fe en ti, lo encontrarás.
¡Espera!
Tengo esto también.
Ahora esto es un trato.
Es un shampoo.
Ve a derribarlas.
Ten algunas chicas.
Cuantas tú y tus
chicos puedan resistir.
Luego vuelve al camino.
- ¡Luego te tendremos tu libro!
- De lo que no tengo dudas.
Estás enviando a quienes no saben
leer ahí fuera a buscar un libro.
No es de extrañar que
nunca encuentren nada.
Es la gente que tengo a mano.
A menos que quieras ir con ellos.
- ¿Qué hay de estos?
- Quémalos.
El lugar cruzando la calle.
¿Tienen algo de agua?
La tendrán si puedes pagarla.
Aquí. Huélelo.
Uno de los pandilleros lo encontró.
Quién sabe...
quizás sea el último
shampoo en el planeta.
Y es todo tuyo.
¿Encontraron su libro?
No.
¿Extranjero?
Déjame ver.
- Muy bien, ¿qué será?
- Agua.
Es material del bueno.
Tengo que comer de mis
propias raciones para vender...
por lo que no son baratos.
Esto te durará quizás medio camino.
¡Solara!
Toma esto y haz que lo llenen.
Espera. Lo necesitas.
¿Puedes moverte, por favor?
Gracias.
Ese es mi gato.
Un espécimen fino.
Lo vi golpearlo fuera del bar.
No, quise hacerlo, pero no
lo golpeé en realidad.
- Levantaste la mano contra él.
- No pasará de nuevo, se lo prometo.
Martz, ¿qué tal otra bebida?
Ese gato a estado viniendo aquí
por los últimos dos años.
Tiene más derecho de
estar aquí que usted.
No quiero ningún problema.
Es muy tarde para eso, porque...
Sé quien eres.
Asesino de inocentes
viajeros en el camino.
Va ser juzgado por las cosas
que ha hecho, ¿la sabía?
Está bien.
Voy a tomar mis cosas,
y salir de aquí.
- ¿Muy bien, hermano?
- Sí.
Maldito sea el suelo,
por nuestro bien.
De espinas y cardos, que
dará a luz, para nosotros.
De la tierra venimos
y de polvo somos.
Y a la tierra volveremos.
¡Alto!
Por favor.
¡Redridge!
Redridge.
- ¿Quién eres tú?
- Nadie.
Lo dudo.
El hombre que mataste en
mi bar... él no era nadie.
- Pero tú...
- Él no tiene los temblores.
No tiene ninguno de ellos.
Bien. Este es un pueblo civilizado.
No comemos humanos.
No vemos mucha gente
de antes. Ya no.
- ¿Lee?
- Cada día.
Que bien por usted.
Yo también.
¿Sabes qué es gracioso?
Viejos como somos, las
personas como tú y yo...
somos el futuro.
¿Qué quieres conmigo?
Directo al grano.
Me gusta eso.
Usted no sólo es educado.
Nunca vi a nadie manejarlo
como lo hizo usted...
no sé donde lo aprendiste...
pero estoy seguro como el
demonio que puedo usarlo.
Es un pueblo pequeño,
solo el comienzo.
Estoy por expandirme,
necesito ayuda experta...
podría usar a alguien como tú.
Gracias. Pero no estoy
interesado la verdad.
La gente que trabaja para mi,
vive mejor que...
lo que cualquier trabajador sueña.
Pregúntale a Redrige.
Pregúntale a los chicos, a cualquiera.
Camas de verdad, comida
caliente, mujeres.
Agua limpia.
Podrías estar mucho peor, amigo.
Gracias.
Pero tengo un lugar al que ir.
¿Dónde?
Oeste.
- No hay nada al oeste.
- Me han dicho otra cosa.
¿Quién?
Te digo esto. Pasa la noche.
Prueba algo de nuestra hospitalidad
verás como te gusta.
Podremos hablar otra
vez por la mañana.
Un concejo, Caminante. No es una opción.
Siempre hay una opción.
Habrá alguien fuera de tu
cuarto toda la noche.
- Si necesitas algo...
- No necesito nada.
Nunca lo sabes.
Esto es para ti. Es agua para lavarte
y algo de comida, y un postre especial
también de parte de la casa.
Necesito que tomes esto o digas
algo... así podré encontrarte.
- Gracias.
- De nada.
- ¿Puedo traerte algo más?
- No, estoy bien, gracias.
¿Quedaste ciega durante la guerra?
Nací de este modo.
Creo que soy afortunada porque ya...
ya estaba acostumbrado
a esto para... cuando pasó.
- Bueno, gracias, por la comida.
- De nada.
Me gusta tu perfume.
Solo es shampoo. Pero gracias.
Buenas noches.
No creo que cambie de idea
para la mañana.
No se quedará.
Él es diferente a los demás.
No lograrás que haga
lo que quieres que haga.
¿Quién dijo algo sobre mi?
Enviaré a Solara.
No puedes hacer eso.
Es hora de que le
encuentre un mejor uso.
No lo hagas... por favor.
Por favor, no. Por favor.
¿Puedo pasar?
Deme un minuto.
Alguien ya vino con comida y agua.
Tengo todo lo que necesito.
¿Estás seguro de eso?
Está muy iluminado aquí.
- Soy Solara.
- Cierto.
- Llenó mi cantimplora ahí abajo.
- Sí. Eres ese tal Caminante, ¿cierto?
Cierto.
Si estás preocupado en pagarlo,
esto va por la casa.
¿Pagar por qué?
¿Por qué no tomas asiento?
No.
No, no puedes irte.
Si lo haces, lastimará a mi mamá.
- ¿Quién?
- Carnegie.
- ¿Es tu padre?
- No.
Pertenecemos a él, es lo mismo.
Dormiré en el suelo.
Mañana podrás decirle que tuviste
un buen rato. Te prometo,
no te daré problemas.
Por favor.
Caballo a B4.
Tu turno.
- Entonces... ¿qué edad tienes?
- ¿Perdone?
No he visto a muchas personas
de tu edad por aquí antes.
Bueno, han sido...
30 inviernos desde el Resplandor.
En realidad no lo recuerdo.
¿Recuerdas cómo era?
- En el mundo de antes.
- Sí.
¿Cómo era?
Las personas tenían más de
lo que necesitaban.
No teníamos idea de
que era precioso o no.
Tirábamos cosas que la gente
hoy mataría por tener.
- ¿En serio?
- Sí.
- Tienes un libro. ¿Puedo verlo?
- No, no puedes.
- Solo quiero verlo.
- Dije no.
Ni siquiera puedo leer,
por favor, déjeme solo verlo.
¿Qué significa para ti?
Es solo un libro.
No es solo un libro.
¿Qué quieres decir con
que no es solo un libro?
No más preguntas
sobre el libro, ¿bien?
No más preguntas.
Tengo una pregunta para ti,
ya que estás aquí.
Quizás la responda, quizás no.
¿Dónde consigues el agua?
- No puedo decirte eso.
- ¿No puedes decirme o no lo sabes?
Lo sé. Pero si no
hablas sobre el libro...
yo no hablo sobre el agua.
Muy bien, tengo otra
pregunta para ti.
Genial.
¿Tienes hambre?
Sí, hay mucha comida ahí.
Más de la que puedo comer.
Te diré algo. Podemos compartirla
como hacían antes las personas.
- Bien.
- ¿Bien?
Espera un minuto. Siéntate.
Siéntate.
Dame tus manos.
¿Qué haces?
Confía en mi, dame tus manos.
Cierra tus ojos.
Señor, te agradecemos
por esta comida.
Te agradecemos por la
cama caliente y
por el techo sobre nuestras
cabezas en las noches frías...
como esta.
- Ha ido muy lejos.
- ¿Esto es del libro?
No interrumpas.
Cierra tus ojos.
Te agradecemos por el
gusto de la compañía...
en tiempos duros como estos.
Amén.
¿Ahora comemos?
Ahora comemos.
Buenos días, Solara.
¿Cómo pasaste la noche,
dormiste bien?
- Hice lo que dijiste.
- Claro que lo hiciste...
pero dije: ¿funcionó?
- ¿Se quedará?
- No hablamos mucho.
Solara, querida, come algo.
Mamá, dame tu mano.
Cierra tus ojos.
Mamá, confía en mi.
Señor.
Te agradecemos por la comida.
Te agradezco por mi madre.
Gracias por el techo
sobre nuestras cabezas.
Y...
Y creo que eso es todo por ahora.
Amén.
Esa es la palabra que buscas.
Amén.
Así es como terminas.
Dijiste que no hablaron mucho.
¿Pero él leyó algo?
- Te hice una pregunta.
- Bill, no lo hagas.
Cállate la boca.
¡Alto!
Estás lastimando a tu madre, Solara.
Él dijo que lee todos
los días. ¿Lo hace?
- Tu madre, quiere que hables.
- ¡No lo sé!
No lo sé.
Sí, bueno. Sí, leyó.
- ¿Qué clase de libro leía?
- No lo sé, uno viejo.
¿Y?
- No lo sé, tenía algo en la tapa.
- Dime.
- Necesito que la dejes ir.
- ¡Muéstrame!
¡Redridge!
¡Mierda! Me quedé
despierto toda la noche.
¿Dónde está?
No lo...
Solo quería asegurarme
que no hubiera ácido ahí dentro.
No importa, solo quítate eso.
- Quítatelos.
- Déjame secar...
- ¡Hey!
- ¡Muy bien!
Gracias. Puedes decirle a ellos
que yo te hice hacerlo.
- Dilo.
- Tú me hiciste hacerlo.
¿Está cargada esa cosa?
No creo que lo esté.
- Solo hay una manera de descubrirlo.
- Mira, necesito ese libro.
Digo quiero el libro. Y a ti.
Si me haces elegir...
te mataré, y tomaré el libro.
¿Por qué, por qué lo quieres?
Crecí con él. Conozco su poder.
Y si lo lees, tú también.
Es por eso que los quemaron
luego de la guerra.
El solo estar con vida
es un acto de fe...
construir este pueblo
fue un todavía más
grande acto de fe. Pero
ellos no lo entienden.
Ninguno de ellos lo hace.
Y no tengo las palabras para
ayudarlos pero el libro las tiene.
Y admito...
que hice cosas, muchas muchas cosas...
odio sacar esto, lo confieso.
Pero si tenemos ese libro...
quizás no tenga que hacerlo.
¿Puedes imaginar cuan
diferente, cuan justo
puede ser este mundo
si nosotros tuviéramos
las palabras justas para nuestra fe?
Las personas podrán
entender de verdad porque
están aquí y que están haciendo...
no necesitarían más
motivaciones desagradables.
No es justo tener
ese libro escondido...
está destinado a ser
compartido con otros.
Destinado a ser divulgado.
- ¿No es eso lo que quieres?
- Con toda mi alma y corazón.
Siempre creí que
encontraría un lugar...
este libro pertenece,
a donde lo necesiten.
Bueno, todavía no lo encontré.
Adoro a este tipo.
Adoro a este tipo.
Dispárale. Por favor.
¿Qué esperas?
¡Derríbenlo, por un demonio!
No me gusta ser seguido.
Quiero ir contigo.
- ¿Eres tonta?
- Odio ese lugar.
Entonces cámbialo.
Mi madre cree que
estaré más segura contigo.
Te llevaré a donde sea
que sacamos el agua.
Puedes llevar todo
lo que puedas cargar.
Digo... todo lo que podamos cargar.
Carnegie sabe de dos
muelles más en el norte.
Dijo que construiría más pueblos.
¿Cómo supo de este?
Estuvo aquí. Cuando era joven.
En el mundo de antes.
Supongo que todos a los que
conocía han muerto.
Será mejor que nos apuremos.
Creo que me olvidé
los lentes adentro.
¿puedes revisar por mi?
Me quedaré aquí.
¿Qué estás haciendo?
Eres un mentiroso.
No soy un mentiroso.
Dijiste que podía ir contigo
si tenías el agua.
No dije eso, tú lo dijiste.
Además, el camino no
es un lugar para ti.
Es mucho peor de lo que crees.
Adiós, Solara.
Un gusto conocerte, en serio.
- Hola.
- ¿Si?
¡Púdrete!
- ¿Te lavaste las malditas manos?
- Dos veces, señor. Con su jabón.
Arma un grupo, iremos tras ellos.
- Por un maldito libro.
- ¡No es un maldito libro!
¡Es un arma!
Un arma que tiene
como objetivo el corazón
y las mentes de los
débiles y desesperados.
¡Nos dará el control sobre ellos!
Si vamos a gobernar este
pueblo debemos tenerlo.
Las personas vendrán de todas
partes y harán lo que...
les digamos si las palabras
salen del libro.
Ha pasado antes, y pasará otra vez.
Todo lo que necesitamos es el libro.
Entonces quiero a Solara.
¿Estás negociando conmigo?
¿Estamos haciendo un trato?
Perdimos muchos hombres.
Me necesitas más que nunca.
Ahora dime si ese libro
merece los problemas.
bueno, te creo.
Pero quiero a Solara por él.
¿Por qué no? Por qué no.
Vámonos de aquí.
- ¿A dónde nos dirigimos?
- Oeste.
¿Hola?
¿Puede alguien ayudarme?
Hola, ¿hay alguien ahí?
¿Estás bien?
Sí, estoy bien.
Continua, estaré bien.
- Déjame...
- ¡No! ¡En serio, por favor!
Estoy bien, en serio. Necesito
a un hombre para ayudarme...
No a ti... Continua.
- Está bien, solo tomará un minuto.
- Estoy bien. Por favor...
¡Ayuda!
¡Suéltame!
Detente ahí.
- ¿Qué sucede?
- ¿Escuchaste eso?
No te muevas.
Toma el cable de eso.
Sácalo por arriba.
- ¿Qué es eso?
- La cena.
Es como que estuviera
protegido de alguna manera.
Es como si nadie pudiera tocarlo.
Es solo un maldito hombre.
Pon una bala en él, y caerá.
Todavía caliente.
No más de unas horas de muerto.
No puede estar lejos.
Hijo de puta.
Solara.
¿Seguro que todavía la quieres?
Anochecerá pronto.
No podremos rastrearlo en
la noche nos verá llegar.
Lo pasaremos de largo
y nunca lo sabremos.
Tiene razón.
Están a pie. Cansados.
Tendrán que dormir.
Retomaremos la marcha mañana.
Los tendremos antes
de la mañana, Sam.
Más vale que sea una garantía.
¿En serio lees el mismo
libro todas las noches?
Sin faltar.
¿Me leerías algo a mi?
Por favor.
El señor es mi pastor. Nada me falta;
Me hace acostar en verdes prados.
Me conduce hacia fuentes
de aguas tranquilas;
Repara mi alma.
Me guiará por el camino
de la justicia en su nombre.
Aunque camine por el valle
de la sombra de la muerte...
no temeré al mal...
porque estás conmigo.
- Es precioso.
- ¿Te gusta?
- ¿Tú lo escribiste?
- Sí.
- ¿De verdad?
- No.
Estaba aquí mucho antes que tú y
yo llegáramos aquí, eso es seguro.
¿A qué te referías cuando decías
que no es solo un libro?
Es el único.
¿De verdad?
Después de la guerra la gente
se tomó en serio
encontrar y destruir cualquiera
que no hubiera destruido el fuego,
algunas personas dicen que fue la
principal razón de la guerra.
De cualquier forma, es el
único que sobrevivió.
¿Cómo lo conseguiste?
Dijeron que la guerra había
abierto un agujero en el cielo.
Probablemente has escuchado
las historias.
Sí.
Un agujero en el cielo, el sol
bajó y lo quemó todo.
A todo y a todos.
Tuviste suerte, refugiarte y esconderte
en un lugar como este, bajo el suelo.
La mayoría de la
gente no tuvo suerte.
Entonces, un año después
de comenzar a salir,
vagando, no sabíamos que hacer,
sólo intentando encontrar un
lugar donde sobrevivir.
Un día, escuché una voz.
Es difícil de explicar,
pero era como si viniera
de dentro de mí.
Pero podía escucharla tan
claro como te escucho a ti.
¿Qué decía esa voz?
Me guió... a un lugar donde
encontrar el libro.
Enterrado, bajo algunas ruinas.
La voz me dijo que llevara el
libro al oeste.
Me dijo una ruta que había
sido establecida para mí,
que me dirigiría a un lugar donde
el libro estaría seguro.
Me dijo que estaría protegido,
contra cualquiera o cualquier cosa
que se impusiera en mi ruta.
He estado caminando desde entonces.
Y lo hiciste todo porque una voz
dentro de tu cabeza te lo dijo.
Sí, lo hice.
Sé lo que escuché.
Sé lo que escucho.
Y sé que nunca lo hubiera
conseguido sin ayuda.
- ¿Qué es eso?
- Una pregunta para muchos.
Vete a la cama, comenzaremos
temprano por la mañana.
¿Qué estás haciendo?
Lo siento, creía que
estabas durmiendo.
No estaba durmiendo.
¿Qué estás haciendo?
- Sólo quería ver el libro.
- Nadie excepto yo lo toca, ¿entiendes?
- ¿Me comprendes?
- Sí, lo comprendo.
De todas formas no sabes leer,
no tiene utilidad para ti.
Sí, enséñame entonces.
Despacio. Despacio. ¡Para!
Dices que has caminado
durante 30 años, ¿verdad?
¿Alguna vez has pensado qué
quizás estabas perdido?
No.
¿Cómo sabes que estás caminando
en la dirección correcta?
Camino por la fe, no por la vista.
- ¿Qué significa eso?
- Significas que sabes algo,
incluso si no sabes nada.
Eso no tiene sentido.
No tiene porque tener sentido.
Es la fe. Es la fe.
Es una flor de luz en un
campo de oscuridad,
dándome la fuerza para
continuar, ¿entiendes?
¿Eso es de tu libro?
- No, es de Johnny Cash...
- ¿Qué?
- ¿Crees que alguien vive ahí?
- No lo sé.
Quizás haya agua.
Quédate detrás mío.
Esto es extraño.
¿Quienes son?
Viajeros, eso es todo.
No somos ningún peligro.
Intrusos no.
¿No han leído la señal?
Lo sentimos mucho, no la vi.
- ¿Cuál es su motivo?
- Estábamos solo...
Sin motivos.
Lo sentimos mucho y si nos
deja nos iremos por nuestro camino.
George, míralos. Uno de
ellos es solo una niña.
Es una vieja historia, la
he oído cientos de veces.
Tenemos muy pocas visitas
por estos días,
George sospecha de todo
el mundo.
Soy Martha. ¿Os gustaría
tomar algo de té?
¿Qué tal algo de música?
Es tan relajante.
¡George!
¿Te gusta?
- ¿Es bueno?
- Bueno, bueno.
Estupendo.
Es impresionante que hayan sobrevivido
aquí fuera los dos solos.
Bueno. George es un trabajador.
Hizo mucho trabajo aquí para
hacerlo un lugar seguro.
Quizás seamos viejos, pero
somos resistentes.
Hemos tenido más de un
intento para intentar
quitarnos este lugar,
¿verdad George?
- Sí.
- Cierto.
- Quiero enseñaros algo, vamos.
- George, no. Ahora no.
¡Vamos!
- ¿Eso son...
- ¿Tumbas? Por supuesto.
- Sería incivilizado no enterrarlos.
- Además, es bueno para la tierra.
Volvamos dentro. Podría
preparar algunos emparedados.
Bueno, gracias. Muchas gracias.
- Tenemos que irnos ahora.
- Mataron a esta gente.
No solo los mataron,
de los comieron.
- Sus manos están temblorosas.
- Demasiada carne humana. Vamos.
He encontrado algo de carne.
Espero que tengan hambre.
No. No, gracias.
- Bueno, tenemos que irnos.
- ¿Tan pronto?
- Sí, eso me temo.
- ¿Seguro qué no quieren quedarse?
Estoy seguro, muy seguro.
Baja el arma.
Lo siento. Toma esto. Ábrenos
la puerta, por favor.
- Gracias por el té.
- Muchas gracias por el té.
Vuelve dentro.
George, ¿qué pasa?
Toda la compañía de conflictos
armados, eso es lo que pasa,
y ellos los trajeron
hacia nosotros.
- Acabo de sacar la china buena.
- Que le den a la china.
- ¿Tienes algún arma más?
- ¿Armas? Te enseñaré algunas armas.
- ¿Sabes usar un arma?
- Por supuesto.
Vamos. ¡Sabemos que están ahí!
Salgan y nadie necesita
salir herido.
Voy a hacerlo fácil.
Manda a Solara con el libro.
- ¿Qué vamos a hacer?
- ¡Sé lo que estoy haciendo!
Espera, espera.
Todo lo que quiero es el libro,
y a la chica.
No van a salir.
¡Mierda! ¡Al suelo!
¡Todo el mundo al suelo!
¿Sabes la voz que oíste?
¿Dijo algo sobre esto?
Saldremos vivos. Ambos.
¿Qué pasa con nosotros?
No los mencionó.
¡Alto el fuego!
Alto el fuego.
¡Hijos de puta!
¡Por el lado!
¡Por el lado!
¡Putos bastardos!
¡Detengan el fuego!
¡Detengan el fuego!
- ¿Qué están haciendo?
- Nada bueno.
¿Dónde está el libro?
Revisa su bolsa.
No está aquí.
Esta es tu última oportunidad.
Sácalo o prometo enterrarte aquí.
Hijo de... Vamos a
intentarlo de nuevo.
- ¡Carnegie!
- ¿Qué?
Ahora. ¿Dónde está el libro?
Dale el libro. Por favor.
No se lo digas.
Está en la casa.
Detrás de la televisión.
- Ve a revisar la televisión.
- ¿El qué?
Tienes que estar
bromeando. ¡Ve tú!
¡Vamos!
Pedid y se os concederá.
Dios es bueno, ¿verdad?
Siempre.
No siempre.
¡No!
¿Ves? ¿Qué te dije?
Es solo un hombre.
¡No! ¡Déjalo en paz!
¿Dónde está ahora tu protección?
Reza por mí.
¿De acuerdo?
Lo digo en serio.
Mierda.
¡Vuelve!
¡Vamos! ¡Vamos!
Hay suficiente combustible para
regresar, ¿quieres ir detrás de ella?
No.
- ¿Dónde vas?
- Voy al oeste. Tengo que ir al oeste.
- Lo siento.
- ¿Por qué?
Por esto. Es por mi culpa.
- No, no lo es.
- Sí lo es,
si no hubiera venido contigo,
nada de esto hubiera sucedido.
No es por tu culpa.
Hice lo que tenía que hacer.
No creí que nada podría
hacerte renunciar a ese libro.
Sabes, durante años lo he llevado
y lo he leído cada día.
Tuve tanto cuidado
de mantenerlo a salvo
que olvidé vivir de
lo que aprendí de él.
¿Sí? ¿Qué es?
Sólo...
Hacer por los otros más
de lo que haces por ti.
Es lo que obtengo de
él de todos modos.
¿Hueles eso?
- ¿Qué?
- En el aire. Sal.
Estamos acercándonos al océano.
Eso es bueno.
Eso es.
¡Llama al ingeniero!
¡Ya es suficiente!
¿Cuál es el motivo
de que estén aquí?
Me llamo Eli.
Tengo en mi posesión una
Biblia del rey James.
Permanezcan donde están.
No intenten hacer algún
movimiento brusco, o
dispararemos contra ustedes.
Ten cuidado con eso.
Gracias.
Ten cuidado con eso.
Esperen.
Hemos estado haciendo esto
desde hace mucho tiempo.
- Parece un museo.
- Es mucho más que eso.
Aquí es donde vamos a
comenzar de nuevo.
Tenemos una impresora de prensa
que estará funcionando pronto.
Enseñaremos a la gente sobre
el mundo que han perdido.
Ayudándolos a empezar
a reconstruirlo.
Mira. Shakespear.
Britannica.
Faltan solo algunos volúmenes.
Hay una serie completa
del maravilloso Mozart
y los registros de Wagner.
Aun en muy buenas condiciones.
Pero nunca una Biblia.
Bueno, hasta ahora.
¿Puedo preguntar en
qué condición está?
Está dañada. Pero hará el trabajo.
- ¿Crees que podría verla?
- Sí, podrías.
- Ya está. Está abierta.
- Bien.
¿Tienes algo en lo que escribir?
¿Podrías traernos algo de
papel para escribir, por favor?
Mucho.
Muchísimo.
No puede ser.
¡Es imposible!
¡No puede ser!
Preste mucha atención, y escriba
todo lo que le diga.
Exactamente como lo diga.
El primer libro de Moisés.
Se llama Génesis.
Capítulo uno, verso uno:
En el Principio...
Dios creo los cielos...
y la tierra.
Verso dos:
"Y la tierra estaba
sin forma y vacía...
y las tinieblas
estaban sobre las caras del abismo.
Y el espíritu de Dios
se movía
sobre la cara de las aguas."
Verso tres:
"Y Dios dijo,
hágase la luz:
y la luz se hizo."
¿Dónde está Solara?
Ahí fuera. Fue su elección.
Intenté traerla de vuelta. Se negó.
¿Qué hiciste cuando se negó?
- Léelo.
- ¿Qué le hiciste a mi hija?
- ¡Léelo!
- ¿Qué le hiciste a mi hija?
Puedes empezar cuando gustes.
Lo siento.
Ha pasado demasiado,
no me acuerdo.
- Tienes que hacerlo.
- ¿Tengo que hacerlo? ¿De verdad?
Tienes que hacerlo. Por favor.
- Tu pierna.
- Ya no me duele.
Puedo olerlo.
Trabajaste muy duro por este libro.
Sacrificaste mucho, tantos hombres.
Más de lo que podías disponer.
Ahora, toda esa gente
que estaba tan asustada
de decir siquiera tu nombre.
Están abajo,
rompiendo la barra del bar,
¿sabías eso?
Y no hay nadie para detenerlos.
Y tú estás con fiebre.
No puedo imaginar lo que
debe sentirse teniendo
lo que quieres tan cerca que bien
podría ser un millón de kilómetros.
¡Para!
¿Me estás dejando?
¿Claudia?
¡Claudia!
¡Claudia!
Querido señor. Gracias por
darme la fuerza y
la convicción para completar
la tarea que me confiaste.
Gracias por guiarme directo
y con confianza
a través de los muchos
obstáculos de mi ruta.
Y por mantenerme resoluto cuando
todo alrededor parecía perdido.
Gracias por tu protección y por tus
muchas señales a través del camino.
Gracias por cualquier bien
que haya podido hacer,
y disculpas por el mal.
No tienes por qué irte, sabes.
Eres bienvenida para quedarte aquí.
- Estarás perfectamente a salvo.
- Gracias.
Pero es algo que tengo que hacer.
¿Dónde irás?
A casa.
Gracias por la amiga que hice.
Por favor cuida de ella,
al igual que cuidaste de mí.
Gracias por permitirme
descansar al final.
Estoy muy cansado.
Pero ahora voy a
descansar en paz.
Sabiendo que he hecho lo correcto
con mi tiempo en este mundo.
NUEVA SAGRADA BIBLIA
VERSIÓN DEL REY JAMES.
He combatido bien.
Terminé la carrera.
Mantengo la fe.