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Mamá, me fui a luchar por Venezuela.
Si no regreso, me fui con ella.
El 12 de febrero de 2014, los estudiantes venezolanos tomaron las calles para protestar
en contra de la profunda crisis social y económica del país.
Se encontraron con una respuesta desproporcionadamente violenta por parte del gobierno,
solo por mostrar su descontento.
De acuerdo a un estudio realizado por el Observatorio Venezolano de Violencia,
alrededor de 25.000 homicidios fueron cometidos el año pasado
en un país de menos de 30 millones de habitantes. En 1998, el año previo a la
llegada al poder del actual régimen de izquierda, la cifra estaba por debajo de 5000.
Cerca del 90% de estos asesinatos no son castigados.
El país está severamente empobrecido. Los productos básicos
son muy difíciles de conseguir.
De acuerdo a las cifras oficiales, el índice de escases es de 21%.
Cuando estos productos aparecen en los anaqueles,
las personas deben hacer colas de horas para tener una oportunidad
de comprar cantidades limitadas.
El gobierno venezolano tiene un estricto control de cambio,
de importaciones, exportaciones y precios.
De acuerdo a Transparencia Internacional, el gobierno venezolano
está percibido como uno de los 15 gobiernos más corruptos del mundo.
La tasa de inflación anual se ubica en 56% y continua aumentando.
La moneda nacional está constantemente en devaluación.
El sector privado se ha reducido prácticamente a nada.
Esta no es la primera vez que los venezolanos protestan, pero en esta ocasión, las cosas son diferentes.
Los manifestantes opositores,
armados solo con banderas y pancartas,
están siendo brutalmente reprimidos con balas reales por la Guardia Nacional
y grupos armados paramilitares conocidos como "colectivos".
Hay docenas de personas desaparecidas, cientos de heridos, y un incierto número de muertes continuamente en aumento.
Cientos de estudiantes han sido encarcelados, incomunicados, y han recibido severas golpizas, torturas y abusos.
Estas violaciones a los Derechos Humanos han sido descartadas por las cortes sin ningún tipo de investigación.
Las estaciones de television local no proveen cobertura en vivo de las protestas,
por lo que los venezolanos se han tornado a las redes sociales para difundir la información.
Los pocos reporteros que han tratado de cubrir los eventos
han sido golpeados, robados, encarcelados o expulsados por el gobierno.
Leopoldo López, uno de los líderes de la oposición, fue enviado a la cárcel
y está siendo condenado con cargos que incluyen terrorismo, daños a edificios públicos, e incitación a delinquir,
sin pruebas, testigos o un procedimiento claro.
El resto de los líderes opositores también son amenazados y perseguidos.
Los únicos medios de comunicación que permanecen disponibles son redes sociales como Twitter, Facebook y Whatsapp.
El gobierno ha bloqueado páginas web de noticias así como ciertas aplicaciones y funciones,
tales como Zello y las imágenes en Twitter.
No sabemos por cuanto más tiempo seremos capaces de comunicarnos con el resto del mundo.
Por esto es que necesitamos tu ayuda.
El mundo está ciego a lo que está pasando.
Necesitamos tu ayuda para recuperar nuestra libertad.
Las cosas que tú das por sentadas, los venezolanos estamos luchando por recuperarlas.
Necesitamos que nos ayudes a crear conciencia.
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Puedes ayudarnos compartiendo nuestra historia con tu familia y amigos.
Puedes ayudarnos contactando a tus representantes
y exigiendo su apoyo al pueblo venezolano y su lucha por la justicia y la libertad.
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Te pedimos que difundas este mensaje.
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Por favor, comparte.
Para más información: freedomforvenezuela.wordpress.com