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Analizando la formación de viruta
Generar formas y tamaños de viruta adecuados y su evacuación
es esencial para el éxito de cualquier operación de taladrado.
Un mal rendimiento en esta área puede afectar a la seguridad del proceso,
la vida útil y la calidad del agujero.
Este episodio proporcionará consejos sobre el control de viruta
al utilizar brocas enterizas de metal duro y de punta intercambiable.
La formación y evacuación de viruta es esencial en el taladrado.
Aquí influyen muchos factores como el material de la pieza,
la geometría de la broca/punta,
la presión/volumen de refrigerante
y los datos de corte.
Entonces, cómo analizamos la formación de viruta y optimizamos el proceso.
Entender y revisar el mecanismo de la formación de viruta
es crucial para optimizar su evacuación,
los parámetros de mecanizado y la resolución de problemas.
Al taladrar con brocas enterizas de metal duro o de punta intercambiable,
la viruta de entrada al entrar en la pieza de trabajo es siempre larga.
Esto es normal.
Pero, las agujas en la periferia de la viruta inicial
pueden indicar una desproporción dentro del proceso.
Ésta puede deberse a varios factores.
Excentricidad,
entrada inclinada,
una excesiva velocidad de avance,
condiciones inestables o débiles
o hasta rotura o desgaste del vértice.
Al salir de la pieza, partes del filo de corte ya no estarán en el corte.
Por ello, la viruta de salida tendrá este aspecto, lo que es normal.
Ahora, analicemos algunas formas y tamaños típicos de viruta,
con este gráfico de virutas.
El objetivo es conseguir una viruta con forma de cono o de C,
que no sea demasiado larga, como muestra este primer cuadrado.
Las virutas del segundo cuadrado, presentan colas demasiado largas
que podrían causar atascos de viruta.
Para reducirla, ajuste los datos de corte incrementando la velocidad del husillo.
Ahora, veamos el tercer cuadrado.
Las virutas son demasiado gruesas, lo que puede afectar a la vida útil.
Esto puede optimizarse reduciendo la velocidad de avance.
Finalmente, la viruta del último cuadrado está demasiado abierta.
Esto indica una velocidad de avance demasiado baja.
Aquí, el tiempo en corte es excesivo y esto afecta a la vida útil,
dado que la temperatura del filo puede ser demasiado alta.
Ahora, veamos todas estas formas de viruta no deseadas.
Todas indican atasco de viruta o tendencia al atasco de viruta.
Señales típicas son los rasguños en la viruta, virutas aplastadas, sin romper
o pegadas como un tren o una cadena.
Para evitar estas formas no deseadas, ajuste los datos de corte y asegure que
el caudal de refrigerante es suficiente.
Es decir, revisar la formación de viruta
y tenerla en cuenta al seleccionar los datos de corte apropiados
y un caudal de refrigerante suficiente,
contribuye a optimizar la evacuación de viruta y la eficacia del taladrado.
Esto supone ahorros de tiempo y dinero,
así como una productividad optimizada,
previniendo la rotura de la herramienta
y reduciendo el tiempo de inactividad.
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