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Buenos días a todos.
Estoy emocionada de estar aquí.
Como dijo Tamara, mi pasión es el emprendimiento social
Cuando era pequeña, me encantaba la escuela.
En quinto curso, hicimos sistemas solares
con papel maché, perchas de alambre y globos.
Me encantaba el olor del pegamento.
Me encantaba el tacto de las tiras de periódicos
al moldearlas para formar Júpiter.
¡Y me encantaba la pintura!
Mi sistema solar no fue el más elaborado de la clase
¡pero estoy segura que era el más colorido!
Mis experiencias en la escuela pública me expusieron, me prepararon,
y me lanzaron a encontrar mi lugar en un ancho mucho de oportunidades.
Estoy determinada a dar el mismo tipo de oportunidades
a los niños que viven en comunidades empobrecidas.
Mi pasión es crear escuelas públicas asistidas por universidades.
Junto con mi mentora, la Presidenta Susan Fuhrman,
y mis colegas, proveemos a escuelas con recursos
que de otra forma serían prácticamente inimaginables
si dependieran de las familias y del sistema escolar público.
Nuestra facultad diseña un currículum vanguardista,
basado en lo que sabemos sobre cómo aprenden los niños.
Nuestros estudiantes aportan su energía y entusiasmo
tomando la iniciativa en actividades extraescolares como nutrición, arte y robótica.
Mi visión es que cada universidad en el país
haga lo mismo en su comunidad.
He tenido el privilegio de poner en marcha dos escuelas primarias asistidas por la universidad.
Como mencionaba Tamara,
la primera es la escuela Penn Alexander en Philadelphia
que fue creada con la Universidad de Pennsylvania,
y la segunda es nuestra Escuela Comunitaria de Profesores en Harlem.
El modelo básico es éste:
Por diseño, éstas son escuelas comunitarias no selectivas.
Todos los niños de la comunidad son aceptados en ellas.
Por diseño, estas escuelas atraen familias comprendidas
en todo el espectro de la comunidad,
y esta diversidad es social, económica, educativa y linguística.
En Penn Alexander, por ejemplo,
las familias hablan 21 idiomas distintos en casa.
Por diseño, las escuelas son parte del sistema escolar público.
No son escuelas concertadas, ni son escuelas privadas.
Pero no hay duda de que son escuelas especiales.
Tenemos acuerdos contractuales con el sistema escolar
que nos permite, como afiliados universitarios, tener una influencia significativa
en currículum, pedagogía, planificación y personal.
Por ejemplo, el Profesor Herb Ginsberg,
un eminente psicólogo cognitivo aquí en TC, ha diseñado
una aplicación para iPad para enseñar conceptos matemáticos a niños pequeños.
Cada semana, sus estudiantes de graduado trabajan uno por uno con niños de guardería en TCCS,
en juegos divertidos para iPad que impulsan su comprensión de los números.
Es clave para el modelo de escuela asistida por universidad
que nos hagamos responsables del éxito de las escuelas.
La primera clase de guardería en Penn Alexander comenzó en 2001.
Hoy cada uno de esos niños está en la universidad.
Este ha sido un trabajo difícil, no hay duda.
Requiere largas negociaciones con las las autoridades escolares del distrito,
sindicatos de profesores, autoridades Estatales, líderes comunitarios y facultades universitarias,
cada uno con sus agendas y disponibilidades
para sus carreras profesionales y para las escuelas.
A veces es como darse de cabezazos contra un muro.
Pero tengo que decir que los éxitos de la Escuela Penn Alexander
y de la Escuela de Profesores Comunitaria
son lo más destacado en mi carrera profesional.
La Escuela Penn Alexander
esta en lo mas alto de escuelas vecinales en Philadephia.
y la Escuela de Profesores Comunitaria este año, en su primer año,
recibió 230 solicitudes para las 50 plazas de guardería el curso que viene.
Cuando comencé mi viaje como emprendedora social en los 90,
no sabía lo que era
y no sabía que yo era una.
Pero sabía esto:
Demasiadas de nuestras escuelas de magisterio
estaban perparando profesionales para las escuelas del siglo XX,
mientras el mundo reinventaba rápidamente la educación para el siglo XXI.
Los científicos ahora saben que los cerebros jóvenes aprenden
a través de experiencias de primera mano.
En consecuencia, en lugar de hacer modelos del sistema solar en papel mache,
los actuales estudiantes de secudaria en Penn Alexander
salen en las noches claras
y graban y trazan los movimientos de los planetas reales.
Yo quería que nuestros graduados fueran líderes de la educación del futuro.
Donde la colaboración pública-privada, la enseñanza virtual,
y las escuelas no tradicionales son ya la norma.
Así que, creé un curso en emprendimiento educacional.
Para mi continuo asombro,
prácticamente cada estudiante que asistió a mi clase durante los últimos 10 años
venía con una idea para una aventura social
y, generalmente, una que habían estado elaborando en secreto durante años.
Por ejemplo, Tamara van Gelderen, una de las organizadoras de la conferencia de hoy
vino a clase con una idea, una innovación
para mezclar escuelas, familias y tiendas de granjeros locales
para dar soporte a una mejor nutrición y potenciar la economía local.
Normalmente, la mitad de la clase está compuesta por estudiantes internacionales
que tienen la intención de volver a casa y comenzar sus aventuras.
Así que, ésta es la idea con la que quiero dejaros hoy.
Yo imagino un mundo donde los niños pobres tengan las misma oportunidades educativas
que sus compañeros ricos, y que yo tuve.
Un mundo donde el cambio lo realicen enérgicos emprendedores como vosotros.
Espero que la charla de hoy os inspire y os anime
a continuar con vuestra pasión por el emprendimiento social.
Gracias y que tengais un día maravilloso.
(Aplausos)