1. Restos de comida. Tu perro no es tonto, si pudiera hablar te daría la razón, no hay más que ver la forma en que babea... pero la verdad es que los restos no son sanos para ellos: piensa en tu masa corporal y en la de tu perro, posiblemente le superes en peso. A ti la grasa de esa comida no te saturará las arterias (a menos que abuses), pero a tu amigo de cuatro patas puede causarle problemas de obesidad, y esto implica muchos riesgos para su salud: trastornos cardíacos y renales. La comida humana suele contener una gran cantidad de grasa, por lo que puede producirle una pancreatitis. Además, los condimentos que puede llevar la comida pueden causarle severas gastroenteritis, úlceras, colitis... 2. Huesos que se astillan. Hay huesos que se astillan fácilmente, entre ellos los de pollo y conejo, y hay que evitarlos a toda costa. Hay que evitar ofrecerle huesos de pequeño tamaño o aquellos que se astillan al romperse, que pueden clavarse en su garganta, producir perforación de estomago o intestinal e, incluso, la muerte. Los que sí puedes darle son los huesos redondos de res, como los de rodilla y cadera, o con trozos de huesos largos como el tuétano que le sirven de juguete y le limpian y fortalecen los dientes. 3. El chocolate: enloquece a la mayoría de perros y personas, pero puede ser mortal para las mascotas por que contiene teobromina, un análogo de la adrenalina, y es una sustancia que puede ser peligroso para la salud del animal y comprometer seriamente sus funciones vitales. Se estima que tan poco como seis gramos por cada kilo de peso del perro puede provocar un aumento de la contractilidad del corazón, actuar como un poderosos diurético produciendo deshidratación, afectar el sistema gastrointestinal causando vómitos y diarrea, provocar úlceras en la mucosa gástrica, afectar al sistema nervioso causando convulsiones, y a veces, la muerte. 4. Alcohol. Puede ser altamente tóxico y llegar a ser mortal. Todas las bebidas alcohólicas contienen etanol, que es venenoso para los perros. Si el perro consume alcohol se pueden presentar síntomas como cambio en el comportamiento, excitación, depresión, problemas para respirar, jadeo excesivo, el olor de alcohol en su boca, y micción excesiva. Se pondrán nerviosos y atacarán cosas, hiriéndose incluso a sí mismos. El único líquido recomendado para su mascota es el agua. 5. Leche y productos lácteos Lo que posiblemente no saben es que la mayoría de especies animales se vuelven intolerantes a la lactosa en cuanto abandonan la etapa de la lactancia materna.La mayoría de los animales no poseen la enzima que se necesita para disolver el azúcar de la leche, y esto puede causar vómitos, diarrea y otros problemas estomacales. 6. Embutido y carnes saladas Además de ser altas en grasas, también son muy saladas, lo que puede causarles serios dolores de estómago u otras complicaciones. 7. Cebolla y ajo Las cebollas, en cualquier formato (crudo, cocido o en polvo), son muy tóxicas para los perros. Contienen compuestos que pueden causar daño al sistema digestivo del perro, que es incapaz de digerirlos. También pueden llevar a una intoxicación. Los síntomas que el perro puede mostrar después de la ingestión de cebolla y ajo son vómitos, diarrea, debilidad, y reacciones alérgicas. El consumo de cebolla también puede conducir a la anemia hemolítica en los perros. 8. Cafeína Nadie en su sano juicio le dará café a su mascota, pero como hay mucha gente rara por el mundo no cuesta nada mencionarlo. Contiene sustancias que estimulan al sistema nervioso central y al sistema cardíaco y en pocas horas puede causar vómitos, hiperactividad, taquicardias e incluso la muerte. 9. Aguacates Pues a tu mascota no le conviene: todos los componentes del aguacate son tóxicos. La sustancia tóxica que figura en el aguacate se llama Persin. Los síntomas que se observan son problemas respiratorios, la ampliación del abdomen y problemas cardíacos. 10. Uvas y pasas su consumo puede llevar a tus mascotas a sufrir daños gastrointestinales severos, insuficiencia renal aguda e incluso la muerte. Según estudios, aproximadamente a 1 de cada 3 perros afecta de manera grave el consumo de uvas. Te la puedes jugar, lo mismo a tu perro no le afecta, pero ¿estás dispuesto a asumir las consecuencias si lo haces? Fuente: ******
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