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¡Gracias por llamarme joven!
Realmente es genial estar aquí, estar acá con TED.
Es realmente genial.
La buena vida. Tres palabras que significan
cosas muy distintas para distintas personas.
Yo tengo mis propios valores personales para definir qué es la buena vida
para mí y mi familia.
Y una de esas cosas son las bicicletas
o, mejor dicho, la gente en bicicletas.
El movimiento de una sinfonía de propulsión humana que recorre la ciudad.
Y a eso me dedico:
a fomentar el ciclismo urbano en ciudades de todo el mundo.
Es la era de las listas, de las mediciones, de las clasificaciones y los índices.
Y es interesante ver cómo tratamos de determinar
en dónde se vive la buena vida.
Hasta hace poco, esto se hacía con simples listas:
la de los países más ricos y más pobres del mundo;
de las ciudades más ricas y más pobres.
El dinero era la clave para definir la calidad de vida.
Ahora, como ya saben, las cosas son muy diferentes.
Hay cosas como la encuesta sobre la nación más feliz del mundo,
que siempre desconcierta y confunde a los daneses
porque, año tras año, salen primeros.
Aún no lo entiendo.
Hace unos años, la revista de actualidad Monocle
creó el índice de las ciudades más habitables del mundo
utilizando una interesante combinación
de parámetros estadísticos y gustos personales.
Y esta es la...
no funciona, ¿Señores?...
La lista de las veinte... (Risas)
ciudades más habitables del 2010.
Soy absolutamente parcial cuando digo
que una ciudad es habitable gracias a las bicicletas,
a la gran cantidad de bicicletas que pasean por la ciudad.
Y si nos fijamos en estas ciudades...
vemos que —aquí vamos —
Es interesante observar que en 12 de estas ciudades
— que incluye a las 8 primeras — hay un gran tráfico de bicicletas,
hay muchos ciclistas en las calles y en los carriles de bicicletas.
La mayoría del resto de las ciudades está tratando —o haciendo lo que pueden—
para restablecer la bicicleta como medio de transporte, tal como solía serlo,
en ciudades y pueblos de todo el mundo.
Yo no apreté esto.
Pero esto de las "ciudades habitables" es un eslogan moderno.
Es como si estuviéramos tratando de redefinir cómo deberían ser nuestras ciudades,
y tratar de regresarlas a lo que solían ser
y ,en muchos casos, a lo que deberían a ser.
Algo es seguro...
¿Pueden decirme hacia dónde apunto esto?
(danés)
Lo cierto es que la bicicleta está de moda en todo el mundo.
La bicicleta está de vuelta.
En ciudades y pueblos de todo el mundo, se está tratando de animar a la gente
a que use la bicicleta como transporte
y se está creando la infraestructura necesaria para lograrlo.
Esa era una broma. (Risas)
Esto es algo muy obvio.
Es lo más obvio que se puede hacer.
La bicicleta es la mejor medicina que tenemos,
la herramienta más poderosa y eficaz que tenemos en nuestra caja
para la reconstrucción de ciudades habitables.
No debería haber nada que obstaculice la promoción del ciclismo urbano.
¿Verdad?
¡Maldita sea que sí lo hay!
Bienvenidos a la cultura del miedo.
Hay muchos libros y ensayos sobre el tema
escritos por gente mucho más inteligente que yo.
Se los aseguro.
El sociólogo alemán Ulrich Beck escribió hace más de 20 años
que una vez que el *** sapiens dejó de sentir hambre,
comenzó a sentir miedo.
Esto no significa que ahora estemos asustados porque recién almorzamos.
Aunque sí me corté el dedo con la caja de sushi
y como hoy oí hablar de las bacterias, estoy un poco preocupado.
El filósofo noruego Lars Svensen escribió
que el miedo se convirtió en el sentimiento que controla a la gente.
El miedo cultural es muchas, muchas cosas,
pero el ejemplo más ilustrativo de miedo cultural
es esta obsesión casi pornográfica que tenemos con los equipos de seguridad.
Nunca antes habíamos vivido tan seguros y libres de peligros
como hoy en día en el mundo occidental.
Pero aún así, la cultura del miedo ha generado
algo así como una sociedad con bolsas con burbujas.
Estoy casi seguro de que el miedo cultural existe por sí mismo,
pero lo que lo ha vuelto todopoderoso
es que si hay algo con lo que asustar a la gente,
habrá un montón de gente que querrá lucrar con eso.
El miedo es rentable.
El miedo es un gran negocio.
Este es uno los ejemplos más raros y extremos:
Este es el casco Thudguard.
thudguard.com
No me lo hubiese imaginado aunque hubiese querido.
Este es un producto real que se puede comprar en línea, fuera del Reino Unido.
Son los cascos que los niños deberían usar,
"deberían" según dicen por supuesto, aquellos que los venden,
en la casa.
Cuando están sentados, jugando en la sala o en la cocina.
Creo que su eslogan es "aprendiendo a caminar en un mundo de superficies duras".
Y se basaron en todo tipo de investigaciones científicas. (Risas)
Realmente, para mí este es el mejor ejemplo
de que nos estamos yendo "cuesta abajo".
¿Es acá a donde queríamos llegar después de ser *** sapiens por 250 000 años?
(Risas)
No lo sé. Otro ejemplo.
Uno que nos llega de más cerca.
Aparte de Dinamarca, Holanda es uno de los países más seguros del mundo
para andar en bicicleta.
Nunca fue tan seguro como hoy en día.
Así que me pareció un poco extraño ver en ese país
esta reciente ola de promoción de cascos para ciclistas.
Sentí una gran curiosidad cuando comenzó.
Como no sabía nada sobre el tema, decidí investigar el asunto.
Es lo que había aprendido a hacer.
Para mi sorpresa, no me tomó mucho tiempo descubrir
que no hay muchas pruebas científicas que avalen que los cascos para ciclistas sean seguros.
Por muchos años, la opinión de los científicos y de la comunidad científica sobre la materia
ha estado completamente dividida.
Justo en medio, mitad y mitad. Ahora, veámoslo de esta manera:
si suponemos que los cascos de bicicletas fuesen una vacuna o una medicina,
no habría manera de que el Ministerio de la Salud los aprobara
simplemente porque no hay pruebas suficientes.
Ya llevo dos años y medio investigando el tema y,
¡caray!, ¿será que necesito un nuevo hobby?
Eso ténganlo por seguro.
Cuando vienes de leer textos literarios
leer todos estos informes científicos no es nada divertido.
Pero es asombroso todo lo que llegas a descubrir.
Quiero decir, hay todo un mundo de conocimientos allá fuera.
Hay estudios científicos que realmente demuestran que el riesgo de lesión cerebral
es mayor cuando tienes el casco puesto,
que hay un 14% más de probabilidades de sufrir un accidente cuando usamos casco.
De estas cosas no se escuchan hablar a menudo,
así que, ¡gracias por mostrarnos toda la situación!
La forma en que se prueban estos cascos,
bueno, hablemos primero del diseño industrial de los cascos.
— mi hijo me ayudó con esto —.
Desde la perspectiva del diseño industrial,
estos cascos están diseñados, según descubrí, para proteger la cabeza
de impactos no fatales en accidentes sin terceros y a menos de 20 km/h.
Se entiende que excluye ser atropellado por un auto,
así que, por favor, no lo hagan.
Ni con casco ni sin él.
La forma en que se prueban los cascos en el laboratorio es interesante.
Sólo se prueban para los impactos en la parte superior de la cabeza,
No se prueban para los impactos que ocurren a los lados de la cabeza.
De hecho, la prueba que se hace en el laboratorio
no es más que el simulacro de un peatón que se cae
y se golpea la cabeza con la acera.
Y pensé: "¡Ah, es verdad!"
Entonces, ¿no creen que estos cascos serían mejores para los peatones?
Me sorprendió descubrir que los peatones corrían un mayor riesgo
de lesiones en la cabeza que la gente que anda en bicicleta.
Y lo que me asombró es que el Consejo Danés de Seguridad Vial
no tiene ninguna campaña de promoción de cascos para peatones.
Estaba impresionado.
Así que les hice uno. (Risas) (Aplausos)
Se puede descargar el PDF gratuitamente, sin costo alguno para los contribuyentes.
Suena mejor en danés, pero es algo así como, "un casco andante es un buen casco".
Y ya que de por sí vamos "cuesta abajo",
quizás esta sea una muy buena idea.
Pero a la cultura del miedo realmente no le interesan los hechos o la ciencia.
Son un estorbo. Descontrolan su ideología,
y no le ayuda a ganar mucho dinero.
Así que pensé: ¡eh, cascos para peatones, ja, ja!
Oye, ¿y qué tal unos cascos para automovilistas?
A lo mejor también deberían llevar casco, ¿no sería gracioso?
¡Hombre, cuánto me sorprendió descubrir
que, de hecho, ya se habían inventando los cascos para automovilistas!
Nunca lo hubiese imaginado.
Los suecos —por supuesto— habían considerado la idea en la década de los 60.
Pero a finales de los 80, estos cascos —los TOG— ya se vendían en el mercado.
La compañía que los hizo los vendió bajo el lema: "¡Ya basta!"
En el 2001, la Universidad de Adealide y la Universidad Monach en Australia
crearon esta visera para automovilistas.
La crearon luego de que un estudio del gobierno australiano demostró
que el país podía ahorrarse hasta USD 400 millones al año si se reducía el número de lesiones y muertes
gracias a la "reducción del daño social",
si todo el mundo dentro de los autos llevasen protección en la cabeza
además del cinturón de seguridad y las bolsas de aire. (Risas)
¿Alguien aquí tiene uno?
¿Los han visto en el supermercado?
¿Les han ofrecido uno gratis cuando compraron un auto? ¡No!
¡Dios, eso sería lo más lógico y racional!
Otra broma, perdón...
Descubrí... bueno, no lo descubrí, pero la industria de los cascos está realmente interesada
en que todo el mundo compre sus productos, como es obvio.
Uno de los principales promotores de estos cascos son las aseguradoras,
incluso en este país, se imaginarán el porqué. Lo que sí descubrí es que la industria automotriz
es uno de los principales promotores de los cascos para ciclistas.
¿Y por qué? Es muy simple. En serio.
La bicicleta es una amenaza real e inmediata a la cultura automotriz que domina las ciudades.
Y la razón por la que nunca han escuchado hablar de estos productos "maravillosos"
es que la industria automotriz no quiere ni mencionarlos.
Es excelente comercializando sus productos, pero ustedes saben
que sería catastrófico para sus ventas si comienzan a decirle a la gente:
"¿Sabías que está estadísticamente demostrado que manejar un auto es sumamente peligroso?"
Y esa falsa percepción de seguridad que la gente siente en sus carros desaparecería
si se difunde la noticia de que 1.2 millones de personas al año
mueren en accidentes automovilísticos en todo el mundo.
Sólo en los Estados Unidos, mueren más de 40 000.
En un cálculo, esto es un World Trade Center por mes, todos los años.
Pero no, no... la gente dejaría de comprar autos, los usaría menos.
Se usaría más el transporte público así que... ¡Dios nos libre de las bicicletas en nuestras ciudades!
No lo podemos permitir. Claro que no.
Si le aplicamos la lógica a la cultura del miedo
—esto no es algo que se hace a menudo
y, por lo tanto, sería la primera vez —
esto es lo que haríamos.
En vez de decirle a los peatones y a los ciclistas: "presten atención y tengan cuidado",
en lugar de campañas como las que recientemente se vieron en Dinamarca,
una de las tantas en donde se le echa la culpa a los usuarios más vulnerables del tránsito,
atacaríamos el problema desde la raíz,
quizás veríamos campañas como ésta.
Esta es sólo una que inventé y, bueno, el cielo es el límite...
(Risas)
Hablándole directamente a los automovilistas —y yo también soy uno de ellos—.
Y no me importa admitirlo pero la verdad es que después de leer tanto sobre el asunto
nunca manejé menos que ahora. De hecho, ahora los autos me asustan.
Y más después de ver las estadísticas.
Si habláramos directamente del problema
veríamos ideas tan sencillas como ésta:
Advertencia de salud en los autos. (Risas)
Habría leyes que estipularían que el 30% de la superficie del auto
debe estar cubierto con una advertencia de salud,
tal como aparecen en los paquetes de cigarrillos.
¿Y saben qué es lo mejor?
Que las advertencias en los paquetes de cigarrillos
se pueden usar para los automóviles.
Ni siquiera tendremos que redactar un nuevo texto —sólo lo copiamos y lo pegamos—.
(Risas)
Es verdad.
Bueno, el que está en la parte superior izquierda lo diseñé yo, pero aún así, es la verdad.
Si esta idea saliera a la luz, causaría un impacto tremendo en la sociedad.
Esto cambiaría el comportamiento de inmediato, se los aseguro.
Como están las cosas en el mundo, yo diría que no estamos viendo
"el toro en la tienda de porcelana" de la sociedad,
—o, como decimos en danés, "el elefante en el bazar"—
cuando deberíamos tratar de domarlo.
Y a veces parece que ya nos rendimos por completo
ante la capacidad destructiva de los autos en las ciudades.
A pesar de todo el conocimiento científico que apoya esta idea
y a pesar del arsenal de ideas que ya existe para llevar a cabo la tarea.
Por el contrario, se está librando una guerra contra las bicicletas. Suena exagerado, pero es la verdad.
El ciclismo se ha convertido en "el chico malo" de Dinamarca en los últimos 3 años.
Por primera vez en 125 años, la gente y, por supuesto, la prensa
— y el periódico que tenemos acá arriba es uno de los peores —
están enfocados en todos los supuestos aspectos negativos del ciclismo.
Y voy a tomar el 2008 como ejemplo.
Ese fue un año excepcional para el ciclismo urbano en todo el mundo.
El número de ciclistas aumentó en todas partes y en casi todos los países de la OCDE.
Las ventas de bicicletas se incrementaron en todas partes.
Todas estas cosas también ocurrieron en los Países Bajos,
que es el único país con el que realmente nos comparamos.
También fue el primer año de la promoción agresiva de los cascos para ciclistas en Dinamarca.
Una propaganda realmente emocional.
Los efectos en este país: las ventas de bicicletas cayeron un 5% ¡el único sitio donde esto ocurrió!
Más de 10 000 ciclistas dejaron de venir
al centro de la ciudad de Copenhague.
¡Menos de 10 000 ciclistas en Copenhague! Del 2007 al 2008.
Y estas cifras aún no se han recuperado...
El principal problema que se ha visto en todos los países del mundo
en donde se promueven los cascos para ciclistas: la gente abandona el ciclismo.
En cada región y país donde se han promovido, y peor aún, legislado, los cascos
— y si realmente quieren acabar con las bicicletas, creen una legislación —
se ha logrado asustar y mantener a la gente alejada de un medio de transporte
que es inteligente, saludable, sustentable, con cero emisión de carbono, etc.
al hacerlo verse mucho más peligroso de lo que es.
Lo vimos en todas partes: en Suecia, Australia, EE UU, entre otros.
Y ahora en Dinamarca, mas no en casi todo el resto de Europa
porque aquí es donde las Federaciones de Ciclismo luchan contra la promoción y la legislación.
Han de saber que las conozco bien y esta gente sabe muy bien lo que hace.
En vez de asustar, quieren ver más gente en bicicletas.
Esta es una campaña de la Federación de Ciclistas Europeos.
¡Qué mundo de diferencia!
Se anda un 30% menos en bicicleta en este país que en 1990.
Si aún mantuviésemos ese 30% adicional, salvaríamos 1500 vidas al año.
Eso es una estimación conservadora.
Porque los beneficios del ciclismo para la salud son 20 veces mayor que cualquier riesgo posible.
Deberíamos estar haciendo todo lo posible por promocionar a la bicicleta como transporte,
comercializarla de forma positiva, vendérsela a la gente.
Histórica y tradicionalmente, el conocimiento — y la racionalidad— nos llegaba de los sabios,
de los líderes de las tribus, luego de los científicos o sus allegados.
Hoy en día, pareciera que sólo un pequeño grupo de consultores tienen el control
y como consecuencia, las preocupaciones de unos pocos
—convertidas en cruzadas personales— se contagian a millones de personas.
Y eso realmente me asusta.
Pero soy un optimista.
Esto es un poco la forma como Naomi Klienesque y Bjorn Lomborgian abordaron el tema
pero como es una semana de Wikileaks en el mundo occidental, vamos a...
...vamos a decirlo.
Pero soy un optimista.
Si la racionalidad, las ciudades habitables y la humilde bicicleta como medio de transporte
no son ideas que merecen difundirse, entonces no sé cuáles ideas se lo merecen.
Esta es una de mis citas favoritas sobre las bicicletas,
y aquí está mi hijo favorito ayudándome Tengo sólo uno, así que...
"El caballo de acero llena un vacío en la vida moderna; es la respuesta no sólo a
sus necesidades sino también a sus aspiraciones. Ciertamente, ha llegado para quedarse".
Fue escrita en 1869. La historia realmente se repite.
La bicicleta está de vuelta —en verdad nunca se fue— pero ahora está de vuelta.
Y no sólo es un símbolo fuerte de las opciones de transporte en las ciudades
sino que también es un poderoso símbolo de racionalidad,
de la buena vida en ciudades habitables.
Por lo tanto, creo que deberíamos optar ser un poco retro,
regresarle un poco de sentido común a nuestras sociedades
y dejar que la racionalidad vuelva a estar de moda.
Muchas gracias.
(Aplausos)