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El 25 de febrero de 2011 la República Argentina
y el Paraguay amanecieron con más energía, más
posibilidades de inversión y más trabajo para todos.
Porque después de 37 años de la firma del tratado de Yacyretá
la presidenta Cristina Fernández de Kirchner finalizó las obras
necesarias para elevar la cota a 83 metros sobre el nivel del mar
y producir la energía para la que fue diseñada, duplicando
la potencia suministrada al sistema interconectado nacional.
En 1994 se terminó la primera etapa del proyecto de Yacyretá,
que permitió comenzar a operar la represa con una cota de
76 metros sobre el nivel del mar.
Las obras quedaron paralizadas por 9 años, hasta que en 2003
en el marco del Plan Energético Nacional y para acompañar
al crecimiendo industrial que necesitaba de más energía,
el entonces presidente Néstor Kirchner firmó con su par
paraguayo Duarte Frutos, un acuerdo para concluir
la represa y elevar la cota a 83 metros sobre el nivel del mar
y hacerla trabajar a la potencia para la que estuvo pensada.
Pero terminar la represa también significó la puesta
en valor de los territorios circundantes y la protección
de las ciudades aguas arriba de la central hidroeléctrica.
Por eso, se instrumentó el Plan de Terminación de Yacyretá,
gracias al cual se construyeron defensas costeras, muros rompe
olas, plazas y paseos públicos.
Además, se realizaron las obras necesarias para la protección
y tratamiento urbano de calles y manzanas, la localización
de clubes deportivos como el Pirapitá y el Brete.
Las obras en ambas márgenes del Río Paraná demandaron
la participación del Estado del Paraguay y de la Argentina
y se generaron más de 15.000 empleos directos y otros 20.000
empleos indirectos.
También se construyó una avenida costanera de 40.000 metros
dispuestos con un amplio balcón que bordea ambas márgenes
del Paraná.
Con veredas peatonales y bicisendas de 2,5 metros
de ancho, además de amplios espacios parquizados con
especies de árboles nativos y de rápido crecimiento.
Los más de 400 metros de playa del balneario El Brete
se integran a la trama urbana, facilitando el tránsito
vehicular y el espacimiento de la población de la ciudad
de Posadas.
Y en las localidades misioneras de Candelaria y Garupá también
se construyeron avenidas costaneras y playas.
Estos avances que mejoran la calidad de vida y revitalizan
el turismo de la región, se suman al gran avance
en materia de seguridad vial logrado con el puente sobre
el arroyo Garupá y los accesos y puentes ferroviarios
sobre el arroyo Saymar.
El Plan de Terminación de Yacyretá ha permitido
cumplir su principal objetivo de desarrollo: generar más
y mejor energía. Pero también ha mejorado
la calidad de vida de la gente y transformado
el turismo de la región.
Se cumple así un sueño de décadas, que se inició
cuando el presidente Perón con visión estratégica y
geopolítica, firmó el tratado de Yacyretá en 1973.
Comprendiendo que su concreción sería una obra esencial
para el desarrollo.
Yacyretá, planificada por Juan Domingo Perón,
continuada por Néstor Carlos Kirchner
y finalizada por Cristina Fernández de Kirchner,
le ha dado a la Argentina la energía que necesita
para un crecimiento sostenido.
Por un desarrollo social y cultural para la región
y para todo el pueblo argentino.
Tengo el orgullo como argentina de haberse culminado, de haberse
terminado, finalizado definitivamente esa obra
en su máxima producción precisamente durante
la gestión... ¿del presidente Kirchner fue o la mía?
Ah, la mía. Pero se la debemos a él,
porque sin él hubiera sido imposible poder hacer
las cosas que hicimos después.