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Nuevo video de Generación de Valor al aire.
El video de hoy tendrá un formato un poco diferente.
Estoy al lado de Bel Pesce Mattos,
una brasilerita que está teniendo un gran éxito en el Valle de Silicio, California.
Se graduó en Ingeniería Eléctrica… bueno, ayúdame…
Ciencia de la Computación, Administración, un poquito de todo.
– También matemáticas. – Economía.
Nada más ni nada menos que en el MIT, el principal instituto de tecnología del Planeta.
Y Generación de Valor hoy se zambullirá en la historia de Isabel,
que está haciendo furor en Estados Unidos. ¿Y bien?
En primer lugar gracias por la invitación,
creo que es una historia interesante para compartirla con ustedes, conocí ayer a Flávio,
siempre seguí el programa, me gusta mucho.
¿Eres GV?
Soy GV total.
Supe que estabas en Buenos Aires, yo estaba yendo a Buenos Aires también,
te mandé un mensaje y, al otro día… vamos a tomar un cafecito, ¿vamos?
Y salió el video. Gracias entonces por la invitación, es un honor estar aquí contigo.
Bien, como dije Isabel se graduó, ¿en qué año Isabel?
En verdad fue el año pasado.
¿En el 2010?
En el 2010. A mitad de año.
Tienes tus veinte y tantos…
Veintitrés años.
Háblame un poco de tu familia Isabel, ¿qué perfil tiene?
¿Es una familia de clase alta, de clase media?
Mi familia es maravillosa, de clase media, nada absurdo para ningún extremo,
típica familia de clase media que intenta darle lo mejor a sus hijos siempre,
pero materialmente no logra darle todo, hoy día es difícil, pero hace todo lo que puede.
Tuve… mis padres son maravillosos, algo que nunca nos faltó fue amor.
Tengo una hermana menor, mi mejor amiga.
¿Dónde estudiaste? ¿Cómo te fue en la Enseñanza Primaria?
¿Y en la Secundaria? ¿Estudiaste en una escuela americana?
– No, no. – ¿En una escuela internacional?
Ni sabía que eso existía.
Fui a una escuela de barrio llamada Ango Latino,
en Aclimação, donde hice toda la primaria.
Como me gustaban mucho las matemáticas hice un examen para conseguir una beca
en una escuela muy buena de San Pablo llamada Etapa, la pasé y me dije:
¡Bárbaro lo logré! Entré y cursé la secundaria.
Me comentaste también, en los entretelones, que tu meta era entrar al ITA-
Instituto Tecnológico de la Aeronáutica, para quien no lo sabe,
es uno de los Institutos de excelencia en el área tecnológica, la aeronáutica principalmente,
inclusive muchos de los alumnos egresados del ITA trabajan en la NASA,
es muy reconocido inclusive internacionalmente. Lo que querías era entrar al ITA.
Soñaba con ser piloto, pero para mí sería difícil porque no tengo buena visión,
entonces no lo intenté.
Pero me dije: Me gusta la ingeniería, la tecnología, me gustan los números,
construir aviones, puede ser una buena opción.
Tiene relación con lo que te gusta.
Era algo bueno, un desafío, algo que podría aprender bien en una buena escuela,
entonces me mentalicé y me preparé para entrar alITA.
Entonces algo cambió y de repente descubriste al MIT.
Sí, fue interesante porque en realidad, como no hice escuela americana
pensé que una escuela americana era sólo para ciudadanos americanos.
– La universidad americana. – La universidad americana, exactamente.
No pensé que se podría salir de una escuela brasileña, después de haber hecho todo aquí.
Ni tenías noción del costo tampoco.
No, no. Eso también fue una sorpresa.
Porque aquí intentamos entrar a la facultad pública, hay excelentes facultades públicas,
allá la teoría es que algunas de las mejores facultades son muy caras.
Y, ¿cómo lograste ingresar?
Me estabas explicando que parece que el proceso ese año ya había pasado.
Cuéntame, porque para mí esa historia es muy importante.
Mira, fue gracioso, porque cuando descubrí eso de la entrevista y el IT…
en realidad perdí la inscripción, el proceso final.
Tenía que entregar todos los materiales el primero de enero del 2006.
Y tenía un amigo, que también era del Etapa, que quería entrar,
ya había pasado por la entrevista y le pregunté: ¿quién te entrevistó?
Necesito el número de teléfono y la dirección de la persona.
Me dio su dirección y me dije: ¿sabes qué?
Me voy a aparecer en la casa del entrevistador, vivía en San Pablo.
¿Fuiste a la casa del entrevistador?
¿No llamó a la policía, o algo por el estilo?
Sin decir que uno no tiene noción de lo que es una entrevista,
porque como aquí en Brasil no nos entrevistan para entrar a la facultad, pensé:
¿qué es eso de la entrevista? No lo sabía. Pero no tenía tiempo de intentar descubrirlo,
porque no tenía tiempo, no tenía tiempo.
Entonces ¿qué es lo que hice?: agarré una caja de cartón
más grande que yo, en esa época tenía 17 años.
Tenías 17 años en ese momento.
17 años, sí.
Fue en diciembre del 2005.
Puse todo lo que había hecho en la vida dentro de la caja de cartón.
El señor abrió la puerta, ¿y después?
Bien, abrió la puerta, ya le había enviado un e-mail antes
para intentar explicarle la situación, pero no tenía más tiempo y fui.
Le dije: estoy haciendo el proceso para el MIT, tengo mucho interés en ingresar a esa facultad,
pero estoy un poco atrasada en el proceso.
Me miró y me explicó: mira, es un poco complicado porque este año entrevistamos
a varios brasileños aquí en San Pablo, creo que a unos 35 en la época,
eso sí, debe ser gente muy bien preparada, porque si se llegó a ese punto…
– Ya habían sido previamente calificados. – Muy bien preparados; sí sin dudas.
Me dijo: debes escribir un informe, enviarlo al MIT,
ya escribí los informes, están un poco atrasados.
Pero, en eso, vio la caja que llevaba y me preguntó: ¿qué es eso?
Le dije: aquí puse mi vida, lo traje porque quería que,
como tiene la libertad de preguntarme lo que quiera,
quiero demostrarle que merezco esa vacante y que voy a dar lo mejor de mí
y voy a cambiar el mundo después de ir al MIT.
O sea, que cuando vio que no estabas ahí para robarlo, te invitó.
– Déjame ver lo que hay en esa caja. – Hasta me dijo, fue muy dulce…dijo:
Mi Dios, te pareces a mi esposa, ella guarda todas esas cosas,
¿cómo es que tienes esto todavía?
Y literalmente lo que hice fue entrar a su casa, él se sentó en una mesa,
vacié el contenido de la caja en su mesa, le dije:
pregunte lo que quiera, está todo ahí.
Y así fue nuestra charla, fue una charla muy buena.
Vamos a hacer una pausa aquí Isabel.
Se está yendo la luz. Estamos aquí, y prácticamente ya se puso el sol.
– Puesta de sol en Buenos Aires. – Puesta de sol aquí en Buenos Aires.
Vamos a hacer una pausa y volvemos en unos instantes en otro lugar con mejor luz.
Aguárdenos.
Bien, ahora estamos de vuelta con mejor luz para continuar conversando con Isabel Pesce Mattos.
No puedo dejar de comentar un poco sobre el perfil de Isabel.
Es obvio que estamos hablando con una persona extremadamente inteligente.
A propósito, el mundo está lleno de gente inteligente, de personas brillantes ¿verdad?
Realmente algunas nacen con un don un poco mayor, unos pintan,
otros cantan, otros son un poco más inteligentes.
Pero obviamente, por la historia que acabamos de oír de Isabel,
uno se da cuenta de que no estamos hablando apenas de inteligencia matemática
o de inteligencia lógica,
estamos hablando también de alguien muy determinado, o sea, alguien que conoció el MIT,
sabía del proceso, pero perdió el plazo.
Observen cuántos obstáculos tuvo que vencer, otra persona podría haber desistido.
La entrevista… golpeó a la puerta del entrevistador.
Cuántas personas podrían pensar:
¡Ah! No quiero estorbar… voy a golpearle la puerta y no me va a atender.
Quiero decir que ella contaba con la posibilidad de no ser atendida,
pero eso no la impidió de ir, de correr todos los riesgos de ser mal interpretada,
maltratada, de que él no fuera educado, o amable con ella.
¿Por qué corrió esos riesgos? Porque quería, tenía un objetivo y fue.
Esquivó todas las adversidades y logró conquistar la confianza del entrevistador.
Y además, fue ahí que le demostró su competencia, le mostró sus resultados,
sus notas, su histórico escolar.
Es el perfil característico de quien quiere alcanzar algo,
no puedo dejar de comentarlo, Isabel, porque…
Flávio estás dejándome avergonzada…
Por detrás de una chica inteligente, tenemos aquí a una persona luchadora
que perseveró para lograr alcanzar su objetivo.
– ¿Vamos a otro capítulo? – Claro, ahora que me dejaste avergonzada…
¿Ahora estás avergonzada? Vamos al próximo capítulo.
Alguien del Facebook me preguntó,
José Vicente del Facebook, un GV también… un compañero,
me preguntó ¿cómo es que alguien que hizo el MIT,
con un approach más dirigido a la tecnología va a tener algún interés en hacer emprendedorismo,
algo que exige mucho más relaciones humanas? ¿Por qué ese cambio?
Una pregunta muy interesante. En realidad, el MIT fomenta mucho el emprendedorismo.
No sé el número exacto, pero un porcentaje muy alto
del PBI americano proviene de empresas fundadas por ex alumnos del MIT.
Claro que se fomenta más la parte de administración, pero yo siempre amé a la gente,
fue por esoque hice tantos cursos, porque no me sabía decidir.
Hiciste las asignaturas de administración y economía.
Sí, las hice. Salí con el diploma de administradora porque eso me encantaba, ¿sabes?
Es muy común que hablemos en la página del Facebook
sobre lo que uno produce con su conocimiento, y es lo que de hecho es el objetivo.
El conocimiento es un medio y lo que uno realiza con su conocimiento es el fin,
lo que de verdad terealiza y te da resultados, ¿no es verdad?
Entonces lo que te estaba moviendo en ese momento
eran las ganas de poner en práctica las cosas. Pero no querías trabajar en Google,
es una buena empresa para trabajar.
Es gracioso, es una empresa maravillosa.
Sólo que yo caminaba por el campus, que es un campus maravilloso,
y observaba, y todo el mundo decía: ¡quiero trabajar ahí!
Y yo veía eso y decía: ¡Yo quiero hacer un negocio igual!
Siempre que veía una empresa grande, pensaba:
Imagínate que bueno sería que Sergey y Larry,
los fundadores de Google, pasaran y vieran lo que hicieron.
Yo no pensaba qué bueno sería trabajar aquí, pensaba que fantástico sería hacer eso.
Y con ese pensamiento, vivía una vida doble,
que de mañana y a la tarde programaba,
y por la noche en todos los eventos de emprendedorismo
conocía a mucha gente que estaba comenzando en la empresa
y mi corazón habló más alto, y me dijo:
Bel, esto no es para ti, no vas a durar un año aquí porque tú quieres un negocio tuyo.
Y conocí a una gente que había salido hacía un año del Google
para empezar una empresa de video llamada Wuala,
una empresa que tenía 20 personas en la época.
¿Y cuál fue tu responsabilidad en esa empresa?
Bien, al comienzo fue pequeña, tenía un equipo de 2 ingenieros,
era una empresa muy buena. La vi crecer, de 20 personas fue a 200.
En mis equipos, tuve 2 equipos, entraron más ingenieros.
¿A cuántas personas coordinaste en esa empresa?
Mira, creo que en la época que me fui tenía 2 equipos, un promedio de 20 personas.
Coordinabas un equipo grande en el Valle de Silício, como tú querías.
Te faltaba volver al MIT, hacer tres meses y obtener tu post grado.
¿Pero por qué dejaste todo?
– Mi corazón habló más alto. – Bien, pero ¿dejaste todo eso?
Dejé todo.
– Una pregunta: ¿en serio dejaste todo? – Dejé todo.
¿Ustedes entendieron que ella dejó la maestría y el trabajo?
¿Alguna vez te trataron de loca?
Sí, sí. Quiero explicarle a la audiencia lo que es riesgo calculado
y lo que es seguir al corazón.
Creo que así como estaba, todo estaba bien, todo era maravilloso.
La empresa Wuala es sensacional, captó muchas inversiones
un total de 44 millones, tiene clientes sensacionales,
todas las propiedades de la ESPN, el canal,
todos los videos que se ven online sobre ESPN es tecnología nuestra,
¡Dios! Acabo de salir y continúo hablando de Wuala.
Bien, es una empresa sensacional, los fundadores vinieron de Google, de Stanford,
querían hacer otra Google, es una empresa sensacional.
Pero no era mi empresa y yo quería una empresa mía.
Creo que algo interesante también es que yo ya estaba en fase de crecimiento.
Estaba aprendiendo mucho de los procesos - algo extremamente relevante-,
pero yo quería mucho aprender cómo era empezar de cero,
eso era lo que yo quería aprender.
Y entonces surgieron otras oportunidades y mi corazón habló más alto.
– ¿Y estás actualmente en el proyecto? – Estoy actualmente en el proyecto.
Y, ¿cómo surgió ese proyecto?
Vamos a hablar un poco del actual proyecto de Isabel.
Eres cofundadora de una empresa con sede en Palo Alto.
En Palo Alto, sí.
Con sede en Palo Alto y oficinas aquí en Bueno Aires.
Oficinas en Buenos Aires, nuestros ingenieros están aquí en Buenos Aires.
Hace un mes y medio entraste como socia de esa empresa.
Se llama Lemon,
L-E-M-O-N… voy a hacerle propaganda, lemon.com, nos pueden ver ahí.
Es muy nuevita, menos de 2 meses de vida,
lo que tenemos hasta ahora es un aplicativo para teléfono,
que se puede usar para sacar fotos de recibos.
Supongamos, vas a cenar, te dan un recibo,
en vez de guardarlo y quedarte con la billetera llena de recibos…
Se digitaliza.
Le sacas una foto y nosotros la digitalizamos.
Usas un aplicativo para el teléfono, sacas la foto,
nosotros la digitalizamos y la ponemos a disposición en la nube.
Puedes buscar los antiguos recibos, categorizar, estás gastando dinero.
Se trata de organización, además de una ayuda para tus finanzas personales.
Y hay mucho más. Este es el comienzo, tenemos varios planes, sabes,
pero fíjate en nuestra página,
hay muchos planes, estamos pensando en lanzar un servicio nuevo la próxima semana.
Isabel es una persona determinada que lucha por sus sueños.
Tuvo una familia que la apoyó, pero no una familia que pudo costear su sueño.
Ella luchó, trabajó y dio todo de sí,
conquistando mucho más que un alumno común del MIT
llegando a donde está llegando.
Ahora sabemos Isabel, que serás puesta a prueba en todo lo que estudiaste.
– Ahora es la hora de la verdad. – Ahora es la hora de la verdad.
Seguramente es el comienzo, hay mucha cosa por delante.
La vida académica fue el medio y ahora te llegó el turno.
Tengo seguridad que si mantienes esa humildad, esa actitud, irás muy lejos…
y nunca te olvides de contárnoslo aquí en el GV.
Ustedes pueden siempre más, es por ello que el GV está aquí.
El proyecto Generación de Valor existe para traerles historias como éstas
y transmitirles conocimiento.
No dejen que esto se vuelva algo banal, esto no es una autoayuda,
no son palabras de afecto para dejarlos contentos, eso sí tiene poco valor.
Pero es para que se inspiren en las personas triunfadoras, como Isabel,
una brasileña de 23 años que está aquí en Buenos Aires, que vive en California,
que está visitando la oficina de su empresa aquí en Buenos Aires,
nacida de un proyecto suyo el cual está emprendiendo.
Si ella puede, amigos, ustedes también pueden.
Claro que sí.
– Hasta lapróxima, bye, bye. – Chau, muchas gracias.�