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Hoy hemos escuchado
historias maravillosas.
Historias que hablan de innovación, que hablan de la vida,
historias que hablan de ciencia y de informática.
Y hoy también
quisiera compartir dos historias desde mi experiencia
por todo aquello que amo, que es la vida.
Quisiera empezar con este producto.
Es un carrete de fotos de Kodak.
Seguro que muchos lo han usado.
Me encanta la fotografía y usaba carretes en mi cámara.
Y partiendo de este producto, les contaré dos historias.
La primera trata sobre innovación.
Es la historia de este hombre, George Eastman.
George Eastman fue el fundador de Kodak.
Fue un prolífico inventor y empresario.
A los 24 años, dejó su trabajo en el Rochester Bank de Nueva York
y empezó a seguir su pasión por la fotografía.
En 1888 fundó Kodak.
Empezó a producir placas secas de gelatina-bromuro,
pero también cámaras fotográficas.
Este es uno de los primeros productos que fabricó Kodak.
Se llamó Kodak n.º 1.
Era una caja marrón que venía con 100 fotos.
Al final, se enviaba a Kodak, revelaban las fotografías
y devolvían la cámara con otras 100 fotos.
En pocas décadas, Kodak fabricó cámaras impresionantes
y desarrolló una excelente tecnología de revelado.
Y George Eastman fue el primero que supo
llevar la fotografía a las masas.
En 1950, Kodak creó el primer carrete en color.
Desde ese día, entró en las vidas de miles, de millones de personas.
Kodak se convirtió en el estándar de nuestros recuerdos.
Kodak se convirtió en el estándar de los "momentos Kodak" que vivimos.
Un momento Kodak era aquel que necesitaba capturarse,
necesitaba guardarse y compartirse con los seres queridos
y con los que vendrían en el futuro.
También servía para captar bellos paisajes
y para acontecimientos inusuales en la vida.
La casa puede estar en llamas, pero hay que hacer una foto.
No hace mucha gracia.
Pero Kodak inventó hábitos sociales, sus recuerdos,
y también era una mina de oro a la hora de inventar.
Este hombre es Steven Sasson.
Fue ingeniero eléctrico de Kodak.
En 1975, inventó esta caja.
Esta caja fue la primera cámara digital.
¿Saben una cosa?
A Kodak no le importa pasarse a lo digital
porque tiene una interesante actividad comercial muy prolífica
en el carrete fotográfico tradicional.
Esta cámara tardaba 23 segundos en sacar una foto
y era una foto en blanco y *** de baja calidad.
Pero [incomprensible]
decidieron no seguir la expansión digital,
no entendieron el potencial de ese hombre y esa tecnología.
Pero llegó a todo el mundo.
La tecnología se desarrolló rápido
y la fotografía digital empezó a sustituir
al negocio tradicional de la cámara y el carrete de fotos con rapidez.
Y hoy día, en los bolsillos llevamos móviles inteligentes
con aplicaciones fantásticas de fotografía.
Y llegamos al final.
El final se produjo un 19 de enero de 2012.
Me acuerdo de ese día, y por eso hablo hoy de este tema.
Ese día, Kodak entró en quiebra.
Y empecé a pensar por qué
una empresa tan importante para mí
para los recuerdos de mi familia,
para los recuerdos de muchos, puede quebrar, puede acabar.
Me entristeció sobremanera.
Kodak capturó el momento, los "momentos Kodak"
de mi familia, de mis recuerdos, de los recuerdos del siglo,
los recuerdos de la humanidad.
Y hay que darle las gracias a Kodak por ello.
Hay algunas fotos que fueron tomadas con cámaras Kodak o con rollos Kodak
que si hoy conocemos su existencia y las compartimos
es gracias a Kodak.
Conocemos el vuelo de los hermanos Wright.
Podemos estar en lo alto de un rascacielos de Nueva York.
Podemos ver a los soldados estadounidenses caer en la guerra en España.
Podemos presenciar el gran desastre del Hindenburg.
O, por suerte, estuvimos lejos del ataque a Pearl Harbour.
También estuvimos en Times Square cuando acabó la guerra
y se extendió el amor.
Estuvimos al lado de Hillary cuando conquistó la cima del Everest.
Y tuvimos suerte de sacar una foto de Armstrong
cuando puso el pie en la luna.
Vemos los ojos verdes de la niña afgana.
Y comprendimos la atrocidad de Vietnam.
Hemos conocido a un genio, Steve Jobs.
Presenciamos el valor de aquellos que luchaban por la libertad en Tiananmen,
que luchaban por ser ciudadanos de Berlín,
y comprendemos que nuestro medio ambiente
se encuentra en peligro como planeta Tierra.
Y comprenden que cuando uno habla de innovación,
ello guarda una estrecha relación con la vida misma,
como una balanza.
Se compensan la una con la otra,
pero están relacionadas y conectadas.
La historia de Kodak va más allá de la innovación.
Es más bien una historia sobre la vida.
Cuando trato de entender el porqué del fracaso de Kodak,
pienso que la respuesta más sencilla es que así es la vida,
así son las cosas.
Naces, creces, puedes tener éxito,
pero al final la música llega a su fin.
Del mismo modo que Kodak capturó los momentos de aquellos
que luchaban por su libertad,
que tenían el valor de dejar huella
y crear algo increíble,
del mismo modo, esta noche
voy a captar mi momento Kodak de hoy.
Porque espero darles algo que deje huella
y que al volver a casa les haga preguntarse por su momento Kodak.
¿Están haciendo algo que deje huella en sus vidas,
en la de las personas que quieren,
algo que tenga importancia?
Por ello, les pido que salgan, que hagan todo con pasión.
Amen lo que hacen, compártanlo con aquellos que quieren
y encuentren un momento Kodak todos los días de su vida.
Gracias.
(Aplausos)