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Hace cuatro años, volví a Australia, a Sydney.
Estuve en Londres durante unos siete años trabajando después de graduarme.
Entonces, vivía en esta fantástica casa compartida en el centro de Londres.
Era la única manera de que todos pudiéramos vivir allí,
teníamos e entre 35 y 45, todos trabajando en arquitectura
, enseñando, haciendo el doctorado
y haciendo todo ese tipo de cosas.
Y nos dimos cuenta... Todos nosotros trabajábamos,
Yo trabajaba entre Londres, Pekín y Nueva York,
y ellos eran alemanes y franceses que trabajan en Europa
y de vuelta en Londres. Por lo menos una vez por semana,
uno de nosotros viajaba. Y nos dimos cuenta,
en nuestras conversaciones durante la cena,
que nos habíamos fijado que podríamos viajar a cualquier lugar
del mundo desarrollado y a ciudades en vías de desarrollo
y podríamos entrar en nuestro hogar, ir a la cocina
y saber exactamente donde estarían los cuchillos y tenedores.
Ahora, la banalidad increíble de esto,
esconde algo que creo que es bastante extraordinario,
que nos impide ser capaces de considerar
la ciudad de manera diferente.
Así pues, esto es Sydney, el centro de Sydney.
Hay 190 000 personas viviendo allí, no es en absoluto
como los 4,5 millones de personas que viven
en la región metropolitana de Sydney.
Cuando les digan que esta es la ciudad no lo crean.
Pero bueno, lo que quiero describir rápidamente,
es simplemente cómo funciona la ciudad. Esta se divide esencialmente,
en el nivel más básico, en espacio público y privado.
Así pues, el espacio público es el espacio convencional, parques,
espacios ceremoniales, pero también las carreteras y
cunetas y aceras, senderos. Es todo el espacio sobrante.
Y luego hay espacio privado, y
este es el que reúne la vida más íntima:
nuestras familias, nuestros amantes, nuestros hijos,
es el espacio donde criamos, alimentamos y queremos a los hijos.
Bien, y la ciudad se puede dividir en estos dos ámbitos.
Y entonces, en el siglo XIX, las ciudades quedaron divididas en 2 polos:
así que tenemos el núcleo de la ciudad y la periferia.
Ahora, hay una increíble cantidad de recursos
que se requieren para mantener estas separadas,
pero también para replicarlas,
para replicar todas las funciones que pertenecen a lo privado.
Estas son el baño, comer, el ocio y la
diversión y la socialización.
Y por supuesto, hay una cuarta que no puedo recordar:
bañ***, dormir, comer y, por supuesto, la socialización.
Ahora, esta es la escala de Sydney,
y esta es la escala en la que necesitamos pensar.
¿Qué ocurrirá a la ciudad
y cómo responderemos a esto?
a una serie de fuerzas que están formándose en el horizonte.
Y que conocemos qué son:
crecimiento de la población y cambio climático.
En este momento, recurrimos a estas ideas
de sostenibilidad en forma de compost,
carriles bici, placas solares en los techos;
estas cosas son fáciles y no harán
lo que necesitamos para ser ágiles y veloces
ante el cambio real que debe hacerse en las ciudades.
Así que, aunque estoy de acuerdo con lo que llamo la comunidad,
que es importante, la comunidad sólo se agrupa
alrededor de un problema, no va a ser
lo que nos permita responder de la manera que necesitamos
a estos cambios.
Así que cogí algunas ideas, y aquí es donde quiero
que me ayuden a pensar entre todos.
El capital A, la arquitectura sólo puede materializarse
y devolvernos ideas, necesitamos tener
ideas sobre otras formas de habitar espacios.
Así, el problema es que la ciudad, los suburbios,
la periferia..., está constituida por una especie de red celular,
donde las cosas se replican radicalmente,
y todo se mantiene separado.
Por lo tanto, hay unas cuantas maneras en las que
pensar para socavar esto,
cambiarlo, tomando las cosas
que constituyen lo doméstico y distribuirlas
sobre un tipo diferente de campo urbano.
Es fácil pensarlo en términos de densidad,
claro, y hay algunos desarrollos de apartamentos
realmente nuevos que han empezado a hacer esto.
Todos conocemos la lavandería compartida
y también las instalaciones de piscina, por supuesto,
y gimnasios y cosas así..., salas de juegos.
Pero ahora hay bloques de apartamentos que están
empezando a hacer cosas como bibliotecas desarrolladas
donde hay una mesa que puede ser reservada para reuniones
para personas que trabajan en casa.
Y la que mas me gusta, comedores
en un bloque de apartamentos que tienen una cocina semicomercial
incluida, donde puedes tener esos amigos amantes de la cocina
alrededor para ayudarte y hacerlo
de una manera que no se podría en una mesa de seis
en un apartamento, o una mesa de cuatro.
Estas son algunas de las cosas que son
fáciles de pensar al tratar
sobre un medio denso. Pero cuando nos movemos hacia
los suburbios, a ese entramado celular,
realmente, hay algunos trabajos interesantes
que se hacen en términos de división de la casa,
de una casa real suburbana en, digamos, 2 o incluso 4,
pero que todavía mantiene todo
dentro de esa vivienda única.
Así que, la idea con la que quiero dejarles,
que creo que es el camino a seguir, aunque es bastante radical,
y quiero que todos mantengáis la calma cuando lo diga,
es la idea de compartir una cocina,
es algo como esto:
Este es un proyecto desarrollado en la década de los 20.
Se llama la casa kingsworth,
la realizó un arquitecto llamado Schindler,
y es un plano de molinete
que pivota alrededor de la cocina central,
que es compartida, por un espacio privado perteneciente
a dos familias. Por lo tanto, comparten un cuarto de invitados
que pueden utilizar, pero también un espacio de cocina
y un espacio al aire libre. Por lo que cada familia tiene
su propio espacio para vivir.
Y creo que hay algo en esto; es el camino a seguir.
Así que esto es todo, pensar acerca de eso.
(Aplausos)