Tip:
Highlight text to annotate it
X
ATLETAS PROFESIONALES. NO INTENTARLO.
Silencio
Emoción
Entrando en mi propia alma
Felicidad
Mi manera de ir a la oficina.
Ahora ficharemos.
¿No estás súper emocionado?
Sí.
Ahora puedo empezar la peli. Rueda una peli aquí.
UNA PELÍCULA DE
NIKE SNOWBOARDING
CON
SEGUNDA PARTE
PRIMER ACTO: ADAPTACIÓN
¿Listos?
Qué locura, te puedes inspirar en cualquier parte.
Un arquitecto puede crear algo que para ti puede ser lo mejor del mundo.
Millones de personas pueden pasar por delante cada día, pero cuando lo haces tú, se te va la cabeza.
Me parece una idea divertida.
Todo lo que ven los skateboarders y los snowboarders. Y que no ve nadie más.
No creo que haya un momento, en toda mi vida, en que no buscara lugares para practicar.
Estoy siempre buscando spots. Aunque no sea mi intención.
Puedo estar saliendo con una chica o yendo a cenar con mi abuela y de pronto es como «Eh, mira ese banco
tan guays, ¡tengo que acordarme!». Como si hiciera una foto.
No sé. Es que siempre voy a ser así. Estoy seguro que cuando tenga 90 años, o lo viejo que sea,
y seguiré mirando estas mierdas.
¡Jo, vaya pasada!
Creo que los snowboarders, al menos los snowboarders llejeros, tienen algo en la cabeza que es distinto de
la gente normal.
Mola bastante, porque tenemos que mirar cosas que la gente normal no tiene ningún motivo para mirar.
No voy a competiciones ni a pistas ni a todas estas cosas del snowboarding, porque esto no es por lo
que realmente empecé a hacer snowboarding.
Tener a un jurado diciéndome lo bueno que soy en comparación de otro puñado de participantes.
Esto no es en absoluto lo que el snowboarding representa para mí. Empecé a hacer snowboarding para s
alir de casa y escapar de todo y de todos.
Para estar con mis colegas y salir a liarla por ahí. Y me gusta grabarlo porque es lo mismo que cuando tenía
16 años.
Meterse en el coche y dar vueltas en busca de algún sitio que mole para hacer. Es espectacular.
Mola un huevo.
Grabarlo es... es algo más; no es una competición, todo depende sólo de ti.
Si quieres tener un buen papel en el vídeo, vas y lo haces.
Vas por ahí, encuentras cosas que quieres hacer, haces una acrobacia que te apetece hacer.
La gente se quedaría pasmada si viera la cantidad de mierda que tienes que poner en cada toma.
Ya estamos.
¿Alguien lleva un cuchillo?
Hace este *** frío, en la nieve no hay nada de humedad. Lo calentamos un poco.
Es una pasada: tengo 26 años y puedo contar que en cualquier momento que salgo en un viaje de trabajo,
tengo que correr o esconderme o negociar de alguna manera con la poli, inventarme algo. Convencerlos para
que nos dejen hacer cosas.
Es lo más divertido, tratar de engañar a los polis o a los seguratas.
Intentaremos simplemente, no sé, entrar y salir, si es posible.
Claro que ayudaríamos a cualquiera que quiera subir estas escaleras, si necesitan esquivar nuestro salto.
Hay un estigma total sobre el tema, sobre los chicos que sólo pueden bajar por barras y los que sólo saben
hacer snowboard en la ciudad.
Pero no todos crecen en medio de las montañas.
Y no creo que la gente entienda lo bestiales que son algunas de las cosas que los chicos hacen en la ciudad.
Pueden ser igual de técnicas que hacer una acrobacia en una montaña alta.
Hay tantos factores en juego, es bastante peligroso. Ha evolucionado
tan enormemente que en la mayoría de cosas con las que ahora te atreves hay muchas consecuencias.
Antes de ni tan siquiera enfrentarte a una acrobacia, tienes que convencerte de que realmente vas a hacerlo.
Sí, tengo que cargarme de adrenalina.
Requiere mucha concentración convencerte a ti mismo de que puedes hacerlo. A veces es rollo,
«¿vale la pena?»
Me partí la cabeza en cuatro lugares distintos y eso me hizo replantearme seriamente mi carrera profesional
—¿Estás listo? —¡Ya!
¡Cámbialo!
¡Mierda!
¡Ahhhh, mierda!
Vaya susto.
El subidón o como quieras llamarlo, la adrenalina, esa sensación de fusionarte con algo...
Todo el proceso es combinado y te vas con una sensación de haber flipado. Es una sensación
bastante guapa. Que no creo que la gente normal llegue a sentir nunca.
Esa sensación de completar una acrobacia que llevas toda la vida intentando,
es simplemente brutal. Te quedas tan feliz y extasiado.
¡Gracias, colega! Dios, me muero por sacármelo de encima.
Es mi primer día en dos semanas, después de mi salida de los X-Games. O sea que estoy subidísimo, tío,
dos golpes. ¡Super adrenalítico! No sé cómo explicarlo. A menos que estés metido, jamás lo entenderás.
Creo que lo más es ver el clip al final del día. ¡Salta!
¡Joder, muy bien, baby! ¡Eso es lo que quería decir!
Cuarto día de lesiones, ¡no podría estar más de subidón! Acabo de obtener la toma que quería, que llevaba tres
años planeando. Estoy flipando. Lo he captado con un ángulo de helicóptero que lo ha sacado todo con
el backflip. La cámara justo allí. Hey, perfecto!
SEGUNTO ACTO: AMBICIÓN
¿Estáis listos, chicos?
¡Dejad de jugar, adelante!
Los figurantes que hagan un poco de ruido para el Sage Kostenburg, justo aquí!
Es un tipo de persona distinto, ¿sabes?
La persona que competirá es alguien que, eso, que intenta demostrarse algo a sí misma o al mundo.
Y que no teme enseñarlo delante de todo el mundo.
Van a hacerlo, lo mejor que saben y delante de absolutamente todo el mundo.
No es como cuando grabas y que te escondes un poco, puedes hacer 30 intentos.
Pero al otro lado de la moneda, en la competición, no tienes 30 oportunidades. Tienes una sola oportunidad
de impresionarlos a todos, de impresionar a los jueces, y de completar la acrobacia que habías venido a hacer.
Y está es la línea, es la línea que lo separa todo. Una sola oportunidad.
Dalo todo por Louie Vito.
Está en trance y va a por ello.
Está subidísimo y lo puedes ver.
No pienso realmente en nada, simplemente entro en un trance y escucho música. Porque creo que la música
es algo muy importante para mí, me ayuda a asilarme de todo lo demás, me sube y me pone en trance.
No oigo a los anunciantes, no oigo a nadie gritar, me concentro solamente en lo que quiero hacer.
Creo que tienes la sensación más de trabajo, en los días en que no sale bien y estás en una competición y
las condiciones son malas y tienes que correr.
estás en una situación en la que, cualquier otro día, no estarías ahí, no estarías ahí fuera haciendo tus
movimientos más complicados en una pista resbaladiza.
No tiene gracia, es una mierda, pasas miedo, pero sabes que tienes que encontrar algo dentro de ti mismo que
te ayude a hacerlo.
Creo que puedo hablar por mucha gente que compite. Son los nervios lo que acompanya a la competición.
Me empieza a cosquillear el estómago, me sudan las manos, te pones realmente nervioso y te sientes
incómodo. Es rollo que quieres salir ya, y hacerlo.
¿Cómo supero la presión? Porque, claramente, he sido mi peor enemigo durante muchos años.
Me salía todo muy bien durante las prácticas y luego, cuando llegaba la competición, me podía caer por
los aires, a la primera. Literalmente, me desmontaba ante la presión.
Y a veces todavía tengo dudas, y creo que todos las tenemos.
Ahora mismo, en el snowboarding hay tantas cosas que ocurren y tantas que son una puta mierda/de puta
madre con fuertes consecuencias. Y creo que parte del snowboarding es saber que hay un riesgo y asegurarse
de que es un riesgo calculado. Cuando haces algunos de estos grandes dobles, o vas más allá y los haces,
de que es un riesgo calculado. es definitivamente más peligroso. Da mucho más miedo. Llevo 19 años
corriendo y me he roto 25 huesos. ¿Sabes lo que eso significa? Es rollo, me he roto la clavícula, los dos
brazos, las muñecas, tres huesos de la mano, la nariz, el esternón, la mandíbula, el pie. Acabas lleno de
recambios. Actualmente correr en competiciones es acabar loco.
Estás bastante obligado a hacer un triple, si hay concurso de saltos, de lo contrario es imposible
que ganes. Este chico se lo pasa mejor que nadie.
Un, dos, tres.
Oh, ¡Dios mío!
Tienes que mandarlo, seguro que ganarás en alguna parte
—¿Recuerdas algo? —Sí, me acuerdo de todo.
Tengo el cuello tan vago que me tengo que aguantar la cabeza así.
Estoy totalmente ido.
Las competiciones pueden sacar lo mejor o lo peor de ti.
Hacia ese estilizado cinco de frente. Tiene el mejor nueve de espalda de todo el concurso.
Método.
Y acabando aquí con un gran diez de frente de toda la vida old frontside ten.
¡Oh, Dios mío!
Llegando de talones agarrado a la tabla.
El snowboarding progresa constantemente y por eso lo ves en deportistas como Scotty Lago y Louie Vito.
Estos tíos van hasta sus límites más extremos.
Lo está volviendo a hacer.
Vimos lo rápido que Mark McMorris pudo completar dos grandes saltos. Lo hizo muy rápido.
Puedes ver cómo ya está preparado, justo ahí.
Lanzándolo profundo, justo allí.
Es una sensación enrome cuando juntas un estilo de pista o consigues estas acrobacias aéreas tan brutales.
Cuando las consigues realmente y todo el mundo te está mirando, es una de las sensaciones más acojonantes.
Todos están emocionadísimos por ti, y tú lo estás por tus amigos en el podio.
Ganar es... algo muy divertido, es muy, muy emocionante.
Hay una tonelada de adrenalina y es una sensación tan loca. Tiene algo de adictiva.
O incluso si solo corres lo mejor que sabes, tienes una sensación tan buena, tanta adrenalina y tanta emoción
que corre por todo tu cuerpo.... Es una sensación tan grande, es como pura euforia.
Toda la presión se esfuma. Te sientes como si hubieras conseguido... ni siquiera lo sé.
Simplemente es algo grandísimo, totalmente grande.
Cuando inviertes mucha energía en un deporte o en cualquier cosa, podrían ser los estudios, cuando
consigues hacer una acrobacia nueva, acabas bien en una competición, haces un buen papel en un vídeo,
sacas buena nota en un examen. Cualquiera de estas cosas, creo que esta sensación es la que realmente
buscamos. Y como más la logro...
Sí, es ***.
Me gusta volver a casa, y grabar las competiciones y simplemente correr con mis colegas, para intentar
alejarme un poco del ambiente de las competiciones. Y no tomármelo siempre tan en serio. Ya sabes, divertirte
con los colegas.
TERCER ACTO: EXPLORACIÓN
Cuando me dedicaba a eventos y eso, quería ir a todos los que se celebraban, quería aprender todas las
acrobacias, pero luego, una vez que ya has estado y lo has hecho, es como, vale, ¿y ahora qué?
Empecé a darme cuenta de que sólo quiero estar en plena naturaleza y correr por la montaña tal y como e
s. Tal y como el viento la ha formado, tal como ha nevado, con los elementos, y sintonizar con el paisaje.
Yentonces, al final del día, la sensación es la mejor.
Por eso creo que el free-riding es lo mejor. Estás conectado con los elementos, y mejor conectado c
ontigo mismo. Juegas con los elementos, bajas por la montaña como una bola.
Todo es posible, es como todo lo que puedes hacer humanamente.
Si hay un par de personas que quieren ir a los X-Games y hacer un triple tirabuzón, perfecto, pero también hay
muchas personas que solo quieren hacer giros de ...
Ahora nos volvemos a meter en las acrobacias, lo que ni siquiera tiene importancia. Hay una sola acrobacia,
¿¿sabes?
¿Cuál es?
¿La única acrobacia?
Las única acrobacia es ir bien preparado.
Y dejarse caer.
Sí, mi furgo es bastante mi hogar durante tres o cuatro meses al año.
Zarparé en diciembre y luego estoy en la carretera, desde entonces.
Probablemente recorreré unos 32.000 km en un invierno
ir hasta Whistler, luego por el interior, de vuelta a Oregon, otra vez a Idaho, de vuelta a Washington.
Zig-zagueando, más o menos, casi siempre por el noroeste, pero simplemente intentando encontrar
buena nieve y buen tiempo. Un día normal rodando por ahí, por las montañas, te levantas a las seis. Luego
sueles conducir unos 30 minutos hasta llegar al parking de las pistas de nieve.
Descargar los vehículos de nieve y montar todo tu material, tu mochila con tus zapatos de nieve,
tu almuerzo, tu agua y tu walkie-talkie
Luego te subes a los trineos, los subes a todo trapo y bajas por el camino.
A veces sabes a dónde te diriges, tienes idea de lo que quieres hacer.
Pero la mayor parte de l tiempo, simplemente, buscas. A la izquierda, a la derecha, hacia las cumbres, y no sabes
realmente lo que buscas hasta que lo encuentras. Y cuando lo encuentras, el cámara va y monta el material.
Y luego subes arriba de todo y normalmente te tomas un minuto para mentalizarte y entrar en trance.
Luego te lanzas.
Aquí es realmente un salto a ciegas. No creo que pueda ir demasiado rápido, pero no quiero ir demasiado lento.
—¿Vas bien? —Sí.
—Listos cuando nos digas, Austin. —¡Baja!
Tres... Dos... Uno...
Es siempre una lucha contigo mismo. Cuando sale bien te sientes eufórico, y cuando sale mal,
te sientes como una mierda.
Alaska es definitivamente tierra sagrada. Es claramente la meta última de cada temporada, llegar aquí.
La primera vez que vine aquí, a Alaska, fue con Nicolas, y de eso hace exactamente 10 años.
El 2003 cambió bastante mi manera de enfocar el snowboarding.
Tienes todo el territorio y puedes elegir cualquier cosa. Te convierte simplemente en mejor corredor.
Cuando le dije a mi madre que venía aquí, me dijo «Debe de ser como volver a casa.» Y le dije, sí,
y de alguna manera, lo es. Es siempre algo nuevo porque, aunque conozco algunas de las pistas
las montañas de ahí, nunca sabes lo que te espera. Hay momentos en los que claramente pasas miedo.
No hay una medida real, es simplemente tu manera de experimentar el miedo, algo que superas estando aquí.
¡Mamma mía!
El puro tamaño de los accidentes geográficos, cuando los ves desde el helicóptero y ves lo bien colocados
que están... pero una vez aquí arriba es rollo... ¡Wow!
Estás solo, estás comprometido con la acción y allí, si surgen problemas, eres tú quien los resuelve.
Para que te vaya bien en Alaska te tienes que sentir cómodo allí.
No puedes acojonarte y tienes todo el día, y luego, al final, te acabas sintiendo bien en tu papel. Tu salida,
tu entrada, la sensación te dice, es divertido, es seguro, hazlo.
Estás ahí arriba y tienes tu piloto interior en verde, y entonces, simplemente, te lanzas.
Sin preocupaciones. Sin miedo. No pasará nada.
Te preparas bien y te sientes rollo «wow, ¡qué pasada!». Se te olvidan todos los problemas y te
dejas caer, flipando.
Estoy volando.
¡Sí, Gigi!
Tío, ha sido una pasada.
Una auténtica pasada.
Whoa, qué humareda. Una locura.
Las masas, o como quieras llamarlos, no saben lo que es el snowboarding. Se conectan como dos días al año,
par aver los X-Games, o los Juegos Olímpicos...
EPÍLOGO: CELEBRACIÓN
Y eso los distrae, pero eso no es el snowboarding. Eso es solo el espectáculo.
En realidad, para mí el snowboarding es algo totalmente distinto.
No tiene nada que ver con los X-Games o sobre cuánto respeto.
Es lo que flipas por la mañana, levantándote súper temprano y conduciendo hasta la montaña, y salir
a cabalgar por la nieve en polvo con tus amigo s. La gente con la que te relacionas. La emoción y el
subidón que experimentas mientras bajas. Por eso lo sigues haciendo. Por eso te levantas tan pronto.
Todo este rollo es el sueño de un chaval de doce años, de todos los que salen en el vídeo y de todos los que
se equipan. Alcanzan este punto en el que son niños y es una forma de arte, es lo que quieren conseguir.
Es lo que persiguen.
Creo que el secreto está en el viaje, no en el destino.
Está en las experiencias que encuentras por el camino y en lo que cuesta llegar.
Desde los momentos de gloria, de competición, hasta el hecho de ser el tipo más feroz de la montaña.
Brindo contigo
Con el snowboarding o el skateboarding, creas las relaciones más alucinantes con la gente y hay tantas
otras cosas, aparte del puro acto de practicarlos. Resulta difícil de expresar.
Ahí fuera, en el BC, hay unas cuantas cosas por las que deberás preocuparte. Una de ellas es la congelación.
Totalmente listo para entrar en mi hábitat natural aquí. Mad stept down. Primer día, love step downs. Estoy
tan subido, tío. A saco. Avalancha. Ahora estamos haciendo más que Gigi y Nicholas.
No tienen idea de lo que ocurre en las zonas de montaña. Quiero decir... ¡fíjate en esto!
Es como una quarter pipe.
Es lo que intentamos conseguir. Quarter pipes en un zas.
No quiero salir el primero en esta, en serio. No, yo tampoco.
Vale, odd man first. Listo? Un, dos, tres.
¡Vamos!
Tres... Dos... Uno...
Otro motivo por el que me encanta el snowboarding es que si realmente pienso en ello, tienes que encontrarte
en el momento. Estás ahí, disfrutando, viviendo el momento, y esta sensación es de plena libertad.
El otro día estaba en la góndola y había esa chica diciendo, «hoy quiero aprender el salto hacia atrás,
de verdad, pero, mierda, la pista está llena de hielo», y yo pensé, «¿debería decirle algo? Allí abajo he
encontrado ese lugar perfecto, acabo de hacer un salto hacia atrás.»
Es tan fácil hacer amigos y conectar, es una locura.
Internar decirle a la gente lo que veo, lo que ves, es muy fácil. No necesitas este invento, aquí.
Puedes limitarte a usar tu creatividad.
El snowboarding es un deporte del siguiente nivel.
Vuelas montaña abajo. Puedes subir e ir hacia allí. Yo puedo hacerlo.
No hay ningún campo ni 45 minutos ni puntuación, es mucho más que eso.
No me gusta cuando la gente me dice que tengo tanta suerte. No tengo suerte. Lo he creado para mí mismo.
Cualquiera puede hacerlo.
Cada día que practicas, aprendes una acrobacia nueva, encuentras una pista nueva, no hay nada mejor que eso.
Si te esfuerzas lo bastante en lo que realmente te importa y en lo que realmente crees, tendrás
tu recompensa. Tuve mi gran sueño y lo he perseguido.
Lo cogí, paso a paso, y hubo momentos en los que gente de todas partes, o profes que me daban lecciones tipo
«nunca lo conseguirás, así nunca podrás mantener a una familia. Acabarás trabajando en una fábrica. Has
de ser así. Has de hacer esto o aquello.» Y. ¿sabes qué? No tengo que hacer nada de nada.
Sólo lo que me hace feliz. El snowboarding me hace feliz.
No le puedo prometer nada a nadie, pero te diré una cosa: si vamos a hacer snowboarding juntos, al acabar
el día estaremos contentos, tendremos uyna sonrisa de oreja a oreja y diremos que ha sido increíble.