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0:00:00.000,0:00:11.740 Diana Doherty: Hola,
soy Diana
y toco el oboe en la Orquesta Sinfónica de Sídney.
Hoy me encuentro aquí en el auditorio de la Ópera de Sídney
para hablar de algunos fragmentos para la audición
para la Orquesta Sinfónica de YouTube.
El fragmento del que voy a hablar ahora es el precioso solo
de "Don Juan" de Richard Strauss.
Antes de tocar el fragmento, me gustaría tratar algunos puntos.
En primer lugar, no te preocupes demasiado por este tiempo débil
en la octava.
Es un re grave.
Creo que lo que realmente sirve de ayuda es imaginarse a la orquesta
tocando antes de tu entrada.
La orquesta toca esta bonita barcarola; déjate llevar por ella
e imagina que te arrastra.
Creo que esto te permitirá tomar el aire que necesitas.
A continuación, en el cuarto compás, que es el séptimo
en la partitura, hay una pequeña nota de adorno.
Me gusta que estas notas suenen al pulso.
Es una especie de tradición, sobre todo al tocar por primera vez,
recrearse y hacer que [TARAREA]
suene realmente como un pequeño abrazo.
Creo que es un momento precioso.
Esta misma escena se repite tres veces
a lo largo del fragmento, así que debes intentar
marcar una ligera y sutil
diferencia cada vez que aparezca.
Lo siguiente que quería comentar es que en el compás 28
aparece un crescendo.
Este crescendo se mantiene durante unos siete compases.
Y no está muy claro cuál es la dinámica
con la que debes empezar a tocarlo.
Hazte un favor a ti mismo y asegúrate de relajar un poco
la dinámica en el sol para poder empezar el crescendo
en el sí suavemente y dejar margen para ir subiendo.
E incluso en ese largo crescendo, tienes la posibilidad
de disminuir un poco la intensidad para luego marcarlo aún más.
De este modo, te parecerá que lo estás creando,
poco a poco, ya que debes evitar que el crescendo sea
tan intenso que te obligue a forzar el sonido.
Debe sonar cantado, cálido y resonante todo el tiempo.
La siguiente parte que quiero analizar es el compás 44.
El oboe entra con esta deliciosa contramelodía
del solo de clarinete.
Es muy importante que recuerdes que no es tu solo, sino el solo de clarinete.
Por tanto, de nuevo, no dejes de imaginarte en todo momento
a la orquesta que te rodea tocando la misma música.
Y este es un muy buen ejemplo de esta situación.
Lo último que quería comentar sobre este fragmento
es que debe contar una historia.
Creo que es necesario aportarle un elemento narrativo.
Y lo más bonito de tocar este solo es que puedes añadir
inflexiones personales muy sutiles
a esa narrativa.
Por tanto, la interpretación de este solo es realmente preciosa.
Me gusta que el tempo sea de 50 como mínimo, aunque
puedes tocarlo rubato, siempre que te asegures de no perder
el sentido del pulso en ningún momento.
Un bonito legato sería una buena idea,
al igual que cuidar la entonación.
Voy a tocar "Don Juan".
0:03:37.270,0:05:50.660 [TOCA EL OBOE]