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Ryanair nos lleva a los tribunales porque lo hemos denunciado
en público por cometer abusos
por burlarse de los pasajeros.
Ryanair intentaba censurarnos para que no pudiéramos
comunicar a través de los medios de comunicación tradicionales,
para que no continuáramos denunciando los abusos y fraudes
con nuestros propios medios de comunicación.
Está claro que en España, igual que en el resto de la Unión Europea,
tenemos el derecho a la libertad de expresión.
Atacada por difamación y respaldada por los tribunales,
la asociación de consumidores mantiene sus acusaciones.
Pero Ryanair no es el tipo que suelta su presa.
Ryanair apela ante un tribunal superior, y ganamos de nuevo.
Y ahora, la semana pasada, nos arrastra una vez más
por haber mostrado en público nuestra preocupación por
los problemas de seguridad que ocurrieron este verano
en España. Ryanair dice que hemos puesto su seguridad y su imagen
en peligro, y una vez más nos persigue por canales judiciales.
Estamos convencidos de que no tendremos ningún problema,
vamos a mantener este derecho primordial de libertad de expresión,
de opinión y de crítica. El derecho también de poder
exponer un problema latente, que afecta la sociedad Española y los pasajeros.
Ha habido situaciones muy preocupantes en esta
compañía aérea y tenemos serias dudas
en cuanto al respeto de los protocoles de seguridad.