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¿Qué tienen en común las películas de terror y las comedias?
Ambos géneros pueden parecer totalmente diferentes,
pero la razón por la que son tan populares
quizá se deba a lo que tienen en común:
el uso de la ironía dramática.
Primero, aclaremos la idea.
Hay tres tipos de ironía.
La ironía situacional, cuando uno espera algo
pero ocurre lo contrario.
La ironía verbal, cuando alguien dice algo
pero quiere decir lo contrario.
La ironía dramática, sin embargo,
es lo que veremos ahora.
La ironía dramática ocurre cuando el público
parece saber más sobre un acontecimiento,
una situación,
o una conversación
que los personajes de la película,
del programa,
o del libro.
La audiencia conoce un secreto
que los personajes desconocen.
Este es un gran recurso narrativo
que genera una emoción tremenda en la obra.
Piénsenlo un momento.
¿Qué se siente cuando, en una película de terror,
sabemos que el ominoso villano se esconde
detrás de la puerta en la penumbra.
La música provoca miedo,
y la iluminación, sombras plenas;
¡esto tiene que ser malo para el héroe!
Claro, a pesar de eso, el héroe debe entrar al cuarto
y encontrar al villano.
Uno siente una tensión y un suspenso tremendo
porque sabe que alguien saltará y será espeluznante
pero no se sabe cuándo ocurrirá.
Esa tensión es la ironía dramática:
uno sabe algo más que los personajes de la película.
Ahora, veamos la comedia típica.
Probablemente habrá algún "malentendido".
De nuevo, sabemos algo más de lo que ocurre
que los personajes.
Imaginen dos personas que planean
hacer un cumpleaños sorpresa a su compañero de cuarto
mientras el cumpleañero escucha
toda la conversación desde el pasillo.
A partir de ahí se desata la confusión y el malentendido
y se crea la tensión.
No es la misma tensión que en una película de terror
dado que quizá sea bastante gracioso
ver al personaje imaginando lo que le espera
pero sirve como un gran ejemplo
de la tensión y el suspenso de la ironía dramática.
Esta tensión o suspenso en ambos géneros
atraviesa la historia y moviliza la trama.
El público quiere, no, necesita
ver la ruptura de la tensión de la ironía dramática
ya sea que el malo emerja de las sombras
o que, finalmente, se revele la verdadera identidad de alguien
y se aclare la confusión.
Así que, si uno siente que es parte de un secreto,
eso es ironía dramática,
el sello distintivo de los grandes escritores
desde Shakesperare hasta Hitchcock.