Tip:
Highlight text to annotate it
X
—Buenos días, chicos. ¿Qué tal? —Míster, ¿dónde vas en chándal?
—Sí, pareces un quillo de ciudad Badia. (ciudad natal de Busquets) —¡Tú calla, pijeras!
—Es que ahora ya no seré entrenador, me siento liberado.
Ya no hace falta que vista bien. A partir de ahora, podré hacer lo que quiera:
Escuchar a Lluís Llach, tomar el sol, ir a cazar elefantes a Botsuana... (como el rey de España)
No, tranquilos, es broma. No me gusta tomar el sol.
—Míster, te echaremos mucho de menos. ¿Verdad, Gerard? —Sí, te echarán mucho... Te echaremos todos mucho de menos.
—Bien, como sabéis, Tito será vuestro nuevo entrenador, y quiero que os portéis con él tan bien como os habéis portado conmigo.
Y ahora, os dejo con Tito, que seguramente tiene muchas cosas que deciros. Yo me voy al sótano.
—Muy bien, Pep. A preparar la táctica para el partido contra el Málaga, ¿verdad?
—¿Qué dices, Tito? ¡Si la liga está perdida! Voy a jugar a Apalabrados.
—Muy bien.
Bien, chicos...
El año que viene nos espera una temporada... —¡Chavales, el míster se ha ido!
—¡Venga, venga! —¡Timba de póquer! —¡Timba!
—¿Pero qué estáis haciendo? ¿Queréis hacer el favor de prestarme atención, por favor?
—Jugamos al clásico, eh. —¡Perdonad, es que soy vuestro entrenador!
—¿Todos queréis carta? —¡Pep! ¡Por favor, ven, Pep!
—Que nadie marque las cartas, chavales, que la baraja es nueva.
—¡Agua, agua, que viene el míster! —Todo aquí, todo aquí.
—Bueno, es que te has ido tú y han empezado a... —¿Qué pasa? Estamos estirando.
—¿Y? Están estirando. ¡Tranquilo, Tito, tranquilo! Ya verás como sales adelante. Tranquilo. —Vale, vale.
Gracias, Pep.
—Venga, va, chavales. Vamos allá.
Venga, salgo con 500. —Venga. ¿Solo con 500?
—Pero, un momento, chicos, a ver. ¿Qué está pasando aquí?
—Perdonad, es que me he dejado...
—¿Y ahora qué? —¡Exacto! ¿Y ahora qué, eh?
¿Qué piensas hacer, Tito? —Pero yo pensaba que tú...
—¿Pero no quieres ser el primer entrenador? Pues a partir de ahora este es tu marrón.
Y después aún se preguntan cómo me he quedado calvo en cuatro años.
—Venga, va, chavales. Me juego 1.000 euros a que esta semana ganamos al Chelsea.
—Perdona, Gerard, pero es que el Chelsea...
—¡Calla! Es que con el meco que se ha dado en el capolo, se ha olvidado de que ya hemos jugado contra el Chelsea.
Pero bueno, él es feliz. —¿Y no se acuerda de nada?
—¡Hey, Gerad! ¿Sabes que ahora salgo con Shakira y hacemos waka-waka, placa-placa?
—¿Qué dices, chaval? ¿Quieres que te rompa la cara o qué?
—Es broma, es broma. Tranquilo. —De todo no, eh.