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(Birmano)
¿Cuándo estuviste fuera de tu zona de confort?
Para mí, fue cuando fui al Departamento de Vehículos.
Me sudaban las manos,
y a medida que entraba, me encontré allí,
rezando para mí,
esperando tener los papeles correctos,
y que estuvieran correctamente rellenados
Y me encontré allí, andando así,
Por favor, que tenga los papeles correctos.
Y luego, al dejar la fila y ya lo había superado,
me inundó un sentimiento de alivio y pude continuar.
En nuestra cultura pop, también pienso
en George Constanza y la fila de la sopa;
Como sabemos, Jerry había instruido a George específicamente,
sobre cómo proceder para hacer esa fila;
lo que debia hacer
y lo que no debía hacer.
Así que cuando George avanzaba en la fila,
y pidió su pavo con chili de la "Sopa Nazi",
y continuó y pagó,
todo habría salido bien si no hubiese pedido pan.
En ese momento, se le negó: "no hay sopa para ti"
Vale, son ejemplos simplones
de cuando la gente está fuera de su zona de confort,
pero ¿alguna vez se han sentido fuera de su zona de confort
en una situación medica,
quizá bregando con nuestro sistema de salud?
¡Yo sí!
Esta es mi hija Liz,
Es enfermera, tiene 26 años.
Cuando Liz era adolescente, se le diagnosticó
un problema de cadera.
Su ortopedista nos dijo que necesitaba
una cirugía muy invasiva para corregir su problema,
y que sería un proceso de recuperación muy, muy largo,
y que su ***óstico no era ni siquiera tan bueno
con la operación.
Así que como no teníamos prisa
por meternos en ese tipo de procedimiento
decidimos buscar una segunda opinión.
Mientras esta opinión había sido de ayuda,
el segundo médico nos dijo,
"No, no necesita cirugía"
Así que eso nos dejó igualmente confusas.
Así que buscamos una tercera opinión
en una clínica de Cleveland.
¿Por qué les cuento esto?
Porque yo hablo inglés, conozco el sistema de salud
en los EEUU
y esta situación me resultó difícil.
¿que pasa si vives en los EEUU,
no hablas inglés,
no conoces nuestro sistema,
y no sabes cómo funcionan las cosas?
¿Cómo llevarían eso?
Hay personas que abogan por los refugiados en nuestra comunidad,
que les enseña
cómo funciona nuestro sistema de salud,
ayudando a hacerles un poquito más fácil
moverse en la fila de la sopa del sistema de salud de nuestro país.
Decidí hace 4 años
que quería ser uno de esos defensores.
Y quiero contaros un poco más sobre mí,
porque no estaba en mi ADN
ser de esta clase de defensora.
Siempre había sido voluntaria en la protectora de animales
y había trabajado con niños,
pero trabajar con refugiados
que non hablaban inglés
estaba realmente fuera de mi zona de confort.
Les muestro esto porque
es un vecindario similar a donde vivo ahora,
Vivo en Amherst Este
y es muy, muy diferente a
la zona Oeste de Buffalo en la que trabajo.
También crecí en una ciudad muy pequeña
en el centro de Nueva York
Fulton, Nueva York, ciudad dormitorio,
a 40 km al norte de Siracusa.
Como pueden ver, poca diversidad.
Así que este era.....el concepto de "mí",
mujer de mediana edad,
yendo a la ciudad para trabajar con refugiados
que no hablaban inglés,
era algo que simplemente
estaba de verdad fuera de mi zona de confort.
En contraste, ahí es donde trabajo ahora.
Es una calle típica, de la zona Oeste
y muestra un poco del contraste entre
Fulton, Nueva York y Buffalo.
Pueden, creo que pueden
hacerse una buena idea de la diversidad de ahora,
y compararla con el modo en el que me crié.
Este es un vecindario muy típico
cuando voy a ver a las mujeres con las que trabajo.
Este es....es un clásico de lo que veo cada día.
Bien, cuando decidí que
quería trabajar con refugiados en Buffalo,
Estaba muy emocionada por compartir con todo el mundo
lo que haría.
Así que le decía a mi familia y amigos,
"Defenderé a las mujeres,
a las mujeres embarazadas de Buffalo"
Y de verdad pensaba que obtendría
una respuesta realmente positiva,
y lo logré de la mayoría de la gente,
pero hubo unos cuantos me dijeron,
"¿Por qué?¿Tienes miedo a que te disparen?
¿tienes miedo de que te roben los tapacubos?"
Bien, en realidad nunca me ha ocurrido eso.
Y siendo voluntaria durante muchos años,
descubrí que lo que obtendría personalmente
de esta experiencia era mucho más
que los sacrificios que debía hacer.
Así que empecé a trabajar en el "Proyecto Priscilla"
Lo que hacíamos era, teníamos mujeres que
trabajaban como defensoras de nuestras embarazadas
y las ayudaban a bregar con nuestro sistema de salud.
Las ayudaban a avanzar en el proceso del parto y el alumbramiento
de una forma amigable, con una sonrisa preocupada
y un abrazo cariñoso.
También nos tomábamos tiempo
para preguntar a las mujeres con las que trabajábamos,
"¿Cómo te sientes por tener a tu hijo aquí en los EEUU?"
¿y por qué es esto importante?
Porque cuando sabemos de donde viene una mujer,
eso nos permite ayudarla mejor.
Así que aunque se puede pensar
que estén muy emocionadas por
tener a sus hijos en los EEUU,
también hay un puñado de ellas que están muy nerviosas,
Están tensas, no saben realmente qué esperar.
Y quizá estas imágenes les den una idea de porqué.
Esta es una sala de partos típica en un campo de refugiados,
y esta es una buena sala.
Pero pueden verla, es básica,
no hay mucha privacidad,
y esto es lo que ven las mujeres
cuando van a sus países a tener a sus hijos.
Esta, por el contrario, es
lo que sabemos que esperamos en nuestro país.
Miramos estas habitaciones con alegría.
Y quizá no nos provoque miedo a nosotros; para nuestras pacientes,
las mujeres con las que trabajamos,
les asusta mucho ver todo este equipamiento
y ver todas estas cosas,
esa tecnología muy intimidante para ellas.
Las mujeres con las que trabajamos
vienen de unos 18 países del mundo
y hablan unas 20 lenguas.
Y aunque tienen una experiencia muy similar como refugiadas,
también sabemos que tienen unas circunstancias muy distintas,
que necesitamos comprender esta diversidad
y valorarlas como personas.
Estas son dos familias con las que he trabajado personalmente,
con las que digo que he superado con éxito la fila de la sopa
de nuestro sistema sanitario.
La familia de su izquierda es de Eritrea,
que está en el Este de África.
Estuve presente en el parto y luego
la madre nos invitó a mi marido y a mi a ir al bautizo de su hijo.
Compartimos muchas comidas en su casa.
Esta mujer hace su propio café desde cero.
Cuando digo café desde cero,
quiero decir que empieza con los granos, y
los tuesta delante de ti y
y hace todo este proceso que lleva como una hora y media,
pero ella ha acogido a mi familia en la suya,
y ha venido a trabajar a nuestro programa
como intérprete.
Así que desde luego que ella ha aprovechado
las herramientas que aprendió en nuestro programa
y las está devolviendo a su propia comunidad.
La otra familia de la derecha es birmana,
y su bebé se llama como yo,
la llaman baby Karen.
Y también su familia ha acogido a la mía en su casa.
Y, esta familia necesitaba ayuda
en asesoramiento sobre educación especial.
Su pequeña tenía algunas dificultades de aprendizaje,
y como resultado de trabajar conmigo,
el padre era incapaz de defender a su familia y conseguir estos servicios
que el pequeño de verdad necesitaba conseguir.
Este es cuando nos invitaron al cumpleaños de la pequeña Karen.
Estuvo muy bien porque llevamos tarta de cumpleaños
y nos sentamos allí, ya saben,
esperando emocionados a que cortasen la tarta
y nos lo pusieran en platos.
Y nos dieron un tenedor a cada uno,
y todo el mundo empezó atacó y empezó a comer.
(Risas)
Miré a mi marido y él me miró y estábamos....
"Vale, esto tiene que fluir!"
Y tras la fiesta, nos invitaron a cruzar la calle
a ver su jardín.
Estaban tan orgullosos de su jardín.
y después sacaron esta foto.
Y este hombre fue a....
está ahora bregando con el sistema sanitario en Indianápolis,
para otros miembros de su comunidad.
¿No es el bebé entrañable?
Y yo digo...la defensa es genial.
Y debemos hacerlo porque todos pensamos que es una cosa buena para hacer,
pero ¿qué otros motivos hay para hacerlo?
porque cuando defendemos a las mujeres,
tienen mejores partos,
y tienen por lo tanto bebés más sanos,
y, diría yo,
es importante que los niños nazcan sanos.
Cuando miro a un recién nacido,
veo una cara que está llena de potencial.
Nuestras pacientes tienen mejores porcentajes
de partos a tiempo, de nacimientos sanos,
y porcentajes mucho menores de cesáreas, ¿y por qué sucede esto?
Porque muchas de nuestras pacientes
han crecido en una sociedad
en la que solo se va al médico cuando se está enfermo.
El embarazo no es una enfermedad,
así que no siempre tienen una vigilancia prenatal.
Les hablamos y las formamos
sobre la importancia de los cuidados prenatales,
la buena alimentación y de tener el control médico necesario,
y lo cumplen porque confían en nosotros.
También sabemos que
un nacimiento prematuro implica un coste,
sabemos que hay un coste médico mayor en el momento del nacimiento,
y también sabemos que a lo largo de su vida
los niños prematuros
posiblemente supondrán más costes médicos.
Y estos niños se enfrentarán a retos
que interferirán con
ese libro en blanco de posibilidades infinitas.
Esta una pequeña lista de las complicaciones de los nacimientos prematuros:
ictericia, problemas respiratorios, estancias caras en la UCIN,
dificultades para mamar y tragar, mayor riesgo de parálisis cerebral,
mayor riesgo de dificultades en el aprendizaje, y la lista continúa
podría continuar contándoles
más sobre los problemas con bebés prematuros.
Así que déjenme volver a mi introducción.
Cuando entré aquí y les hablé en birmano,
¿como se sintieron?
¿Incómodos?
¿Estaban fuera de su zona de confort?
¿y si lo escucharan todo el tiempo
y no entendiesen nada?
¿y si tuviesen un amigo que estuviese ahí
para ayudarse a saber qué pasa
en su paso por el sistema?
Lo que les dije fue: "Hola!, soy Karen Forster,
estoy feliz de estar hoy aquí,
y un poco asustada y fuera de mi zona de confort".
Hoy les pido que consideren ser defensores.
Quizá para los refugiados, quizá para los mayores,
niños, animales.
Sabemos que los gatos y los perros no pueden superar la fila de la sopa
del sistema de salud. Para ellos, necesitamos gente que se levante
por un trato humano con los animales; así que simplemente les pido
....por favor, consideren hacer algo, marquen la diferencia.
No esperen a líderes. Háganlo solos.
De persona a persona.
Por eso, les digo:
"Salgan de su zona de confort,
ayuden,
y dejen de preocuparse por los tapacubos"
Gracias.
(Aplausos)