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Antes de contarles cómo se construye una escuela en 3 horas,
me gustaría referirme a algunos hechos que sustentan esta premisa
así como a la investigación en la que me sumergí.
Todo comenzó en el año 2003,
momento en el que empecé a donar 10 % de mis ingresos a obras de beneficencia.
Debo decir que mi donación no era exorbitante; ya que en ese entonces vivía
en una habitación que alquilaba, en un sótano, y conducía una camioneta sin marcha atrás
y todo mi guardarropa incluía tres remeras que lavaba y volvía usar en ciclos de tres días,
ni hablar del tema ropa interior. (Risas)
Afortunadamente, mi situación cambió; fue básicamente en 2005,
cuando comencé a trabajar en bienes raíces. Quizás no lo recuerden,
pero el mercado inmobiliario no fue siempre así; solía ser muy bueno,
fue entonces que comencé a trabajar en ese campo,
debo decir que saqué gran provecho en su momento hasta que en 2008
--que fue mi mejor año en el mercado inmobiliario-- mi vida estaba tan ocupada
que de repente ya no tuve tiempo de elegir una beneficencia a la cual donar mi 10 %.
Así que, ese dinero se acumuló en mi cuenta y para el mes de noviembre,
me di cuenta que había mucho efectivo en ese cuenta.
Pensé: "¡Guau, esto sí que podría hacer la diferencia!"
Pero yo sólo sé de bienes raíces.
No sabía adónde donarla.
Así que busqué a la persona que más sabía de beneficencia en toda la cuidad,
un tal Zack Whyte, que está sentado justo ahí.
y le dije "¡Zack, mira! Tengo este dinero ahorrado y no sé adónde lo puedo donar,
solamente sé de departamentos. ¿En dónde crees que ayudaría más?"
Así que me contó de tres beneficencias, proyectos que se desarrollaban en África
y que justamente él estaba recaudando fondos para uno de esos proyectos en ese momento.
Se llamaba "Liberen a Los Niños". En tan sólo 45 minutos,
supimos que éramos "el uno para el otro". Lo miré y dije:
"¡Zack, está resuelto, es perfecto! Vamos a verlo"
Y me dijo: "¿Qué quieres decir con vamos a verlo? Recién nos conocemos".
Así que le dije "¡Vamos para allá! Entre el dinero que recaudaste,
y el que voy a donar, tenemos mucho efectivo".
Podría hacer una gran diferencia. Vayamos a África y veámoslo nosotros mismos".
Él me miró como si yo estuviera loco,
y al mismo tiempo como si estuviera mirando mi alma,
y me dijo "Taylor, vamos a cambiar vidas, en un 100 %.
Déjame que primero lo consulto con mi mujer". (Risas)
Por suerte, ella le dijo que sí.
Así que cuatro meses después, Zack y yo aterrizábamos en Uganda.
Viajamos durante dos días por las afueras de la capital de Uganda
Hacia el límite del Congo, en la cumbre de la Cordillera del Rwenzori.
Ésta era la vista. Una belleza; estaba tan en lo mío
que recuerdo comentarle a Zack: "Esto es genial,
somos los tipos más rudos; ¡Estamos en Uganda!"
Pensaba: "Sé que están pasando muchas cosas en el Congo en este momento;
qué con certeza, no sé. Había oído tanto sobre el lugar, especialmente que ¡era peligroso!
¡Pero esto es genial!" (Risas) Lo miré y le dije,
"Zack, esto es tan maravilloso! Hay tantos niños en todos lados.
¿Por qué hay tantos niños, Zack?"
Se dio la vuelta y me miró --mide 2 metros-- me miró, desde esa altura,
y me dijo: "Taylor", (Risas)
"50 % de esta aldea tiene SIDA, y sus padres están muertos".
Fue en ese momento que el viaje pasó de ser una aventura, muy divertida,
para convertirse en la experiencia que cambió mi vida.
Fue la primera vez que pude ver el mundo y no tan solo "mi mundo".
Después fuimos a Kenia, en donde conocimos a los niños
con los que caminaríamos 11 km de ida y 11 km de vuelta, día tras día,
para buscar agua para que sus familias
cocinen, limpien, se bañen y beban.
Y luego vimos las escuelas en las que aprendían; hechas de barro,
estiércol y palos, equipados con viejos y pequeñísimos pupitres.
Sin luces, sin electricidad, con pequeñísimas ventanas y pisos de tierra.
El hecho mismo de tener niños que vinieran a aprender,
y maestros que vinieran a enseñar... en este ambiente, era todo un desafío.
Pero luego vimos las escuelas que "Liberen a Los Niños" estaba construyendo.
Simplemente hermosas: luz natural, enormes ventanas,
y los niños, sonriendo, felices de estar ahí y de aprender,
los maestros, felices de estar ahí para enseñar.
Dos semana después de mi regreso a Canadá de este viaje que cambió mi vida,
recibí un correo se "Liberen a Los Niños" diciendo que el dinero que Zack había recaudado
serviría para construir una hermosa escuela
como la que habíamos visto en Kenia.
Y que el dinero que habíamos donado
iba a ser utilizado para construir la primera biblioteca en esa región de Kenia,
lo que ayudaría a educar a miles de niños.
Ese sentimiento, el de haber contribuido,
el de haber cambiado el mundo para mejor,
es algo que no puede ser expresa con palabras.
Es algo a lo que me hice adicto de manera inmediata.
Es algo que quería compartir con todos mis amigos,
con toda mi familia; quería que todos pudieran sentir esto.
Fue algo así... vieron como cuando uno lee un libro,
y es uno de esos que te cambian la vida, o cuando miras un documental
y pareciera que algo hace 'clic' en tu cabeza, y es un momento "¡Ooooh...
si tan solo todos pudieran leer este libro o ver este documental,
el mundo sería un lugar mejor. Y todos serían mucho más feliz!"
Me había transformado en este tipo de persona, del que va por la vida
diciéndole a sus amigos que lean ese libro, y quizás uno lo hace.
Esa es la persona en la que me convertí al volver de África, alguien que va por la vida
diciendo "Tienen que donar, es increíble, se siente sensacional.
No necesitan una camioneta nueva, no necesitan una casa,
no necesitan nada, donen todo... ¡se siente genial!
Suban a este tren, y tendrán un viaje genial" (Risas)
Pensando en retrospectiva, ¡nadie se subía! (Risas)
Y fue entonces cuando me di cuenta que ese modelo para recaudar fondos,
en donde se tiene una causa del tipo:
"Uhh, SIDA en Uganda y malas escuelas en Kenia"
y vamos tratando de hacerles comer la causa a cuanta persona se nos cruza,
esperando que les salga efectivo,
Y esto no solo era cansador para mí, sino para todos mis amigos que ya no me soportaban. (Risas)
Así que en ese momento, decidí que debía dejar que mis amigos donaran a su manera,
y que quería que las personas donasen a su manera, quería que
pudieran sentir lo que sentí al saber que había construido una biblioteca.
Quería que sintieran el placer y la dicha, no la culpa y la obligación.
Así que comencé un experimento,
para descubrir que era verdaderamente lo que hacía que la gente donara, a su manera.
Y el primer experimento que llevé a cabo se llamó "Concurso de USD 1000 a USD 5000".
Y eso fue lo que puse en mi blog, y mi Facebook
que daría un viaje gratis a cualquier lugar de Norte o Centroamérica
a la mejor idea para transformar USD 1000 en USD 5000 para la beneficencia.
Obtuve docenas de ideas de cuatro países diferentes, la más memorable
y tentadora provino de una joven en los Estados Unidos
quien sugirió que reuniera 50 de mis amigos
y fuéramos a donar una muestra de esperma. (Risas)
Recaudaríamos USD 100 por muestra. Por lo que sostenía era una idea genial.
Además se trataba de algo que la mayoría de ellos
iban a hacer de todas formas, gratis. (Risas)
Lo que es más, también sería una donación para el beneficio de una buena causa al mismo tiempo. (Risas)
Pero ella no ganó. (Risas)
La que sí gano fue una joven e inspiradora corredora
llamada Megan Nickle, de Vancouver. Lo que Megan hizo,
fue tomar USD 1000 y creó un sitio llamado "maratonparadonar.com",
Y consiguió que varios de sus amigos
se comprometieran a correr la maratón de Vancouver con ella, mostrándolos en el sitio web.
y logró que otras personas los apoyaran
en un micro esquema del que voy a hablar en 5 minutos.
El siguiente experimento se llamaba "Donando USD 100".
Esta vez le di USD 100 a 25 de mis amigos, y les dije
"Todo lo que debes hacer es agregar USD 20 de tu propio bolsillo,
o tanto como quieras, pero un mínimo de USD 20 de tu bolsillo,
y donarlo a la beneficencia. Luego me envias un video en el que digas
a quien se lo donaste, y por qué, y cómo te hizo sentir".
Algunos donaron USD 20, otros USD 40, incluso un amigo de Kelowna, Joel, donó USD 400;
y Zack, con quien fui a África,
puso un post en Facebook diciendo:
"Mi amigo recién me dio USD 100 para una buena causa.
Voy a poner USD 20 más; me gustaría que mis amigos participen también".
Así, de un día para el otro Zack recaudó USD 800 con un simple post en Facebook,
lo cual me enseñó muchísimo acerca de las cosas en las que la gente quiere involucrarse.
El próximo experimento que hice,
es mi favorito, lejos, y es divertidísimo.
Se llama "Experimento de Jóvenes Emprendedores".
En este caso me uní a una joven maestra de escuela primaria
de Victoria, llamada Cristina.
Con Cristina recorrimos la escuela dando USD 100 por persona en 18 clases
con el desafío de que conviertan esos USD 100 en USD 500
para beneficencia. Y les explicamos cómo funciona,
18 por 500 es USD 9000... que es justo
lo que se necesita para construir una gran escuela en Kenia
para niños como ellos, en el otro lado del mundo.
Tengo el tiempo justo para contarles rápidamente una historia,
es acerca de una de las clases a las que fui. Estaba recorriendo el lugar
entregando los billetes de USD 100, que era genial. Y los niños...
entré a una clase, segundo grado, así que imaginen
niños de 7 años sentaditos en el piso,
y yo, sentado en una sillita, ridiculísima. (Risas)
Y así sentado, les dije:
"Chicos, qué ideas tienen? Cómo van a convertir estos USD 100
en USD 500 para beneficencia? Va a ser genial". Y la maestra dijo,
"Preparamos algo para cuando vinieras". Tenían un rotafolio,
La maestra gira la página y veo sus ideas
que eran simples: venta de tortas, puestos de limonada, concursos de caramelos, noche de pizza...
y justo en la parte inferior, decía: "Obras e historias de Dylan"
Pregunté: "¿Quién es Dylan?" Y un niño en el fondo
se los tengo que mostrar, este niño en el fondo
sentado, totalmente indiferente y separado del resto del grupo, dice:
"¡Uhhh!" (Risas)
Y le digo, "Ey, Dylan, amigo, de qué se tratan tus obras e historias".
Me dice: "¡Uhhhh!"
Se levanta, y los demás niños lo miran con admiración como diciendo: "Sí, Dylan va a hablar"
(Risas) Comienza a caminar de un lado a otro, diciendo:
"He escrito un par de libros". ¡El tipo tiene 7 años!
"He escrito un par de libros y obras, todas muy exitosas. (Risas)
así como una obra para que los niños actúen en ella"
Y los demás tenían cara de "¿Sí!" (Risas)
"Y para este espectáculo, vamos a cobrar USD 50 por persona
seguramente vamos a recaudar todo en una sola noche"
(Risas)
Así es. Esa y docenas de esas historias,
me enseñaron acerca de la motivación en el acto de que las personas donen,
ya que aprendí más de este grupo de creativos niños con mentes abiertas
se loq ue jamás hubiera podido aprender con un grupo condicionado de adultos.
Luego de realizar estos tres experimentos, descubrí una fórmula de cinco motivadores
que impulsan este accionar, los cuales creo, si son combinados de manera correcta
no solo motivarán a que la gente done, pero además los hará felices,
los entusiasmará y les agradecerán que los impulsaran a donar.
Estos cinco motivadores son: primero, mentalidad de grupo.
Nos gusta pertenecer a un grupo, ya sea en la escuela o en el trabajo
en la familia o con amigos. Las personas llegarán a donar más
si se saben parte de un grupo, por esta mentalidad en torno a la presión de los pares.
Número dos: resultados tangibles.
Ya sea que se trate de comprar una cabra o cavar un pozo, o construir una escuela,
las personas queremos ver una representación visual de nuestra donación:
esta cantidad de dinero se usó para esto,
y cambié el mundo con eso. Realmente se siente genial,
por lo que es una gran motivación detrás de la acción de dar.
Y número tres, micro donaciones.
Y a esto se refería la propuesta de la maratón.
Ya que Megan, cuando solicitó el apoyo de las personas,
no pidio que los apoyasen con USD 300 o USD 400 de una sola vez.
Les pidio que hicieran lo que denominó
"Hacer maratón" y a lo que se refería era,
a que las personas debían donar USD 4,20 por día --lo que cuesta un café de los caros--
durante 42 días, ya que en una maratón hay 42 km, ¡42 días!
Comentó que ése fue el secreto detrás de su éxito.
Que las personas aceptaban USD 4,20 centavos por día
de muchísimo mejor manera que USD 300 o USD 400 de una sola vez.
Y número cuatro: conexión personal. Lo que se hizo evidente
en el post de Facebook de Zack. Y si leen los comentarios
debajo de su post, todos los que donaron, comentaron diciendo:
"Estoy donando USD 5, USD 20" lo que fuera; pero más allá de la causa,
lo que decía era: "Gracias, Zack, por hacernos parte de esto"
"Eres el mejor, Zack", "Vamos a participar en lo que vos participes",
Zack, Zack, Zack.
De la causa, nada. (Risas)
Lo cual, hablando seriamente,
creo, no está mal, pero ha evolucionado
en el modelo tradicional de recaudación de fondos,
y en cómo nos encausamos como seres humanos. Uds. me entienden.
Existe una aplicación llamada Facebook
y existen diferentes causas, y cosas que hacen que estas causas sean válidas,
y otra causa, y después otra,
que muestran fotomontajes de niños, Uds. seguramente lo han visto,
para hacernos sentir mal; esto no me grada para nada.
Así me di cuenta que como sociedad nos adormecemos ante esto
ya que nos han inundado con estas imágenes durante décadas.
Por lo que descubrí que la relación entre el potencial donante
y la recaudación de fondos misma es mucho más importante que la causa en sí.
El punto cinco es Reconocimiento. Esto se hizo evidente
en el experimento de jóvenes empresarios ya que los niños son muy honestos
en cuanto a sus motivaciones. Les encanta el reconocimiento.
En mi opinión, a los adultos nos gusta el reconocimiento de igual manera, pero nos han condicionado
para que no lo aceptemos. Me encanta el reconocimiento en la acción de dar
por dos grandes razones: uno, se relaciona con una emoción muy buena
con el acto de dar, haciendo que las personas sean más capaces de dar más
y de manera continua a lo largo del tiempo.
y dos, darle reconocimiento a los que donan hace que otros quieren donar,
y darles reconocimiento por ello, hace que otros quieran donar, etc.
Recapitulando, los cinco motivadores son: uno, mentalidad de grupo; dos, resultados tangibles;
tres, micro donaciones; cuatro, conexión personal; y cinco, reconocimiento.
Teniendo este grupo de cinco, ésta fórmula de 5 motivadores, tenía que ponerla a prueba.
Por lo que creamos, el mensaje de texto casual más pensado de la historia
y se los envié a 15 de mis amigos, diciendo: "Tú y yo junto con varios de nuestros amigos
vamos a construir una escuela en Kenia
para cientos de niños que lo merecen. Todos vamos a donar USD 3,33 por día durante 3 meses
(sé que mucho más que eso se gasta por mes en champú)
Se está construyendo un sitio web con tu foto--
tu mamá va a estar tan orgullosa". (Risas)
Y si analizan esto más detenidamente, contiene los cinco motivadores.
"Tú y yo", conexión personal; "varios de nuestros amigos", mentalidad de grupo;
"vamos a construir juntos una escuela en Kenia", resultado tangible;
"para cientos de niños que lo merecen. Todos vamos a donar USD 3,33 por día", micro donaciones;
"durante 3 meses. Sé que más que esto se gasta por mes en champú";
eso, bueno, eso es un hecho que se aplica sólo a mis amigos. (Risas)
"Se está construyendo un sitio web con tu foto,
¡tu mamá va a estar tan orgullosa!"
Luego de enviárselo a 15 de mis amigos, estas fueron
las respuestas que obtuve: "Sí", "Cuenta conmigo", "¿Cómo pagamos?"
y el que, a mi parecer, es el mejor, de mi amigo Pete:
"Voy a verme como una basura si no lo hago, así que cuenta conmigo". (Risas)
¡Funcionó!
Luego -de tener 15 personas, que donaron USD 3,33 por día durante 3 meses;
me di cuenta que recaudé USD 5000 con un simple mensaje de texto.
Con tan sólo un poco más podríamos construir una de esas hermosas escuelas
en Kenia para cientos de niños que las merecen, fruto de un mensaje de texto de 67 palabras.
Ver qué fácil que se dio todo esto me voló la cabeza.
Supe que era un gran paso
hacia la meta de hacer que mis amigos se involucren a su manera,
y de que deseen estar involucrados. Por lo que me uní a un amigo,
quien es un diseñador gráfico brillante, llamado Steven Zoozola,
e hicimos un video, animado. No tengo el tiempo suficiente para mostrárselos completo,
pero el video mostraba cómo de los USD 3,33 por día se construye una escuela
y que muchos estábamos involucrados en este grupo,
y que les extendíamos certificados por hacerlo,
para llenar el factor "reconocimiento".
No sólo les decíamos que serían mencionados en el sitio web,
sino que además les daríamos firmas electrónicas,
e identificadores web; para compartir novedades y mostrarle al resto lo que estaban haciendo,
brindando así mayor reconocimiento. Codificamos las firmas electrónicas y los identificadores web,
de manera que, por ejemplo, si John Mardlin, quien está organizando este evento TEDx,
estaba en mi campaña y se lo envié, y recibió la firma electrónica,
si alguien seleccionaba su firma electrónica,
su foto se movería a la parte superior del sitio web.
Lo cual le daba todo el reconocimiento. Alimentábamos el reconocimiento,
aumentándolo. Lo único que faltaba en esta ecuación
era la conexión personal real.
Así que antes de enviarles el video que había filmado a mis amigos,
33 videos de 10 segundos, le envié a cada uno de manera individual
que iba a enviarlo, diciendo, por ejemplo: "John, eres increíble,
cómo hiciste para reunir toda esta gente tan atractiva aquí en TEDx,
esta noche, vamos a cambiar el mundo,
así será". Esta era la introducción al video de 4 minutos
y luego incluimos la combinación de esos videos
en la parte superior de la página de donación.
Para que todos pudieran ver este video. Todo cifrado, por lo que era un sitio seguro,
no tenían que seleccionar nada, se sentirían inspirados por el video
si avanzaban un poco e ingresaban su información, al cabo de unos minutos
de ver este video podían seleccionar la opción "Construyamos una escuela", y listo.
Se lo envié a 33 amigos y conocidos.
El proceso de realizarlo, narrarlo y filmarlo me llevó tres horas
Recaudé un total de USD 10 000 para construir una escuela en Kenia.
(Aplausos)
En este punto me di cuenta de que muchos dirían:
"Bueno, quizás esto se dio así porque Taylor tenía varios amigos que le debían un par de favores"
o algo similar, por lo que precisaba un conejillo de indias.
Lo que es más, necesitaba alguien que sea muy malo es aspectos técnicos para que
al analizar el caso muchos dijeran: "Si este tipo lo pudo hacer, entonces yo también puedo".
Quería alguien tan malo con la tecnología
que ni siquiera supiera como enviar un mensaje.
Así que... llamé a mi mamá. (Risas)
"Perdón, Mamá --ella está presente-- (Risas)
No tenía otra foto en Facebook, perdón. (Risas)
Y mi mamá, en lo que te llevaría mirar el final de temporada de "Survivor",
logró recaudar suficiente dinero como para construir una escuela
en Nepal para cientos y cientos de niñas.
Y luego fue el turno de mi papá, porque lo mandó mi mamá.
Ahora mi novia lo está haciendo. Recaudando suficiente dinero
como para construir una escuela en India.
Pero lo que es genial de todo esto, es que no necesariamente se tiene que tratar de gente cercana a mi entorno.
Cualquiera puede hacerlo. Construimos un sitio en el que
cualquiera puede construir una escuela en 3 horas en cinco simples pasos:
Paso 1: ingresas el nombre de los amigos que quieras que participen.
Paso 2: Seleccionas el país del mundo en el que quieras construir
la escuela; está previamente seleccionado con docenas y docenas de países.
Paso 3: Narras la animación
te damos un guión y es muy fácil.
Paso 4: Filmas los videos personales para establecer
una gran conexión con cada amigo al que se lo mandes.
y cinco: te sientas a esperar el entusiasmo de tus amigos
y así recaudarás USD 10 000 para construir una escuela, en cualquier lugar del mundo que desees.
Todo esto puede ser resumido en una cita maravillosa de Margaret Mead,
que lee: "Un grupo de ciudadanos considerados y comprometidos
pueden cambiar el mundo, nunca dudes de ello.
De hecho, es la única fórmula para hacerlo". Gracias.
(Aplausos)
Presentador: Antes de finalizar, al final de esa presentación,
¿cuál es el nombre del sitio al que te referiste?
Nunca diste una dirección.
Taylor: Es diez en tres punto com que viene de USD 10 000 en 3 horas.
"teninthree.com"
P: Muchísimas gracias. Taylor. T: Gracias a Uds.