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No puedo dormir.
Lo intentaré de nuevo.
No, no puedo dormir.
No es extraño: he dormido toda la noche,
me he levantado,
he tomado el té con mi marido
y he vuelto a la cama.
¡Aquí no hay otra cosa que hacer!
¡Oh, Dios mío, qué aburrimiento!
Mi vida era mucho mejor cuando era soltera.
Vivía pobremente, pero en libertad.
Y ahora...
Me añoro, todo me pesa.
Soy la mujer de un comerciante,
la esposa del rico comerciante
Zinovi Borisovich lsmailov.
La hormiga arrastra la hebra de paja,
la vaca produce leche,
los jornaleros ensacan la flor de la harina.
Sólo yo permanezco estática,
sólo yo estoy triste y languidezco.
Únicamente a mí, la mujer del comerciante,
no me sonríe el mundo.
¿Habrá setas para cenar, hoy?
- Sí, las habrá. - ¿Las habrá?
Me gustan mucho las setas con sopa de alforfones.
Por mí ya puede brillar el sol o desatarse la tormenta.
Ya nada me importa.
¿Qué haces cantando?
- ¿No tienes nada que hacer? - ¿ Y qué?
¿Por qué ha entrado en casa una mujer así?
Ya se lo decía, a mi hijo: No te cases con Katerina.
Pero no quiso escucharme.
Vaya mujer está hecha: ¡después de cinco años de casada
no ha tenido todavía ningún hijo!
¡No es culpa mía!
- ¿Cómo? - ¡No es culpa mía!
¿ Y de quién, entonces?
Zinovi es incapaz de engendrar una criatura en mi vientre.
iVaya!
iEso depende de la mujer!
Si uno encuentra a una mujer que le ama, que le sabe acariciar,
iya lo creo, que llegan las criaturas!
Pero tú eres fría como un pez.
No sabes hacerte amar.
Nuestra fortuna no tiene heredero
y nuestro honroso nombre de comerciantes tampoco.
De buena gana te buscarías un joven
para escaparte con él.
Pero el muro es alto,
los perros no están atados.
Y yo estoy siempre de guardia.
Prepara el veneno para las ratas.
Se han comido toda la harina.
¡La rata eres tú!
¡Tendrías que tragarte tú el veneno!
iHabla!
El muro del molino ha cedido,
y los daños son considerables.
¿Qué haremos ahora?
iJusto ahora que hay tanto trabajo!
Tendré que ir yo mismo.
¡Sí, ve! No se puede hacer nada sin que lo vea el amo.
No se puede confiar en los demás.
¿De qué os reís?
iEl amo tiene que irse
y a vosotros os da igual, no tenéis sentimientos!
¡Sí los tenemos!
¿Por qué tienes que irte, amo, por qué?
¿Por quién nos abandona?
Sin ti todo será aburrido y triste.
¡La casa sin ti no será casa!
¡El trabajo sin ti no será trabajo!
¡La alegría sin ti no será alegria!
iRegresa lo antes posible!
Este es el nuevo trabajador
- que contraté hoy. - Bien.
- ¿Dónde trabajabas antes? - En casa de los Kalganov.
¿ Y por qué te despidieron?
¡Los caballos están listos!
No se puede hacer nada más.
Di adiós a tu mujer.
Adiós, Katerina.
Dile que me obedezca en todo.
iQue te lo jure!
iHazle jurar que te sea fiel!
iSi no voy a estar mucho tiempo fuera!
Toda precaución es poca.
Nunca se sabe con estas mujeres...
''Silvuple, rendevu, sous provansal...''
- ¿Me has entendido? - Sí.
Que no se deje seducir.
Sí.
Katerina, jura que serás fiel a tu marido.
iLo juro!
Bueno, ahora ya está.
Zinovi, despídete de tu mujer.
iAdios, Katerina!
¡Así no! ¡De rodillas!
iDe rodillas! iVamos!
¡Se va lejos, derrama al menos una lágrima!
iEn marcha!
¿Qué haces aquí parado?
¿Qué estás esperando?
Éste nuevo trabajador,
ies un seductor!
Arrastra al pecado a la primera que encuentra.
Tiene todas las gracias para hacerlo:
buena planta, belleza.
Trabajaba en casa de los Kalganov,
y se lió con la señora.
iPor eso lo echaron!
¿ Ya no lloras más?
Tu marido se ha ido.
iVaya una esposa: su marido se va
y no derrama ni una lágrima!
¡Qué vocecita! ¡Como un bello ruiseñor!
- iVen que te toco, ven! - iDesvergonzado!
- iDeja que te abrace! - iNo me toques!
- ¡Más fuerte! - ¡Me haces daño!
¡Esto es una teta! ¡Pues sí!
Déjame tomarte un momento por el brazo.
- ¡Qué tierno, qué gordo! - iPara!
¡Me haces daño!
¡Qué entrada en carnes!
iLisa, gordita, y calentita!
¡Por Dios, qué buena!
iTengo el cuerpo lleno de cardenales!
Pero esa cara... ide sapo!
iPues ponte calzones, Aksinia!
iVamos!
iAuxilio! iMe pellizca!
¡Tranquila, Aksinia! ¡Agárrala, Serguei!
- ¡Quitármelo de encima! - iVamos, tranquila!
¡Apriétala! ¡Apriétala!
iQuieta, muchacha!
iNos hace morir de risa!
¡La señora!
¿Qué te ocurre?
Me rompieron la falda.
Dejarla marchar.
¿Os divierte burlaros de una mujer?
¿De quién nos burlamos, si no?
¿Las mujeres sólo servimos para reír?
¿ Y para qué más, si no?
iCanalla!
iAnda, vamos!
Vosotros, los hombres, sois unos egoístas engreídos.
Pensáis que sois fuertes,
que sólo vosotros sois valientes,
que sólo vosotros tenéis cabeza!
¿ Y cuando son las mujeres las que mantienen a la familia?
¿ Y cuando luchan en la guerra
para vencer al enemigo?
¿Cuántas veces las mujeres dan su vida para salvar
al marido o al amado?
Para ti todo esto no significa nada.
¡Una buena paliza tendría que darte!
¡Así sabrías para qué sirve una mujer!
Pues venga, deme la mano.
Me haces daño, para.
El anillo...
El anillo de casada le hace daño.
iPara, para!
Un poco más, si me permite.
¡Me haces daño, suéltame!
¡Habéis visto cómo la ha empujado!
Quiero hacerle una proposición.
¿Cuál?
Luchar con usted.
Bien, probemos.
iApartaos!
¿Por qué te detienes?
Me olvidé...
Estaba entre mis brazos
y he pensado... ¿Por qué todo esto?
¡Yo tengo mucha más fuerza!
¡Suéltame! ¡Para!
iAh, Serguei, basta!
¿Qué significa esto?
Pasaba por aquí, tropecé con un saco.
Me caí.
Él quiso levantarme y tambien se cayó.
iExactamente!
¿Qué hacéis ahí parados?
¿Para qué se os paga?
iPandilla de perezosos, borrachos!
¡Fuera de aquí!
iA preparar las setas!
¡Tú espera,
que cuando venga tu marido
ya le contaré yo!
iEs hora de ir a dormir! Ya se acaba el día.
iEs hora de ir a dormir!
iY nadie con quien poder hablar!
¡Qué aburrimiento!
Tan sólo paredes
y puertas cerradas.
iKaterina!
¿Qué?
Es hora de ir a dormir.
Todavía es pronto.
¡Tonterías! ¿Tienes algo que hacer?
No tienes a tu marido aquí,
quemas la vela inútilmente.
De acuerdo.
Me voy a acostar.
El potro encontró a la yegua,
el gato busca a la gata,
el palomo persigue a la paloma,
pero nadie se acerca a mí.
El viento acaricia al abedul,
y el sol lo calienta con sus rayos.
Para todos hay una sonrisa,
excepto para mí.
Nadie me estrecha entre sus brazos,
nadie pone sus labios sobre los míos.
Nadie acaricia mi blanco pecho,
nadie me agotará con amor apasionado.
Y así, tristes, van pasando mis días.
Mi vida transcurre sin sonrisas.
¡Pero nadie, nadie viene a por mí!
¿Quién es?
No tenga miedo, soy yo.
- ¿Quién? - Serguei. - ¿Serguei? ¿Qué haces?
¿Qué quieres?
Quiero decirle algo.
¿Qué?
Acérquese y se lo diré.
Bueno, venga, ¿qué pasa?
He venido para pedirle un libro.
¿Qué libro?
- Alguno, para leer. - No tengo ninguno.
Ni siquiera sé leer.
El aburrimiento me mata.
- ¿ Y por qué no te casas? - ¿Con quién?
Una rica no me querrá,
y las chicas ordinarias no me interesan:
¡no tienen educación, y yo soy un hombre sensible!
Por eso me aburro.
¡Yo también me aburro!
No me sorprende.
Si tuviera al menos un niño.
Sí, claro, pero los niños, si me permite que se lo diga,
no vienen porque sí.
Si usted tuviera a alguien
como tienen todas las demás.
Pero en su situación,
difícil le sería encontrarlo
a menos que ese alguien estuviera en esta casa.
¿Cree que no lo entiendo?
Hace ya tiempo que vivo entre señores
y he visto cómo les va a las mujeres.
Sí...
Pero ahora vete.
Me voy.
Adiós.
Antes ha luchado muy bien.
Usted tiene fuerza...
Bueno, no tiene importancia.
Ha sido el instante más feliz de mi vida.
- ¿No quiere repetir? - ¡No, qué dices!
Sólo cogerla...
¡Suéltame! ¿Qué te has creído?
¡Mi suegro podría vernos!
Yo soy más fuerte.
iSerguei, no!
¿Qué haces? ¡Tengo miedo!
- ¡Vida mía! - ¿Qué haces?
- Suéltame, querido...
iAh, mi amor!
iVete, por el amor de Dios!
Soy una mujer casada.
¡Todavía no me había sucedido que una mujer casada
se entregara a mí tan rápido!
Respecto a Zinovi Borisovich...
¡Mejor no hablemos de él!
Ya no tengo marido,
sólo te tengo a ti.
- iKaterina! - iMi suegro!
¿Estás acostada?
Ya estoy en la cama.
Muy bien, pues.
- iVete! - No me voy a ningún lado.
Mi suegro va a cerrar la puerta.
Para un joven como yo una ventana es una puerta.
¡Ven, Katia mía!
¡Amor mío!
¡Qué desastre!
¿Qué hacéis aquí paradas? ¡Venga, mujeres!
¡Aquí ha pasado algo gordo!
¡Cuánto trabajo tenemos!
iA trabajar!
¡Ese tirano se acerca! ¡Esfumémonos!
Esto es la vejez:
No poder dormir.
Tener la impresión de estar viendo ladrones que quieren entrar a robar.
Y venga a dar vueltas y a vigilar que no haya ladrones.
Tampoco dormía cuando era joven,
pero por otras razones.
Me paseaba bajo las ventanas de las mujeres de los otros.
Cantaba canciones y las seducía.
A veces, hasta me trepaba por las ventanas.
Era una buena vida.
Zinovi no se parece en nada a mí. No es capaz de satisfacer ni a su propia mujer.
Si yo tuviera su edad...
¡La agarraría y...!
iLuz en su ventana!
Eso significa que no duerme.
Es una mujer joven... Le hierve la sangre,
y no tiene con quién consolarse.
¡Si yo fuera más joven!
¡Lo que haría!
iYa la iba a calentar yo!
¡Cómo la calentaría!
¡Y qué contenta la dejaría!
¡Una mujer como ésta,
y no tiene marido!
iUna mujer sin marido se aburre!
¡La iré a ver!
¡Adiós, Katia!
¿Qué demonios es eso?
- Quédate un rato más. - Voy a echar un vistazo.
- Se está haciendo de día. - Las noches eran interminables.
¡Traición, traición, Katerina engaña a su marido!
Se ha buscado un amante.
iEstas noches que hemos pasado juntos han pasado tan rápido!
¡Qué vergüenza! ¡Dios mío!
¡Han pasado tan rápido!
Adiós, Katia.
- ¡Qué canalla! - Adiós.
- ¡Serguei mío! - iKatia!
iSerguei! Este nuevo trabajador.
¡Canalla! ¡Ya verás!
¿Dónde estabas?
Donde ahora ya no estoy.
iHas pasado la noche con la esposa de mi hijo!
- iVenid! - iNo grites!
¡Gritaré, si quiero! ¡Soy el dueño aquí!
¡Venid! ¡Atrapé a un ladrón!
¿Qué harás conmigo?
¡Te daré quinientos latigazos!
¡Piedad, señor!
¡Trae el látigo!
¡Rápido! ¡Quitadle la camisa!
Eh, amigo, te lo buscaste. En fin, te lo mereces.
¿Lo azotará usted, o lo hará otro?
iYo mismo! iKaterina!
¿Qué pasa? ¡Estaba durmiendo!
¿Dormías?
Hace poco estabas en la ventana
contando estrellas mientras esperabas el alba.
iMira, Katerina!
He atrapado a un ladrón, y voy a azotarlo.
iBueno! iEmpecemos!
Mira, Katerina, mira el espectáculo.
¡Mira cómo corre la sangre! ¡Un poco más!
iDejadlo!
iOidme! iDejadlo!
iTienes mucha sangre
y esto te pierde!
iNo puedo ir!
Te sacaremos un poco más de sangre.
iEh, vosotros!
iQue alguien me ayude!
¿No gritas?
¿Delante de una mujer quieres hacerte el valiente?
iQue alguien me ayude!
iYo voy a hacerte gritar!
iNo vais a retenerme!
- ¡Salvaje! ¡No lo permitiré! - ¡Agárrate a ella!
¡Déjame marchar... Eres un monstruo!
iTe haces el valiente ante una mujer!
Si gritas, me detendré.
iVamos, vamos!
Estoy cansado.
¿Queréis que continúe?
No, es suficiente.
No hace falta insistir más,
podría ser fatal.
Llevadlo al almacén.
Mañana seguiremos.
¿ Y qué, ahora?
Esto me ha abierto el apetito.
¿No quedaron sobras de la cena?
iTe estoy hablando!
Quedan setas.
Muy bien.
Tráeme las setas.
Serguei está encerrado en el almacén, aquí tenéis la llave.
Vete al molino
a buscar a Zinovi.
Dile que vuelva a casa enseguida.
Dile
que han pasado cosas graves.
Le puse veneno dentro.
El viejo se tomará la comida envenenada de las ratas.
¡Qué buenas están estas setas!
iLas haces como nadie, Katerina!
iY ahora ve a vestirte!
iNo tienes que andar por ahí así, medio desnuda!
Ve...
iEspera! iMe quemo por dentro!
¡Agua! ¡Tráeme agua!
iNo pienso hacerlo!
¿Qué has dicho? ¿Te burlas?
iPues claro!
iPerra!
¿Qué me pasa?
Comer setas tan tarde...
Mucha gente que las come se muere.
iLlama al Pope, Katerina!
Puede ser que me muera.
iMe quema como fuego!
He vivido mucho y también he pecado mucho.
iQue venga el Pope!
¡Dios, qué dolor!
¿Dónde están las llaves?
Me ahogo.
El alba ya apunta,
el alba ya llega.
iNo perdamos tiempo, deprisa, al trabajo!
Los graneros ya nos esperan.
iLa harina nos es bienhechora,
pero el amo es un malvado!
Corred a buscar al Pope...
No me encuentro bien.
Un momento.
¿Quiere que lo llevemos a casa?
No, estoy mejor aquí.
Pronto va a salir el sol. Llevadme allí.
- iLas llaves! - ¿Qué?
iLas llaves! iPerra!
- ¿Está delirando? - Eso parece.
Pues sí que está mal. Sí, está muy mal.
- Quizás se va a morir. - Va a morir.
Es lo que estoy diciendo, morirá.
- ¿Dónde está el moribundo? - ¡Aquí!
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
¡Padre, confesión!
Tengo muchos pecados.
Y además no fallezco
de muerte natural.
Reviento como las ratas:
Se les da comida envenenada,
es como un polvo blanco...
iElla! iElla!
Ha muerto.
Amén.
Ah, Boris Timofeyevich,
¿por qué nos has dejado?
¿A quién nos abandonas?
¿Qué haremos sin ti, Zinovi Borisovich y yo?
¿Qué puede haberle pasado? Era un hombre fuerte.
Comió setas antes de acostarse.
Muchos que las comen se mueren.
Es cierto.
''No me deis más sopas con setas'',
decia Nikolai Gogol,
el gran escritor ruso.
Cuando llega la muerte todo son extraños pensamientos.
Boris decía que reventaba como una rata.
Pero eso no tiene ningún sentido: Las ratas revientan.
Pero los hombres fallecen. Extraño...
Que eso no nos impida
rezar por él:
Señor, acoge en la paz
a tu siervo.
iSerguei!
¡Serguei mío!
- Duerme profundamente. - ¿Qué?
iDespierta!
¿Qué ocurre?
iDespierta!
¿ Y bien?
Bésame.
¡Así no!
¡Bésame hasta herirme los labios,
hasta que la sangre golpee mis sienes,
hasta que los iconos caigan de su lugar!
¡Ah! ¡Serguei mío!
Se acerca el fin de nuestro amor.
- ¿Por qué? - Vuelve Zinovi Borisovich,
tu marido legítimo.
¿Qué haré yo entonces?
¿Contemplar cómo te acuestas con tu marido legítimo?
- Esto no va a pasar. - Katerina Lvovna, Katenka.
Yo no soy como los otros, a quienes todo les da igual
mientras tengan para su placer un cuerpo de mujer.
Yo aprecio lo que es el amor.
Ah, ¿por qué me habré enamorado de ti?
Ardo de pasión por ti.
Eres la mujer de un rico comerciante,
y no te honra ser mi amante.
¡Katia, cómo me gustaría ser tu esposo ante Dios!
Ahora,
sólo podemos vernos de noche,
por miedo a mostrarnos a los ojos de la gente.
No te amargues, Serguei,
yo haré de ti un comerciante.
Y viviré contigo como corresponde.
¿ Y cómo vas a conseguirlo?
No es cosa tuya.
iLo que debes hacer es besarme intensamente, así!
Se durmió de nuevo.
Serguei, ¿cómo puedes dormir
cuando mis labios te esperan tan cerca de ti?
Serguei, no temo a nadie; haré que seas mi esposo.
No me detendré ante nadie.
Boris Timofeyevich quiso entrometerse.
Y ya no está:
muerto, enterrado y olvidado.
Sólo yo lo recuerdo algunas noches.
iSe me aparece a veces, terrible!
¡Ahí! ¡Está ahí!
iKaterina Lvovna!
iAsesina!
iVengo a ver
cómo calientas la cama de mi hijo con Serguei!
iNo te temo! ¡Mira cómo duermo con Serguei!
iMis ojos no ven!
Observa, mis ojos no son más que vacío y fuego.
iKaterina, Katerina!
iMaldita seas para siempre!
iAh, Serguei, despierta!
¿Qué ocurre?
Serguei, mira allí, ¿lo ves?
iEs Boris Timofeyevich!
No hay nadie. ¡Cálmate, Katia!
iTengo miedo, Serguei!
¡Bésame, bésame!
¡Amor mío!
¡Estréchame en tus brazos!
- iEscucha, Serguei! - ¿Sí?
- ¿No lo oyes? - ¿Qué?
Alguien está caminando sigilosamente.
- ¿ Ya vuelves a oír cosas? - No.
Los perros no han ladrado, es alguien de aquí.
¿No lo oyes? Viene alguien.
- Ahora lo oigo. - Escóndete.
iEs Zinovi, mi marido!
iHa llegado el dia del Juicio!
¡Escóndete!
¡Está escuchando a través de la puerta, el muy canalla!
- Katerina! - ¿Quién es?
iAbre!
- No oigo bien. ¿Quién es? - iYo!
- ¿Quién? - Yo, ¿no me oyes?
- No oigo bien. - Pues soy yo, Zinovi.
¿Cómo se puede vivir así?
No voy al teatro, ni tampoco al baile.
¿Siempre has estado en casa?
- Sí. - ¡Bueno! ¡Eso está bien!
¿Cómo murió mi padre?
Pues murió sin más, y lo enterramos como conviene.
¿Por que está preparada la cama para dos?
- Te esperaba. - Eres muy buena.
- ¿ Y eso qué es? - ¿Qué cosa?
¡Ahí! Por lo que yo sé, esto es un cinturón de hombre.
Estaba en el jardín; me sujeto la falda con él.
¡Ya he oído rumores sobre tus faldas!
¿Qué escuchaste?
Se dice mucho a propósito de tus amores.
- ¿ Y qué te dijeron? - ¡Lo sé todo!
No soporto esta insolencia. ¿De qué me hablas?
¡Katerina, lo sabré todo!
Y no permito que se me hable así, ni tú, ni nadie.
¡Te castigaré, y te van a doler los latigazos!
No eres quién para juzgarme.
- iNo te acerques, asqueroso! - iSoy tu marido!
Debo responder por el honor de la familia.
- Di la verdad. - ¿ Y por qué?
No quiero hablar.
¡De todos modos no lo entenderías!
- iToma, toma esto! - iSerguei!
- ¿Quién es Serguei? - ¿Dónde estás? ¡Defiéndeme!
¡Serguei, amor mío!
¡Al asesino! ¡A mí! ¡Ayuda!
¡No escaparás!
- Yo... lo sabía... todo... - ¡Sujétalo bien, Serguei!
iCanallas! iMe estrangulan!
- El Pope... - ¡Aquí lo tienes!
iSe ha terminado!
Llévalo a la bodega. Yo te iluminaré.
iLuz, Katia!
iDeprisa!
Ya está.
Ahora ya está.
Se ha terminado...
¡Bésame, bésame!
iKatia!
¡Ahora eres tú mi marido!
¡Ah, soy tan estúpido!
¿Dónde te has puesto, palomita mía?
iMala puta!
¿Qué haces aquí?
Pero Serguei,
aquí está Zinovi.
Ahí lo enterramos.
Cuando lo pienso tengo miedo.
No debes tener miedo de los muertos,
sino de los vivos.
- Ya lo sé. - Si lo sabes,
entonces no te quedes aquí parada,
que la gente se va a dar cuenta.
De acuerdo.
Hoy nos casamos,
es hora de ir a la iglesia.
Todo irá bien.
Sí, es hora de ir a la iglesia.
Démonos prisa.
Hoy es nuestro día,
y mañana
y siempre.
¡Yo tenía una comadre que bebía sin parar!
iY tenia un consuegro diestro en ***!
Y mi abuelo bebió hasta que murió.
Sin vino mis padres no podrían aguantar ni un día!
iYo quiero ser digno de ellos y beber *** por los tres!
¡Y yo bebo noche y día, en invierno y en verano!
iCuando no duermo, bebo!
Bebería un siglo entero, soy un tipo muy alegre.
¡Sólo se canta bien cuando la bebida abunda!
Pero cuando no hay nada para beber, no hay por qué cantar.
¿ Y por qué no hay nada para beber? Porque no hay dinero.
¡Éste es mi destino! Otros tienen más suerte.
¡Serguei también era pobre y ahora nada en ***!
¿Por qué habrá elegido a Serguei por marido y no a mí?
¿Qué tiene él que no tenga yo? Tengo brazos y piernas,
y todo en su lugar.
Pero no tengo buena estrella.
¡Entonces, a beber! Aquí esta la bodega.
La señora no le quita el ojo de encima.
Dentro tiene que haber buen vino...
No le quita el ojo de encima.
Bien, voy a echar un vistazo.
Tienen que ser vinos estupendos!
¡Oh, qué peste!
¡Cómo apesta! ¡Cómo apesta!
¿Qué es lo que apesta tanto? ¿Se habrán estropeado las provisiones?
Voy a mirar. iOh, que peste!
¡Un cadáver! ¡El cadáver de Zinovi Borisovich!
¡Policía!