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Hola a todos y bienvenidos a una nueva entrega de la serie “El interior de los tanques”;
estamos encantados de anunciaros que, en esta ocasión y por demanda popular,
echaremos un vistazo al interior del fabuloso Tiger 1.
Pero no un viejo modelo cualquiera de Tiger 1, claro, sino el Tiger 131,
el único Tiger 1 operativo que queda en todo el mundo, que se sepa.
El número de Tiger 1 fabricados fue relativamente pequeño; solo 1.354 entre 1942 y 1944.
Estamos con David Willey, conservador del Museo del Tanque de Bovington.
Gracias por estar hoy con nosotros, David.
Cuéntanos un poco sobre el fantástico Tiger 131.
Bueno, este Tiger en particular fue capturado en África del Norte, a principios de 1943.
Lo enviaron cuando llegaban a su fin esas batallas de toma y daca que habían estado teniendo lugar por todo el desierto norteafricano,
a las afueras de Túnez, cuando Hitler comprendió finalmente que los alemanes iban a perder.
Entonces decidió reforzar al ejército alemán con una última arma secreta, el Tiger.
De forma que un cierto número de ellos fue enviado a través del Mediterráneo.
Este en concreto sirvió en el batallón Schwere Panzer 504.
El batallón de tanques pesados 504.
Estaba en una colina, en un lugar llamado Medgelbab.
Los tanques británicos lo atacaron.
Había unos tanques Churchill abriendo fuego contra él.
Sabemos que destruyó al menos a un par de aquellos Churchill; a pesar de ello,
basta una simple observación de los daños que sufrió para hacer conjeturas sobre por qué la tripulación alemana abandonó el tanque.
No lo hicieron volar por los aires, como se suponía que debían hacer.
Tenían órdenes expresas de hacerlo.
El tanque era un arma secreta, por lo que debías destruirlo si lo abandonabas.
Creemos que, de entre los proyectiles disparados por los tanques Churchill, es clave una que acertó por debajo de la parte cilíndrica del cañón,
veremos los daños en un momento, y penetró en la torreta hasta el chasis.
En otras palabras, impacta en el punto de encuentro entre la torreta y el chasis y se queda ahí,
de forma que la tripulación no puede, de hecho, girar la torreta.
Si ellos mismos sufrieron daños, no lo sabemos;
nunca se ha podido saber quiénes eran los miembros de la tripulación ni seguirles la pista desde el momento en que abandonaron el tanque.
En el diario de guerra de los alemanes, de hecho, se utiliza la palabra "pánico" para describir el estado de las cosas en el momento en que abandonaron el tanque.
Es el primer Tiger que se ha encontrado intacto en un campo de batalla occidental.
¿Echamos un vistazo a los daños?
Puede verse en los daños en el mantelete y la parte cilíndrica del cañón,
cómo un proyectil entró atravesando la parte inferior
y el mantelete y se quedó incrustado ente la torreta y el chasis.
En ese momento, el cañón apuntaba hacia delante,
haciendo presión, de hecho, sobre la parte del techo que había sobre el conductor y el copiloto;
de lo que tenemos fotografías. Se puede ver claramente que una parte del daño repercutió en esa zona.
De nuevo, si la tripulación resultó herida es algo que no sabemos.
Aquí puedes ver otro impacto, de un proyectil de 6 libras
de uno de los Churchill creemos;
atravesó el lateral de la argolla de elevación, aquí, y dejó al desnudo el armazón de metal.
Y otro proyectil aquí.
También puedes ver por todo el vehículo pequeños daños,
que nos imaginamos que habrán sido causados
por la metralla de los explosivos; hay más en la parte trasera.
Obviamente, el fuego de los proyectiles también hizo mella en el vehículo,
así que podemos ver aquí también este tipo de daños.
Sabemos que la escotilla de los cargadores, no la de los comandantes
sino la de los cargadores, la escotilla cuadrada, también sufrió daños.
Tenemos fotografías de cómo quedó al recibir el primer impacto.
En consecuencia, se cambió por otra.
Una vez más, si la tripulación recibió daños en esa acción no lo sabemos.
Pero sea como fuere, la tripulación abandonó del tanque.
Como decíamos, en el diario de guerra de los alemanes se utiliza la palabra "pánico".
La tripulación del Tiger 131 entró en pánico y abandonó el tanque.
Al día siguiente, el 48 Real Regimiento de Tanques,
del que formaban parte aquellos tanques Churchill, atacó la colina.
Habían sufrido pérdidas. Al volver al campo de batalla encontraron allí este tanque, abandonado.
Se acercaron con cautela y lo observaron.
Extrajeron el proyectil incrustado.
Eran conscientes de que por primera vez se capturaba un tanque Tiger.
Fue fotografiado y filmado in situ antes de llevárselo de vuelta con ellos.
Lo trasladaron a Túnez, donde apareció el propio Churchill.
Y en Túnez lo vio.
El rey lo vio.
El tanque se mostró en público.
Luego lo llevaron al Reino Unido, a Chertsey, donde se llevaron a cabo todos los análisis experimentales pertinentes.
No se perdieron ni un solo detalle.
Lo desmontaron. Lo midieron. Lo registraron.
Elaboraron un minucioso informe al respecto.
Lo volvieron a montar. Probaron los cañones.
Llevaron a cabo todo tipo de pruebas y no fue hasta 1951, bastante después de haber terminado la guerra,
que lo trasladaron al Museo del Tanque.
Y aquí ha sido, claro, una de las piezas más aclamadas durante años y años.
A finales de los 90 iniciamos un programa con el objetivo de volver a ponerlo en funcionamiento.
Y hoy día lo sacamos en algunos casos, en momentos importantes, ocasiones especiales
en que avisamos a la gente de que lo vamos a poner en marcha y lo vamos a hacer circular por nuestra pista.