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LA MUJER DE MIS PESADILLAS
¿Alguna novedad, Eddie?
¿Algo emocionante?
Sí, en la tienda recibimos
los nuevos palos de Nike,
eso fue interesante.
Te lo preguntaré de otro modo.
¿Alguna *** contenta?
No, papá. Ninguna *** contenta.
En serio, ¿a quién le das?
En serio, papá, no le "doy" a nadie,
estoy saliendo un poco, nada más.
No te entiendo. Te resistes a casarte,
pero no gozas
de los beneficios de la soltería.
Es como si eligieras
vivir en el purgatorio.
Papá, no me resisto a casarme.
Pero quiero hacerlo
con la persona indicada, ¿sí?
Perdona por presionarte.
Quiero verte feliz.
Odio que estés solo
el día de San Valentín.
No estaré solo. Voy a una boda.
Ahora sí me gusta.
En las bodas se conocen mujeres.
¿ Quién se casa?
Jodi.
¿Jodi?
¿ Qué te?
¿ Qué?
- ¿En serio?
- Papá. Vamos.
- Eddie, no te hagas esto.
- Seguimos siendo amigos.
Pero ver a tu ex-prometida
marchar hacia el altar
el día de San Valentín quizá te duela.
No. Todo eso está superado.
De veras. Será hasta purificante.
Como un cierre.
Me parece un gran error,
pero quizá soy un viejo anticuado.
Vamos, olvida la boda.
Vámonos juntos a Las Vegas.
Quizá tengamos suerte
y nos inviten a una buena orgía.
Sí, la idea de una orgía
con mi padre de 77 años es
muy tentadora,
pero ya acepté la invitación.
Gracias igual.
Vamos.
Una cerveza, por favor.
- Para mí, un Cosmopolitan.
- Claro.
¿ Un Cosmopolitan?
¿No es un trago de mujeres?
Sí. Tammy me lo hizo probar.
Siempre bebo lo mismo que ella,
así que...
¿En serio?
Sí. Esposa feliz, vida feliz.
Bien dicho. "Esposa feliz, vida feliz".
Me gusta.
- Rima. Debe ser cierto.
- Sí. Gracias.
Mira a Jodi. Está preciosa, ¿no?
Sí, está muy bonita.
Tiene esa belleza duradera.
Mira a su mamá.
Qué tigresa.
Son buenos genes.
Vamos.
Tuviste cinco años
para formalizar con Jodi.
Y según recuerdo,
muchas razones para no hacerlo.
Sí. Lo sé.
Pero no recuerdo cuáles eran.
Dios, encontrabas miles.
"No le gusta mi liga de fútbol
de fantasía. No comparte su comida.
"No prueba nada nuevo."
Cielos, ¿qué? Yo no hablo así.
Sí. Hablas así. Exactamente así.
No hablo como ratón italiano.
Un poco.
No hablo así.
¿No? ¿No recuerdas esto?
"Ella odia El club de los chalados."
Sí, y ¿sabes por qué odia esa película?
Porque dijo
que el topo era muy artificial.
Eso sí que era grave.
Claro.
Dejas pasar la felicidad
porque el topo es artificial.
Vamos. Nunca te casaste.
Tienes 40 años.
Eddie, en algún momento
tendrás que correr el riesgo.
Como yo.
Soy el tipo más feliz que conozco.
- Hola, Eddie.
- Hola.
- ¿ Qué tal?
- Bien. Y ¿tú?
Bien. ¿Estás triste?
No.
Bien.
Mac, vamos, cariño.
Ya todos están en la mesa.
- Después de ti, diosa.
- ¿Para mí?
- No, es de él.
- Bueno, ahora es mío.
¿En qué mesa estás, Eddie?
En la 34.
- Qué pena. Nosotros estamos en la 11.
- En la 11.
- Hasta luego.
- De acuerdo.
- Resérvame un baile.
- Sí.
- No lo olvides.
- No.
- Mac, vamos.
- Adiós. Tengo que irme.
¡Salud!
¡Ése fue el final!
- Disculpe.
- Sí.
¿ Usted es el organizador?
Claro.
Ves a un homosexual
y supones que es
el coordinador de la boda. Genial.
- No. No fue mi intención.
- Buen estereotipo, amigo.
¿Alguien dijo "coordinador de la boda"?
Aquí, moi.
¿En qué puedo servirles?
¿En qué puedo servirles?
Creo que hay un error.
Estoy en la mesa 34, la de niños.
No es la mesa de niños.
Es la de solteros. Que lo disfrute.
¿ Su esposa no pudo venir?
No tengo esposa.
¿Es divorciado?
No.
¿Tiene novia?
En este momento, no.
Estoy saliendo con varias personas.
Señor.
- ¿ Qué?
- ¿Es gay?
- No.
- ¡Sí! Me debes 10 dólares.
Espera. ¿Es bisexual?
No. No soy bisexual.
¿ Viste? Empatamos. Los dos perdimos.
¿Es viudo o algo así?
Sí. Soy viudo. Es... Sí.
- Lo siento.
- Miente. Es gay.
No. No soy gay.
- Entonces juguemos a cinco en cinco.
- ¿ Qué es eso?
Le hago cinco preguntas
en cinco segundos.
Si es verdad,
no necesita tiempo para pensar.
Sí. No me interesa jugar. Disculpa.
- Ya. ¿ Cómo murió su mujer?
- Asesinada.
- ¿ Cómo?
- Punzón para hielo.
- ¿Atraparon al asesino?
- Sí.
- ¿ Cómo se llamaba?
- Ronald.
¿Brad Pitt o Russell Crowe?
Brad Pitt.
- Creí que...
- Lo descubrimos.
Creí que preguntaban
quién era más exitoso.
Cayó.
- Gay.
- Gay.
Ustedes son gay.
Quiero decirles que
Jodi es la única mujer
que amé en mi vida.
Y agradezco
tener un lugar en su vida de cuento.
Pues tuve que besar a varios sapos
antes de conocer a mi príncipe.
¡Cantrow! ¿ Oíste eso?
En serio, Michael fue
la respuesta a todas mis plegarias.
Y el único
que tuvo la aprobación de mi padre.
Porque es el primer novio
que no es un imbécil.
De acuerdo. Gracias a todos por venir.
Vamos a divertirnos mucho, ¿ sí?
¡Deténgalo, tiene mi billetera!
¡Que alguien lo detenga!
¡Alto!
¡Vete al diablo! ¡No te metas!
Calma, amigo, dame la billetera.
¡Quítate! ¡Te juro por Dios
que te rebanaré en dos!
- ¡Dame la!
- ¡Te haré pedazos!
No, es mía. ¡Es mía!
¡Es mía!
Mierda.
¡Mierda!
Dios, ¿te encuentras bien?
Me arde. Me echó gas pimienta.
Fue sólo mi perfume.
Mierda, ¡no puedo creerlo!
Ahí tenía todo.
Mi tarjeta de crédito, mi billetera.
En ese bolso tenía todo.
Mi carné de conducir, mis llaves,
mi vida.
Sí, el tipo era muy raro.
Traté de detenerlo, pero...
Lo siento. Casi lo atrapo.
No, no es culpa tuya.
Debí darle un puñetazo. Lo siento.
Gracias. Te agradezco
que intervinieras.
- Déjame ayudarte con esto.
- Gracias.
Lo lamento. No quiero...
No sé cuál es el protocolo.
Está bien. Listo. No hay problema.
Bueno. Bonita ropa interior. Ahí está.
¿ Vives por aquí?
Sí. A unas pocas cuadras.
- Junto a Bay City Sports.
- ¿Bay City Sports? Yo...
Una gran tienda de artículos deportivos,
en la calle Van Ness.
- Sí. Creo que la conozco.
- Soy el dueño, así que...
- Genial.
- Sí, es divertido.
- Me alegro. Éste es el mío.
- ¿ Sí? Bien.
No tengo dinero. Se llevó mi billetera.
Espera un momento. Toma.
No. No quise decir...
Ya hiciste suficiente.
No. Toma. Por favor.
Son cinco dólares. Aquí tienes.
Adelante. Tómalos.
Tengo cientos de dólares en el banco.
- Entonces no puedo aceptarlos.
- Bromeaba. Me va bien.
No soy rico, pero me va bien.
Adelante. Sube.
- Entiendo.
- Bien.
- Cuidado.
- Gracias.
No hay de qué.
¿ Cómo te llamas?
¡Lila!
Lila, ¡yo soy Eddie! ¡Eddie Cantrow!
¡Está bien!
Mierda.
Sí. Ésta es tu chica, Eddie.
Siempre dije que el calzón
de una mujer habla mucho sobre ella.
¿ Cuándo dijiste eso?
Lo repito como un mantra.
Pero no me prestas atención.
¿Le pediste el número?
No, no le pedí su número.
Acababan de robarle. No podía flirtear.
Un momento. Es atractiva, amigable,
es el día de San Valentín, está sola...
En el calzón tiene a David Bowie,
tu músico preferido.
Y ¿no la invitas a salir?
Era... Pasaban muchas cosas.
Me picaba el ojo
por el perfume que me habían echado.
Estaba desorientado. Me...
Y ¿no se te ocurrió correr
tras el trolebús
blandiendo su ropa interior
y gritando su nombre?
¡No! Miren,
esa chica es realmente hermosa.
Es imposible que esté libre.
Seguro sale con un multimillonario,
un empresario digital.
Que la hace lavar la ropa
en una lavandería
el día de San Valentín.
¡Vamos, Eddie! Estaba libre.
Te acobardaste.
Es mi esposa.
Está bien.
Hola, cariño.
Sí.
Claro. Voy ahora mismo.
Bueno, chicos.
Tengo que trabajar de marido.
Llegó a casa Andrés.
¿ Quién es Andrés?
El que viene cada mes.
Tammy necesita tampones.
¿Alguna vez te atreves
a desobedecerle en algo?
No. ¿Por qué? Quiero hacerla feliz.
Por eso me dejé crecer el flequillo.
Lamento lo de esa chica, Eddie.
Sonaba ideal.
- Gracias, me haces sentir mejor.
- De nada.
ÉI habló con la verdad.
Sólo tenías que invitarla a tomar
un café o comer un pastel, demonios.
Un pastel.
Así la habría conquistado, papá.
Es que cuando te topas
con bombones como éstos,
no puedes dejarlos escapar.
Llego tarde a mi tratamiento
de conducto. Pórtate bien.
Bien, Ralphie, vamos.
Mierda. Eddie, ¿qué hago mal?
Primero, no intentes pegarle
en el primer tiro. Ten paciencia.
- La bola estaba en el medio.
- Un poco alta y por dentro.
Hola, pito pequeño,
¿ vamos a jugar golf?
Estoy algo ocupado, papá.
Todos quieren hacer
un jonrón, ¿ verdad?
Pero ganar por tiros malos es
igual de bueno.
- ¿De veras?
- Sí.
Ése es el peor consejo que escuché.
- En el próximo, pégale.
- No, espera.
¿Le pego o espero?
Escúchame a mí,
soy más viejo. ¡Pégale!
- Espera.
- ¡Pégale!
No, papá, lo confundes.
Dios mío.
- Es ella, papá.
- ¿ Quién?
La chica de la que te hablé, Lila.
Tienes que irte.
- Vete.
- Tranquilo. No te delataré.
Pero me agrada
ponerle rostro al calzón.
¿De dónde lo sacaste?
¿ Quieres calmarte? No es para mí.
¡Iba a mostrarlo en el club!
¿No tengo derecho
a alardear sobre mi hijo?
- No, papá.
- Dámelo.
- Hola.
- Hola.
Estaba por aquí
y necesitaba una sudadera.
¿ Qué te parece?
Tienes un gusto excelente.
Es mi papá.
Hola, papá.
Es un placer, Lila.
¿ Cómo sabes mi nombre?
Bueno, ya se enteró.
Mi hijo encontró tu calzón en la acera,
y pasamos toda la semana
hablando de ti.
Eddie, devuélvele su calzón.
Aquí tienes. Te lo cuidé bien.
Esperaba que vinieras a reclamarlo.
Y funcionó.
- Está bien.
- Ya te lo devolví.
- Gracias.
- De nada.
Bueno. Ya cumplí mi función.
No me retengan.
Es adorable.
Sí. Es adorable.
- ¿ Cuál te gusta más?
- ¿Para qué la quieres?
¿Piensas usarla para hacer deportes
o para andar por la ciudad o?
Las dos cosas, probablemente.
Ambas son de un material
que se seca rápido, y así
alejan el sudor de la superficie,
aceleran la evaporación.
Pero si llevara una,
seguramente sería la Patagonia,
porque es 100% material reciclado.
¿ Qué tal los pasteles?
¿Te gustan? ¿Te gustan los pasteles?
La comida.
Como los de manzana.
Sí, me encantan.
No te creo.
Así que eres investigadora ambiental.
¿Por qué te asombra tanto?
No, es que no te pareces
al prototipo de la científica.
No soy científica, en realidad.
Sólo me dedico...
- Me dedico a la investigación.
- Claro. Sólo investigación.
Así es.
Hablas como si fuera
algo muy sencillo, pero...
Para los estúpidos
que vendemos guantes de béisbol...
No, no eres un estúpido.
Eddie...
¿Puedo hablarte con franqueza?
Sí, claro.
No necesitaba la sudadera
que compré hoy.
Fui a la tienda para verte.
¿De veras?
- Sí.
- Genial.
Si quieres devolver la sudadera,
está bien.
No, Eddie. No quiero devolverla.
Bueno, pero recuerda que puedes.
- No, me encanta.
- Más allá de todo este...
Eddie, es perfecta para mí.
¿No estás enojado?
Claro que no.
No quiero que hagas nada
que te incomode. Vamos.
Sé que es tonto.
No es que sea virgen, ni mucho menos.
Lila, no tienes que explicarme nada.
En serio.
Lo sé, pero quiero que entiendas
por qué lo hago.
Es que...
Ir a la cama demasiado rápido
a veces arruina la relación,
y no deseo arriesgar lo que tenemos.
Porque lo que tenemos es muy,
muy lindo.
Que yo sepa,
no estamos corriendo una carrera.
Genial.
- De acuerdo.
- De acuerdo.
- Buenas noches.
- Buenas noches.
Que duermas bien.
Lo haré.
Eddie, llamada en la línea 3. Es Lila.
Hola, cariño, ¿qué tal?
¿ Qué sucede?
¿ Cuánto tiempo quieren
que vivas en Róterdam?
No lo sé,
depende de la reestructuración.
- Dos años, como mínimo.
- ¿Dos años?
Quizá más.
¿Dos años?
¿Por qué en Alemania?
Holanda.
¿No puedes decirles:
"No lo haré. No puedo.
"Quiero investigar, pero no puedo..."?
Eddie, es mi carrera.
No puedo decir eso.
Lo entiendo, pero no puedes decir...
¿No hay nadie más que quiera ir?
No, somos yo o mi colega,
y él está casado.
Y ¿qué?
No transfieren a los casados.
Política de la empresa.
¿ Cuáles son las desventajas?
Apenas hace seis semanas
que la conozco.
Es medio verano, Eddie.
A tu madre le propuse matrimonio
después de tres citas.
Y ella me dio los 18 mejores años
de mi vida.
Estuviste comprometido con Jodi
cinco años. ¿Para qué?
De acuerdo, sí, pero hay otras cosas.
¿ Como cuáles?
No tiene mucho sentido del humor.
¿Estás loco?
El humor es un gen masculino, idiota.
¿No te diste cuenta
de que las chicas muy divertidas
son un poco masculinas?
Piénsalo. Lily Tomlin,
Evelyn DeGeneres, Rosie O'Donnell...
A mí me encanta Ellen DeGeneres.
Sí. Tengo que reconocerlo.
Me parece fabulosa. Y atractiva.
Tiene un trasero increíble.
Fíjense.
Bueno, olviden todo eso.
Es maravillosa.
Es una chica fantástica. Inigualable.
¿De acuerdo?
Pero el casamiento es
algo tan permanente. ¿Me entienden?
Es como...
Al final de cuentas,
escojo entre Lila
y todas las otras mujeres del mundo.
No te has acostado
casi con ninguna mujer del mundo.
No alegraste más de tres vaginas
desde que terminaste con Jodi.
Papá, ¿por qué te obsesionas
con el número de vaginas que alegro?
En verdad... No me gusta esa palabra.
Disculpa. Conchas. Diles como quieras.
- ¿ Quién te crees?
- ¿ Cómo?
¿ Quién diablos te crees, Eddie?
¿Por qué buscas razones
para no casarte con esa chica?
Deberías agradecer a Dios
que una mujer tan maravillosa
se fija en ti.
A menos que quieras ser papá
a los 75 años,
te sugiero que vivas la vida,
porque es eso, Eddie. ¡La vida!
La vida pasa rápido, Eddie.
Los declaro marido y mujer.
Puede besar a la novia.
Felicitaciones, amigo. Hiciste un jonrón.
¿Puedes creerlo? ¡Lo hice!
Por fin, me arriesgué.
Y ¿te digo algo? Me siento estupendo.
Te dije que así sería.
Gracias por hacerme entrar en razón.
¡Fíjate, nada más!
Estoy casado con una chica increíble.
Tengo tres semanas libres.
- Y nos iremos en auto a Cabo.
- Cabo.
Ya está.
- Estás en el club.
- Estoy en el club.
Cuando llegues al hotel,
pregunta por el tío Tito.
Y dale esto como agradecimiento.
Refréscame la memoria,
¿quién es el tío Tito?
Un amigo mío.
Siempre me ocupo de él.
Me hace buenos descuentos
cuando voy al hotel.
Sabe que vas.
Magnífico. Gracias.
¡Cariño! ¡Por fin llegó mi mamá!
¡Estupendo! ¿Dónde está?
¡Ahí está mi tigre!
Dame un abrazo.
Lamento mucho no haber estado
en la ceremonia.
Mírala, está hermosa.
Ése es el mismo vestido
que usé el día de mi boda.
¿Del mismo diseñador?
No, el mismo vestido.
Despliega tus alas, Rosie, el médico
Viene a liberarte de mamá
Sabes que enloquecer a un hombre
es un juego de niños
Tú toma a Pequeña Dinamita
Yo tomaré a Pequeña Pistola
Yjuntos cabalgaremos esta noche
Hacia la carretera
Tienes muy buena voz.
Gracias, compañero.
Me alegra que te guste,
porque la oirás muy seguido
los próximos 40 ó 50 años.
40 ó 50 años.
¿ Sabes qué podríamos hacer en Cabo?
Ir de pesca.
Siempre quise pescar un pez aguja
para la tienda.
- No, cariño, no puedo.
- ¿Por qué?
No puedo subirme a un bote.
Me mareo muchísimo.
- Lo lamento.
- No importa.
Hay muchas otras cosas divertidas
para hacer.
Sí.
Lo que sí quiero es
salir del hotel unos días.
Alquilar un burro, quizá.
¿ Un burro mexicano?
Para ir a las montañas.
Un poco de aventura.
- ¿De veras?
- Sí.
Yo pensé que sería lindo
descansar en la playa.
Cariño, recuerda que es
un país del tercer mundo.
Puede ser muy peligroso.
Sí. Pero, bueno, es Cabo.
Sí, exacto.
Sacude tu cuerpo, cariño
Baila la conga
Sé que ya no puedes controlarte más
Sacude tu cuerpo, cariño
Baila la conga
Sé que ya no puedes controlarte más
Fab Five Freddy dijo que todos vuelan
El DJ está tocando
Dije vaya, vaya
Flash es rápido, Flash es genial
François sez fas, Flashé no va
Y no te detienes
Claro, vas al estacionamiento
Y estoy listo para arriesgarme otra vez
Listo para poner mi amor a tus pies
Te diré lo que quiero
Lo que realmente quiero
Así que dime lo que quieres
Lo que realmente quieres
Quiero, quiero, quiero, quiero
Realmente quiero
Quiero zigazig ja
Muskrat Suzie, Muskrat Sam
Bailan en tierra muskrat
Y brillan
¿ Cariño? ¿Mi amor?
¿Te molesta si apagamos la radio
un rato y?
Disfrutamos del viento
y ¿nos relajamos un poco?
Tengo una idea mejor.
- ¿Por qué no paramos a revolcarnos?
- Está bien.
- ¿Te gusta eso, Eddie?
- Sí.
- Sí, te gusta eso, ¿no?
- Sí.
Dime cuánto te gusta.
- Me gusta.
- ¡Dime cuánto te gusta!
¡Me gusta mucho!
- ¿Te gusta eso?
- Vaya, sí. Sí, me gusta.
Y ¿qué tal eso?
¡Ay! No. No, eso no me gusta.
Ahora sé qué hacer
cuando Eddie se porta mal.
¿Podríamos cambiar de posición
un rato?
Porque me estoy acalambrando.
- Sí.
- Bueno.
¿ Quieres hacer el Tirabuzón Invertido?
¿Me recuerdas cómo era?
Igual que el Helicóptero Sueco,
pero tú me haces girar a mí.
¿ Sabes una cosa?
No me gusta mucho el helicóptero.
No importa.
Hazme el Martillo Neumático, Eddie.
Está bien, yo... ¿ Cómo es el?
¡El Martillo Neumático, Eddie!
- ¿ Cómo es el?
- ¡El Martillo Neumático!
Tengo una idea. Se me ocurrió algo.
¿Por qué no probamos
la posición del misionero
por un rato?
¿ Cómo es?
La posición del misionero.
Yo arriba de ti...
El hombre arriba de la mujer,
lo tradicional. ¿ Sí?
- Está bien.
- ¿ Sí?
¿Puedes hacerme el Martinete
desde esa posición?
Fue hermoso.
¿Podrías no hacer esos circulitos?
Tengo la piel algo sensible
en este momento.
Y ¿si hago cuadraditos?
Ninguna forma...
En este momento,
no quiero ninguna forma.
¿Mi osito Eddie vivirá gruñendo
los próximos 40 ó 50 años?
No estoy gruñendo. Cariño.
¿Adónde vas?
A orinar.
¡No fue lo que pareció!
¿ Qué cosa? No oí nada.
Mejor.
Porque hice un ruido tremendo
con la ***.
Está bien.
El Sr. Cantrow está muy callado
esta mañana.
No, siempre estoy callado
por la mañana.
Me lleva un rato espabilarme.
¿Me tomarías la mano
mientras comemos? Me gusta mucho.
¿ Que te tome la mano? Claro.
Cariño, mira.
Son adorables.
Así seremos nosotros en 10 años.
¿Diez? No lo sé. Me parece que...
Ojalá sea en más de 10 años.
Seguramente tienes razón.
Soy pésima en matemáticas.
Seguramente tienes razón.
Soy pésima en matemáticas.
- Eddie, ¿puedo preguntarte algo?
- Sí.
Anoche,
¿no te parecí muy peluda ahí abajo?
Sé que muchas se rasuran todo,
pero a mí no me gusta.
Me hace sentir como una niña.
Si quieres, me recorto el vello.
Para que veas mejor
el arete que tengo en la ***.
No, no hace falta. Es decir... Lo vi.
- Había muy buena visibilidad.
- Está bien.
¿Te pasa algo?
- Dios.
- ¿Estás bien?
El jugo de manzana me salió
por la nariz.
Es por una estúpida desviación
del tabique. Todo...
¿Tienes el tabique desviado?
En mi campamento,
había un chico con ese problema.
- ¿En serio?
- Sí. Roncaba como un cerdo.
- Yo no ronco.
- Bien.
Pero me salen muchos fluidos
por la nariz, más de los que quisiera.
Pues tendremos que alejarte
de los líquidos.
Cariño, míralos. Son adorables.
Adorables.
Gallina en la olla
tomando los billetes
"Abuela, ¿ su perro muerde?"
"No, hijo, no"
¡Es increíble!
Hasta mejor que en el folleto.
Cariño, ¡mira esto!
No está nada mal.
¿Eddie?
¿ Sí?
Necesito decirte algo.
Nunca había estado casada,
y deseaba tanto
que todo fuera perfecto que
me porté algo rara.
- No.
- Sí.
En serio, sí.
Me esforcé tanto
para actuar con naturalidad,
que me pasé de la raya.
Un poquito, tal vez.
Pero yo también estoy nervioso.
Aquí estamos, casados.
Es mi primera vez.
Ambos somos nuevos en esto.
Me alegra que lo hayas dicho.
Bien. ¿ Qué tal si volvemos a empezar?
Buena idea. Sí. Volvamos hacia atrás.
Presiona el botón de "reset".
- ¡Mira esto!
- ¡Por Dios!
¡El Mariachi! Me encanta.
¡Éste es el verdadero México, cariño!
Aquí tienen.
Por favor, acompáñennos esta semana.
Es nuestra luna de miel.
Dios mío.
La hora feliz acaba de tentarme.
Osito Eddie, encárgate de registrarnos.
Iré por un refrigerio.
Está bien.
Háganme un favor, toquen para ella.
Vayan. Sí, una serenata.
Mira, es el marica de la boda.
Hola. ¿ Qué hacen aquí, chicos?
No lo sé. Estamos de vacaciones
con nuestros padres.
Pareces decepcionado de vernos.
¿ Creíste que era
un lugar sólo para gays?
Para que lo sepan,
esa preciosura rubia vino conmigo.
Y dormirá conmigo, así que...
Hay que reconocerlo. Impresionante.
- Sí.
- ¿ Cómo lo hace?
¿ Se mete las pelotas abajo
o se las pega con cinta bien arriba?
¿Por qué no toman
su Proyecto Genoma Humano
y se largan?
Hobbits homofóbicos.
Idiotas.
¿Podría decirme
dónde encontrar al tío Tito?
Sí. ¿Podría decirme quién lo busca?
Sí, me llamo Eddie Cantrow
y soy amigo de un amigo suyo.
Debo entregarle algo.
Lo lamento, pero ya no trabaja aquí.
Está en prisión,
con una condena de seis a diez años.
Organizaba riñas ilegales,
y no de gallos,
sino de miembros masculinos.
¿De veras?
¡Váyase al diablo! ¡Estoy bromeando!
¡Vamos! ¡Yo soy el tío Tito!
Es un placer.
¡Usted es el tío Tito! Bien.
Debió verse la cara.
¿Me trajo el regalo de Mac?
Sí. Tome, aquí tiene.
Qué raro... El tío Tito.
Lo imaginé más viejo, con canas...
- Sí.
- No sé por qué.
- ¿Le gusta mi pelo?
- Sí. Tiene mucho...
Disculpe. Quería saber si podíamos...
Aquí tiene el video pornográfico
que pidió, señor Cantrow.
Se lo cargaré a su habitación.
¿Desea que le lleve otros?
No. Gracias.
¡Perfecto! Esta noche
se divertirá mucho.
Cariño, tienes que probar
este coctel con tequila.
Le pusieron cuatro medidas de Patrón.
Es aun más sexy de lo que dijo Mac.
Gracias.
No le hablaba a usted, sino a él.
¡Váyase al diablo! ¡Estoy bromeando!
Vamos. Usted es una bomba ***.
A propósito, guarden sus joyas
en la caja de seguridad.
No imaginan cuántas parejas
pierden sus anillos en la playa.
- Es muy triste.
- Gracias por el consejo.
Además, Mac es mi amigo,
así que les tengo todo preparado.
Les conseguí la suite nupcial.
¡Excelente, gracias!
¡Esto es increíble!
¿No es hermosísimo?
Mira esa vista.
Eddie, ¡los reflejos!
¡Vamos! ¡Cariño!
Pudiste sacarme el ojo con eso.
Cállate, ni siquiera me acerqué.
Mira este lugar.
Cielos. Quién sabe
cuánto cuesta la habitación.
Cariño, no te preocupes por el dinero.
Es nuestra luna de miel.
Vamos a recordar esto
los próximos 40 ó 50 años.
Tienes razón. Pienso como soltero.
Tengo que recordar
que ahora tenemos dos ingresos.
¿En serio? ¿Tienes otro empleo?
No, quiero decir mi salario más el tuyo.
- ¿Mi salario?
- Sí. ¿ Qué?
¿ Quieres mantener
las cuentas separadas?
Cariño, soy voluntaria.
¿De veras?
¿ Cuánto ganan los voluntarios?
Los voluntarios son voluntarios.
Ayudo a recaudar fondos
para mi grupo ambiental. Te lo dije.
Y ¿obligan a los voluntarios
a mudarse a Róterdam?
¿A los voluntarios solteros?
No los obligan.
Pero si quieres hacer carrera,
tienes que seguirles la corriente.
Me dijiste que eras
investigadora ambiental.
Lo soy.
Chapoteé en las aguas heladas
de la Bahía de San Francisco
durante tres meses para medir el PBC
mientras me picaban las medusas,
y no querrás saber
qué hacían para aliviarme el dolor.
Me orinaban encima.
¿Eres investigadora ambiental
porque te pica una medusa?
¿ Sabes, Eddie? Amo mi trabajo,
y no tengo que defenderlo ante ti.
¿Trabajo? No. Eso no se llama trabajo.
¿Trabajo? No. Eso no se llama trabajo.
¿De veras?
Entonces ¿cómo debo llamarlo?
¿Pasatiempo?
- ¿Pasatiempo?
- Sí. Si fuera un trabajo, te pagarían.
- ¿ Quién lo dice?
- El diccionario.
¿ Quién lee el diccionario? No todos.
¡AI parecer, no! "Trabajo" es
una palabra. ¡Tiene definición!
Te casaste conmigo por mi dinero.
¿ Qué? No, espera.
No des vuelta el asunto.
¿Ahora qué? ¿Me robarás la billetera,
como hizo mi último novio?
¿Tu novio te robó la billetera?
¡Tú lo viste!
¿Ése era tu novio?
¿El ladrón con cara de trastornado?
Era mi ex novio.
¿El loco de la bicicleta era tu ex novio?
- Sí.
- Y no me lo dijiste. ¿Por qué?
¿Por qué iba a decírtelo?
No nos conocíamos.
Y ¿por qué te robaba la billetera?
Porque me debía dinero,
así que le quité su billetera.
No podía dejarla en mi apartamento,
pues habría entrado a robarla.
Así que la tenía en mi bolso,
junto con sus llaves y su celular.
Y te diré algo más
sobre mi "pasatiempo".
Un día nuestros hijos habitatirán
esta Tierra.
¡Y estoy tratando
de que les quede algo de vida acuática!
- Esa palabra no existe.
- ¿ Cuál?
"Habitatirán." No existe.
¿De veras? ¿Por qué no la buscas
en tu lindo "diccionario"
y ya que estás,
también buscas "carajomierda"?
¡Las buscaré!
Pero ¡no encontraré "habitatitar"
ni "carajomierda"!
¡Carajo! ¡Mierda!
¿Lila?
¿Lila?
Qué estupidez.
Disculpa.
¿Me ayudarías?
Lo siento, se me cayó la cámara.
No parece rota.
No, no la lances. Enseguida bajo.
Está bien.
- Aquí tienes.
- Gracias.
No fue mi intención asustarte. Estaba...
Sí. No hay problema.
¿Tú estabas en la Recepción
esta mañana?
Sí.
Yo no hacía lo que parecía.
Parecía que alquilabas un video.
No, lo sé, pero no fue así.
Eso no fue... No.
No tienes nada que explicarme.
¿De acuerdo? Los hombres son así.
Mi primo tiene en la camioneta
la frase "Siempre listo".
Claro. Sí, pero yo no soy así.
Es decir, no...
¡Miranda!
¡Vamos a jugar al ludo! Sube, por favor.
Ya voy.
- Es mi primo.
- ¿ÉI es tu primo?
- Vinimos a una reunión familiar.
- ¿ Sí?
Sí. Mis tíos renuevan
sus votos matrimoniales cada año.
Es algo cursi, pero siguen enamorados
tras 42 años, benditos sean.
- Así que los acompañamos.
- Qué bien.
¿ Qué hay de ti?
¿ Qué haces aquí murmurando solo?
¿Te quedaste sin medicación?
¿Murmuraba?
- Sí.
- ¿ Se oía?
¡Miranda! Estamos todos listos
para jugar al ludo.
¡Ya voy!
Ojalá tu cámara funcione bien.
Sigue murmurando.
Hola.
Lo lamento mucho.
- No. Cariño, yo lo lamento.
- No, yo lo lamento.
No. Yo lo lamento.
Mira. Primero,
me encanta que te encanten los peces.
Y me parece genial
que quieras limpiar el océano.
- ¿De veras?
- Sí.
Sí, es que...
- Eddie.
- Me alteré.
- Pero tenías razón, Eddie.
- No.
Sí. Deberían haber empezado
a pagarme hace mucho.
No importa.
No, pero es verdad...
¿ Cómo voy a saldar mis deudas
si sigo dejando que me hagan esto?
- ¿ Cómo vas a qué?
- Saldar mis deudas.
¿Tienes deudas? ¿De qué tipo?
Del tipo en que debes
mucho dinero a cierta gente.
¿ Cuánto dinero?
No es tan terrible.
Desde que dejé la cocaína,
bajó a unos $26.000.
¿Tuviste? ¿Aspirabas?
¿Eras adicta a la cocaína?
Por eso se me desvió
el tabique, ¿recuerdas?
Dijiste que tenías desviado el tabique.
No que...
Ya sabes...
Que aspirabas cocaína.
Así es como se desvía el tabique.
Yo no... Está bien.
El chico del campamento no era
adicto a la cocaína. ÉI...
¿ Cómo lo sabes?
Porque tenía ocho años
y era mi compañero de cabaña.
Me hubiera dado cuenta si...
Pero cuéntame un poco más
sobre esto.
Es un capítulo de mi vida
que no me enorgullece mucho.
Claro.
Pero ¿te digo algo?
Si tuviera que volver a hacerlo todo,
no cambiaría absolutamente nada.
Porque gracias a eso,
llegué a ser quien soy hoy.
Y ¿sabes quién soy hoy, Eddie?
No. ¿ Quién eres?
La esposa de Edmund Cantrow.
Edward.
¿"Edward"? ¡No me contaste eso!
Sí, Edward.
Vaya, Sr. Cantrow.
¿Hay algún otro secreto oscuro y sucio
que yo deba saber?
Clávame.
Sí, te gusta eso, ¿no?
- Claro.
- Sí.
Dime cuánto te gusta.
Sigue gustándome mucho.
Sí. Pégame.
¿ Qué?
¡Pégame!
No quiero pegarte.
Vamos, Eddie. Me porté mal. ¡Pégame!
Te portaste bien.
No quiero pegarte, Lila, en serio.
¿ Qué pasa, Eddie? ¿Eres una niñita?
- ¿Eres una niñita?
- No.
- ¿ Qué, mi amor? ¿Tienes vaginita?
- ¿ Qué? ¡No!
- ¿Tienes ***?
- ¡No, no tengo ***!
¿Eres marica, Eddie?
- ¿Eres marica?
- ¡No soy marica!
Entonces ¡dame una bofetada! ¡Así!
¡Eso es!
¿ Qué pasa? A las niñitas les gusta
que les pinchen los pezones.
¡No me!
¡Sí! ¡Me encanta la violencia!
¡Sí! ¡Sí, Eddie! ¡Clávame!
¡Clávame, Eddie!
¡Creo que eso hago!
¡Cógeme como ***, Eddie! ¡Vamos!
¡No! ¡Así no!
Toma, ponme esto en la espalda.
- Es aceite mineral.
- Sí.
No, aquí necesitas pantalla solar.
No, para parecer salvaje,
tienes que usar aceite mineral.
Cariño, de veras,
aquí el sol es muy fuerte.
Necesitas un factor 30 ó 35. Yo traje.
¿Te estás volviendo obsesivo?
Primero, lo de tener que dar propina
a la mucama todos los días, ahora esto.
Olvídalo, Eddie.
Si es tanto problema, lo haré yo.
Sólo digo
que aquí el sol es muy distinto.
Sólo digo
que aquí el sol es muy distinto.
El sol es el sol, Eddie.
¡Cariño!
Tranquilízate, mi gruñón.
Mira. Es cierto que está con esa chica.
Es un bombón.
O sea que era verdad
lo de su esposa asesinada.
Qué horrible.
Eddie, haz que se vayan.
Gracias, no.
- Ahora no.
- Gracias. Estamos bien.
- No queremos. Pero gracias.
- Dales dinero.
Bueno. Aquí tienen.
Gracias, pero estamos bien.
Vamos a hacer una siestita. A dormir.
No.
Basta. Alto.
No es mi culpa.
¡Es el estúpido ozono mexicano!
No. El ozono mexicano no es
estúpido, Lila.
Debiste ponerte protector solar.
Quería broncearme.
No, querías parecer "salvaje".
¿De qué lado estás, Eddie?
- ¿ Qué lados hay?
- ¡El mío y el del ozono! ¡Decídete!
Estoy de tu lado, ¿sí? Cálmate.
Te pondré un poco de aloe vera
en la espalda.
Te aliviará.
¡Hijo de puta!
O no.
¿Hola?
Papá, soy yo. ¿No interrumpo nada?
Estoy en Las Vegas.
Vine a pasar el fin de semana.
Toma, quiero que saludes a alguien.
Hola, Eddie, ¡soy Patty!
Conocí a tu padre
cuando jugábamos lotería. Tuve suerte.
Sé que te casaste. Te felicito.
Tu padre dice que ella es increíble.
En verdad, no. ¿Me pasas con mi papá?
De acuerdo.
¿ Qué sucede? ¿Estás bien, hijo?
No, no estoy bien.
Tengo problemas muy graves.
Creo que Lila quizá sea...
Quizá no sea muy normal.
¿ Un arete en la ***?
A ver si entiendo.
¿ Crees que tu esposa está loca porque,
en la luna de miel,
en un paraíso tropical,
ella canta mucho,
es insaciable en la cama
y, sin querer, se asoleó demasiado?
Sí, pero es mucho peor
que lo que suena.
Pues escúchame, y ¡presta atención!
¡Si en su luna de miel,
tu mujer te pide que la claves,
la clavas bien clavada, maldita sea!
- Señor Eddie, ¿ ya terminó?
- Sí. Gracias, Tito.
¿Dónde está su adorable esposa?
Se asoleó demasiado,
así que prefirió ir a la cama temprano.
¿ Seguro que la cansó el sol,
y no usted?
Usted.
- ¡Tito!
- Sí, señorita.
Otra ronda,
pero que esta vez sean Flytails.
No hay problema.
Hola.
¡Hola! ¿ Qué haces aquí en el bar?
¿ Se te rompió la videocasetera?
Ya tenía la piel irritada. Así que...
Eso pasa.
- Eres Miranda, ¿no?
- Así es.
Yo soy Eddie.
- Es un gusto conocerte, oficialmente.
- Lo mismo digo.
¿ Qué es un Flytail?
Ni la menor idea,
pero tiene tequila y un buen nombre,
así que me dieron ganas de probarlo.
Me gusta esa actitud.
¿ Sabes quiénes son los más sabios?
Los que viven donde los demás
pasamos las vacaciones.
Sí. Viven de vacaciones permanentes.
- Sí.
- No estoy tan seguro.
¿De veras lo disfrutarán?
- Claro.
- ¿En serio?
- Por supuesto.
- ¿ Sí? No lo sé.
Siempre tengo la sensación
de que esa gente huye de algo.
De una vida aburrida.
La mayoría tiene
dos o tres semanas para divertirse.
Esa gente disfruta la vida todo el año.
Sí. ¿De dónde eres?
- De Oxford, Misisipi.
- ¿ Sí?
No tienes acento.
- Disculpen.
- Sí.
¿Están de luna de miel?
Yo sí.
¿Lo están pasando bien?
De maravillas. Mejor que nunca.
¿ Qué diablos hacen aquí?
¿Por qué no suben a su habitación?
Ella...
Aquí tiene sus Flytails.
¡Gracias!
Querido, ¿me ayudas con los tragos?
Sí, claro, amorcito.
No hay problema. La ayudaré.
Cuídense.
La próxima vez que digas
que estamos casados,
te agradecería que simularas
estar feliz, por lo menos.
Sí, a decir verdad...
¡Miranda! ¿Dónde te habías metido?
Cálmense todos, traje más alcohol.
- ÉI es mi amigo, Eddie.
- Hola.
¿ Cómo lograste hacerte
un amigo aquí, Miranda?
Puse un aviso en el periódico.
Eddie, ésta es mi familia,
empezando por mis tíos, Beryl y Bu.
Beryl y Bu. Es su aniversario, ¿cierto?
- Así es.
- Felicitaciones.
Gracias.
Bu es un nombre muy bonito.
¿Es un diminutivo?
Yo soy Bu.
Lo siento.
- Sí, es el diminutivo de Buford.
- ¿Buford?
Pero ¿por qué no lo llaman "Biu"?
¡Biu! ¿ Cómo nunca se nos ocurrió?
Hace 30 años que lo llamamos así,
y nunca nos dimos cuenta.
Y vienes tú y ¡pum! Eres muy listo.
Qué gracioso.
Ellos son mis primos, Buzz y Martin.
- Hola, Sr. Ingenioso, soy Buzz.
- Encantado.
Y sus adorables esposas,
Deborah y Gayla.
Te recuerdo, Eddie.
Eres el de la película, ¿cierto?
Y el simpático hombre del fondo es
mi abuelo, Anderson.
Hola.
Es un placer conocerlos.
Tengo que irme,
pero que lo pasen muy bien.
- Disculpe, señor.
- ¿ Sí?
Sus nuevos amigos le envían
una ronda de tragos.
Vaya.
Gracias.
No. Deborah y yo no queremos, gracias.
Sí, yo también paso. Sí. Me voy a...
No creo que puedas escapar
tan fácilmente, querido.
¡Gracias!
No hay que despreciarlos. Gracias.
Por Beryl y Biu.
¡Lo hizo otra vez!
Eres increíble.
Escuchen, todos. ¿Listos?
¡Fondo blanco!
Eso tiene un aspecto horrible.
Como si se te metieran en el pecho
y luego aparecieran con un ***ó.
Y ¡además nos pagaron! Cielos.
Martin, enseñas béisbol
en una secundaria.
- Sí.
- Es genial.
Bu entrenó al equipo antes que Martin.
Y en 28 años, nunca perdió un partido.
Hubo algunos que deseé haber perdido.
Y Miranda entrena al equipo femenino
de lacrosse en la universidad.
Así es.
- Sí.
- ¿Eres entrenadora de lacrosse?
- Sí.
- Es... Vaya. Eso es...
- Son una familia de entrenadores.
- Así es.
El Oxford Eagle publicó
una gran nota sobre ellos.
Seguramente aún la encontrarás
en internet.
Es asombroso. Y ¿tú, Buzz?
Yo no soy entrenador.
Tengo dos tiendas de sándwiches
Subway en la zona de Oxford.
Y vamos a abrir una tercera
en la Ruta 122.
Si vendes atún fresco,
los clientes vuelven.
Me encantan esas tiendas.
También vamos a abrir
un Ruby Tuesday.
Pasaremos al siguiente nivel.
Pero es secreto.
Así es. No lo comentes fuera de aquí.
Es emocionante. Genial.
Queremos que sean lugares con clase,
buena comida, servicio rápido.
Y esta vez, cubiertos de metal.
- Magnífico.
- ¿ Qué hay de ti, Eddie?
¿Te gustan los deportes?
Sí. En San Francisco, tengo
una tienda de artículos deportivos.
Sí. Me encantan los deportes.
Es más, hasta perdí mi virginidad
en un diamante de béisbol.
- Eres muy gracioso. ¿En serio?
- Sí.
Un par de chicos más grandes
me tiraron al suelo y...
No fue nada lindo.
¿Los denunciaste?
No.
- Era una broma, Gayla.
- Sí, quería...
¿ Sobre violación ***?
Eres de no creer.
Lo que digo es:
¿Por qué suponemos
que los alienígenas de los OVNI
son personas?
¿Por qué no pueden ser
vacas de ese planeta?
¡Claro!
¿Entiendes lo que digo?
Si las vacas son tan evolucionadas
que pueden construir
platillos voladores,
es probable que la gente de ese planeta
haya avanzado tanto que
hasta menosprecien a las vacas.
Tal vez.
Dicen: "Miren a las estúpidas vacas
y sus estúpidos OVNI."
Para ellos "OVl", porque saben qué son.
- Exacto.
- Entonces... Está bien.
No tiene nada que ver, pero tu familia...
Me encanta. Son fabulosos.
- Gracias.
- Sí.
Con una excepción.
Percibo una onda rara de... ¿Marvin?
- Martin.
- Martin.
Tengo la impresión de que es
un idiota retardado
imposible de soportar.
- ¡Epa! ¡Es mi primo!
- Es mi impresión.
- Es un buen tipo.
- Vamos.
Es... Martin está un poco nervioso,
porque es...
Porque es el mejor amigo de Cal.
Hasta hace un mes,
Cal era mi novio, así que...
Llega el momento
en que sucede o no, creo yo.
Claro.
Y ¿él o tú no quisieron
que sucediera o?
Es un hombre muy apegado
a su rutina, así que...
- No quería...
- No quería alterarla.
¿Hablas de casamiento?
¿ÉI no quería casarse contigo?
- ¿Puedes creerlo?
- No.
No, ¿cierto?
¿ Qué le pasa a Cal?
¿ Qué diablos tiene en la cabeza?
En fin, le propuse
que nos tomáramos un descanso.
Y ahora que estamos separados,
me doy cuenta
de lo distintos que somos.
¿ Qué hay de ti, gentil caballero?
¿Tienes novia en tu ciudad?
¡Miranda!
- ¿Dónde diablos te habías metido?
- Llevo aquí...
Llevo 45 minutos buscándote
por todos lados.
En la suite,
están todos borrachos y dormidos.
¿Entonces?
Entonces nadie cuida al abuelo.
Acabo de pescarlo orinando
en el pasillo.
¡Mierda!
¿Te parece gracioso?
¿ Qué tal si vas tú a limpiar?
- Martin.
- Martin, cálmate.
Lo siento.
Mañana vamos a pescar a alta mar.
¿ Quieres venir?
Espera un momento.
No podemos invitar a cualquiera.
Hay que hablar con el capitán.
Hay un límite en el peso.
Eso es discutible.
Pero igual no puedo ir, tranquilo.
Buenas noches.
Buenas noches.
Nos vemos.
Aquí hay un olor raro.
Como si hubieran fumado marihuana.
¿Dónde estuviste?
¡Hola!
Cariño, estaba abajo.
Abajo.
Te fuiste hace siete horas, Eddie.
Dijiste que sólo ibas a cenar.
¡Sí! Estuve en el bar.
Pedí chimichangas
y chalupa como acompañamiento.
Las chimichangas no tardan tanto.
No, me las sirvieron rápido.
Pero la chalupa se demoró un poco.
Lo que pasó es
que conocí a una pareja mayor,
sabían que era mi luna de miel
y me invitaron un trago,
luego me invitó otro grupo,
y todos acabamos bebiendo.
¿ Qué otro grupo?
Otro. Gente sencilla del Sur
que estaba en el bar.
Pero simpática, como Jimmy Carter.
Eddie, eso no explica
por qué llegas a las 4:00 a.m.,
cuando el bar cierra a las 2:00.
Cariño, dijiste que querías dormir,
así que te dejé descansar
y me quedé sentado en la playa
mirando el mar.
¿Estuviste en la playa
todo este tiempo?
Sí.
- ¿En serio?
- Sí. Cariño.
- Osito Eddie.
- Cariño.
No quería que... ¡Cuidado!
Está bien.
Perdón, cariño. No era mi intención
descargarme contigo. Es...
Me siento tan mal.
Estoy toda quemada.
Tengo una píldora en la nariz.
No puedo dormir.
Espera, ¿qué?
¿Tienes una píldora en la nariz?
Sí. Quise tomar una aspirina
para el dolor,
y estas píldoras mexicanas son
tan grandes que me ahogué,
y después se me atoró
en mi estúpido tabique desviado.
Vaya. ¿lntentaste sacártela?
Esta pinza barata no funciona.
La píldora está atorada.
Cariño. Déjalo en mis manos, ¿sí?
- Está bien.
- Te voy a sacar ese...
Ese huésped indeseado que tienes ahí.
Ponte así.
- Está bien.
- Bien. Ahora recuéstate.
Es como el juego de Operación.
Sí.
- ¡Me tocaste la nariz!
- Sí.
- Bueno, quédate quieta.
- Está bien.
Vaya, qué grande.
Tengo la cara muy hinchada.
Ya debería quitarme la crema.
De acuerdo.
Me siento mucho mejor.
¿ Cómo me veo?
¿ Qué? ¿Mal?
No. No es que...
¡Por Dios!
- Cariño.
- ¡Estoy horrible!
¡Cariño! ¡No es para tanto! ¡Mi amor!
Lila, ¡vamos!
Lila, tienen nuestra tarjeta de crédito.
Nos cobrarán los daños.
¡Vete! ¡Esto es culpa tuya!
¿Por qué?
¡Te pusiste tan molesto
con tu estúpida pantalla solar
que tuve que contradecirte!
Ganaste, ¿de acuerdo? ¿Feliz?
- Lila, estás diciendo tonterías.
- ¡Soy fea!
Cariño, ¡es sólo una quemadura!
¿Lila?
Lila, vamos.
Esto es ridículo.
¿ Cuánto tiempo vas a quedarte ahí?
No es asunto tuyo.
Déjame sola, Edward.
Mi amor, tengo que hacer pis.
- ¿ Y?
- Déjame entrar.
Búscate otro baño.
¿Por qué no vas a explorar México?
Cariño, no quiero explorar México
sin ti. Vamos.
Pues yo quiero estar sola.
Tienes que comer.
¿No quieres desayunar?
Pasa el menú por debajo de la puerta.
- ¡Hola!
- ¡Hola!
Hola.
Creí que tenían
una expedición de pesca.
Nos quedamos dormidos.
Sí, perdí mi depósito de $150
gracias a ti, fiestero.
Así actúan en California, ¿no?
Festejan y festejan,
sin pensar en los planes ajenos.
Bueno, Martin, no seas tan avaro.
Todos vamos a colaborar.
Yo no pienso poner un centavo, diablos.
- Tienes que oír esto. Cuéntale.
- No, tú. Está bien.
Hoy caminábamos por la playa,
tomando café,
y nos pusimos a hablar de anoche.
Buzz dijo que le caíste muy bien.
- Fue un placer.
- Para mí también.
Y para su cumpleaños,
¡vamos a regalarle a Bu
una placa que diga "Biu"!
¿Lo imaginas? ¡En Navidad,
abrirá su regalo y verá "Biu"!
- Ningún número. ¡"Biu"!
- ¡"Biu"!
Genial. Le encantará.
Pero es un secreto. Ni una palabra.
¿A quién podría decírselo?
- Me alegra verte.
- Cuídense.
Eddie, ¿qué llevas ahí?
Parece que comes por dos.
No. Sí. No. Es que...
Quería acumular carbohidratos
esta mañana, así...
Y huevos.
Carbohidratos y huevos y toda una...
Aquí hay algo para hacer.
Hay un autobús de dos pisos que hace
visitas al pueblo de Miraflores.
Es la capital de la albahaca de México.
Déjame ver eso.
- ¿Dijiste "capital de la vaca"?
- No.
Me intriga cómo cultivan
y cosechan la albahaca.
- Yo también. Educación. Es una hierba.
- Es una hierba italiana.
La usa en muchos platos.
En todos.
- En todo. Me encanta. El pesto.
- Es delicioso.
- ¿Picante?
- No, no es picante.
Puedes pedir una caja entera.
El tío Tito se encargará de todo. Bien.
Escucha, Tito,
necesito un enorme favor.
300 pesos.
Todavía no te dije qué es.
Algo turbio, o lo haría usted mismo.
De acuerdo.
¿ Cariño? ¿Eres tú?
Bien. Pásamelo cuando abra la puerta.
Gracias.
Gracias. Está bien. Un poco de salsa.
¿Te encuentras bien?
Pero él sigue pellizcándome.
BAILE POPULAR TRADICIONAL
DE MÉXICO
¡Lima!
Dios mío.
Bien.
¿Hola?
¡Hola, Mac! Te debo una, amigo.
Este lugar es...
¡Es mi lugar preferido
de todo el mundo!
Te dije que te encantaría.
Y ¡la gente de aquí!
Dios, lo sé. ¿No es maravillosa?
Estoy pensando seriamente
vender la tienda
y abrir un puesto aquí.
¿No sería magnífico?
¿ Cómo está Lila?
- Lo siento, ¿te llamas Joaquín?
- ¿ Quién?
Tu esposa. Lila.
No muy bien. Se asoleó demasiado y...
Estoy saliendo con otra chica.
Sí.
Espera. ¿Hablas en serio?
¿ Un abogado para el divorcio?
¿De qué rayos hablas?
¿Eso te excita?
Apenas nos casamos,
cambió totalmente.
Es una pesadilla, Mac.
Las mujeres son locas.
No es ninguna novedad.
Tammy también me vuelve loco.
¿De qué hablas?
Siempre dices lo feliz que eres con ella.
¿ Quieres saber el secreto
de un matrimonio feliz? lmítame.
Ponte una sonrisa falsa,
deslómate los próximos cincuenta años,
siéntate, relájate y espera
el dulce abrazo de la muerte.
- ¡Vaya!
- ¿Mis caderas?
- ¿Mi trasero?
- Genial. Me encanta. Precioso.
¿Dónde está?
- ¡Vuelve!
- ¡Ahí voy, Alfonso!
A esta otra chica, ¿no le molesta
que seas recién casado?
No. Es decir, aún no se lo aclaré bien,
pero lo haré.
Tengo que hallar
el momento adecuado.
¡Eddie!
Espera un segundo.
¡Eddie! ¡Ven, hay lobos marinos!
¿De veras? ¡Bueno, espera!
¡Descubrió lobos marinos!
¿No es increíble? ¡Debo irme!
¡No! ¡Eddie! ¡Regresa a casa, Eddie!
Vaya.
Cenizas a las cenizas, funk al funky
El mayor Tom es un adicto
Volando en el cielo
Cayendo desde lo más alto
Vaya, qué día excelente.
Me divertí muchísimo.
Aquí tienes tus sombreros mexicanos.
Volvió la pandilla.
Los adictos a la albahaca.
Démonos prisa.
En 15 minutos,
nos esperan todos en la galería.
Claro. Está bien.
Papá.
El tipo de San Francisco
de la mujer asesinada.
- ¿ Cuál?
- Aquél.
Sí, un loco la atacó
con un punzón de hielo.
Pero lo atraparon. Se llamaba Ronald.
¡Hola, cariño!
¡Llegó el osito Eddie!
Y tengo mucho que contarte.
Supongo, ya que desapareciste
todo el día.
Cariño. Adivina qué pasó.
Bajé a buscar tu desayuno.
Y ¿con quién me encontré?
- ¿ Con quién?
- ¡Con Yvon Chouinard!
¿ Con quién?
Yvon Chouinard,
un ejecutivo de Patagonia.
- ¿ Y?
- ¿ Y?
Vamos, cariño,
Patagonia es mi mayor proveedor.
Vendo toda su línea. Lo sabes.
Yvon y sus amigos iban
a jugar al golf. ¿Agua?
- No.
- Me invitaron.
¿ Qué iba a hacer? ¿Negarme?
No. ¿ Verdad?
Pero no trajiste tus palos.
¡Probé un conjunto! ¡De TaylorMade!
¡Fantásticos! ¡Sumé como 27 metros
a mis golpes!
- ¿ Quiénes eran los amigos?
- Un par de tipos.
Un tal Lenny, de Akron, de seguros.
Serio, pero buen golfista.
Y el representante local de Patagonia.
¿ Cómo se llamaba?
Seis Dedos.
- ¿ Seis Dedos?
- Sí, Seis Dedos.
Lo amputaron. Perdió cuatro dedos
escalando el Everest.
Sin oxígeno. Deportes extremos.
Es increíble, me mostró los pies.
Tiene los dedos de afuera,
los que te dan equilibrio,
los únicos necesarios.
Dice que mejoró su golpe,
gracias a eso,
porque pega con más impulso,
menos resistencia. Un tipo fascinante.
Eddie, ¿desde cuándo el golf lleva
siete horas?
Es que jugamos
detrás de una pareja coreana...
Pero menos mal que acepté ir,
pues nos pusimos a hablar
de negocios,
y si todo sale como espero,
quizá consiga
mejor crédito para la tienda.
¿Por qué no llamaste?
Estaba muerta de preocupación.
¡Lo hice, cariño!
¡Te alejas unos metros,
y es como pretender señal en la luna!
¿ Qué haces? ¿ Vas a alguna parte?
Lila, te lo dije, iré a buscarlos
para cenar en cinco minutos.
¿ Cuándo dijiste eso?
Primero, ellos son...
Déjame explicarte algo.
Los tengo casi convencidos.
Es una oportunidad... ¿Entiendes?
Son los directivos
de un gigante deportivo.
Internacional.
Mordieron el anzuelo.
Ahora tengo que jalar, subirlos al bote
y darles el golpe de gracia.
Los tengo, cariño.
Los tengo. No puedo soltarlos.
Si no, pierdo todo lo que logré en el día.
No tardaré mucho,
porque hace dos horas
que están en el bar.
A esta altura, les interesará
cualquier cosa que se diga.
Todo saldrá bien.
De acuerdo. Dame un segundo.
Me maquillaré un poco.
¿ Vienes?
Claro que voy.
¡Sí! ¡Magnífico!
Llamaré para pedir que reserven
un lugar más en el esquife.
¿En el esquife?
Un barquito inflable, con motor,
de 4 metros, para un paseo nocturno.
No, Eddie, no puedo subir a un bote.
Diablos. Es cierto.
¿ Segura que no?
No nos alejaremos mucho
de la escollera, cariño.
Sólo hasta donde termina
la plataforma continental. Será genial.
Nos dijeron que ahí filmaron
la película La tormenta perfecta.
Cariño, lo siento muchísimo,
pero no lo soportaría.
Entonces ¿sabes qué? ¡AI diablo!
¿ Qué estoy haciendo?
¡Es mi luna de miel!
Gracias por abrirme los ojos.
- Avisaré que no voy. Ya mismo.
- ¿ Qué hay del crédito?
De acuerdo. Bien. Tú ganas.
Haremos lo que tú quieres.
Iré, cerraré el trato rápido,
volveré, e iremos a cenar.
¿Te parece bien? ¿De acuerdo?
- Está bien.
- Bien.
Además, quería hablarte
de algo importante.
¿ Sí? ¿Algo bueno o malo?
Al principio, quizá tengas dudas,
pero, a la larga, genial.
- Está bien.
- Bien.
- ¿ Cariño?
- ¿ Sí?
Lamento haberte golpeado
esta mañana.
No quise pegarte tan fuerte.
¿Me pegaste?
Cuando estabas afuera del baño,
después de dejarme la comida,
y me pusiste la mano en tu pito.
Me tomaste por sorpresa.
Y no me sentía muy bien.
Pero prometo
que te compensaré esta noche.
Estupendo.
- Hola, Tito.
- Hola, señor Eddie.
¿ Qué tal?
- Bien.
- ¿ Sí? ¿ Seguro?
Porque parece que cojea un poco.
Eso. No, es una larga historia.
No quiero aburrirlo.
No. Abúrrame. Por favor.
Tengo todo el tiempo del mundo.
Me encantaría saber qué le pasó.
Después de que llevé el desayuno
a su habitación,
puse mi pito en la mano de su mujer,
y ella me lo golpeó.
Con mucha fuerza.
¿Habla en serio?
¿ Qué le pasa? No...
Lo que hizo fue muy grave.
Es inaceptable.
No puede hacer eso. Vamos.
¡Váyase al diablo! Bromea, ¿no?
Le creí.
- No.
- ¡Qué gracioso!
No, no bromeo. ¡Es un ultraje!
No es una conducta aceptable.
No puede poner su pene
en la mano de mi mujer.
Ahora que lo dice así...
Vaya, lo siento. Me siento muy mal.
¿ Cómo se le ocurrió?
Es que...
Viene, intenta sobornarme
con sus videos pornográficos,
y luego lo veo corretear
con otras mujeres en su luna de miel
y pensé: "Con este tipo, todo vale."
De acuerdo.
¡Lamento mucho
el malentendido, señor!
- ¡Hola!
- Hola.
Vaya. Estás hermosa.
Gracias.
- ¿Me acompañas?
- Sí. Escucha.
Tengo que decirte algo.
Es algo que debí decirte antes,
pero no lo hice y...
Sé lo de tu esposa.
¿De veras?
¿ Cómo?
Beryl y los demás oyeron
cuando lo comentaron en el autobús.
¿Lo comentaron en el autobús?
Entonces ¿es verdad?
Sí, pero es importante que sepas
que se acabó.
Lamento no habértelo dicho. Es que...
Al principio, no se me ocurrió,
porque cuando te conocí...
Y luego... No lo sé,
no sabía que ibas a gustarme tanto.
Y no quería asustarte, así que...
No me habrías asustado.
¿En serio? ¿No estás enojada?
No.
Estoy triste.
Debe haber sido horrible.
Lo fue. Es decir, es espantoso.
Eres la persona más comprensiva
del planeta.
De veras.
No esperaba esta reacción.
- Entonces ¿lo sabe toda tu familia?
- Sí.
Imagino que no lo habrán tomado
tan bien como tú.
Claro que sí.
- Sólo desean apoyarte.
- ¿Martin también?
Bu les ordenó a todos
que ni mencionaran el tema.
¡Espectacular!
Los burros.
Subes a la montaña,
y te dejan ahí con un paquete de...
No, hasta la cima de la montaña
y acampas ahí afuera.
- Una fogata, las estrellas...
- Hagámoslo.
- Claro. Me anoto.
- En serio.
- Cuando quieras.
- Podríamos ir pasado mañana.
Eso sería...
Tengo que acomodar algunas cosas.
No será muy fácil,
pero podré arreglarlo.
Buzz.
¿ Soy el único
al que aún no le gusta este tipo?
Eso creo.
De acuerdo. Contéstame esto.
Se supone que está de luto.
¿Por qué coquetea con Miranda?
- Y ¿la cabra estaba muerta?
- No.
- ¿En serio?
- La cabra había vuelto a subir.
Cada uno hace su duelo a su manera.
¿Por qué no lo dejas en paz?
Parece que se gustan.
Y no están haciendo nada malo.
No confío en él.
Hola.
- Hola.
- Hola.
¿ Cómo estás?
Cariño, lamento arruinar
nuestra luna de miel.
Soy una esposa terrible.
No, cariño.
Eres maravillosa.
Eres una persona hermosa y fantástica.
Pero creo que deberíamos hablar.
Espera. Tengo algo para ti.
Me encanta. Gracias.
Bueno, estuve pensando...
Cariño, mira del otro lado.
EL MEJOR ESPOSO DEL MUNDO
¿Tú lo hiciste?
Antes del viaje.
¿Tú lo hiciste?
- ¿Lo cosiste?
- Sí.
¿ Ves los corazones?
Tu corazón y mi corazón,
juntos
para siempre.
Cariño, ¿de qué querías hablarme?
En este momento,
no quiero hablarte de nada.
Quiero que descanses
y que hablemos en la mañana.
Dame un beso.
Está bien.
Osito Eddie, te amo.
Y yo, yo...
El amor.
- Está bien.
- Está bien.
¿ Qué era eso importante
que ibas a decirme?
Está bien.
¡Dios mío!
¡Este guacamole es delicioso, carajo!
¿ Sí? Me alegro. Bien.
Tu mano, Eddie.
Voy a ser directo, ¿de acuerdo?
No fui un buen esposo. Me porté mal.
Me alegra mucho oírte decir eso, Eddie.
Pensé que era idea mía.
Desde que nos casamos,
siento que cambiaste,
que te volviste loco.
¡Sí, tienes razón!
Me volví loco,
y no es tu culpa, sino mía.
Esta charla es por mis deficiencias,
pues tú eres una esposa perfecta.
Eres increíble.
Haces todo lo que debe hacer
una esposa,
y cualquier hombre estaría feliz
de tener una esposa como tú,
y valoro que me hayas soportado
con todos mis problemas.
Gracias.
Pero la cuestión es que no deberías
soportar a tu esposo, cariño.
Mereces mucho más.
¿Entiendes lo que digo?
Sí, te estás disculpando. Eres un amor.
No. No estoy...
Dios, eso está supercaliente.
Cariño, mira...
En la vida, a veces...
A veces tomamos decisiones
y, al mirar atrás,
vemos que no fueron acertadas.
Ni malas ni buenas,
sino no las correctas
para las personas involucradas.
¿ Qué quieres decir, Eddie?
Lila,
no vamos a ser felices juntos
en San Francisco.
¡Róterdam! Ahí tienes que estar. ¡Lo sé!
Ése es tu destino.
Limpiar las ciénagas
y trabajar allí para el medio ambiente.
Eso es lo que debes hacer,
no estar en San Francisco conmigo,
un vendedor de artículos deportivos...
¡Dios mío!
¿Estás diciendo lo que creo que dices?
Lo que digo...
¿Lila?
Será para bien, Lila.
Lila, es lo mejor. Es para...
Lila, tienes un pedacito de carne
en la nariz.
Será lo mejor. ¿Me oyes?
¿Puedo llamar a mi mamá?
¡Sí, claro!
Si quieres llamarla, adelante, hazlo.
- ¿Hola?
- Mamá, soy yo.
No, estoy bien. Es que...
Pasó algo.
Algo importante.
Eddie se mudará conmigo a Róterdam.
¡No, espera! No, Lila, no.
¡No quiere seguir siendo
un vendedor de artículos deportivos!
Espera, quiere decírtelo él mismo.
No quise... ¿Hola?
¡Eddie! ¿ Se divierten?
Sí, como nunca.
¿Así que se mudan a Alemania?
No.
Lila se adelantó un poco,
y aún no hablamos bien del plan,
pero ella...
¿ Sabe qué? Tengo que irme.
Debo despedirme.
- Está bien. Sí.
- ¡ Te quiero! ¡Adiós!
- ¡Hola!
- ¿No es el mejor?
¿ Qué sucede?
Lo sé.
- ¿ Cómo están, muchachos?
- No muy bien.
La ceremonia será en la terraza,
y no encontramos a Miranda.
¿La viste?
Espera. Cariño, ¿quién es Miranda?
Miranda es su prima, cariño.
Discúlpame un momento. Vengan aquí.
Lo siento, mamá. Sí, no.
No lo sé. Unos tipos.
¡Muchachos! ¿ Qué hacen?
No me están ayudando.
¿ Qué es esto? ¿ Qué ocurre?
Martin, sé que te molesta
todo este asunto
de Cal, Miranda y yo.
Ya habrá un lugar y un momento
para hablar, pero no es éste.
Estoy a punto de decírselo.
¿ Quién es ella?
¡Mi esposa!
¿Tu esposa?
Chicos, ¿inhalaron ***?
Vamos, soy yo. Eddie.
- Pero a tu esposa la asesinaron.
- ¿ Cómo?
Esos gemelos.
Dijeron que a tu esposa la asesinó
un loco con un punzón de hielo.
No.
Chicos, lo único que tienen que saber
es que desde que me enamoré
de Miranda,
no la engañé con mi mujer
ni una sola vez.
No lo digo para alardear, pero...
- Realmente no...
- ¡Degenerado!
- ¡Martin!
- Ven aquí.
- ¡No, alto!
- Toma esto.
¿ Qué están haciendo?
¡Suéltame!
¡Mejor haz las paces con Dios, amigo!
- ¡No vale la pena!
- ¡Suéltame! ¡Suéltame!
¿ Qué está pasando?
Eddie, ¿quiénes eran?
No tengo la menor idea.
¿ Cómo está tu?
¿ Cómo es que no tienes idea?
Te llamaron Eddie.
¡Conocías a su prima!
No, lo sé.
Sé quiénes son, los de Patagonia.
Pero no entendí por qué se...
Se pusieron tan... Por qué actuaron así.
Eddie, ¿estás bien?
¡No! ¡No estoy bien!
Mira, Lila, no estamos bien. ¡Se acabó!
¡No!
¿Podrían irse, por favor?
- ¿ Qué?
- ¡Terminamos!
- ¿De qué hablas?
- ¡Basta!
- ¿ Qué se terminó?
- Espera un segundo.
¡Tomen! Aquí tienen.
Cincuenta dólares. Basta, por favor.
¿Pueden? ¡No, basta!
¿ Quieren terminarla?
¡Estamos tratando de almorzar!
¿ Quieren callarse?
¡Pago mucho para hospedarme aquí!
Es mi luna de miel.
¡Deseamos almorzar en paz!
Está bien. No me molestan.
¡No está bien!
¡Somos recién casados!
¡Queremos estar juntos tranquilos!
¿ Cómo tendremos algún buen recuerdo
si insisten con ese?
Eddie. Está bien, tengo un buen...
Eddie, ¡siéntate, por favor!
Vaya, ya veo adónde fue a parar
toda tu pasión.
Lila, lo siento, pero tú y yo terminamos.
¿De qué hablas, Eddie?
Y ¿nuestros planes de Róterdam?
Lo siento. Enseguida vuelvo.
Lo siento. Enseguida vuelvo.
¡Eddie! ¡Estás actuando
como loco otra vez!
- Hola.
- Hola.
¡Dios mío! ¿ Qué te pasó en la nariz?
- Martin me metió un pimiento.
- ¿ Qué?
Hubo un malentendido muy grave.
Perdona, Eddie,
pero hablamos después.
¡No!
Llego tarde
a la ceremonia de Beryl y Biu.
Mira, a mi esposa no la asesinaron.
- ¿ Cómo?
- Sí, mi esposa no está muerta.
Yo nunca dije eso,
fueron esos estúpidos gemelos que...
¿De qué hablas? ¿No eres viudo?
- No...
- ¡No, es casado!
Martin acaba de decírmelo.
¡Estuvo aquí con su esposa
toda la semana!
¿ Qué está diciendo?
Es verdad, soy...
Pero se acabó, Miranda. Ya...
Aléjate de mí.
Tranquila. Escúchame, por favor.
Aléjate de mí. ¡Déjame en paz!
¡Miranda!
¡Espera!
¡Eddie!
¡Mierda!
- ¡Eddie!
- Traté de decírtelo antes.
- ¡Déjame en paz! ¡Aléjate de mí!
- ¡Miranda!
¡Eddie! ¿ Qué diablos está pasando?
Lila, intenté decírtelo antes y...
¿Me corté la espalda en las rocas?
¡Dios mío!
¡Medusa venenosa!
¡Quítenmela! ¡Quítenmela!
Vamos, haz algo.
No pienso hacer nada. Se lo merece.
- ¡Tranquilo! Sé que hacer.
- ¿ Qué haces?
¡Quítate de encima! ¡No!
¡Santo cielo!
¡Sé lo que hago!
- ¡No!
- ¡Eddie!
- ¡Me quema!
- ¡Tranquilo!
Tranquilo.
Lo sé, cariño. Te alivia, ¿no?
¡Qué asco!
¡No! Está bien, soy su esposa.
- ¡Es nuestra luna de miel!
- ¿Luna de miel?
Miranda, no es lo que parece.
No. Espera, ¡Miranda!
¡Miranda!
Creo que fue
una confluencia de hechos.
Mi papá me rompía las pelotas
con mi vida amorosa,
luego la boda de Jodi.
¿Por qué fui a la boda de Jodi?
¿Para torturarme?
Mac me insistía para que me casara.
Fue un...
No lo sé, no lo pensé.
Cedí a la presión,
y fueron dos o tres días antes.
Y te digo algo.
Debí ir a Las Vegas con mi papá
y sumarme a esa orgía.
Eso habría sido lo correcto.
¡Señor Eddie!
¡Ahí está! ¡Señor Tito! ¡Mi Tito-Bandito!
Eddie, ¿qué está haciendo?
Converso con mi hermano,
mi hermano Manuel.
Eddie, están buscándolo.
Su padre no deja de llamar,
Mac trata de rastrearlo.
Y ¿qué debo decirle
a la estadounidense, Miranda?
- ¿ Qué le digo?
- ¿Miranda?
- ¿Miranda?
- ¡Sí!
- ¿ Qué?
- Su familia se fue, pero ella no.
Estuvo buscándolo por todas partes.
¿En serio?
¡Váyase al diablo! ¡Era una broma!
La chica huyó
como si la corriera el diablo.
¡Debió verse la cara! ¡Parecía tan feliz!
Por un momento, se puso...
¡No puedo creerlo, volví a engañarlo!
¡Qué gracioso!
Está bien. No se preocupe por mí.
En serio, ¿para qué vino?
¿ Qué espera?
¿ Quiere que vuelva y recupere a Lila?
O ¿a los Estados Unidos?
¡Eso es imposible!
Mírese. Escúchese. ¡Parece loco!
- ¿Loco, yo?
- Sí.
¡No, usted está loco!
Lila quemó mi billetera,
mi ropa y mi pasaporte.
¡Aunque quisiera volver, no podría!
Los documentos tardan un mes,
más o menos.
Pero no necesito documentos
para charlar con él,
a él eso no le interesa.
A él sólo le interesa mi amistad.
Nos quedaremos aquí,
y seguiremos hablando de esto,
hasta que me sienta bien. ¿No, Manny?
Aunque me lleve toda la vida. ¿No?
Escucha, *** marica,
¡llevas dos semanas seguidas
escupiéndome toda tu porquería!
¿ Quieres arreglar lo que hiciste?
Pues ¡deja de hablar y hazlo!
¡Levanta el trasero y hazlo!
Manuel tiene razón, señor Eddie.
Tendrá que volver a arreglar
todo lo que hizo. Vamos.
- ¡Arriba!
- No puedo.
¡Sí puede, vamos! Escuche.
Tengo contactos que pueden ayudarlo
a entrar en California.
¿No es un chiste?
No, se lo juro. Esta vez no bromeo.
- Bien.
- ¡Sí!
No quiero ir a California.
Quiero ir a Misisipi.
¡Está todo bien, muchachos!
Soy estadounidense.
Perdí el pasaporte.
¡Estados Unidos!
¡Detente ahí!
¡Soy estadounidense!
- ¡Vamos, toma su mano!
- ¡Tú puedes!
¡Vamos, amigo!
¡Vamos! ¡Tómala!
Oxford, Misisipi
Que quede sentado, Eddie.
Me parece una idea muy mala.
Papá, te agradezco que hayas venido
hasta aquí a ayudarme.
Pero esto es algo que debo hacer.
Todavía no entiendo
qué pasó entre tú y Lila.
Ella era un encanto.
Papá, amo a Miranda.
Nunca en la vida estuve
tan seguro de algo.
Muy bien, Eddie. Pero ten cuidado.
Estamos en el Cinturón Bíblico.
Esta gente anda armada.
¡Es aquí! ¡Detente!
¿No crees que deberías
asearte o rasurarte?
No. Llevo más de un mes
pensando esto.
Quiero entrar y hacerlo.
¡Aplástalos!
Siete tiros seguidos a más de 140 km
por hora. ¡Ese chico sabe lanzar!
¡Biu! ¡Mira quién llegó!
Lo sé, no preguntes. ¿Está Miranda?
- Debes haberte vuelto loco.
- Bueno, no.
¡Dios mío! ¿Por qué no me sorprende
ver aquí a este retardado?
No quiero problemas, Martin.
¿No quieres problemas?
¡Pues te los estás buscando!
¡Aléjate de mi casa! ¡Mal nacido!
Es una reacción muy sincera.
Y también me sinceraré contigo.
Cometí un gran error. Soy culpable.
Lo reconozco.
Metí la pata en serio.
Y lo admito.
Me precipité a casarme.
Hacía sólo unos meses
que conocía a mi mujer.
Ésa fue tu historia anterior.
¿ Cuánto pasó desde que conociste
a Miranda hasta que te enamoraste?
Dos días. Buen razonamiento.
Pero ésa es justamente la cuestión.
No pienso volver a cometer
el mismo error.
Les aseguro que ya sé lo que quiero.
Y en cuanto anulen mi matrimonio,
creo que Miranda y yo
deberíamos ir despacio.
Salir un tiempo.
Convivir un año, al menos.
Ver cómo nos sentimos primero.
Tranquilos. Sin promesas.
- ¿En serio?
- Esta vez quiero hacer todo bien.
No habrá "esta vez", Eddie.
Perdiste tu oportunidad.
Miranda y Cal se casaron.
Este sábado hará dos semanas.
¿ Cómo?
¿ Qué estás diciendo?
Por fin entró en sus cabales.
No te creo.
- Tendrás que creerlo.
- Eddie...
- No te creo.
- Eddie...
Es verdad.
¿ Se casaron?
Bueno... ¿Puedo hablar con ella,
por lo menos?
- No, ¿de acuerdo?
- ¡Martin! ¡Cálmate!
Y no te acerques a Miranda.
¡Te voy a romper la cara!
¡Te voy a dejar desfigurado!
¡Estoy tranquilo!
¡Me estás apretando demasiado!
Basta. Eddie...
- Cálmate.
- Estoy bien.
Te pedimos que respetes
la privacidad de Miranda y Cal.
Dales una oportunidad de ser felices.
Si amas a Miranda, lo harás.
Está bien, Beryl.
Lo haré.
¡Miranda!
¡No te asustes!
Soy yo. Eddie.
¿Estás loco?
¡Esto es una locura!
¡Hola!
- ¿ Qué diablos haces aquí?
- Tranquila.
Beryl me dijo que te casaste.
Sólo quería hablar contigo.
El que duerme a mi lado es mi marido.
¿Lo notaste?
Sí.
¡No es el lugar ni el momento
para esto!
Por favor. No haré ruido.
Me portaré bien. Pero escúchame.
¡No! ¡No te escucharé!
¡Esto es ridículo!
¡Te lo ruego! No sabes
lo que pasé para llegar hasta aquí.
Por favor, escúchame.
Tienes un minuto. Habla.
Primero, lamento mucho
no haberte dicho que estaba casado.
Traté de hacerlo un par de veces,
pero siempre nos interrumpían.
Y luego hubo ese gran malentendido
sobre que habían asesinado
a mi esposa.
No importa, lo que...
Más allá de si intentaste decirlo o no,
¡me sedujiste en tu luna de miel!
¿ Sabes lo asqueroso que es?
Sí. Repulsivo, no me alcanzará la vida
para disculparme.
Pero, por otro lado,
me alegra que sucediera.
No es mi culpa que el Señor obre
en forma misteriosa.
Sí, metí la pata. Me casé
una semana antes de lo que debía.
Pero no cambiaría nada de lo que pasó.
No me arrepiento del casamiento,
porque si no, no habría ido a Cabo
y no te habría conocido,
no me habría enamorado de ti
y jamás me disculparé por eso.
Nunca.
Maldita sea, Eddie.
Lo sé.
Cal, tranquilo.
¡Martin! Martin, deja ese bate.
Cállate, ¿quieres?
¡Esto no es para ti, sino para él!
¿ Qué?
¿ Quién diablos es ese tipo?
¡El psicópata que trata
de robarte a tu mujer!
¡Sabía que intentarías acercarte a ella,
hijo de puta!
No puedo evitarlo. El corazón manda.
Eddie, ¡vete de aquí!
No hasta que me des una respuesta.
¡No! ¡No habrá ninguna respuesta!
¡Maldita sea, Martin!
¡Cielos, eso me dolió! ¡Mierda!
¡Eres un! Martin, ¡eso duele!
¿ Quieres pelear, grandulón?
¡Te daré una buena paliza! Ven.
No quiero problemas con usted.
No se acerque.
Pues ¡tienes problemas, maricón!
¡Papá! Está bien.
Miranda, dime,
¿sientes lo mismo que yo o no?
Todo lo demás tiene solución.
No, Eddie.
Tuvimos una conexión en México,
y eso fue todo.
Amo a Cal, lo supe
tras todo lo que pasó en Cabo.
Lo siento.
Ésa es la verdad.
Vámonos de aquí, hijo. Ven, vamos.
Vamos. Las mujeres son locas,
ya lo sabes.
Vamos.
Sí, cuídate, abuelo.
Vámonos.
Vaya.
¿Papá?
Mira hacia atrás.
Si ella está mirando,
todavía hay esperanza.
Estás frito, Eddie.
Vamos. No puedes dejarme ahora.
Por fin aclaré las cosas con Tammy.
¿Eso qué quiere decir?
Que la enfrenté y le dije que,
a partir de ahora,
de jueves a domingos,
primero estarán mis hermanos.
Le dije: "Necesito tener mi tiempo."
¿En serio? ¿Le dijiste eso?
Levantando la mano así...
Más abajo, sí.
Y ¿ella lo aceptó?
Cariño, en este momento
estoy charlando con Edward.
Te llamo más tarde.
Adiós.
- Vaya. Estoy impresionado.
- Sí, ¿ viste?
Así será todo desde ahora.
No te vayas, por favor.
Mac, ya hablamos de esto.
No hay razón para que me quede.
Lila se quedó con la tienda.
Mi papá vive viajando a Las Vegas.
En estos seis meses,
no conocí a nadie.
Porque sigues pensando
en esa Miranda.
¡No! Ya la olvidé. Lo tengo superado.
Empiezo a pensar
que fue una experiencia
muy provechosa.
- ¿De veras?
- ¡Sí!
Como pasar seis meses en calzoncillos
y dejarte esa barba rara.
Eso fue increíble.
Sí, y por eso necesito cambiar.
No puedo seguir esperando
que las cosas pasen.
Tengo que seguir mi intuición,
y en este momento mi intuición
me dice que...
Mac, ¡sube al auto ya mismo, carajo!
Claro, querida. Hola.
¡Eddie! Piensa en lo que dije.
¡Primero están los hermanos!
¿ Qué tal, Eddie? ¿Triste?
- No.
- Bien.
Está bien.
Adiós, Lester.
dieciocho meses después
Por otros $150,
tienen el especial de tío Tito.
¡Una visita guiada
al mejor arrecife de la isla!
- ¿$150?
- Es un poco caro, ¿no?
O pueden buscarlo solos.
Son corpulentos.
No tendrán problemas
para espantar a los tiburones.
¡Tito! No asustes a esta gente.
No hay tiburones.
Hay tigres areneros,
pero no tienen dientes.
¿ Ves esa actitud?
No tienes sentido comercial.
¡Manuelito! Hazme un favor.
Ve con Tito y denle
el equipo de esnórquel a esta gente.
Las aletas son gratis.
- Gracias, Eddie.
- Gracias nuevamente, Eddie.
¿ Cuánto cuesta alquilar una tabla fina?
¡Hola!
Hola.
¿ Qué haces aquí?
Vine con mi familia.
Es la época del año.
Beryl y Biu renuevan sus votos
en la playa esta tarde, así que...
¡Vaya!
Y, para ser sincera,
me llegó el rumor de que
habías abierto una tienda aquí.
¿ Sí? ¿ Cómo te enteraste?
Recibí la invitación digital
para la inauguración.
Claro. Sí, la envié
a mi lista de correo electrónico...
No puedo creer
que te hayas mudado aquí.
Sí.
Ahora soy
uno de esos turistas permanentes
de los que hablamos.
- Sí, lo recuerdo.
- Sí.
Se te ve bien.
Tú estás hermosa.
Gracias.
¿ Viniste con Cal, la banda y?
Cal y yo nos separamos.
Se separaron.
Es un hombre fabuloso,
pero no debimos casarnos.
Lo lamento.
Ahora sé lo que pasaste
en tu luna de miel.
No es fácil estar casada si
estás enamorada de otro.
Está en el auto,
y ¡me muero por presentártelo!
Está...
¿De veras? ¿Está en el auto?
¡No!
Muy graciosa.
Te creí. Me engañaste.
- Qué chistosa.
- Gracias.
- Entonces ¿estás libre?
- Sí.
Me hospedo en el hotel, por si
quieres ir a tomar algo.
Me encantaría.
¿ Qué tal hoy, a las 7:00?
A las 7:00, sí. Puedo ir.
- Genial.
- Excelente.
¡Miranda!
¡Vamos, nos perderemos la ceremonia!
- ¡Ya voy!
- ¡Hola, Martin!
¡Hola, imbécil!
¡También me alegra verte!
Nos vemos esta noche.
Sí, nos vemos esta noche.
¿Eddie?
¿ Quién era?
¡Hola! Sí, es increíble.
Era Gretchen Construbias.
¿ Quién?
Gretchen Construbias,
la presidenta de Da Huey.
Artículos para Deportes Acuáticos
Da Huey. Mi mayor proveedor. Sí.
Vino al pueblo por una noche.
Me espera a las 7:00 para beber algo
y hablar de negocios.
- ¿Esta noche?
- Sí.
Es nuestro primer aniversario, cariño.
Lo sé.
Pero volveré a las 9:00, Consuelo y...
- Bueno. ¿Te espero para cenar?
- Está bien.
Sí, perfecto. Espérame para cenar,
porque quiero que hablemos de algo.
¿Algo bueno o malo?
Al principio, quizá tengas dudas,
pero, a la larga, genial.
Te amo, Eddie.
El amor.
Mierda.
¡Clávame!
¡Sí!
¡Por fin!
¡Sí, eso es!