Tip:
Highlight text to annotate it
X
¡Acurrúcate, cariño!
Hace frío allá afuera.
¿Por qué está nevando,
abuela? ¿De dónde viene?
¡Ah! Esa es una historia
muy larga, mi vida.
- Quiero escucharla.
- No esta noche. Duérmete.
No tengo sueño.
Dime, por favor.
Bueno, está bien.
Veamos...
Pienso que deberá
comenzar con... tijeras.
¿Tijeras?
Bueno, hay todo tipo de tijeras.
Inclusive hubo una vez un hombre
que tenía tijeras por manos.
- ¿Un hombre?
- Sí.
- ¿Tijeras de manos?
- No, manos de tijeras.
¿Conoces la mansión en
la cima de la montaña?
Está embrujada.
Bueno...
Hace mucho tiempo
un inventor vivió en esa mansión.
Me supongo que hacía muchas cosas.
También creó a un hombre.
Le dio entrañas,
un corazón, un cerebro, todo.
Bueno, casi todo.
Sabes, el inventor ya era muy viejito.
Murió antes de terminar
al hombre que inventó.
Así que el hombre se quedó solito,
incompleto y solo.
¿No tenía un nombre?
Por supuesto que tenía un nombre.
Se llamaba Eduardo.
¡Avon a domicilio!
- ¿No acabas de venir?
- ¡No, no desde la última temporada!
Hoy vine a mostrarte nuestra línea
de colores suaves, en sombras,
rubores y lápiz labial.
Todo lo que necesitas para acentuar
y destacar tu variable belleza.
Mi variable belleza.
¡Eso es bueno!
También tengo una selección completa de
todos tus productos favoritos,
todos aquellos productos que todas hemos
probado y de los que dependemos cada año.
Vamos, Peg, nunca te he comprado nada.
Lo sé. Adiós, Helen.
No tenía que haberme llamado,
podía haber hecho esto usted misma.
¿Hubiera podido? No lo creo.
Es fácil. El tubo por donde sale la
comida estaba obstruido, eso es todo.
¿Ve este tornillo aquí?
Lo desatornilla...
y salta.
En la televisión dicen que ustedes
los técnicos son todos solitarios.
Las amas de casa también estamos solas,
pero nadie lo sabe, pues no sale en TV.
Y entonces toma esto y lo pone de vuelta
con cuidado. Pero no lo fuerce.
Luego, sólo le atornilla esto.
Ahora, ¿Quién podrá ser?
¿Me disculpa un momento?
No vaya a ningún lado. Regreso
enseguida. ¡Esto es fascinante!
¡No me gustaría perderme ni un momento!
- Buenos días, Joyce. ¡Avon a domicilio!
- ¿Por qué? Peg...
¿Te has quedado ciega?
¿No puedes ver ese vehículo en mi entrada?
- Sí.
- ¿No te das cuenta que estoy ocupada?
OK, ahora debemos decidir cuál lápiz labial.
OK, querida, ¿te gustó el Winsome
Wahini, que se te ve precioso,
o el Bahimini Bliss?
- Me gustaron los dos.
- Bueno, ¡fenomenal!
No pensarás realmente que
tengo dinero, ¿no?
¡Ding-***! ¡La chica Avon!
Simplemente, hoy no es mi día.
¡Oh, Dios mío!
¡Oh, es tan bello!
¿Hola?
¿Hola?
¿Hola? ¡Avon a domicilio!
¡Oh, Dios!
¿Hola?
Soy Peg Boggs.
Soy su representante local de Avon.
Siento entrar de esta manera sin haber
tocado, pero no tiene por qué asustarse.
Ésta es una casa muy grande,
¿no es cierto?
Gracias a Dios que tomé
esas clases de aeróbicos.
NIÑO NACIDO SIN OJOS
LEE CON SUS MANOS
¿Hola?
¿Por qué te estás escondiendo allá?
No tiene que esconderse de mí.
Soy Peg Boggs.
Soy su representante local de Avon,
y soy tan inofensiva
como un pastel de cerezas...
¡Oh, Dios!
Puedo ver que te disturbé.
Que tonto de mi parte. Ya me voy.
No se vaya.
¡Oh, Dios!
¿Qué te pasó?
No me terminaron.
Bájalas.
No te acerques más, por favor...
¿Son esas tus manos?
¿Qué te pasó?
¿Dónde están tus padres?
¿Tu mamá?
¿Tu papá?
No se despertó.
¿Estás solo?
¿Vives aquí solito?
¿Que le pasó a tu cara?
No voy a lastimarte.
Por lo menos déjame
darte un buen astringente.
Esto ayudará a prevenir
cualquier infección.
¿Cómo te llamas?
Eduardo.
Pienso que deberías
venir a casa conmigo.
- Lo siento.
- No, no lo sientas.
Echa un vistazo. Tienes muchas
razones para estar entusiasmado.
¿Estás bien?
¿Hola?
Hola. Es Marge.
Estaba parada afuera conversando con Carol,
cuando Peg pasó y llevaba a alguien con ella.
- ¿Lo viste bien?
- No, no pude.
¿Te dijo si tenía un invitado?
Nada en lo absoluto.
Tocó el timbre en cuanto amaneció.
No... OK, Te veo en la esquina.
Está bien. Adiós.
¡Maldita sea!
Ya llegamos, cariño.
Ésta es nuestra casa.
Puedes entrar y ponerte cómodo,
siéntete como en tu casa ¿OK?
Tomaremos algo para
comer y tomar, o...
aquí. Por aquí. Ésta es
la puerta principal. Por aquí.
Joyce, acabo de ver a este chico extraño
llegar con Peg. No pude verlo bien.
Se veía un poco pálido.
Voy en camino. No hagan nada sin mí.
¡Sí! ¡Ahora voy!
Ya llegamos.
Así que... ésta es la sala
y aquí están las tres habitaciones.
¿Quieres ver las fotos? Está bien.
Éste es mi esposo Bill.
Es campeón de boliche.
¿Sabes lo que es el boliche?
¿Boliche?
No. Bueno... aquí están
en el lago, pescando.
Creo que Kevin se ve un poco
cabizbajo porque no pescaron nada ese día.
y ésta es mi hija Kim.
Toda lista para ir al baile del colegio.
Ya es mayor, ¡puedes creerlo!
Está acampando
en las montañas con amigos,
pero va a regresar en unos días.
Entonces se pueden conocer.
¿Es bonita, no crees?
Esa es mi familia.
Ven, sígueme.
Te voy a mostrar el resto de la casa.
Entonces podrás refrescarte
y sentirte como en casa.
Por aquí, esa es la cocina.
Sírvete cualquier cosa que quieras.
Esas son uvas y aquí
están las habitaciones.
Voy a traerte unas toallas y
voy a ver qué encuentro para que te pongas.
¿Sabes qué? Creo que tengo un poco de ropa
vieja de Bill aquí. ¡Esto está perfecto!
Aquí tienes.
Éstos deberán quedarte bien.
No te asustes.
Es sólo el teléfono.
Ahora puedes ir a la habitación de
Kim y ponerte esto, ya vuelvo.
¡No, no, tijeras!
Está bien. Bueno, nació allá o... algo.
- ¿Lo has visto antes?
- No, dudo que haya salido nunca de allí.
¿Entonces, como es que
te encontraste con él?
Escucha, tengo que irme ahora.
Hablaré contigo más tarde, Marge. Adiós.
Lo siento, Eduardo,
no era mi intención...
¿Puedo ayudarte?
Gracias.
Listo. ¡Oh Dios mío!
Te cortaste la cara.
Déjame sólo quitarte esto.
- ¿Te duele?
- No.
Bueno. OK.
Ahora, vamos a vestirte.
Aquí vamos. ¡Muy bien!
¡Te ves muy bien!
Helen, ¡Por favor!
Ella no te esperaría.
¡Tengo los tubos en
el maldito cabello!
Ahora, ¿que le hice a mis tije...?
Eduardo, ¿podrías, por favor?
Gracias.
Sabes, tengo un amigo que es médico
y pienso que él podría ayudarte.
- ¿De veras?
- Sí.
Ahora, yo puedo ayudarte
con las cicatrices.
Pero quiero consultar el manual de
Avon antes de hacer cualquier otra cosa.
¡Kevin!
No es de buena educación
quedarse mirando, cariño.
Piensa como te sentirías
si alguien se quedara mirándote.
- No me importaría.
- Bueno, a mí sí, así que no lo hagas.
Éste debe ser un cambio total para ti.
¿No es así, Ed?
- Eduardo, cariño. Prefiere Eduardo.
- Seguro.
Así que ¿qué has estado haciendo allá
en ese lugar tan antiguo y grande?
- La vista debe ser espectacular, ¿eh, Ed?
- ¡Eduardo!
¿Sí?
No, yo sólo...
Seguro que veía todo el panorama
hasta el océano.
Algunas veces.
Bill, ¿me pasas por
favor la sal y la pimienta?
Bill, cariño, ¿me pasas por favor
la sal y la pimienta? Gracias.
Chico, ¡esas cosas son excelentes!
Apuesto que son muy filosas.
Un golpe de kárate al cuello...
¡Kevin...!
Eduardo,
¿quieres un poco de
mantequilla para el pan?
¡Fenomenal!
Gracias.
Oye, ¿puedo llevarlo a
las actividades escolares el lunes?
Kevin, ya es suficiente.
¿Piensas que podrás dormir?
Sé que sientes las cosas extrañas,
pero pronto te sentirás como en casa.
Buenas noches.
La crema líquida para
las manchas va primero,
luego mezclas y mezclas y mezclas.
Mezclar es el secreto.
Más crema para las manchas...
¡Tu cutis es tan blanco!
Ahora, éste tiene un poco de lavanda.
Ponte un poco, ten.
¡Casi listo!
OK, esto hará el truco.
Tengo otra idea.
Cubriremos las cicatrices y empezaremos
con una superficie totalmente suave.
¡Caray, este maquillaje!
Aún tienen 11 en el marcador,
y van tres a uno.
Pasa y llega a Warren.
Ahora cambiaron a 12 puntos.
Sube el volumen, Kevin,
¡no puedo escuchar!
¡Kevin!
- ¡Les dieron una paliza!
- ¿Escuchó eso, señor Boggs?
- No, ¡súbelo!
- Ya se terminó,
¡no hay nada que hacer, es historia!
Papá...
¡Mira!
..para hacerla de cinco carreras y
¡revienta el partido!
¡No lo puedo creer!
¡La cinta está llena!
¿Qué es lo que está
pasando Peg? Llámame.
Hola soy yo, Marge.
¿Quién es él? Llámame.
¡Ah! Escuché que hay lluvias torrenciales.
¿Crees que los chicos estén bien?
¡Hola cariño! Las chicas tienen curiosidad
de saber quién es el visitante secreto.
¡No puedes mantenerlo como
un secreto para siempre!
Bueno, es maravilloso, Ed. Dios mío,
tienes a toda la familia ahí, ¿no es así?
Y responde al reto primero
con un tiro propio.
Eduardo, ven aquí.
¡No hijo, esa es una idea terrible!
Ve al garaje y trae la lata del aceite.
No queremos que se vaya a oxidar.
¡Eduardo, nos hiciste!
- ¡Oh, Bill, somos nosotros!
- Si, somos nosotros.
El no viene del cielo, sino directamente
de las apestosas llamas del infierno.
El poder de Satanás está en él, lo sé.
- Ustedes ovejas ¿se han apartado tanto?
- Nosotros no somos ovejas.
No te me acerques.
Así es, anda, ¡vete de aquí, corre!
Eduardo, ¡no la escuches!
No le hagas caso, Eduardo.
Está loquita, eso es todo.
LOS BOGGS
¡Hola!
Todos están escondiéndose allí,
como cangrejos ermitaños.
Hola, Joyce.
Pena debería de darte, guardándote a
tu invitado especial para ti solita.
Pensamos que es sumamente
egoísta de tu parte.
Hemos estado muy ocupados aquí.
Es muy amable de tu parte el
querer corregir la situación.
¿A qué hora empieza la parrillada?
¿Parrillada?
¿No vas a presentar
tu invitado a tus amigos?
- ¿No es así?
- Yo llevo la ensalada de repollo y zanahoria,
¡y yo la ensalada ambrosía!
¿A qué hora dijiste?
- ¡Bill!
- ¿Sobre las cinco?
¡Lo han enviado primero para tentarlos!
Pero no es muy tarde.
Deben apartarlo de ustedes, expulsarlo.
Aplastar las deformaciones
de la naturaleza
¿Escuchaste eso?
Es una deformación de la naturaleza.
¿Por qué, no es emocionante?
- Adiós.
- Muchas gracias.
¡Bill!
No puedes realmente tener un día de campo
o una parrillada sin tener huevos duros.
Son simplemente lo mejor.
Son lo que asegura el éxito del evento.
¡Oh, Eduardo, eso es maravilloso!
No sabía que picarías toda la lechuga.
Está bien, es sólo una pequeña herida.
No hay razón para ponerse nervioso, cariño.
Esmeralda no vendrá y el resto de
los vecinos son muy buenas personas.
No hay razón para ponerse nervioso.
¡Tienen tantas ganas de conocerte!
Sólo tienes que ser como eres.
- ¿Como soy?
- Así es. Sólo se como tú eres.
- Gracias, Eduardo.
- Juegas piedra, tijera, o papel.
¿Jugar tijera y qué?
Tengo un amigo que es doctor
y tal vez pueda ayudarte.
- El las hizo, en muy poco tiempo
- Es increíble.
- Hola Mike. ¿Cómo has estado?
- Hola, Jack.
¡Oigan, chicos!
Hola, Jorge Monroe.
Vaya apretón de mano que tienes, Ed.
¡Harry! Te vi en la cancha de
golf la semana pasada...
¿Estás bien? ¿Quieres algo de
comer? ¿Tienes hambre?
¿Quieres una galleta?
- Él es diferente.
- Completamente diferente.
No estás bromeando.
- Él es tan...
- Misterioso.
¿Creen ustedes que esas manos
son calientes o frías?
Y piensen lo que sólo un pequeño
tijeretazo puede hacer,
o deshacer.
Eduardito.
Los chicos y yo queremos invitarte a
jugar cartas el viernes por la noche.
¿Te gustaría?
Lo único es que...
¡no puedes cortar!
Tengo mis propios achaques.
Nunca me hizo ningún daño.
Me tocó recibir un poco de metralla durante
la guerra, y desde entonces ¡no siento nada!
Nunca permitas que nadie te diga
que tienes un impedimento físico.
¿Quién está inválido? Dios mío.
¡No seas ridículo!
Tú no eres inválido, tú eres...
¿Cómo es que se le dice... extraordinario?
Me llamo Joyce, y noto que
no has probado la ensalada ambrosía
que preparé especialmente para ti.
Permíteme.
- Debes probar esto. Es la receta de mamá.
- ¿No se ve maravillosa?
Con una mano como la tuya, estoy
segura que podrías ayudarme en mi casa.
¡Quiero una hilera de ángeles!
Lo siento, chicas, pero me ha prometido
venir a mi casa primero. ¿Verdad Eduardito?
- ¿Prometí?
- OK, todo mundo, ¡tomen sus platos!
¡La comida está lista!
¿Qué?
Es shish kebab. Es un decir.
No deberías tomarte
las cosas tan literalmente.
"Asumamos que estamos en el salón y
la anfitriona está sirviendo el té"
"Muchas preguntas se presentan"
"Debe el hombre levantarse
cuando acepta la taza de té?
¿Deberán tomarse los terrones
de azúcar con las manos?
No.
¿Son buenos modales
aceptar una segunda taza?
¿Deberá estar la servilleta
totalmente desdoblada,
o deberá permitirse que se
mantenga la raya del centro?
"Es tan fácil cometer
errores vergonzosos,
pero la etiqueta nos dice
lo que se espera de nosotros
y nos protege de la humillación
y la incomodidad"
Sí, es aburrido.
Cambiemos a...
a la poesía, ¿eh?
"Había un viejito que era del Cabo"
"que se hacía prendas de crepé"
"Cuando le preguntaban:
¿Se romperán?
"Contestaba: Aquí y allá"
¡pero su forma es fenomenal!
Así es.
Adelante, sonríe. Es gracioso.
Llegamos a casa.
Mierda.
Todo está aún empapado.
- No puedo esperar más para bañarme
- Y dormir en una cama.
Si mis padres han puesto
la alarma, estoy jodido.
Te dije que les llamaras y les
dijeras que íbamos a regresar temprano.
- Pero, ¿lo hiciste?
- No, él prefiere quejarse.
¿De qué otra forma lograré
que me hagan caso?
- ¿Llamaste a tus padres?
- No, ellos no son como la policía.
Adiós. Gracias por traer a Denny.
Adiós.
- ¡No olvides tu brazo!
- ¡Ah, sí!.
Anda Jim, vámonos.
¡Hay alguien en la habitación!
¡Ve a ver!
¡Es un asesino! ¡Tiene un hacha!
¡Trató de matarme!
Todo está bien.
Regresa a tu cama, Kevin.
Por aquí.
Eduardo vino a vivir con nosotros.
No hay nada de qué preocuparse.
Te tendremos todo arreglado
aquí en un minuto.
Lo creas o no, tenemos una cama grande.
Ya está hecha y todo. Bueno.
Ahí tienes.
¿Que te pasa? ¿Que está mal?
¿Te pones nervioso?
Has estado enclaustrado en
ese castillo por mucho tiempo.
No sabes nada del maravilloso mundo de
las adolescentes. Todas están locas.
- Ten, esto te hará sentirte mejor.
- ¿Qué es?
Limonada.
No se lo que es.
Llegan a una cierta edad...
Desarrollan sus glándulas,
sus cuerpos crecen...
y se ponen locas.
¿Glándulas?
Sí, glándulas.
Trato de no pensar en ello.
Bueno, ¿no crees?
Ahora, quédate en el cuarto de Kevin esta
noche y mañana arreglaremos tu cuarto.
¿Por qué lo trajiste aquí?
No pude dejarlo solito.
Tú hubieras hecho lo mismo.
¿Por qué tiene que quedarse aquí?
Dios mío, Kim, me sorprendes.
No puede evitar ser como es.
- Tenle un poco de compasión.
- Si tengo compasión.
Entonces salúdalo.
Baja y dale la mano...
- ¿Darle la mano?
- Bueno, no literalmente.
- ¡Dios mío! ¡Le diste el susto de su vida!
- ¿Yo le di el susto de su vida?
¡Hola, Bill!
Sólo quería presentarlos.
Eduardo, ésta es mi hija Kim.
Kim, éste es Eduardo.
Va a vivir con nosotros.
Hola.
¡Eduardito!
¿Tienes sed?
¡Besos! ¡Cállate!
¡Ahora cállate!
Cariño, ¡a penas si puedo escuchar
mis pensamientos! Nena bonita de mamá...
¿Quieres un vaso de limonada fría?
¿Limonada?
Un golpe dirigido al cuello
y todo se terminó.
Las cosas más filosas en el mundo.
Pueden despedazar cualquier cosa.
Y...
Me dan escalofríos.
Deberías de ver al payaso en el jardín
de la señorita Peters.
¡Kim!
- Oh, no.
- ¿Es él?
- Te está llamando, Kimba.
- ¡Déjalo!
Eduardo, olvidaste tus galletas.
No te apures, Eduardito,
¡ella te está esperando!
- ¡Espera!
- Vámonos.
Bill, Eduardo comió hoy en casa de Jackie
y acaba de redecorar toda la cocina.
- ¡Me asombra!
- Pintura nueva, cabinas, pisos nuevos,
- un microondas y un lava platos...
- ¿No es maravilloso?
Jim, ¿no me dijiste que a tu mamá también
le acaban de redecorar la cocina?
Sí, mi papá se compró
algunos juguetes nuevos.
Pantalla grande de televisión,
un equipo de CD, un video...
¡Por Dios!
Me imagino lo que se sentirá ser así de rico.
Guardan las cosas con llave.
Mi papá tiene un cuarto para sus cosas
para asegurarse que yo no pueda usarlas.
Ni siquiera me ayuda a
comprarme un auto viejo.
Probablemente quiere que lo pagues
tú mismo. Te forma más el carácter.
¡Papá...!
Hablando de dinero... Entiendo que
no cobras por tu jardinería, Eduardo.
Ahora, Bill... Marge le hizo hoy unas galletas.
Mi vida...
No puedes comprar las cosas
necesarias en la vida con galletas.
No puedes comprar un auto con galletas.
¿No es cierto, Jim?
Es cierto, señor, no se puede.
No puedo comer eso.
Él uso sus manos.
No creo que sea higiénico.
Lo siento.
Cariño, ¿quieres que te ayude a limpiarlo?
No, está bien.
Ahora regreso.
¿Alexis?
¡Oh, ésta no puede ser mi Alexis!
¡Está tan bonita!
¡Mírate! ¡Bonita!
Está preciosa. ¡Gracias!
No llevará mucho tiempo.
Sólo tiene que decidir el estilo,
y quedará bien.
Estaba pensando en algo un poco
voluminoso. ¿Parecido al mío?
Ahora, no te preocupes, Kisses, vas a
quedar muy bien. Te vas a ver muy bonita.
Sí, ya eres.
¡Oh! Eduardito,
¿hay algo que no puedas hacer?
Me sorprendes, lo prometo.
¡Mira esto!
¿Has cortado alguna vez
el cabello de una mujer?
¿Cortarías el mío?
Esa fue la experiencia
más emocionante de toda mi vida.
¡Van a traer al director de la compañía!
- ¡Estoy en casa!
- Hola, cariño. Estamos aquí.
Hola.
¿Qué le hiciste a tu cabello?
Eduardo lo cortó.
¿No es un poco alocado?
Hola. ¡Oh! no puedo creer que
te estoy hablando en persona.
Éste es un honor.
Sí. Él está aquí.
Entonces, ya sabes de lo que se trata.
Bueno, eso es exactamente
lo que he estado usando.
Bueno, tuve un poco de problema en
obtener la consistencia adecuada...
Voy a intentarlo.
Bueno, que sugerencias tan imaginativas.
Seguramente lo haré.
Muchas gracias. Adiós.
No me extraña que sea
la directora de la compañía.
Sabes, ella empezó como
representante de ventas, como yo.
Siempre había querido hablar con ella, pero
hasta ahora, no tuve una razón para hacerlo.
Gracias, Eduardo.
- ¿Tuvo algunas ideas?
- Por supuesto que las tuvo.
Yo la abro.
Eduardo. Estamos aquí.
Ven, vamos a afilarte.
AFILADOR DE CUCHILLOS Y TIJERAS
- ¿La tienes?
- No. No puedo creer esto.
¡Que problema!
¡Hola!
Adiós.
¿Tienes la llave?
No.
- Podría jurar que las tenía en la bolsa.
- Bueno, estamos varados.
¡Ah! ¡Gracias!
¡Ed! ¡Que chico! Buen trabajo. No lo rompiste
ni lo rasguñaste por ningún lado.
Sé bueno y grita cuando Peg llegue.
Una estupenda historia, sí.
¿Alguna pregunta para Eduardo?
Sí. Por allá.
Póngase de pie.
¿Cuál ha sido la mejor parte de
tu vida aquí en la ciudad?
Los amigos que he hecho.
¿Alguna otra pregunta?
¿Has pensado alguna ves en hacerte
cirugía correctiva o una prótesis?
Conozco a un doctor que
tal vez pueda ayudarte.
Me gustaría conocerlo.
Te daremos ese nombre después del
programa. Gracias, es muy amable.
¿Alguien más? Sí, póngase de pie.
Pero entonces serías como todo mundo.
Sí, lo sé.
Pienso que eso le gustaría.
Pero entonces nadie pensaría
que eres alguien especial.
No saldrías en la televisión, ni nada.
No importa lo que suceda,
Eduardo siempre será especial.
¿Más preguntas?
Sí. Póngase de pie.
Tu trabajo es tan interesante,
distintivo y único.
¿Tienes planes para abrir
tu propio salón de belleza?
¡Oh, esa es una buena idea!
¿Alguien más? Sí. Póngase de pie.
¿Tienes novia?
Seguro que la tiene.
¿No es cierto, Kim?
- ¿Verdad, Kim?
- ¡Que bien! Ahora ya le diste cuerda.
Deja de decirlo.
- Tú lo dijiste.
- ¿Y qué?
¿Qué hay Eduardo?
¿Hay alguien especial en tu vida?
Todo está bien. Vamos a unos anuncios y
regresaremos después de unos comerciales.
¿Por qué te ríes? ¡Se lastimó!
- Fue sólo una descarga. ¿Qué te importa?
- ¿Sólo una descarga?
Como quisiera haberlo grabado.
Daría cualquier cosa por volverlo a ver.
¿No estás emocionado?
¡Esto es tan emocionante!
Espera a que te lo enseñe. Es perfecto.
Es lo que habíamos estado buscando.
¡Quiero llamarlo puro cielo!
Y aquí estamos.
Ahora, aquí a todo lo largo quiero
poner una hilera de espejos,
y aquí, en la parte de atrás,
bueno, pienso...
¡Eduardito! Ven, muñeco.
Aquí atrás toda una hilera de nuevos
cosméticos, y a lo largo de está hilera...
- Peg podría vender cosméticos.
- Sí... seguro.
Y aquí, por supuesto,
es donde lavamos el cabello,
y aquí es donde me paro...
cuando saludo a los clientes.
Pero lo de aquí atrás es lo que
realmente quiero enseñarte.
Eduardito... esto es lo que
realmente quiero enseñarte.
Ahora, esto es el almacén,
donde guardaremos todo,
y lo que necesito ahora es que
me ayudes a tomar una decisión.
¡Cariño, no! No, no. Es peligroso.
Ahora, siéntate allí...
Tengo unos blusones.
¿Quieres que te los modele?
Sí.
OK.
Ahora, éste es mi favorito.
Porque es amarillo...
y se usa...
para recoger esos pequeños
recortes que se caen en el cuello.
y este color morado con el que
uno se puede cubrir, así.
Me gusta éste.
¿Eduardito, estas temblando?
¡Y yo también!
He esperado este momento
por tanto tiempo.
¡Eduardo!
¡Eduardo, ven aquí!
¡No puedes hacer eso!
Velcro, mi vida.
- Se cuelga en el tablero.
- Nunca lo he visto.
- Lo siento. Llego tarde.
- Hola, Eduardo.
Lo siento, cariño, tuvimos que
comenzar sin ti. Ahí tienes.
Así que, Eduardo,
¿tuviste un día productivo?
La señora Monroe me mostró
donde estará el salón.
- Tú podrías tener allí tus cosméticos.
- ¿No sería fantástico?
Fantástico.
Entonces me enseño la parte de atrás de
la habitación donde se quitó la ropa.
Eduardo, no puedo decirte lo contento
que estoy. Estoy realmente muy contento.
Esta aventura te va a enseñar muchas cosas.
No hay nada como llevar tu negocio propio.
Yo nunca lo he hecho,
pero me imagino que es la satisfacción
más grande que un hombre puede tener.
Así que me imagino que el banco
será tu próximo paso, ¿eh?
¿El banco?
Sí. Pide un préstamo, empieza tu negocio.
No hay nada de que preocuparse. Con tu
talento y tu reputación, será facilísimo.
No ha tenido crédito,
no hay registro de trabajos anteriores,
no hay ahorros,
no hay inversiones personales...
No tiene número de seguridad social,
bien podría ni siquiera existir...
- No hay ninguna garantía.
- No, tenemos una segunda hipoteca.
Pero, ¿no cuentan las recomendaciones?
¿Vio lo que dice aquí? A la esposa del
alcalde le urge ser una cliente.
Simplemente, no lo podemos hacer.
Ahora, consigue tu tarjeta de seguridad
social, obtiene crédito y compra un auto.
Tienes una ventaja.
Puede conseguirse un permiso de inválido
y estacionar donde quiera.
No puedo creerlo.
Esto es simplemente una atrocidad.
Pero no te preocupes. Éste no es el fin. Te
conseguiremos el dinero de alguna manera.
- Pero esto es allanamiento de morada.
- Mis padres están asegurados.
¿Cuánto les va a costar?
Un poco de inconveniente, eso es todo.
- No podemos.
- Éste chico nos dará dinero en efectivo.
No quiero.
¿No quieres que tengamos nuestra
camioneta donde podamos estar solos?
¿Por qué no puedes hacerlo?
Porque la habitación está cerrada y
necesitamos a Eduardo para que nos abra.
¿No puedes quitarle la llave
cuando esté durmiendo?
Lo único que cuida más que
sus llaves es el pito.
- Las tijeras hará cualquier cosa por ti.
- Eso no es cierto.
- ¡Oh, no! ¿Por qué no le preguntas?
- Eso no es justo.
- ¿Y qué? No hay otra manera.
- Tiene que haberla.
Mira, ya me rompí la cabeza.
¿No quieres que tengamos
nuestra propia camioneta?
Sí.
¡Jim, las luces están encendidas!
Esas se encienden automáticamente.
Se fueron de fin de semana, ya te lo dije.
En caso de ladrones.
- ¿Has desconectado la alarma?
- Sí, vamos.
Odio esto.
¿Estás segura de que no sabe que
ésta es la casa de Jim?
- ¿Es ésta la persona que te robó?
- ¡Baja la voz!
Te dije que él lo robó, ¿OK? ¡Vámonos!
Dile a sus padres y
ellos harán que lo regrese.
Escucha, eso ya lo intenté. Ahora,
le dijiste a Kim que lo harías. Vamos.
¡Vamos!
OK, vamos.
El desgraciado, conectó
la alarma por separado. ¡Apúrate!
¡No, Jim, no podemos dejarlo aquí!
- Vamos.
- ¡No voy a hacer esto!
- Sólo ven, Kim.
- ¡Espera!
¡Bájame!
¡Sabemos que estás ahí!
¡Estamos desactivando el
sistema para que puedas salir!
- Denny, ¡regresa!
- De ninguna manera.
Jim, no te pueden arrestar
por sonar tu propia alarma.
Les diremos que
nos asustamos y corrimos.
- No voy a regresar ahí, ¿OK?
- ¡Tenemos que!
No. Mi padre haría cargos.
- ¿A su propio hijo?
- Especialmente a su propio hijo,
y si Eduardo dice algo, ¡lo mato!
- Denny, ¡regresa!
- ¡No!
¡Tienes que!
¡Queremos que levantes las manos
donde podamos verlas!
¡Levanta las manos!
Está sosteniendo algo.
Parecen navajas.
¡Tira las armas!
Repito: ¡Tira las armas!
Te lo voy a pedir una vez más. Ésta es
tu última advertencia. Tira las armas.
Si no lo hace tendremos que abrir fuego.
No nos obligue a hacerlo, amigo.
Tire las armas, ¡tírelas!
¡Ahora!
Parece que tenemos a un psicópata.
- ¡Prepárense para disparar!
- ¡No!
- ¡Señoras, hacia atrás!
- Esas no son sus armas, son sus manos!
Por favor. Nosotros lo conocemos.
Está bien. Pónganle las esposas.
- Pero, ¿podemos verlo ahora?
- Tendremos que detenerlo toda la noche.
- ¿Tiene que estar aquí toda la noche?
- Puede recogerlo en la mañana.
¡Oh, Eduardo!
Hola, Eduardo.
¡Oh, Eduardo, cariño!
Me culpo a mí misma.
Por el nombre de Dios, ¿qué es lo que
te pasó por la cabeza, hijo?
¿Por qué no te di un mejor ejemplo?
¿Viste como envidié a los padres de Jim?
¿Qué ibas a hacer con esas cosas?
Yo despreocupadamente dije "Vamos a
conseguir el dinero de alguna manera",
pero nunca pensé en robar.
Cariño, robando no es la manera de
conseguirlo. Las cosas no se roban.
Eso trae problemas.
Y ya tienes muchos.
¡Oh, Eduardo! ¿Por qué hiciste eso?
- ¡Malditos esos programas de televisión!
- ¡Todos, que se vayan al infierno!
¿O alguien te pidió que lo hicieras?
¿Va a estar bien, doc?
Por todos esos años de aislamiento
no sabe diferenciar el bien del mal.
No tiene un contexto.
Ha estado totalmente sin ninguna guía.
Es más, su trabajo, las esculturas de
los jardines, sus cortes y demás,
muestran que es muy imaginativo...
en su personalidad.
Su conciencia de lo que llamamos realidad
está claramente subdesarrollada.
Pero, ¿estará realmente bien allá?
¡Oh, sí! Él estará bien.
Escucha, podría pasarme toda la noche en
vela preocupado por ti, así que te cuidas.
Estaba levantada y escuche el ruido...
Todo el tiempo sentí que había
algo que no estaba bien.
- Pudo haber sido mi casa.
- O cualquier otra de las casas, pero...
Se los dije, ¿no es así?
Vi el signo de Satanás en él.
No tomaron en cuenta mi advertencia, pero
ahora lo harán, porque ahora lo ven también.
Eduardo, quédate aquí.
- ¿Qué puedes decir en tu defensa?
- Nada.
- No quiere hablar.
- Tienes que decir algo.
- No puede hablar ahora.
- ¿Sin comentarios? ¿Sin observaciones?
Entonces, te tendieron una trampa.
¿En qué pensabas?
¿Qué puedes decir en tu defensa?
- Un comentario.
- Más tarde.
¡Por Dios, Lois, parece que te veré en
nuestra fiesta de Navidad, antes de que
vengas a que te arregle el cabello!
Por supuesto que la tendremos este año.
¿Por qué no habríamos de tenerla este año?
¡Bueno!
Puedes pensar eso,
pero estás equivocada.
Estás aquí.
¿No te lastimaron o sí?
¿Tenías miedo?
Intenté hacer que Jim regresara, pero
no se puede obligar a Jim a hacer nada.
Gracias por no decirles que nosotros...
De nada.
Debe haber sido horrible cuando
te dijeron de quién era esa casa.
Sabía que era la casa de Jim.
¿Lo sabías?
Sí.
Bueno, entonces, ¿por qué lo hiciste?
Porque me lo pediste.
¡Kimba!
¡Kimmy!
- ¡No!
- ¿Qué es lo que te pasa?
¿Cuándo vas a parar? Yo hice lo que pude.
Mi viejo piensa que es retrasado,
así que es libre. ¿Qué más quieres?
- Podrías decir la verdad.
- Tú también. ¡Estabas allí!
- Tú sabes que yo no quería hacerlo.
- Pero lo hiciste.
De cualquier manera,
no entiendo porque te importa tanto.
Tal vez hay alguna manera de
reemplazar las cortinas y las toallas,
pero la confianza que teníamos
en ti no será fácil reemplazar.
Papá...
OK. Un poco de ética. Vas caminando por la
calle y te encuentras una maleta con dinero.
No hay nadie alrededor. No hay ningún
ser humano alrededor. ¿Qué haces?
A: Te quedas con el dinero.
B: Lo usas para comprar regalos
para tus amigos y seres queridos.
C: Se lo das a los pobres.
D: Se lo das a la policía.
- Papá, esto es realmente estúpido.
- Kim...!
- Yo me quedaría con el dinero.
- Cálmate.
¿Eduardo?
Oigan, ¿Qué tal si después de cenar
vamos al boliche? Sería divertido.
¿No vas a ver a Jim esta noche?
No.
Hoy tuvimos un día fantástico
de actividades escolares.
Éste niño trajo una caja con zorros chiquitos.
Diez, tal vez doce. Totalmente desnudos.
- Sin ningún pelo.
- Cielo, tu papá no ha terminado.
Gracias, cariño.
Eduardo, estamos esperando.
¿Dárselo a mis seres queridos?
¡Oh, Eduardo! Eso parece ser
lo adecuado pero no lo es.
Tonto, todo mundo sabe que se supone
que deberías dárselo a la policía.
Buena forma de pensar, Kevin.
Bueno, piensen en ello.
Quiero decir, eso es lo mejor que
se puede hacer. Eso es lo que yo haría.
No estamos tratando de confundirlo, estamos
tratando de hacer las cosas más fáciles.
Estoy hablando en serio, papá.
Es una acción mucho más bonita.
Olvídate de lo bonito. Estamos hablando
de lo correcto y lo incorrecto.
¡Cállate!
¡Oh, Dios mío! Ahora veo porque Eduardo
no puede distinguir entre el bien y el mal.
Bueno, ¿escuchaste lo que
le hizo a las cortinas de Peg?
Es increíble, que hagan la fiesta
de cualquier manera. ¿Vas a ir?
No lo creo.
Prácticamente violó a Joyce,
amenazándola con esos cuchillos.
Es un milagro que ella se haya escapado.
No tengo nada contra Bill y Peg, pero...
Lo sé. Tienen a su hija
adolescente en la casa.
¡Esa pobre gente!
Después de lo que me paso a mí...
¿Te puedes imaginar?
¿Qué dijiste de la fiesta de Navidad?
Dije que espero que podamos asistir.
Yo también mentí.
Eduardo, ¿quieres hacerme ese nuevo corte?
- ¿Otra vez?
- ¡Sí, seguro!
Me hace sentirme muy orgullosa
el tenerte como mi estilista personal.
Hola, mi amor.
- Kevin, ¿quieres jugar piedra, papel o tijera?
- No.
- ¿Por qué?
- Me aburre. Me enfada ganar siempre.
- Ten en cuenta los sentimientos de la gente.
- Esperaré afuera.
No le hagas caso, querido.
Sólo... corta.
FELICES VACACIONES
Vi a tres barcos navegando
En la mañana del día de Navidad
Necesita algo... más.
¿Qué opinas, cariño?
- ¿Más campanas?
- OK.
Mamá, ¿de verdad piensas que
deberíamos hacer esta fiesta?
Por supuesto, que creo que
deberíamos hacer esta fiesta.
Es justo lo que necesitamos para que las
cosas se calmen y vuelvan a su normalidad.
¿Tienes más campanas, cariño?
Mira lo que has hecho.
Es sólo un rasguño, Jim,
de verdad. Está bien.
- Vuelves a tocarla y te mato.
- No es para tanto.
- Llama al doctor. Pinchó a Kim.
- ¡No!
Aléjate de ella.
¡Lo digo muy en serio!
No puedes tocar nada sin destruirlo.
¿De cualquier manera, por qué sigues aquí?
Quiero que te sientes y esperes a
que te traiga un poco de hielo.
Quédate allí. Ahorita regreso.
¡Lárgate de aquí!
¡Lárgate! ¡Vete! ¡Monstruo!
Oye, Eduardo, ¿a dónde vas?
¿Dónde está?
- Trató de lastimarte.
- No fue así, y tú lo sabes.
¿Estás loca? ¡Lo acabo de ver!
Jim, ya no te amo. Sólo quiero
que te vayas ¿OK? ¡Sólo vete!
¿Estás diciéndolo en serio?
¿Y voy a perderte por culpa de ese?
Ni siquiera es humano.
Sólo vete de aquí, ¿OK? ¡Sólo vete!
Papá, ¿viste a dónde se fue Eduardo?
No lo sé. Se fue caminando por la calle.
- Tenemos que encontrarlo, mamá.
- Tu padre lo encontrará.
Entren a la casa, yo me haré cargo.
Yo voy a encontrarlo.
¡Eduardo!
¡Voy a llamar a la policía!
¿Ves toda esa sangre, tesoro?
Y es sólo una cortadita.
Hola. Vengo a ver al hombre de las manos.
No está aquí. Gracias.
¡Oh, Dios mío!
Helen, ¿realmente lo viste?
¡Sí! ¡Mira!
Estoy buscando al hombre con las tijeras.
- Gracias a Dios que está aquí.
- Se fue por ahí, señor.
Está bien. Tranquilas. Vayan a casa.
Nosotros nos haremos cargo.
Sólo váyanse a casa.
- Un demonio. Un demonio.
- ¡Tienen que hacer algo!
Estoy segura de que tu padre
lo encontrará pronto.
¿Qué hora es?
Son casi las 8.30.
Maravillosa fiesta, ¿eh?
Mamá, ¿dónde están?
- Dios mío, espero que esté bien.
- Yo también, cariño.
Sabes, cuando traje a Eduardo
aquí a vivir con nosotros,
en realidad no pensé
las cosas con cuidado.
No pensé lo que podría pasarle.
O a nosotros, o a los vecinos.
Y ahora pienso que tal vez...
sea mejor si el vuelve...
allá.
Porque al menos allí está a salvo.
Y nosotros volveremos a la normalidad.
Llegué casi hasta Whitmans,
y no lo encontré por ningún lado.
Súbanse al auto y vamos a buscarlo.
- ¿Dónde esta Kevin ahora?
- En casa de Max.
¡Oh, por el amor de Dios!
- ¿A dónde crees que vas?
- Con ustedes.
- Quédate aquí, por si alguien viene.
- Ahorita regresamos, cariño.
¡Policía!
¿Eduardo?
¿Estás bien?
Sí. ¿Tú, estás bien?
¿Dónde está todo mundo?
Buscándote.
Abrázame.
No puedo.
Sé que es un poco temprano para
ser Navidad, Eduardo, pero...
te tengo un pequeño regalo.
Olvídate de tomarle la mano.
Imagínate el daño que puede
causar en otras partes.
Sí. Es de locos.
Siento que me voy a
desmayar, a vomitar o algo.
Después. Antes, llévame a su casa.
Ven, no me hagas manejar.
¡Hazlo!
Jesús. Tal vez tenía razón
en lo que pensaba de ti.
- ¡Sólo maneja!
- ¡Relájate!
- Nos vemos mañana. Llámame.
- Está bien.
¿Lo han agarrado?
- ¿A quién?
- ¡A ese! Ese lisiado.
Dime cuando lo hagan.
Dinos a todos, ¿OK?
Como un buen niño.
Kevin.
¿Estás bien?
Está bien.
- Eduardo, ¡espera!
- Yo soy tu amigo.
¡Ayúdenos!
¿Qué estás haciendo?
¡Aléjate de él!
- ¡Suéltame!
- ¿Qué?
¡Kevin!
- ¡Sal de aquí!
- ¡Eduardo, ven a casa!
Corre.
¡Kevin está bien!
¡Fue sólo un pequeño rasguño!
Ya se fue. No lo molesten.
¿De acuerdo? Dejémoslo solo.
Anda, corre.
- ¿Qué pasó? ¿Está muerto?
- ¿Lo agarraron?
Todo terminó. Váyanse a casa.
No hay nada más que ver.
¿Qué pasó? ¡Quiero saber!
¡Quiero respuestas!
Todo terminó.
¿Dónde está?
¡Regrese aquí! ¡Quiero preguntarte algo!
¡Mira eso! No puedo creerlo.
No lo tienen. Voy a...
¡No! Esa no es una buena idea.
¿Ahí vienen?
¿Lastimé a Kevin?
No, él está bien. Sólo un poco asustado.
Eduardo, tenía tanto miedo.
Pensé que estabas muerto.
Yo no.
¡No!
¡No!
¡Jim, para!
¡No!
Para, o te mataré yo misma.
¡Te dije que te mantuvieras lejos de ella!
Adiós.
Te amo.
¿Está él allí adentro?
Está muerto.
El techo le cayo encima.
Se mataron mutuamente.
Pueden ver por sí mismos.
¿Ven?
Yo me voy a casa.
Joyce...
Nunca lo volvió a ver.
No después de esa noche.
¿Cómo lo sabes?
Porque yo estaba ahí.
Se podía subir allá. Aún se puede.
No, cariño.
Ahora soy una mujer mayor.
Prefiero que me recuerde como era.
¿Cómo sabes si aún vive?
No lo sé.
No con seguridad, pero...
Creo que está vivo.
Sabes, antes de que viniera,
nunca caía nieve,
y después nevaba.
Si él no estuviese allá ahora,
no creo que nevaría.
Algunas veces todavía me
encuentras bailando en la nieve.
¡Van a traer al director de la compañía!
- ¡Estoy en casa!
- Hola, cariño. Estamos aquí.
Hola.
¿Qué le hiciste a tu cabello?
Eduardo lo cortó.
¿No es un poco alocado?
Hola. ¡Oh! no puedo creer que
te estoy hablando en persona.
Éste es un honor.
Sí. Él está aquí.
Entonces, ya sabes de lo que se trata.
Bueno, eso es exactamente
lo que he estado usando.
Bueno, tuve un poco de problema en
obtener la consistencia adecuada...
Voy a intentarlo.
Bueno, que sugerencias tan imaginativas.
Seguramente lo haré.
Muchas gracias. Adiós.
No me extraña que sea
la directora de la compañía.
Sabes, ella empezó como
representante de ventas, como yo.
Siempre había querido hablar con ella, pero
hasta ahora, no tuve una razón para hacerlo.
Gracias, Eduardo.
- ¿Tuvo algunas ideas?
- Por supuesto que las tuvo.
Yo la abro.
Eduardo. Estamos aquí.
Ven, vamos a afilarte.
AFILADOR DE CUCHILLOS Y TIJERAS
- ¿La tienes?
- No. No puedo creer esto.
¡Que problema!
¡Hola!
Adiós.
¿Tienes la llave?
No.
- Podría jurar que las tenía en la bolsa.
- Bueno, estamos varados.
¡Ah! ¡Gracias!
¡Ed! ¡Que chico! Buen trabajo. No lo rompiste
ni lo rasguñaste por ningún lado.
Sé bueno y grita cuando Peg llegue.
Una estupenda historia, sí.
¿Alguna pregunta para Eduardo?
Sí. Por allá.
Póngase de pie.
¿Cuál ha sido la mejor parte de
tu vida aquí en la ciudad?
Los amigos que he hecho.
¿Alguna otra pregunta?
¿Has pensado alguna ves en hacerte
cirugía correctiva o una prótesis?
Conozco a un doctor que
tal vez pueda ayudarte.
Me gustaría conocerlo.
Te daremos ese nombre después del
programa. Gracias, es muy amable.
¿Alguien más? Sí, póngase de pie.
Pero entonces serías como todo mundo.
Sí, lo sé.
Pienso que eso le gustaría.
Pero entonces nadie pensaría
que eres alguien especial.
No saldrías en la televisión, ni nada.
No importa lo que suceda,
Eduardo siempre será especial.
¿Más preguntas?
Sí. Póngase de pie.
Tu trabajo es tan interesante,
distintivo y único.
¿Tienes planes para abrir
tu propio salón de belleza?
¡Oh, esa es una buena idea!
¿Alguien más? Sí. Póngase de pie.
¿Tienes novia?
Seguro que la tiene.
¿No es cierto, Kim?
- ¿Verdad, Kim?
- ¡Que bien! Ahora ya le diste cuerda.
Deja de decirlo.
- Tú lo dijiste.
- ¿Y qué?
¿Qué hay Eduardo?
¿Hay alguien especial en tu vida?
Todo está bien. Vamos a unos anuncios y
regresaremos después de unos comerciales.
¿Por qué te ríes? ¡Se lastimó!
- Fue sólo una descarga. ¿Qué te importa?
- ¿Sólo una descarga?
Como quisiera haberlo grabado.
Daría cualquier cosa por volverlo a ver.
¿No estás emocionado?
¡Esto es tan emocionante!
Espera a que te lo enseñe. Es perfecto.
Es lo que habíamos estado buscando.
¡Quiero llamarlo puro cielo!
Y aquí estamos.
Ahora, aquí a todo lo largo quiero
poner una hilera de espejos,
y aquí, en la parte de atrás,
bueno, pienso...
¡Eduardito! Ven, muñeco.
Aquí atrás toda una hilera de nuevos
cosméticos, y a lo largo de está hilera...
- Peg podría vender cosméticos.
- Sí... seguro.
Y aquí, por supuesto,
es donde lavamos el cabello,
y aquí es donde me paro...
cuando saludo a los clientes.
Pero lo de aquí atrás es lo que
realmente quiero enseñarte.
Eduardito... esto es lo que
realmente quiero enseñarte.
Ahora, esto es el almacén,
donde guardaremos todo,
y lo que necesito ahora es que
me ayudes a tomar una decisión.
¡Cariño, no! No, no. Es peligroso.
Ahora, siéntate allí...
Tengo unos blusones.
¿Quieres que te los modele?
Sí.
OK.
Ahora, éste es mi favorito.
Porque es amarillo...
y se usa...
para recoger esos pequeños
recortes que se caen en el cuello.
y este color morado con el que
uno se puede cubrir, así.
Me gusta éste.
¿Eduardito, estas temblando?
¡Y yo también!
He esperado este momento
por tanto tiempo.
¡Eduardo!
¡Eduardo, ven aquí!
¡No puedes hacer eso!
Velcro, mi vida.
- Se cuelga en el tablero.
- Nunca lo he visto.
- Lo siento. Llego tarde.
- Hola, Eduardo.
Lo siento, cariño, tuvimos que
comenzar sin ti. Ahí tienes.
Así que, Eduardo,
¿tuviste un día productivo?
La señora Monroe me mostró
donde estará el salón.
- Tú podrías tener allí tus cosméticos.
- ¿No sería fantástico?
Fantástico.
Entonces me enseño la parte de atrás de
la habitación donde se quitó la ropa.
Eduardo, no puedo decirte lo contento
que estoy. Estoy realmente muy contento.
Esta aventura te va a enseñar muchas cosas.
No hay nada como llevar tu negocio propio.
Yo nunca lo he hecho,
pero me imagino que es la satisfacción
más grande que un hombre puede tener.
Así que me imagino que el banco
será tu próximo paso, ¿eh?
¿El banco?
Sí. Pide un préstamo, empieza tu negocio.
No hay nada de que preocuparse. Con tu
talento y tu reputación, será facilísimo.
No ha tenido crédito,
no hay registro de trabajos anteriores,
no hay ahorros,
no hay inversiones personales...
No tiene número de seguridad social,
bien podría ni siquiera existir...
- No hay ninguna garantía.
- No, tenemos una segunda hipoteca.
Pero, ¿no cuentan las recomendaciones?
¿Vio lo que dice aquí? A la esposa del
alcalde le urge ser una cliente.
Simplemente, no lo podemos hacer.
Ahora, consigue tu tarjeta de seguridad
social, obtiene crédito y compra un auto.
Tienes una ventaja.
Puede conseguirse un permiso de inválido
y estacionar donde quiera.
No puedo creerlo.
Esto es simplemente una atrocidad.
Pero no te preocupes. Éste no es el fin. Te
conseguiremos el dinero de alguna manera.
- Pero esto es allanamiento de morada.
- Mis padres están asegurados.
¿Cuánto les va a costar?
Un poco de inconveniente, eso es todo.
- No podemos.
- Éste chico nos dará dinero en efectivo.
No quiero.
¿No quieres que tengamos nuestra
camioneta donde podamos estar solos?
¿Por qué no puedes hacerlo?
Porque la habitación está cerrada y
necesitamos a Eduardo para que nos abra.
¿No puedes quitarle la llave
cuando esté durmiendo?
Lo único que cuida más que
sus llaves es el pito.
- Las tijeras hará cualquier cosa por ti.
- Eso no es cierto.
- ¡Oh, no! ¿Por qué no le preguntas?
- Eso no es justo.
- ¿Y qué? No hay otra manera.
- Tiene que haberla.
Mira, ya me rompí la cabeza.
¿No quieres que tengamos
nuestra propia camioneta?
Sí.
¡Jim, las luces están encendidas!
Esas se encienden automáticamente.
Se fueron de fin de semana, ya te lo dije.
En caso de ladrones.
- ¿Has desconectado la alarma?
- Sí, vamos.
Odio esto.
¿Estás segura de que no sabe que
ésta es la casa de Jim?
- ¿Es ésta la persona que te robó?
- ¡Baja la voz!
Te dije que él lo robó, ¿OK? ¡Vámonos!
Dile a sus padres y
ellos harán que lo regrese.
Escucha, eso ya lo intenté. Ahora,
le dijiste a Kim que lo harías. Vamos.
¡Vamos!
OK, vamos.
El desgraciado, conectó
la alarma por separado. ¡Apúrate!
¡No, Jim, no podemos dejarlo aquí!
- Vamos.
- ¡No voy a hacer esto!
- Sólo ven, Kim.
- ¡Espera!
¡Bájame!
¡Sabemos que estás ahí!
¡Estamos desactivando el
sistema para que puedas salir!
- Denny, ¡regresa!
- De ninguna manera.
Jim, no te pueden arrestar
por sonar tu propia alarma.
Les diremos que
nos asustamos y corrimos.
- No voy a regresar ahí, ¿OK?
- ¡Tenemos que!
No. Mi padre haría cargos.
- ¿A su propio hijo?
- Especialmente a su propio hijo,
y si Eduardo dice algo, ¡lo mato!
- Denny, ¡regresa!
- ¡No!
¡Tienes que!
¡Queremos que levantes las manos
donde podamos verlas!
¡Levanta las manos!
Está sosteniendo algo.
Parecen navajas.
¡Tira las armas!
Repito: ¡Tira las armas!
Te lo voy a pedir una vez más. Ésta es
tu última advertencia. Tira las armas.
Si no lo hace tendremos que abrir fuego.
No nos obligue a hacerlo, amigo.
Tire las armas, ¡tírelas!
¡Ahora!
Parece que tenemos a un psicópata.
- ¡Prepárense para disparar!
- ¡No!
- ¡Señoras, hacia atrás!
- Esas no son sus armas, son sus manos!
Por favor. Nosotros lo conocemos.
Está bien. Pónganle las esposas.
- Pero, ¿podemos verlo ahora?
- Tendremos que detenerlo toda la noche.
- ¿Tiene que estar aquí toda la noche?
- Puede recogerlo en la mañana.
¡Oh, Eduardo!
Hola, Eduardo.
¡Oh, Eduardo, cariño!
Me culpo a mí misma.
Por el nombre de Dios, ¿qué es lo que
te pasó por la cabeza, hijo?
¿Por qué no te di un mejor ejemplo?
¿Viste como envidié a los padres de Jim?
¿Qué ibas a hacer con esas cosas?
Yo despreocupadamente dije "Vamos a
conseguir el dinero de alguna manera",
pero nunca pensé en robar.
Cariño, robando no es la manera de
conseguirlo. Las cosas no se roban.
Eso trae problemas.
Y ya tienes muchos.
¡Oh, Eduardo! ¿Por qué hiciste eso?
- ¡Malditos esos programas de televisión!
- ¡Todos, que se vayan al infierno!
¿O alguien te pidió que lo hicieras?
¿Va a estar bien, doc?
Por todos esos años de aislamiento
no sabe diferenciar el bien del mal.
No tiene un contexto.
Ha estado totalmente sin ninguna guía.
Es más, su trabajo, las esculturas de
los jardines, sus cortes y demás,
muestran que es muy imaginativo...
en su personalidad.
Su conciencia de lo que llamamos realidad
está claramente subdesarrollada.
Pero, ¿estará realmente bien allá?
¡Oh, sí! Él estará bien.
Escucha, podría pasarme toda la noche en
vela preocupado por ti, así que te cuidas.
Estaba levantada y escuche el ruido...
Todo el tiempo sentí que había
algo que no estaba bien.
- Pudo haber sido mi casa.
- O cualquier otra de las casas, pero...
Se los dije, ¿no es así?
Vi el signo de Satanás en él.
No tomaron en cuenta mi advertencia, pero
ahora lo harán, porque ahora lo ven también.
Eduardo, quédate aquí.
- ¿Qué puedes decir en tu defensa?
- Nada.
- No quiere hablar.
- Tienes que decir algo.
- No puede hablar ahora.
- ¿Sin comentarios? ¿Sin observaciones?
Entonces, te tendieron una trampa.
¿En qué pensabas?
¿Qué puedes decir en tu defensa?
- Un comentario.
- Más tarde.
¡Por Dios, Lois, parece que te veré en
nuestra fiesta de Navidad, antes de que
vengas a que te arregle el cabello!
Por supuesto que la tendremos este año.
¿Por qué no habríamos de tenerla este año?
¡Bueno!
Puedes pensar eso,
pero estás equivocada.
Estás aquí.
¿No te lastimaron o sí?
¿Tenías miedo?
Intenté hacer que Jim regresara, pero
no se puede obligar a Jim a hacer nada.
Gracias por no decirles que nosotros...
De nada.
Debe haber sido horrible cuando
te dijeron de quién era esa casa.
Sabía que era la casa de Jim.
¿Lo sabías?
Sí.
Bueno, entonces, ¿por qué lo hiciste?
Porque me lo pediste.
¡Kimba!
¡Kimmy!
- ¡No!
- ¿Qué es lo que te pasa?
¿Cuándo vas a parar? Yo hice lo que pude.
Mi viejo piensa que es retrasado,
así que es libre. ¿Qué más quieres?
- Podrías decir la verdad.
- Tú también. ¡Estabas allí!
- Tú sabes que yo no quería hacerlo.
- Pero lo hiciste.
De cualquier manera,
no entiendo porque te importa tanto.
Tal vez hay alguna manera de
reemplazar las cortinas y las toallas,
pero la confianza que teníamos
en ti no será fácil reemplazar.
Papá...
OK. Un poco de ética. Vas caminando por la
calle y te encuentras una maleta con dinero.
No hay nadie alrededor. No hay ningún
ser humano alrededor. ¿Qué haces?
A: Te quedas con el dinero.
B: Lo usas para comprar regalos
para tus amigos y seres queridos.
C: Se lo das a los pobres.
D: Se lo das a la policía.
- Papá, esto es realmente estúpido.
- Kim...!
- Yo me quedaría con el dinero.
- Cálmate.
¿Eduardo?
Oigan, ¿Qué tal si después de cenar
vamos al boliche? Sería divertido.
¿No vas a ver a Jim esta noche?
No.
Hoy tuvimos un día fantástico
de actividades escolares.
Éste niño trajo una caja con zorros chiquitos.
Diez, tal vez doce. Totalmente desnudos.
- Sin ningún pelo.
- Cielo, tu papá no ha terminado.
Gracias, cariño.
Eduardo, estamos esperando.
¿Dárselo a mis seres queridos?
¡Oh, Eduardo! Eso parece ser
lo adecuado pero no lo es.
Tonto, todo mundo sabe que se supone
que deberías dárselo a la policía.
Buena forma de pensar, Kevin.
Bueno, piensen en ello.
Quiero decir, eso es lo mejor que
se puede hacer. Eso es lo que yo haría.
No estamos tratando de confundirlo, estamos
tratando de hacer las cosas más fáciles.
Estoy hablando en serio, papá.
Es una acción mucho más bonita.
Olvídate de lo bonito. Estamos hablando
de lo correcto y lo incorrecto.
¡Cállate!
¡Oh, Dios mío! Ahora veo porque Eduardo
no puede distinguir entre el bien y el mal.
Bueno, ¿escuchaste lo que
le hizo a las cortinas de Peg?
Es increíble, que hagan la fiesta
de cualquier manera. ¿Vas a ir?
No lo creo.
Prácticamente violó a Joyce,
amenazándola con esos cuchillos.
Es un milagro que ella se haya escapado.
No tengo nada contra Bill y Peg, pero...
Lo sé. Tienen a su hija
adolescente en la casa.
¡Esa pobre gente!
Después de lo que me paso a mí...
¿Te puedes imaginar?
¿Qué dijiste de la fiesta de Navidad?
Dije que espero que podamos asistir.
Yo también mentí.
Eduardo, ¿quieres hacerme ese nuevo corte?
- ¿Otra vez?
- ¡Sí, seguro!
Me hace sentirme muy orgullosa
el tenerte como mi estilista personal.
Hola, mi amor.
- Kevin, ¿quieres jugar piedra, papel o tijera?
- No.
- ¿Por qué?
- Me aburre. Me enfada ganar siempre.
- Ten en cuenta los sentimientos de la gente.
- Esperaré afuera.
No le hagas caso, querido.
Sólo... corta.
FELICES VACACIONES
Vi a tres barcos navegando
En la mañana del día de Navidad
Necesita algo... más.
¿Qué opinas, cariño?
- ¿Más campanas?
- OK.
Mamá, ¿de verdad piensas que
deberíamos hacer esta fiesta?
Por supuesto, que creo que
deberíamos hacer esta fiesta.
Es justo lo que necesitamos para que las
cosas se calmen y vuelvan a su normalidad.
¿Tienes más campanas, cariño?
Mira lo que has hecho.
Es sólo un rasguño, Jim,
de verdad. Está bien.
- Vuelves a tocarla y te mato.
- No es para tanto.
- Llama al doctor. Pinchó a Kim.
- ¡No!
Aléjate de ella.
¡Lo digo muy en serio!
No puedes tocar nada sin destruirlo.
¿De cualquier manera, por qué sigues aquí?
Quiero que te sientes y esperes a
que te traiga un poco de hielo.
Quédate allí. Ahorita regreso.
¡Lárgate de aquí!
¡Lárgate! ¡Vete! ¡Monstruo!
Oye, Eduardo, ¿a dónde vas?
¿Dónde está?
- Trató de lastimarte.
- No fue así, y tú lo sabes.
¿Estás loca? ¡Lo acabo de ver!
Jim, ya no te amo. Sólo quiero
que te vayas ¿OK? ¡Sólo vete!
¿Estás diciéndolo en serio?
¿Y voy a perderte por culpa de ese?
Ni siquiera es humano.
Sólo vete de aquí, ¿OK? ¡Sólo vete!
Papá, ¿viste a dónde se fue Eduardo?
No lo sé. Se fue caminando por la calle.
- Tenemos que encontrarlo, mamá.
- Tu padre lo encontrará.
Entren a la casa, yo me haré cargo.
Yo voy a encontrarlo.
¡Eduardo!
¡Voy a llamar a la policía!
¿Ves toda esa sangre, tesoro?
Y es sólo una cortadita.
Hola. Vengo a ver al hombre de las manos.
No está aquí. Gracias.
¡Oh, Dios mío!
Helen, ¿realmente lo viste?
¡Sí! ¡Mira!
Estoy buscando al hombre con las tijeras.
- Gracias a Dios que está aquí.
- Se fue por ahí, señor.
Está bien. Tranquilas. Vayan a casa.
Nosotros nos haremos cargo.
Sólo váyanse a casa.
- Un demonio. Un demonio.
- ¡Tienen que hacer algo!
Estoy segura de que tu padre
lo encontrará pronto.
¿Qué hora es?
Son casi las 8.30.
Maravillosa fiesta, ¿eh?
Mamá, ¿dónde están?
- Dios mío, espero que esté bien.
- Yo también, cariño.
Sabes, cuando traje a Eduardo
aquí a vivir con nosotros,
en realidad no pensé
las cosas con cuidado.
No pensé lo que podría pasarle.
O a nosotros, o a los vecinos.
Y ahora pienso que tal vez...
sea mejor si el vuelve...
allá.
Porque al menos allí está a salvo.
Y nosotros volveremos a la normalidad.
Llegué casi hasta Whitmans,
y no lo encontré por ningún lado.
Súbanse al auto y vamos a buscarlo.
- ¿Dónde esta Kevin ahora?
- En casa de Max.
¡Oh, por el amor de Dios!
- ¿A dónde crees que vas?
- Con ustedes.
- Quédate aquí, por si alguien viene.
- Ahorita regresamos, cariño.
¡Policía!
¿Eduardo?
¿Estás bien?
Sí. ¿Tú, estás bien?
¿Dónde está todo mundo?
Buscándote.
Abrázame.
No puedo.
Sé que es un poco temprano para
ser Navidad, Eduardo, pero...
te tengo un pequeño regalo.
Olvídate de tomarle la mano.
Imagínate el daño que puede
causar en otras partes.
Sí. Es de locos.
Siento que me voy a
desmayar, a vomitar o algo.
Después. Antes, llévame a su casa.
Ven, no me hagas manejar.
¡Hazlo!
Jesús. Tal vez tenía razón
en lo que pensaba de ti.
- ¡Sólo maneja!
- ¡Relájate!
- Nos vemos mañana. Llámame.
- Está bien.
¿Lo han agarrado?
- ¿A quién?
- ¡A ese! Ese lisiado.
Dime cuando lo hagan.
Dinos a todos, ¿OK?
Como un buen niño.
Kevin.
¿Estás bien?
Está bien.
- Eduardo, ¡espera!
- Yo soy tu amigo.
¡Ayúdenos!
¿Qué estás haciendo?
¡Aléjate de él!
- ¡Suéltame!
- ¿Qué?
¡Kevin!
- ¡Sal de aquí!
- ¡Eduardo, ven a casa!
Corre.
¡Kevin está bien!
¡Fue sólo un pequeño rasguño!
Ya se fue. No lo molesten.
¿De acuerdo? Dejémoslo solo.
Anda, corre.
- ¿Qué pasó? ¿Está muerto?
- ¿Lo agarraron?
Todo terminó. Váyanse a casa.
No hay nada más que ver.
¿Qué pasó? ¡Quiero saber!
¡Quiero respuestas!
Todo terminó.
¿Dónde está?
¡Regrese aquí! ¡Quiero preguntarte algo!
¡Mira eso! No puedo creerlo.
No lo tienen. Voy a...
¡No! Esa no es una buena idea.
¿Ahí vienen?
¿Lastimé a Kevin?
No, él está bien. Sólo un poco asustado.
Eduardo, tenía tanto miedo.
Pensé que estabas muerto.
Yo no.
¡No!
¡No!
¡Jim, para!
¡No!
Para, o te mataré yo misma.
¡Te dije que te mantuvieras lejos de ella!
Adiós.
Te amo.
¿Está él allí adentro?
Está muerto.
El techo le cayo encima.
Se mataron mutuamente.
Pueden ver por sí mismos.
¿Ven?
Yo me voy a casa.
Joyce...
Nunca lo volvió a ver.
No después de esa noche.
¿Cómo lo sabes?
Porque yo estaba ahí.
Se podía subir allá. Aún se puede.
No, cariño.
Ahora soy una mujer mayor.
Prefiero que me recuerde como era.
¿Cómo sabes si aún vive?
No lo sé.
No con seguridad, pero...
Creo que está vivo.
Sabes, antes de que viniera,
nunca caía nieve,
y después nevaba.
Si él no estuviese allá ahora,
no creo que nevaría.
Algunas veces todavía me
encuentras bailando en la nieve.